Nombre del Inmueble
San Juan Bautista
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000600
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000600
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
En tiempos prehispánicos, Tenango del Aire estuvo situado en una zona en la que el dominio sobre el territorio fue constantemente disputado por el cercano señorio de Chalco, los grupos xochimilcas situados al oriente, algunas incursiones de matlazincas a través del actual estado de Morelos y en la última etapa, por la creciente influencia del poderio mexica que dominó la región sin llegar a someterla de modo absoluto.
La historia prehispánica de este poblado es un tanto oscura y requiere de una mayor investigación, ya que algunos indicios originados por los estudios de su antiguo nombre nahúatl nos indican una variedad de acontecimientos de gran interés que, de salir a la luz, la enriquecerían en gran medida.
En efecto, el nombre original del lugar fue Tepopula que aun conservan los cercanos poblados de San Mateo y Santiago, vocablo ampliamente estudiado por algunas de las más calificados expertos en el idioma de nuestros antepasados. En principio Olaguibel, Robelo y Garibay K. coinciden en darle a Tepopula el significado general de lugar amurallado por tetl=piedra y popoloa=hacer lodo o barro. Pero Peñafiel indica que popoloa significa también perderse o destruirse, borrar algo (inclusive perder el juicio), por lo que, unido a tetl=piedra, sería piedra destruida o lugar donde fue destruida la muralla. Robelo agrega que existe la posibilidad de que el original Tepopolan derive de tepopolli, matado o destruido y la variable tlan junto o cerca y entonces significaria junto al lugar de la matanza. Abunda en esta teoría al presentar al glifo del lugar que contiene dos signos maitl (mano) y calli (casa), ambos sobre un cerro que en conjunto podria interpretarse como destrucción. Todos estos elementos presuponen acontecimientos prehispánicos de gran interes aún por investigar.
2.-HISTORIA
La Orden de Predicadores, llamados popularmente dominicos en recuerdo de su fundador Domingo de Guzmán, hizo su aparición en este territorio muy pocos años después de la llegada de su primer contingente a la recien conquistada región central de Mesoamérica que poco después seria llamada la Nueva España. Su llegada fue precedida por la de los primeros franciscanos que en esos años llevaron a cabo una activisima labor de evangelización, al grado de que los dominicos y posteriormente los frailes de San Agustín se encontraron con que casi todas las regiones relativamente cercanas a la capital México-Tenochtitlan contenian alguna fundación franciscana. No obstante, la época de las grandes pugnas entre las ordenes mendicantes no se había iniciado y los acuerdos para que los dominicos ocuparan algunos huecos dejados por la expansión franciscana e inclusive la cesión de algunos templos en favor de los recien llegados, se realizaron en terminos de cordialidad.
De este modo, los frailes de Santo Domingo implementaron un amplio plan organizativo de su expansión evangelizadora en el que el objetivo principal eran los territorios del sur, la actual Oaxaca y casi todo Chiapas, en los que tuvieron la exclusividad del trabajo misional. Para el logro de este propósito buscaron unir sus fundaciones conventuales con una cadena de establecimientos menores (templos de visita o doctrinas) separados entre si no más de una jornada de camino y con construcciones adecuadas para dar hospedaje al fraile encargado de la labor misional en el lugar, tanto como a los que pudieran estar de paso con rumbo a las misiones del sur.
La situación de Tenango del Aire, entre el convento central de México-Tenochtitlan, el de Chimalhuacan y los del actual estado de Morelos en el rumbo hacia sus fundaciones de Oaxaca, invito a los dominícos a utilizar el sitio para la instalación de una misión dependiente o visita, muy posiblemente poco después de 1560, cuando se encontraba terminado el convento de Chimalhuacan.
De acuerdo a los datos que existen acerca de la población indígena del antiguo Tepopula, la primera fundación dominica debió ser de muy reducidas dimensiones, ya que la población tenía esas características. En efecto, los poblados situados entre los dominios mexicas del sur del valle de México y los del señorio de Chalco al momento de la llegada de Cortes, se unieron preferentemente a los chalcas en su alianza con los españoles para participar en el ataque a Tenochtitlan, por lo que la región sufrió un notable despoblamiento, a pesar de que es presumible que los caciques aliados de Cortés hayan recibido de este algunas prebendas como sucedio en otros casos.
