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Nombre del Inmueble
San Lorenzo
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000524
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000524
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Después de que en 1522 el Cazonci o rey Tangaxhuan II rindió las armas del reino tarasco ante Cristóal de Olid, el cruel conquistador español enviado por Hernán Cortés para someter a los purépechas y tomar posesión de su territorio a nombre del rey de España, sucedió que Los tarascos serranos, únicos comprendidos dentro de la jurisdicción de la Cuenca (del Tepalcatepec)... habían consolidado en sus montañas poco atrayentes formas de vida que habían de persistir siglos. Tuvieron la ventura de salvarse de las vejaciones de los soldados de la conquista y aun Nuño de Guzmán apenas pertarbó la serena majestad de sus pequeños valles y bosques intransitables. (1)
No pudiendo el conquistador someterlos, tocó a los religiosos misioneros ser los primeros agentes de aculturación, a través de métodos más suaves que los militares para imponer una nueva religión y modos de vida occidentales. Fueron los frailes terciarios de la Orden Franciscana quienes tomaron a su cargo la evangelización de estos serranos, llegando más tarde los Agustinos a sustituirlos parcialmente en su labor, avanzado ya el siglo de la conquista.
Fundaron los franciscanos diversos templos y conventos, entre otros uno en Uruapan, cuyo encargado, fray Juan de San Miguel, ideo al congregar en Uruapan, por 1533, a los pueblos serranos próximos... ofrecerles, a más de un sitio placentero, los beneficios de la forma económica que representaba la villa (2). Siete fueron los pueblos a cuyos habitantes se concentró en Uruapan, otorgándoles ecuaros y sementeras para que los cultivaran, entre ellos el actual San Lorenzo, llamado entonces Narín, cuyo significado etimológico es como (3). No prosperó la iniciativa del franciscano y con el tiempo, al perder fuerza la coerción ejercida sobre estos pueblos, retornaron sus habitantes al lugar de origen,
por preferir la organización social y económica del pueblo a la impuesta de villa española.
En el siglo XVII Uruapan estaba compuesto por tres pueblos, San Francisco Xicalán, Santa Catalina de Cucutacato y San Gregorio Tatzirán, tiene cada uno un hospital sin propios ni rentas ingunas (4). Ya para 1754, Fray Francisco de Thexada Ponze de León, cura ministro, informa que Esta cabecera y curato de Uruapan se compone de tres pueblos: San Francisco Xicalan, que se compone de 60 indios e indias, con más de tres familias de mulatos y una de color quebrado... San Francisco Cucutacato (anteriormente Santa Catalina)... se compone de 100 vecinos indios e indias y dos familias de color quebrado... El tercero San Lorenzo, éste se compone de 75 indios e indias, dista de la cabecera tres leguas. (5)
2.-EMPLAZAMIENTO
Sigue a la fecha San Lorenzo dependiendo del municipio de Uruapan, y está situado en la sierra al norte de la cabecera, de la cual dista dieciocho kilómetros sobre la carretera Uruapan - Carapan y cuatro sobre el camino que de esta lleva hasta Zacán. Pueblo que sustenta su economía en la explotación forestal de los bosques aledaños y la agricultura, se asienta en un pequeño valle rodeado de los altos picos de la sierra tarasca. Su traza sigue, en lo esencial, el diseño de arnero o reticular común a los poblados de la época de la conquista, complementado con calles que siguen los accidentes topográficos en sus orillas.
Las construcciones que lo conforman son, en su mayoría, casas tradicionales de la región, bien con estructura y techos de madera, bien con muros de adobe o piedra y techo de teja de fuertes pendientes.
En el centro del poblado, frente a la plaza del mismo, se levanta el templo de San Lorenzo que nos ocupa, teniendo a su derecha la amplia casa cural y en cercana vecindad con la antigua Huatapera u Hospital de Indios del siglo XVI, del cual dista escasos metros.
3.-HISTORIA
El templo que nos ocupa presenta grandes vacios en la historia de su fundación, construcción y modificaciones sufridas a lo largo de su larga vida, aunque se puede afirmar que data del siglo XVI, sin poder precisar con exactitud la fecha en que se inició su edificación. Sabemos también que su fundación y erección s debe a los frailes franciscanos, quienes fundaron en Uruapan un convento y templo; asimismo podemos corregir que en San Lorenzo no existía aun la iglesia cuando en 1536 fray Juan de San Miguel obligó a sus pobladores a concentrarse en la entonces villa de Uruapa, junto con los de otros seis poblados cercanos.
Es entonces seguro que la fundación del templo de San Lorenzo se efectuara varios años más tarde, después de que los habitantes del poblado retornaran a la vida que les era satisfactoria en su lugar de origen. Así, podriamos sentar la hipótesis de que tal fundación no sería hecha antes de 1550, y probablemente algunos años después de esta fecha.
