Nombre del Inmueble
San Juan Bautista
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000496
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000496
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Los primeros monjes agustinos, arriban a la Nueva España en el año de 1533, desembarcando en Ulúa el día 22 de mayo de tal año. Ellos fueron Fray Francisco de la Cruz, Prior; Fray Juan de San Román, Fray Jorge de Avila, Fray Juan de Oseguera, Fray Agustín de la Coruña, Fray Alonso de Borja y Fray Jerónimo González de San Esteban.
Tuvo esta orden dos provincias a su cargo; la del Santo Nombre de Jesús, en Méxicoo, y la de San Nicolás Tolentino en Michoacán que fueron erigidas en 1585 y 1602 respectivamente. La labor misional más importante de la orden se desarrolla en tierra caliente de Michoacán y Guerrero, en la cual destaca como verdadero apóstol Fray Juan Bautista de Moya.
Construyeron conventos monumentales en distintos sitios, tales como Actopan, Acolman, Yuriria y Yecapixtla, etc.y contaron con figuras como la de Fray Alonso de la Veracruz.
Es en 1537 cuando los agustinos Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez erigen el convento de Tiripetío, primero de esa orden en Michoacán. Rivera Cambas nos dice que estaba a la sazón en México, D. Juan de Alvarado, encomendero de Tiripetío, quien al saber lo determinado por los agustinos, les ofreció el pueblo que tenía encomendado, cercano a la tierra caliente, comprometiéndose a prestarles toda clase de auxilios (1). El mismo autor comenta que Fray Juan de San Román trató de inmediato la formación de pueblos, los cuales para ser trazados, los religiosos primero nivelaban el terreno, midiéndolo con cordeles, después se alineaban las casas y abrían zanjas, todo ello dirigido por los mismos agustinos y con la ayuda de muchos indígenas. Una vez formadas las calles y plazas se introducía el agua, dando a las cañerías la altura conveniente para que llegara a las fuentes construídas en la plaza; adornaban las plazas con naranjos, edificaron las casas bajas, algunos con oratorios para guardar las imágenes; formaron calzadas anchas y sólidas, como las del sur de Tiripetío. (2)
Es en el convento de Tiripetío donde Fray Alonso de la Veracruz lector de Filosofía y Teología en el Gimnasio Mayor o Estudio General de esta población, establece una Universidad, anterior a la de México que fuera creada por la Real Cédula de Septiembre 21 de 1551.
2.-EMPLAZAMIENTO
Es Tiripetío una población situada al Suroeste de la Ciudad de Morelia, sobre la axtual carretera Morelia-Pátzcuaro y equidistante de ambas. Se asienta en un valle de amplia perspectiva, ocupando la parte media de una suave y extensa loma que le permite dominar el paisaje circundante, sin que esto la haga de difícil acceso. La población tiene un trazo básico en forma de arnero, reflejo del realizado por los frailes agustinos indudablemente.
Dentro de este esquema, el tempo y ex-convento de San Juan Bautista ocupa una posición central en lo que debió ser el fondo original, aunque el crecimiento de la población ha hecho que ésta se extienda en forma casi lineal siguiendo la pendiente descendente de la loma. Al conjunto religioso de accede a través de una enorme plaza, dentro de la que indudablemente se integró lo que fuera el atrio mismo de la iglesia, la cual se encuentra subdividida por diversos elementos formales, incluyendo una edificación, vegetación, desniveles, etc., lo que impide que la gran área de esta plaza reste importancia visual al monumento, cuya masa conserva la primera jerarquía dentro del conjunto y la población.
