Nombre del Inmueble
San José de Carmelitas
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-002009
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-002009
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
La ciudad de Querétaro se fundó el 26 de Julio de 1531, dándose así inicio a la actividad y obras religiosas, a raíz de la llegada de las diferentes misiones evangelizadoras.
En cuanto a la fundación del templo de San José de Carmelitas, estuvo a cargo de los Carmelitas Descalzos quienes fueron enviados a México por el Rey Felipe II a petición de Santa Teresa de Jesús, para realizar la obra de propagar las doctrinas de estos misioneros, que por diferentes dificultades no se logró realizar este proyecto, pero no se desistió de la idea, y fue Santa Teresa el resto de su vida que insistió con gran eficacia no viendo coronada su obra, tres años después de su muerte es cuando se llega a realizar el desembarco en Veracruz el 2 de Septiembre de 1585, de once religiosos bajo las órdenes del V.P. Fray Pedro de los Apóstoles (1).
En 1585 se empezó a organizar la obra de los Carmelitas Descalzos que también llegaron a Querétaro, ciudad donde existían varios grupos deseosos de consagrarse al servicio de Dios. Uno de ellos, formado por un grupo de jóvenes que al no conseguir entrar a la vida religiosa por falta de recursos para la dote, exigida aún en los conventos más pobres, fueron acogidas por una mujer religiosa llamada María Magdalena, quién las organizó para la vida conventual, por consejo del Reverendo Padre Fray Simón de la Expectación, a fines del año 1736. Fue así como vivieron durante seis meses en una casa que prestó la Sra. Antonia de Castilla, al cabo de los cuales tuvieron que cambiarse a otra, que resultó ser una donación del Bachiller Don Diego Colchado, que se hallaba justamente en el terreno donde actualmente se encuentra el templo de San José de Carmelitas.
En el año de 1750 se ofició aquí una primera misa que, fiel a la tradición novohispana, inauguraba también el funcionamiento del inmueble. El número de congregantes era entonces de dieciocho jóvenes, y se solía clasificar el nuevo monasterio con el nombre de Beaterio Formal.
En noviembre de 1768, el Arzobispo de México, Cardenal don Francisco Antonio de Lorenzana fundó en este monasterio el Colegio para Niñas Pobres. Poco después, por Reales Cédulas de junio de 1791 y de febrero de 1800 se otorgó el permiso para construir el Real Colegio de San José de Carmelitas.
2.-EMPLAZAMIENTO
El contexto donde se ubica este monumento es completamente urbano y enclavado en una zona muy céntrica de la ciudad. Su imagen urbana es muy agradable y se encuentra conservada, existiendo un entorno arquitectónico equilibrado y proporcionado con respecto a este templo. A su vez se localiza muy cercano a otros edificios religiosos de gran importancia como son Santa Clara, San Felipe Neri y el de Capuchinas, teniendo también a una cuadra de distancia el popular Jardín Obregón.
El templo se puede apreciar a toda su magnitud, ya sea por la Av. Balvanera antes llamada calle de Santa Teresa o por la calle Ocampo, antigua calle de la Enseñanza. Desde estas calles destacan por una parte su torre y por otra el alzado lateral donde se encuentran los contrafuertes que sus basamentos tienen forma de bancos integrados, jerarquizado este ambiente por un pequeño remetimiento de esta fachada hacia el predio, ampliando así la calle e invitando al descanso.
La fachada principal destaca menos que la lateral por ser más pequeña y sencilla, además de que la Av. Balvanera es más angosta, lo que limita las perspectivas visuales.
3.-HISTORIA
El templo se empezó a construir el 13 de abril de 1800, obra patrocinada por don Juan Antonio Fernández de Jauregui Urrutia y de doña María Josefa Vergara Hernández. El 20 de julio de 1802 se dieron por terminadas las obras del convento, del Templo de Carmelitas y del Real Colegio, día de la fiesta del Señor de San José y fecha en la que el templo fue bendecido y dedicado a la unión de San José con la Virgen María.
Estos actos de gran solemnidad caracterizan las actividades y obras realizadas por las misiones en la época colonial.
