Nombre del Inmueble
San Francisco de Asís
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000604
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000604
Contenidos
1.-ANTECEDENTES.
En el municipio de Hecelchacán (Helel-chakán, sabana), junto con los de Campeche, Calkiní y Champotón, es decir, en el norte y centro del actual estado de Campeche, se halla representado el terciario inferior. En la zona se asentaron grupos mayas que dejaron como rastro de su paso por el lugar sólo montículos y no relevantes manifestaciones de la gran cultura maya.
Con la llegada de los españoles el nombre de Hecelchacán aparece en numerosas ocasiones en las crónicas de la conquista. El capitán Francisco de Montejo, quien había obtenido en 1526 los títulos de Adelantado y Gobernador de la isla de Yucatán y de Cozumel, con el grueso de sus fuerzas se internó en la zona y avanzó hasta Hecelchacán, para después entrar a Calkiní, capital entonces del cacicazgo o provincia de Acanul. Después de Montejo vinieron su hijo y sobrino del mismo nombre y apellido, quienes combatieron a los mayas y lograron al propio tiempo alianzas con ellos, lo cual permitió la fundación de San Francisco de Campeche. A partir de entonces Hecelchacán, así como Campeche, Champotón y Calkiní se convirtieron en centros de difusión de la cultura española, y en ejes de la evangelización de los indígenas de la región.
El proceso de mestizaje que pronto se dió en las tierras conquistadas se halla envuelto en la leyenda. Se dice que en 1616 un apuesto soldado español de nombre Juan Pérez pasó por Hecelchacán con su madre, rumbo a Campeche, para solicitar al Cristo Negro del barrio de San Román curación para aquella. Ahí conoció a María Dzul, descendiente de una prominente familia maya, con la que casó, y establecio en Hecelchacán su hogar, tal vez en parte porque ahí quedaron los restos de su madre y en memoria de su abuelo, Alonso Pérez, soldado del Adelantado, quien, para dejar recuerdo de su estancia en el lugar, grabó sus iniciales en dos columnas del viejo edificio, que pertenece al convento construido por religiosos franciscanos.
Entre los edificios notables del lugar, además del mencionado convento, están su iglesia construida hacia 1650, situada al sur del cenote, así como el ubicado en el predio número 87, de la calle 20, en el cual se lee Viva Fernando VII y la Constitución jurada Es de notar, así mismo, el local número 65 de la misma calle que, se dice, albergó a la Emperatriz Carlota Amalia durante su estancia en Hecelchacán.
2.-EMPLAZAMIENTO.
El predio que contiene al ex-convento y Templo de San Francisco están limitados por la calle 19 al norte, calle 21 al sur, calle 16 al oriente y al poniente la calle 10-A. Sobre esta última se abre una extensa plaza que funciona como espacio atrial del templo, situado según su eje principal oriente-poniente; al norte del templo y a la altura de su ábside, se encuentra el ex-convento cuyo edificio venerable aloja actualmente las oficinas de Telecomunicaciones.
Construcciones típicas de la región, con su tradicional arquitectura popular, rodean la plaza, cuya árida extensión se ve rota aquí y allá por chaparros arbustos de gran follaje, lo que realza la gran masa del templo y la esbeltez de sus torres.
3.-HISTORIA.
Escasos eran los frailes Franciscanos que tenían la misión de evangelizar a los indígenas de la vasta región peninsular de Yucatán; a cuya jurisdicción pertenecía el actual estado de Campeche. Como consecuencia natural, los primeros templos y conventos fueron sumamente modestos, con un pequeño claustro rodeado de pórticos, muy escasas celdas y algunos servicios. En ocasiones, tenían al frente un portal llamado del racionero con bancas de piedra, en el que los viajeros y los pobres recibían algunos alimentos sin necesidad de entrar al convento.