Rodean y conforman a dicha plaza construcciones bajas, la mayoría de una sola planta, sin faltar dentro de éstas los tradicionales portales, áreas que además de dar carácter a la población, responden a una función protectora de lluvia y asoleamiento, al mismo tiempo que se suman al área pública y propician una mayor convivencia de la comunidad. La gran mayoría de las construcciones aledañas conservan las características tradicionales de la arquitectura regional, con techos de teja, balcones o ventanas a la calle y muros de adobe o piedra, generalmente enjarrados y pintados a la cal; producto neto de la arquitectura vernácula, cada día más apreciada y menos conservada, aun predominan en este poblado sobre las obras de materiales y técnicas industrializadas, permitiendo que la población continúe siendo un documento de su origen y desarrollo e integrándola al Patrimonio Cultural del país.
3.-HISTORIA
Según Angulo ...conviene recordar el (monasterio) de Tiripetío, la primera maravilla de Michoacán, en opinión de uno de los cronistas de la orden. También consigna que hacia 1537 estaba ya trazado el pueblo y once años más tarde se terminaban de edificar templo, convento y el hospital. En 1549, al año siguiente, se pintó la capilla mayor, y basándose en crónica de Basalenque dice que la iglesia fue toda de cal y canto, con portada tan lustre de columnas que hoy no se ha hecho otra como ella; una torre con muy lindas campanas - para Escobar las más sonoras de Michoacán - y relox castellano. Todo era muy buena obra, pero lo que más se aventajaba era la cubierta, que era de media tixera, toda llena de artesones, tan primos y obra tan delicada, que se imitó en otro pueblo, por su costa. Luego se le puso retablo, las pinturas al temple, que no se usaban al óleo, pero tan lindas que el arte no se podía mejorar con un sagrario muy lindo. Al sur del templo se construyó el convento; al oriente el hospital; al norte la escuela de cantores y de muchachos para leer y escribir, al poniente, el cementerio con sus capillas donde los niños aprenden la doctrina. Al patio, por último, daban sombra cipreses y naranjos. (3)
De suma importancia fueron las obras efectuadas en este convento para la región, pues en ellas los indígenas aprendieron diversos oficios, por lo que se consideró como escuela de todos los oficios para los pueblos de Michoacán.
Desgraciadamente, en el año de 1640 un incendio consume, aparentemente en forma total, el templo y convento agustinos, de modo que el que actualmente conocemos no conserva del original más que algunas partes si acaso de los muros de piedra y quizá el trazo.
Por su parte Rivera Cambas nos deja consignado que Las portadas de los templos tenían adornos y se ponían en las torres campanas muy sonoras y aun relox como en Tiripetió; Embellecían los templos con artesonados admirables con pinturas al temple y con retablos y sagrarios de mucho gusto, y siempre tuvieron lámparas encendidas. Las sacristías eran adornadas con primorosos cajones, que guardaban ornamentos de brocado y terciopelo; había blandones, lámparas y ciriales de
plata, y cortinas de ricas telas, algunas con bordados tan artísticos como valiosos. (4)
También consigna este autor que contó Tiripetío con el mejor órgano que hubo en esta época en la Nueva España, mismo que se perdió en el nefasto incendio.
En cuanto a la Universidad, primera fundada en la Nueva España por Fray Alonso de la Veracruz, fue el centro de los estudios cultivados más tarde en el Colegio de San Pablo de México y de Puebla, en Acolman e Ixmiquilpan, así como en otros diferentes colegios. En esta Universidad se procuró, con especial cuidado, que se enseñara el idioma Tarasco, lo que permitió una mejor integración de los criollos con la cultura índígena y viceversa.