Querétaro contó entonces con dos comunidades carmelitas: las Beatas que moraban en el Instituto de San José de Carmelitas de ahí el nombre beaterio y las Descalzas del convento del Santo Nombre de Jesús, llamado también de Teresitas, obras calificadas como muy beneficiosas para la ciudad de Querétaro, ya que en ese entonces el llevar una vida conventual dedicada a la contemplación de las cosas divinas, a la oración, trabajo y mortificación para lograr el bien del género humano, eran objetos muy valiosos en el desarrollo de la sociedad de esa época; por esta razón es que se estimulaba en gran medida el trabajo de las órdenes religiosas. Las carmelitas, tuvieron una actividad muy intensa en los cuatrocientos años que dedicaron a esta labor, contando con ciento ochenta y tres conventos repartidos en América.
En el año 1863 fueron exclaustradas las religiosas carmelitas y en el templo se establecieron una escuela y un taller de niñas pobres en ese edificio.
El Templo San José de Carmelitas, a diferencia de otros, quedó interiormente sin ornato, tal vez por falta de tiempo y dinero. Por esto, para el año 1888 el capellán don José María Arana dio inicio a una reconstrución general del templo, terminándose para el año 1896. El canónigo don Francisco Figueroa fue el encargado de concluirla.
En el año 1895, el canónigo don Florencio Rosas fundó en Carmelitas una casa para niñas pobres, donde se enseñaban oficios domésticos.
DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El Templo de San José de Carmelitas se compone arquitectónicamente de la nave del templo y un pequeño anexo. Hacia el este se encuentra una pequeña capilla anexa y comunicada con el interior de la nave del monumento; hacia el norte está el anexo, ocupado actualmente por habitaciones y oficinas del padre encargado.
La construcción de este edificio se llevó a cabo en la época reconocida como la del estilo neoclásico, en la cual la arquitectura religiosa se empezó a construir en forma menos abundante que en la barroca. Esta época coincide, además, con la de la guerra de Independencia, que empobrece mucho a México. De esta manera, las edificaciones tenían disposiciones generales determinadas por las necesidades y sólo se construían partes del templo, además de que eran edificadas en casas que cedían los potentados, lo cual hacía imposible aumentar la extensión del terreno o cambiar la ubicación, teniendo que adaptarse a lo que ya existía. Así, el conjunto religioso de San José de Carmelitas está emplazado en dirección sur-norte, conforme al eje del templo y en un terreno pequeño.
La fachada principal es muy sencilla, pudiéndose apreciar desde aquí el acceso al templo y su pequeña torre.
En la esquina que forma la calle Ocampo y la avenida Balvanera se eleva la pequeña torre, la cual presenta un solo cuerpo, definido en la base por una cornisa sencilla de cantera roja; este cuerpo tiene planta cuadrangular y en cada una de sus cuatro caras se pue den apreciar cuatro pilastras adosadas, enmarcando un vano angosto con arco de medio punto y balaustre metálico, donde se aloja una campana. Todas las caras se encuentran acabadas con aplanado de cal, rematando con doble cornisa de cantera, para terminar con un coronamiento en forma de alfil con veleta.
Hacia el sur, sobre la avenida Balvanera se encuentra el acceso principal caracterizado por una portada de cantera muy sencilla y adornada por dos pilastras adosadas que sirven de apoyo a un arco de medio punto, rematando en una cornisa. En la parte superior de esta portada se encuentra una ventana rectangular, jerarquizando de alguna manera la entrada.
Exteriormente presenta un acabado en aplanado de cal, en color blanco, con detalles en piedra de cantera aparente, como las cornisas, portadas y remates. Sobre la calle Ocampo se puede observar la fachada lateral, caracterizada por sus dos contrafuertes adosados al muro, cuyo acabado en base y cornisa de remate es de cantera; el resto es en aplanado de cal. Estos dos elementos jerarquizan un acceso lateral a la nave, el cual presenta una portada sencilla de piedra en cantera, compuesta por dos pilastras adosadas con fuste liso, sobre las cuales se apoya un arquitrabe recto, en cuyas juntas se pronuncian dos medallones sencillos en relieve; todo esto remata en una cornisa.