De cualquier modo, hacia 1563 fueron concedidas numerosas mercedes de tierras a españoles en Tenango del Aire (Francisco de las Parras, Bernardino de Guzman, hijo del conquistador) y otras más en 1580 (Juan de Cocuas, el Capitan Terifa, Julian de Avila, Juan López Sayago, Juan Davila, el Procurador Real de Audiencia Diego de Paz y otros). De los indígenas del lugar se tiene noticia de que administraban una posada hacia 1560 y únicamente entre 1599 y 1603, según Gibson, fueron congregados en el poblado los que permanecian dispersos en las inmediaciones. Aun después de esta congregación y su consecuente dotación de tierras comunales, la solicitud de tierras por parte de los españoles continuo, por lo que es de suponer que la población indígena permanecia baja.
Las condiciones de la población indígena de Tenango de l Aire incidieron probablemente en la construcción y modificaciones del templo de San Juan Bautista y paso de una pequeña capilla adosada al portal de peregrinos que muestra una singular importancia desde sus origenes, a un templo mayor, aun sin la cupula actual, seguramente adicionada en la segunda mitad del siglo XVIII, posteriormente a su secularización.
La vida del templo en épocas más recientes se centra en su función como parroquia del lugar y las modificaciones al edificio corresponden a aportaciones populares que en poco han variado su concepción constructiva original.
3.-EMPLAZAMIENTO
La historia del templo en la población de Tenango del Aire, muestra claramente su importancia como elemento generador del asentamiento en la segunda mitad del siglo XVI, importancia que queda plasmada en la traza urbana del poblado, desarrollada casi en su totalidad frente a la portada del atrio, aun cuando a últimas fechas haya cobrado importancia la via de comunicación más transitada del sitio; la carretera que viene de Chalco y continua hasta unirse con la de México-Oaxtepec y que al cruzar Tenango transversalmente al eje marcado por el templo (precisamente frente a su atrio) ha propiciado asentamiento en su curso y el desarrollo urbano del poblado es en este sentido, indudablemente menos armonico que el que era de esperarse en torno al templo y la plaza principal que se extiende a su frente. Sería de desear un libramiento a esta importante vía de comunicación que, sin ser de gran importancia en actualmente en función de su volumen de transito, sería definitivo su impacto en un futuro desarrollo urbano más equilibrado.
La plaza principal, frente al atrio, es de buen tamaño, circundada por edificios de un solo nivel en su mayoría (el palacio municipal tiene dos niveles) y con construcciones a las que se ha dado unidad con un color blanco general en los muros al que enmarcan generalmente cejas cornisas, etc., en tabique o ladrillo aparente, con la herrería pintada de negro.
La región en general participa del clima del Valle de México, con una temperatura ligeramente superior a la de este. La tierra es propicia para las actividades agropecuarias en una topografía suavemente ondulada con algunas pequeñas elevacione al oriente del poblado. El comercio es escaso debido a que las vías de comunicación propician el acceso a centros comerciales mayores situados a muy corta distancia como Juchitepec, Chalco y aún la ciudad de México.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El conjunto del templo de San Juan Bautista de Tenango del Aire se destaca, en una primera apreciación, por la generosidad de sus espacios, el atrio, al poniente de la entrada del templo tiene 70 x 75 m., existiendo además algunos terrenos libres hacia el norte y el oriente del templo, actualmente sin uso. En otras épocas, un amplio espacio situado al sur, formo parte del patrimonio de la iglesia y hoy es de propiedad particular.
No obstante, los edificios actuales no deben ser muy diferentes, cuantitativamente, de los originales. Las condiciones en que el templo fue fundado, expuestas antes, en las que su calidad de visita y punto de paso o descanso para los frailes en viaje a Oaxaca (además de la posada atendida por indígenas), nos muestran una exacta correspondencia en cuanto a la disposición de los edificios y sus partes. Traspuesto el amplio atrio, bardeado y con un buen porcentaje de sus elementos originales, aparecen unidas, pero claramente diferenciadas, las fachadas de las dos partes que componen el conjunto el templo en el lado norte y el portal de peregrinos o porteria en el lado sur. Este último es una interesante muestra de creación popular que conserva en su planta baja elementos originales. Esta compuesto por un espacio limitado por espesos muros de carga con una amplia entrada a base de un arco rebajado con sencillas impostas en los muros y que se repite al interior con un doble arco similar sostenido al centro por una gruesa columna con el mismo tipo de imposta y una basa compuesta por un simple aumento de su sección.