No se tienen datos fehacientes de la época de reconstrucción de templo y convento, pero tanto por el estilo y sistemas constructivos del actual como por la importancia que como centro religioso y cultural representaba en el momento del incendio, podemos asumir que inmediatamente después del desastre que los destruyó se iniciaron los trabajos respectivos, pudiendo así suponer que de mediados del siglo XVII a principios del siglo XVIII quedaría concluida la obra, misma que, a no dudarlo, sufre toda la serie de cambios, reparaciones y adaptaciones a que las diversas modas y corrientes del pensamiento sujetaron las construcciones religiosas durante los siglos XIX y XX.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El conjunto formado por el templo y ex-convento de San Juan Bautista, en Tiripetío, es una gran masa que se destaca en la suave ondulación de la loma sobre la cual se asienta el poblado. Vista a distancia, su dimensión, oculta en parte por el primer plano del caserío, no denota sus proporciones verdaderas, que crecen según penetra el observador en el tejido de las tranquilas calles, cuyas edificaciones ocultan y muestran sucesivamente distintas perspectivas del monumento, hasta desembocar en la plaza, reminiscencia del primitivo atrio, desde la cual se muestra en toda su verdadera proporción la fachada del conjunto, la cual, a pesar de su considerable altura y como resultante de la unión del tempo con el convento, presenta una impresión de horizontalidad, cortada por las masas de los contrafuertes que se acusan en los muros del convento y que enmarcan los arcos del acceso a la actual escuela.
El templo en él mismo, forma su fachada con dos elementos claramente diferenciados; la portada misma y la torre, elementos que subrayan su diferencia tanto en material como en proporciones y estilo.
La portada está construida en cantera labrada, y la forman un paño de proporciones muy cercanas al cuadrado y sobre éste, un remate en forma de frontón triangular que señala claramente las pendientes de la techumbre de dos aguas, en la cual la nobleza de la teja de barro regional da la nota de colorido y arraigo a la tradición. El gran cuadrado de esta portada está rematado, en ambos lados, por columnas adosadas con un basamento de gran altura y esbeltez, con tableros en sus tres caras; sobre éstos se yerguen las columnas, aun más esbeltas que sus bases, y que acentúan su ligereza con las estrias que recorren su fuste, finas y delicadas en los dos tercios bajos y más acentuadas y robustas en el tercio superior. Rematan a éstas sencillos capiteles dóricos, sobre los cuales se apoya una ligera cornisa que cierra el cuadrado de la portada; una moldura similar enmarca al frontón que remata la fachada.
Dentro de ste esquema cuadrado, se encuentra la entrada al templo abocinado y con arco de medio punto, con tableros, en el interior del arco y una puerta de madera igualmente entablerada.
A ambos lados de la entrada se encuentran dos nichos rematados cerrados por arco de medio punto con una concha, los que contienen esculturas de cantera. Cierran lateralmente esta composición dos pares de pilastras entableradas del mismo material, actualmente sin basamento, que terminan sobre la puerta con una cornisa. Sobre la misma, continúan las pilastras pareadas, ahora con un ligero basamento, y que presentan la característica de rematar con un pequeño capitel que no se liga con los restantes, dando la impresión de ser una obra inconclusa.
Al centro de las pilastras superiores y sobre puerta y cornisa, se encuentra un gran óculo, de forma elíptica y abocinado como la puerta, que corresponde al coro alto. Toda la fachada se remata con tres imágenes esculpidas en cantera, una en la cúspide del frotón y las restantes en los vértices del mismo, y ocho pináculos cilíndricos simétricamente repartidos en las pendientes del frontón.
Al lado izquierdo de la fachada se sitúa la torre, de diseño tosco y masivo, construida de piedra rústica y aplanada.De planta cuadrada, consta de cinco cuerpos, ciegos los dos primeros y el último y con dos vanos al frente el tercero y uno en el cuarto para alojar las campanas, cerrados con arcos mixtilíneos que rememoran un arco conopial en u na interpretación popular no carente de gracia. El último cuerpo, que como el que lo soporta tiene planta ochavada, aloja un reloj que indudablemente, no es aquel relox castellano que originalmente tuvo el templo. Se remata la torre con un cupulín de trazo y proporciones poco gratas, y que, como la torre toda, contrastan por su pesantez y diseño con la fina portada del siglo XVII.