El convento de San Francisco de Asís en Hecelchacán, anexo al templo del mismo nombre, fue fundado alrededor de 1579 y dedicado al Santo de Asís. Antonio de Ciudad Real describe en septiembre de 1588 al conjunto arquitectónico en estos términos: El convento es una casita baja, sin claustro, con solas tres celdas y dos oficinas cubiertas, todas de paja; también tenía una pieza de cal y canto, con azotea, en que rezan el oficio divino. Pegada a convento está la capilla y ramada de los indios. Tiene una huerta muy pequeña y moraba en él sólo un religioso. (1).
La capilla como lo dice el cronista, fue construida al nivel de la enramada y atrio, al igual que las de Motul, Izamal, Dzidz. Por lo general, este tipo de edificación contenía dos o tres plazas a los lados, destinadas una a guardar el Santísimo Sacramento, otra a la Sacristía y la restante, cuando la había, servía de habitación a los religiosos y, cuando no era así, se reunían en un sólo espacio las dos funciones menores.
Por su parte Rubio Mañé, cita a Cogolludo diciendo que de la (iglesia) de Xeccha Kan se hizo erección en el año de 1579, y es titular de aquella iglesia nuestro padre San Francisco, y sus visitas los Santos Reyes del Pueblo de Pocboc, la Circunsición del Señor del de Tixpokmuch, la Asunción de Nuestra Señora de el Tahnab y San Miguel de Timum (3), lo que nos da idea de la importancia que tuvo este templo en la región.
Abandonado el convento, el deterioro ha hecho presa de él, conservando no obstante en pie sus elementos completos en tanto que el Templo, por estar en servicio al culto, a pesar de los avatares de la revolución, el cierre de templos de 1926, etc., conserva en forma mucho más completa la grandeza de su construcción.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA.
El templo de San Francisco de Asís se encuentra situado en un nivel más alto que el de la moderna y enorme plaza que lo rodea. A él se accede a través de una rampa que absorbe el desnivel en forma tranquila. destaca su enorme masa, en la que ponen un acento poco común en la región las altas y esbeltas torres, las que enmarcan la portada principal, único elemento de cantera labrada, en tanto que el resto es de mampostería expuesta a perder su aplanado o enjarre original.
Esta portada está conformada por dos cuerpos, ambos con pilastras pareadas con basamento y fustes entablerados, habiendo entre ambos cuerpos una cornisa sencilla. El centro del primer cuerpo lo ocupa la puerta con arco de medio punto sobre pilastras sin basamento, en cuyo fuste aparecen labrados el sol y la luna, junto con escudos religiosos. El Extrados del arco contiene una leyenda, también labrada que dice: ALABADO SEA ELSA'TY'SSIMO. El segundo cuerpo tiene al centro la ventana del coro, con el mismo esquema de la puerta, apoyada sobre una cornisa similar a la mencionada que une a las pilastras centrales a la altura del arranque de sus fustes. Se cierra la fachada con un arco, al que remata un sencillo pináculo.
Las torres son de planta cuadrada, con un cubo ciego y tres cuerpos abiertos a los cuatro lados por vanos con arco de medio punto, separados en cada caso por una cornisa ligera, y se cierran con una pequeña bóveda de rincón de claustro -de cuatro gajos- con la curiosa característica de que la correspondiente a la torre sur es notoriamente menos peraltada que su hermana de la torre norte. Cruces de piedra rematan ambas bóvedas.
Recios contrafuertes segmentan los muros laterales, en los que aparecen en forma irregular ventanas, algunas originales y otras abiertas posteriormente. Las puertas laterales cerradas por arco de medio punto sobre pilastras, muestran al igual que en la principal el encaje de los labrados con motivos religiosos. La cúpula de gajos sobre tambor octogonal en el cual existen lucarnas -vanos- en cada cara, se remata con un cupulín del mismo tipo.
