Nombre del Inmueble
San Francisco Javier
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000460
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000460
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
El territorio que se llamó en la época colonial reino de la Nueva Vizcaya, abarcó los actuales estados de Chihuahua y Durango y una buena parte de Sonora, Sinaloa y Coahuila. Esta gran extensión poseedora de grandes riquezas naturales y enorme variedad de suelos y climas, estuvo habitada anteriormente por numerosos grupos indígenas en muy diferentes grados de avance cultural, desde los nómadas del desierto, cazadores-recolectores, hasta la relativamente avanzada cultura de Casas Grandes, la antigua Paquimé, cuyos vestigios aún podemos admirar.
Dos eran los alicientes principales que llevaron a los hombres del virreinato a la conquista y colonización de esos territorios; la búsqueda de los minerales preciosos que contenían estas tierras con gran prodigalidad y el aprovechamiento de las ricas tierras para hacienda de beneficio del material minero y posteriormente de explotación ganadera y agrícola.
La nueva Vizcaya se fue poblando progresivamente a partir del sur. Las minas de Santa Bárbara fueron descubiertas en 1564 y la exploración continuó en esa zona. Para 1631, el hallazgo del mineral de Parral dió paso a la fundación del que sería el centro urbano y administrativo más importante: el Real de Minas de San José del Parral. A partir de entonces la región aledaña a Parral cobró inusitada importancia y su poblamiento fue acelerado.
Hacia el sureste de esta ciudad se extiende una región relativamente plana, con buena tierra y convenientemente regada por el río que, por sus indudables atractivos, pronto fue nombrado el Río Florido. En sus márgenes se fundó, al mismo tiempo que Santa Bárbara, el primer convento de los Franciscanos, San Bartolomé, de tanta importancia en el desarrollo de sus misiones.
Posteriormente el trabajo de la tierra en esa región se intensificó y muy importantes haciendas se establecieron en lo que hasta la fecha es importante centro agrícola.
Las misiones franciscanas eran establecidas en las principales aldeas autóctonas y desde ellas se atendía a comunidades menores o visitas, variando esta categoría de acuerdo a las cambiantes condiciones de la población.
La importante misión de San Pedro de Conchos tuvo como visita a la de Santa Cruz de Tapacolmes a mediados del siglo XVII.
2.-EMPLAZAMIENTO
La condición de Villa Coronado en la época colonial como centro productor agrícola de la zona minera de Parral y Santa Bárbara se continúa hasta la fecha. El río Florido y el sistema de riego implementado recientemente hacen de la región una de las de mayor producción agrícola en el estado.
El terreno pertenece ya a las grandes llanuras y el poblado está situado a poca distancia de las primeras elevaciones que llevan hacia el noroeste a la gran sierra. El clima es extremoso pero mitigado por la humedad que proporciona el río y la vegetación que lo rodea.
Villa Coronado se encuentra a unos cuantos kilómetros de Valle de Allende y por tanto de la carretera Chihuahua-Parral, pero carece de comunicación terrestre adecuada, ya que únicamente algunos caminos vecinales de terracería unen ambas poblaciones. Dentro del distrito de riego, algunos caminos de las mismas características la unen con Villa López y la ciudad de Jiménez.
Dado su origen como antigua hacienda, la población tiene a las antiguas construcciones hacendarias como centro y origen. Estas se sitúan en un terreno ligeramente ondulado en un nivel algunos metros superior al del río hasta el que se extiende el poblado.
El templo forma parte del antiguo casco de hacienda que por su trazo regular conforma ortogonalmente a las calles que lo circundan. Esta traza regular se pierde en dirección al río en donde las calles siguen la topografía del terreno descendente.
En general la densidad de construcción en los alrededores del templo es irregular, concentrandose un poco más en la parte baja del poblado en donde se encuentran los contados edificios públicos y las construcciones de mejor calidad.
Lo relativamente elevado de su ubicación y el volumen del templo, su torre y el antiguo casco de hacienda hacen destacar notablemente este conjunto por sobre el resto de las edificaciones del poblado y constituyen el punto de mayor interés del mismo.
3.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El templo de San Francisco Javier forma parte de un conjunto del que se conserva el frente de lo que fue un elegantemente elaborado edificio de hacienda. El frente de este conjunto está unido por un pórtico compuesto por doce arcos de medio punto de cantera rosa que descansan en columnas de un elaborado y fino diseño con un corto pedestal de sección cuadrada sobre el que se desplanta una doble basa de sección circular y moldura múltiple, el fuste es recto, estriado con ornamento a contracanal escalonado en su parte baja y sobre el doble anillo de original diseño a dos tercios del fuste. Este termina en una moldura múltiple interrumpida por ocho elementos aconchados sobre los que luce un original capitel de inspiración levemente jónica pero con ornamentación a base de elementos barrocos alejados de moldes clásicos. En los extremos del pórtico y en dos entrejes intermedios existen arcos en sentido transversal en cuyos casos descansan en otra columna colocada en haz con la exterior, ambas sin estriado ni anillos en el fuste. Las dos columnas exteriores de los extremos terminan en caras rectas en ambos sentidos. Estas columnas extremas se elevan un metro aproximadamente sobre los arcos formando en la parte superior de éstos un solo paño con sus respectivos tímpanos que remata en una sencilla moldura de cantera con jarrones sobre cada columna.