La nave el templo, con pesados muros de piedra, es basilical, de proporción muy alargada, con ábside ochavado, en el centro del cual se refuerza el muro por un gran contrafuerte en el exterior, similar a los que se encuentran a ambos lados de los muros laterales de la nave. Su cubierta es de teja sobre estructura de madera, misma que se oculta a la vista desde el interior por un plafón del mismo material en forma de arco, rebajado, mismo que se soporta a lo largo de toda la nave por arcos que a su vez descansan en fuertes pilares de madera de sección cuadrada y sin más decoración que un labrado elemental en su tercio inferior.l Estos pilares dividen longiudinalmente el claro de la nave en tres partes sensiblemente iguales, y es indudable que son obras posteriores a la reconstrucción del siglo XVII.
Cuenta el templo con un coro alto, construido en madera y con balaustrada del mismo material, y tiene cuatro altares neoclásicos -estilo caracterizado por líneas rectas y poca ornamentación- adosados en pares a los lados de la nave. Igualmente neoclásico es el ciprés -especie de baldaquino que alberga a la imagen titular- que ocupa el sitio de honor en el ábside, el cual se encuentra separado de la feligresía por un considerable desnivel escalonado.
La decoración del interior es modesta, y lo más notorio de ella serían las pilastras adosadas a los muros de la nave y la cornisa de gran pesantez que les remata y separa del arranque del plafón, cornisa que al volar en forma notoria sobre el muro, genera una galería balaustrada; se alojan en algunos de los intercolumnios ventanas rectangulares que, junto con el óculo -ventana- del coro, iluminan discretamente el interior.
5.-OBRAS DE ARTE
De la pasada riqueza que en obras de arte se encontraba en el que fuera la primera maravilla de Michoacán, nada queda al presente. Incendios, demoliciones y saqueos terminaron con los tesoros de arte, fueran pinturas, artesonados, retablos, muebles y ornamentos. Actualmente, se puede considerar que, fuera de las dos esculturas ubicadas en la fachada, y de los cuatro retablos y el ciprés neoclásicos que contienen el templo, no existen obras de arte que puedan consignarse de acuerdo con un criterio ortodoxo de lo que es el arte académico; no obstante lo anterior, se puede apreciar, en los distintos trabajos realizados en madera, tales como coro, balaustrada, galería y plafón del templo, la ingenua belleza del arte popular, que encuentra en Michoacán una gran cantidad y calidad, de expresiones a través del noble material.
En cuanto a las esculturas mencionadas anteriormente y que se encuentran alojadas en los nichos que enmarcan la portada del templo, son de cantera y representan a dos santos no identificados. Sus características las pueden situar como pertenecientes al siglo XIX, y además de una buena calidad en su ejecución, prestan a la fachada una cierta dignidad, siendo los únicos elementos no arquitectónicos que la adornan.
6.-NOTAS BILIOGRAFICAS
1. Rivera Cambas, Manuel. MEXICO PINTORESCO, ARTISTICO Y MONUMENTAL. Vol. III, pÇAG. 398.
2. Rivera Cambas, Manuel. IBIDEM.
3. Angulo Iñiguez, Diego. HISTORIA DEL ARTE HISPANOAMERICANO. Tomo I, Pág. 275 276.
4. Rivera Cambas, Manuel. OP. CIT. Pág. 399.
BIBLIOGRAFIA.
Diccionario Porrua. HISTORIA, BIOGRAFIA Y GEOGRAFIA DE MEXICO. Editorial Porrua, México, 1964.
S.A.H.O.P. DESARROLLO URBANO EN MEXICO, RESTAURACION. México, 1982.
Rivera Cambas, Manuel. MEXICO PINTORESCO, ARTISTICO Y MONUMENTAL. 3 Vol. Imprenta Reforma, México, 1883.
Angulo Iñiguez, Diego. HISTORIA DEL ARTE HISPANOAMERICANAO Salvat Editores, S.A., Barcelona, España, 1945.
ELABORO: RAMON BONFIL.
FECHA: 1985.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Juan Bautista