Dentro de esta fachada corrida, es notable el contraste del ya descrito portal con el templo propiamente dicho. En este las modificaciones introducidas a través de los años son evidentes, la torre y otros elementos exteriores son adiciones posteriores al templo original y a últimas fechas los acabados de casi todo el conjunto han sido modificados, pero en general el carácter del templo se mantiene como expresión de corrientes constructivas populares incorporadas en coherencia con el propósito del edificio como centro parroquial de una pequeña comunidad rural.
De la fachada correspondiente al templo, las más recientes modificaciones han dejado únicamente detalles notables, ya que el conjunto ha perdido su unidad. En la portada puede destacarse el arco doble de la entrada, en medio punto con el intrados descansando sobre pilastras de sección semicircular y un extrado formado por una simple moldura sobre impostas resaltadas sobre el muro. El resto del imafronte resta calidad a la portada ya que se compone de un cuerpo intermedio, a modo de friso con un nicho central simplemente enmarcado en color y un cuerpo superior y remata en un frontón rebajado con cruz central flanqueada por pinaculos. Es necesario indicar que todos estos elementos guardaban un equilibrio plástico en su concepción original sobre un gran paño aplanado que ocupaba toda la fachada, como lo indican algunos testimonios fotográficos y que lo infortunado del color actual de la fachada ha desvirtuado.
En el lado norte, la torre constituye el elemento más distintivo de la fachada actual, resuelto con gran pulcritud en dos cuerpos principales y uno menor de arranque, en los que se repiten pilastras de sección rectangular y cornisas en paños quebrados con remates sencillos en las cuatro esquinas. Las luces son alargadas, cerradas en medio punto. El remate general de cupula muy rebajada y cruz metálica.
Hacia el interior, el templo conserva en lo general su estructura original, con algunas modificaciones probablemente efectuadas en el siglo XVIII. La nave única esta cubierta con boveda de medio cañón modificada sobre el presbiterio a boveda de arista y en los primeros entrejes con arcos rebajados sobre los muros laterales. Es interesante la solución del coro por medio de una boveda de arista con arcos muy rebajados.
La cupula corresponde a las modificaciones que llevaron a la construcción de la torre actual y sigue en lo exterior el estilo de aquella. Es gallonada con tambor de buena altura, luces rematadas en arco rebajado y linternilla alta. Entre ambos elementos, torre y cupula, además de la capilla lateral que se abre al norte, se puede encontrar la unidad estilistica del templo, en la que resaltan particularmente las pilastras de sección rectangular, en contraposición con las de sección semicircular de los detalles originales y el uso constante de arcos muy rebajados en vez de los de medio punto.
En el interior del templo, como en el caso de la fachada, el abuso del color y la puerilidad de sus selección han desvirtuado en gran medida los indudables valores arquitectónicos que contiene y que una correcta aplicación de los aplanados simples propios de nuestra arquitectura colonial le devolverian sin gastos excesivos.
Entre el resto de los espacios anexos, bautisterio, sacristia y los restos del claustro, destaca muy especialmente la portada del primero con un fino trabajo en estuco en el que se incorporan una gran variedad de elementos barrocos del siglo XVII como el arco mixtilineo sobre la puerta, las cornisas quebradas, detalle de almohadillado y un gran remate aconchado, conjuntados todos con afortunado diseño. Finalmente puede citarse entre los elementos arquitectónicos propios de la región, al arco triple de acceso al atrio, realizado en este caso con una gran sobriedad.
5.-OBRAS DE ARTE
La situación del templo y convento de San Juan Bautista en Tenango del Aire durante la época colonial, en donde más que centro de estudio, meditación o evangelización masiva, era una pequeña visita con reducido número de fieles y con funciones de estación de paso entre los conventos dominicos, redujo presumiblemente las iniciativas de enriquecerla con imagineria y objetos liturgicos que pudieran tener significante valor artístico.
En la actualidad conserva el templo cuatro óleos de los evangelistas, colocados en las pechinas de la cupula central, provinientes de los últimos años de la época colonial, de factura más bien popular en los que se nota cierta escuela que aumenta su calidad.
ELABORO: ARQ. JOSE ROGELIO ALVARES
FECHA: 1984.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Juan Bautista