El segundo arco a partir del extremo sur coincide con la entrada del templo y en este caso las columnas se continúan en forma de pilastras adosadas al paño liso que enmarcan una ornamentación con dos florones sobre un paño liso de cantera en los tímpanos que remata en una moldura múltiple que se une a la general ya descrita. Este arco de portada, a diferencia del resto, posee una clave con labrado sencillo.
Sobre el pórtico destaca en su parte interior el cuerpo de fachada del templo, recto con una ventana central, del coro, que luce un amplio marco de cantera con molduras rectas y remate acornisado. Sobre este paño liso se eleva en extremo sur la torre en un solo cuerpo de sección cuadrada y una luz en cada cara rematada en arco de medio punto sobre imposta sencilla flanqueadas por pilastras estriadas con varias molduras a modo de basa, intermedia y capitel, separada ligeramente de este, corre una columna sencilla que soporta un friso rematado en una moldura acornisada. En las cuatro esquinas existen pequeños pináculos. Tras ellos y sobre un corto tambor que sostiene una pequeña cúpula de media naranja rematada con una linternilla de cantera similar en diseño al cuerpo principal de la torre. Remata el conjunto una esbelta y elaborada cruz metálica.
Completa la ornamentación de cantera en el pórtico una serie de marcos con variaciones en su diseño correspondientes a puertas y ventanas de diferentes dependencias. La mayoría de estos marcos tienen diseños en lineas rectas, pilastras estriadas y cornisas de remate. En la correspondiente a la portada del templo, la ornamentación de cantera se eleva a toda la altura y la puerta de halla enmarcada con un arco escalonado de original diseño. Todo el pórtico se encuentra cubierto con plafón de vigas de madera.
Las fachadas lateral y posterior, así como el interior del templo, contratan con la ornamentación descrita por su gran sobriedad. En las primeras se conserva un gran paño liso acusando únicamente los contrafuertes y dos ventanas sin marco. En el interior se accede a un pequeño sotocoro que forman parte de la nave única estructurada a base de muros de adobe de gran espesor separados la distancia suficiente para ser salvado el claro por una viga de madera normal, en este caso sostenidas por ménsulas laterales del mismo material.
La nave rectangular termina en un arco que la separa del presbiterio apoyado en pilastras laterales de cantera y por una grada en el piso de duela rústica en la nave, mosaico en el presbiterio y enlosado de cantera rosa en el pórtico.
4.-OBRAS DE ARTE
Al constatar la diferencia de diseño entre la sobriedad del templo de San Francisco Javier y la fina ornamentación de los elementos exteriores del conjunto, es evidente la necesidad de considerar estos últimos como la primera obra de arte que posee el lugar. Se han indicado sus características formales a las que hay que añadir una corta apreciación crítica y clasificarlas así como de indudable valor artístico, por lo demás, verdaderamente inusual en el estado.
Fuera de sus elementos arquitectónicos, el acervo artístico del templo puede centrarse en una valiosa colección de óleos correspondiente a una serie de los doce apóstoles aproximadamente de 1.50 x 1.50 en dimensiones iguales todos ellos y que, aún cuando anónimas, pueden fácilmente clasificarse como procedentes del siglo XVIII y pertenecientes a las tendencias artísticas dominantes en el país en aquella época. En la actualidad se encuentran en los muros laterales de la nave del templo y necesitados de restauración, urgente en algunos casos pero aún así es detectable una cierta calidad de ejecución a la altura de otras colecciones pictóricas del estado.
El resto de la imaginería esta formado por esculturas casi todas contemporaneas y de escasa calidad entre las que destaca por una evidente antigüedad y mejor ejecución la del santo patrón que ocupa el lugar de honor tras el altar.
En el resto de los accesorios del templo son dignos de mención el Púlpito a la manera tradicional con una correcta realización en tableros de madera y las ménsulas que soportan las vigas del plafón, de gran peralte y fino labrado.
El resto del equipamiento carece de relieve artístico y unicamente proporciona una adecuada comodidad a los servicios religiosos.
De las antiguas dependencias del edificio se conservan las habitaciones que abren hacia el pórtico para usos del servicio del templo (sacristía y varios salones) y de un colegio atendido por religiosas que tienen sus habitaciones construidas recientemente en el resto de la propiedad.
ELABORO: ALBERTO VALENCIA
FECHA: 1984
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Francisco Javier