Por demás interesante es el interior de la única nave, ya que los arcos que dividen los siete entrejes de la nave, además del que la separa del presbiterio, asentados sobre pilastras lisas, dan a la cubierta de sascab -tierra blanca y caliza- sobre morillos -largero o viga- típica de la región, dan al espacio interno un interés singular el que se acentúa por el hecho de que tanto en el entreje de acceso o sotocoro como en el ábside -cabecera-, las áreas se estrechan merced a singular juego de muros, destacando el arco triunfal y la puerta de entrada con conchas abocinadas interpretadas popularmente. El coro, soportado por arco de medio punto, está a su vez dividido en su cubierta por dos arcos, cuyas distintas formas juegan con la luz que penetra por la ventana. En el ábside, la curiosa posición de la cúpula sobre el presbiterio le da una luminosidad extraordinaria que lo destaca del resto del templo. El tambor octagonal que la soporta descansa sobre una planta rectangular merced a las falsas pechinas -cada uno de los triángulos que se forman al cambio de planta cuadrada a circular- que ochavan sus ángulos. En el muro sur del presbiterio se abre una puerta que comunica con la amplia sacristía, y en el muro norte otra más lo comunica con el ex-convento.
5.-OBRAS DE ARTE.
Dentro de la tradicional severidad y sobria grandeza de los conventos Franciscanos de la península, en los que se patentiza el espíritu de humildad y pobreza de la orden, no deja de aparecer en las estructuras de los edificios el detalle que manifiesta el sentido artístico de sus constructores. En este caso, el primoroso labrado de los enmarcamientos de piedra de las puertas de acceso, las conchas abocinadas del sotocoro, coro alto y arco triunfal, podrían ejemplificar este aserto.
Cuenta el templo con un retablo principal, muy característico de la región, formado por dos cuerpos con estípites muy elementales dorados y tres nichos en el primero de ellos y uno en el segundo. Los paños entre columnas son lisos y sin decoración. El nicho del cuerpo superior aloja un bello crucifijo de modestas dimensiones y buena factura, y a los lados del nicho hay dos corazones coronados de espinas en relieve sobre ménsulas. El lugar de honor en el primer cuerpo lo ocupa la imagen escultórica de San Francisco de Asís, patrono del templo, talla de gran calidad en madera de una sola pieza. En los nichos laterales, dos imágenes también escultóricas de vírgenes lo enmarcan.
En los retablos laterales que anteceden al ábside, se pueden ver; una imagen al óleo de la Virgen de Guadalupe, de mediana calidad como es común en este tipo de pinturas y un impresionante Calvario esculpido en madera, en el que no obstante la calidad de los acompañantes de Cristo, la Virgen y San Juan, destaca el gran Cristo negro, llamado aquí Cristo de la Salud, cuya talla, seguramente del siglo XVII, alcanza calidades de excepcional valor. Por último, en uno de los muros laterales, un nicho contiene dos bellas imágenes en madera estofada y dorada con la representación de San Pedro y San Pablo.
6.-NOTAS BIBLIOGRAFICAS.
(1) Ciudad Real, Antonio de.- TRATADO CURIOSO Y DOCTO DE LAS GRANDESAS DE LA NUEVA ESPAÑA. T. 1, Pp. CXLIV.
(2) Rubio Mañe, José Ignacio.- ARCHIVO DE LA HISTORIA DE YUCATAN. P. 239.
BIBLIOGRAFIA
V Jornadas Pediátricas del Sureste.- VISTA A HECELCHAKAN S/EDITOR. Campeche, 1975.
Ciudad Real, Antonio de.- TRATADO CURIOSO Y DOCTO DE LAS GRANDEZAS DE LA NUEVA ESPAÑA.- U.N.A.M. MEXICO, 1976.
Rubio Mañe, José Ignacio.- ARCHIVO DE LA HISTORIA DE YUCATAN, CAMPECHE Y TABASCO.- Imp. Aldina México, 1942.
Landa, Fr. Diego de.- RELACION DE LAS COSAS DE YUCATAN.- Editorial Porrúa, México, 1978.
Elaboró: Arq. Ramón M. Bonfil
1984
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Francisco de Asís