Sobre esta portada, se abre una ventana sencilla, rectangular, con arco rebajado e inmediata a ésta, remata un cuerpo en cantera, compuesto por una cornisa con pequeñas volutas a los extremos inferiores, un paño cuadrangular, cuyo centro está adornado por un escudo hecho en alto relieve, rematando con cornisa en forma de triángulo y coronando a éste; finalmente, un cuerpo con una cruz también de cantera, ubicada en el centro del conjunto. El resto de esta fachada se completa con tres ventanas altas, también de arco rebajado y una pequeña puerta de madera con marco de cantera recto, que sirve para ingresar al anexo descrito anteriormente.
El templo presenta planta de una sola nave, misma que se aprecia completamente desde el coro, en donde encontramos un óleo antiguo ubicado en el muro oeste, junto al acceso; éste representa a las Animas del Purgatorio. El coro se comunica hacia el este, con una capilla construída posteriormente, la cual presenta bóveda plana y en su interior alberga un pequeño altar, donde se ofrecen servicios menos concurridos.
La nave de esta iglesia está cubierta por tres bóvedas de arista con lunetos, entre las cuales se usaron arcos de medio punto para reforzar estructuralmente, apoyados sobre pilastras.
Hacia el lado izquierdo antes de llegar al altar, existe un acceso lateral que comunica con la calle Ocampo; inmediato a éste se encuentra un espacio cubierto con cúpula, cuyo tambor presenta planta ovalada y donde se abren ventanas de la misma forma, por las cuales se ilumina el interior, logrando jerarquizar al presbiterio, donde encontramos un altar sencillo de estilo neoclásico, hecho en cantera.
El presbiterio se comunica hacia el lado derecho directamente con la sacristía, la cual se encuentra techada por una bóveda envigada. En el muro norte de la sacristía se abre un acceso, relacionando este recinto con el anexo ubicado en esta dirección, en cuyo primer nivel funciona la administración del templo. El segundo nivel está destinado a vivienda del párroco.
Antiguamente el templo contaba con un claustro, que aún persiste y que fue expropiado y destinado a uso habitacional .
La edificación de la iglesia presenta una estructura de muros gruesos de piedra, consolidando la solución con una sucesión de arcos, columnas semi-adosadas, dos contrafuertes, bóvedas y cúpula.
Los acabados interiores no presentan pintura original. La actual se realizó hace sesenta años y cubre todas las superficies en muros, bóvedas e inclusive el acabado en cantera, mostrando un aspecto de deterioro y descuido.
4.-OBRAS DE ARTE
En general este templo no presenta obras de valor muy antiguas, pero sí existen algunos óleos e imágenes que datan de finales del siglo XIX y principios de éste, que por sus características estéticas se pueden considerar valiosas.
Podemos encontrar una imagen que se localiza en el acceso al templo y bajo el coro, se trata de un Jesucristo tallado en madera y con un rostro muy expresivo, este data del siglo XVIII aproximadamente y es mejor conocido como el Señor de la Columna.
Otra imagen del siglo XVIII y que al parecer se conserva en este templo desde su fundación, es la de María Niña con San Joaquín y Santa Ana, ésta es de cuarenta centímetros de altura aproximadamente, tallada en madera y se ubica en la sacristía.
Por otro lado, encontramos un óleo de grandes dimensiones y que abarca toda la pared derecha junto al acceso y bajo el coro, que representa las ánimas del purgatorio. Existen dos óleos más de finales del siglo XIX ubicados en el altar; uno representa a la Santísima Trinidad y otro con el Divino Rostro.
En el altar se localizan una iagen tallada en madera de la Asunción de la Virgen María, de principios del siglo XIX, también en madera y de la misma época las imágenes de María Magdalena, la Virgen de los Dolores y un Cristo Crucificado.
También podemos señalar el piso original hecho con duelas de madera que al parecer es el único piso original que se conserva en la arquitectura religiosa de la ciudad de Querétaro.
5.-NOTAS
(1) MARTINEZ, Ramón. Las Carmelitas Descalzas en México. Editorial Jus. México, 1963. p.7.
6.-BIBLIOGRAFIA
CABRERA, Pablo. Guía de la Ciudad de Querétaro. Querétaro, 1966.
SEPTIEN y Septién, Manuel. Historia de Querétaro. Ediciones Culturales del Gobierno del Estado. Querétaro, 1966.
DE LA ISLA, Arcediano Ezequiel. Templos de la Ciudad de Querétaro. 1982.
MARTINEZ, Ramón. Las Carmelitas Descalzas en México. Editorial Jus. México,1963.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San José de Carmelitas