Se sabe también que el templo ha sufrido diversas intervenciones, por lo que el actual solo en parte conserva la estructura original. Así, en el siglo XVIII se menciona que San Lorenzo, Esta situado en un pequeño valle rodeado de montes poblados de pinos y algunos encinos, sin frondosidad recomendable... Su caserío pobres chozas, dispuestas sin simetría: sus casas reales inhabitables y la iglesia compuesta de una nave de capacidad suficiente para el pueblo, con tres altares y otros retablos de muy mala estructura. El material del templo está en bastante buen estado y el entablado del pavimento. (6)
Dentro de las reconstrucciones realizadas, podemos consignar como las más recientes la realizada en 1945 y la que aun no terminada, consistió en edificar la alta y pobre torre del campanario, en la que posiblemente el remate se de otra anterior, hoy soportado por muros de tabique con refuerzos de concreto. Según González Galván, el templo de San Lorenzo conserva su fachada del siglo XVI, sólo alterada barrocamente en el imafronte de su remate. (7)
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El templo de San Lorenzo levanta su fachada al paño de la calle, sin espacio atrial ninguno y con su eje principal Noreste - Suroeste, viendo su acceso hacia este último punto. Es posible que su antiguo atrio pasara a formar parte de la plaza actual que está frente a él, ya que en ella se encuentra una antigua cruz atrial de cantera.
De su portada nos dice González Galván que su reciedumbre mudejar es notable por contener la más grandiosa superposición de alfices, y no solo en Michoacán, sino en todo el arte colonial novohispano; de ellos, el que enmarca la entrada es el mas ancho que se puede encontrar, y el que le sigue es el más grande en dimensión y único que abarca por completo toda una fachada; ambos alfices enmarcan áreas cuadradas, las que se horadan por el arco de ingreso y la ventana coral. (8)
Tanto las jambas como el extrados del arco de entrada están decorados por relieves, sellos, y un cordón franciscano forma la arista libre de ambos. El estilo plateresco típico del siglo XVI se acusa en las bases áticas de pequeñas dimensiones que, a los lados de la portada soportan la molodura central del grueso alfiz. La ventana coral, con marco labrado con relieves, sello, es rectangular y dos zapatas que acortan el claro forman un ilusorio arco mixtilíneo que la alegra, graciosamente. Por sobre el segundo alfiz, se levanta el remate barroco con una complicada composición mixtilínea en su cornisa, y una cruz de piedra se asienta en su parte alta. A la izquierda de la fachada, la torre de reciente construcción muestra sus desnudos muros de tabique sin recubrir aun.
El interior del templo, de una sola nave, muestra un plafón de madera en forma de medio cañón con arcos del mismo material que, asentado sobre recias zapatas voladas del muro, oculta la estructura de madera que soporta la cubierta de teja. Tanto en el ábside como en el coro alto, este plafón adopta la forma de medio casquete, con nervaduras radiales de madera. El mudejarismo petreo de la fachada encuentra eco en las zapatas de madera que sostienen la viguería del coro (9), en forma similar a las del plafón, y en ambas el cordón franciscano es motivo no sólo decorativo, sino de acentuado fervor por la orden que creó el templo.
Cuatro ventanas rectangulares, con marcos de cantera labrados en similitud con la coral. En el presbiterio un altar barroco que fuera dorado y hoy está pintado en oro y rosa, proviene del siglo XVIII y es de mediana factura, y las cuatro columnas que lo dividen entres entre-ejes recuerdan vagamente los estípites churriguerescos en una interpretación popular. En el muro lateral derecho del presbiterio se abren dos puertas que comunican al templo de la sacristía y antesacristía respectivamente.
5.-OBRAS DE ARTE
Habría que recalcar en primer término el valor artístico de la portada, inscrita en el grupo de las que constan de jambas y arcos decorados, tales como la de Angahuan, Cuitzeo, La Huatapera de Uruapan, y tantas otras que enriquecen el patrimonio cultural michoacano y del país. En sus relieves sellos y en el labrado en general, se acusa la mano de obra indígena que aporta su particular interpretación a los diseños occidentales en asombroso sincretismo.
En su interior, el principal punto de interés se encuentra centrado en el altar del siglo XVIII ya consignado y las imágenes que en él se encuentran. A pesar de las torpes intervenciones que han alterado su acabado, su valor artístico e histórico se conserva vigente, especialmente por el recio sabor popular que está impreso en la interpretación de las formas y diseño barroco del mismo.
Preside al retablo, sobrepuesto al remate de éste, un lienzo con la imagen de la Guadalupana al oleo, probablemente del mismo siglo XVIII, de buena calidad. En la parte inferior del entre-eje central, en un nicho sostenido por labrada peana y con rico remate de igual factura, se encuentra la imagen escultórica del Patrono del Templo, un San Lorenzo de buena talla en madera policromada; en los cuerpos laterales, se encuentran cuatro peanas sobrepuestas dos a dos; la inferior derecha, un San José de fuerte sabor popular y buena calidad esta bajo un Santo Mártir de la Iglesia, con las mismas características y valores.
En el cuerpo izquierdo, el sitial superior se encuentra vacío, perdida la imagen que lo ocupara, en tanto que en la parte baja una magnífica Virgen María de gracia singular y bien lograda expresión cierra la iconografía del retablo. Fuera del altar y sobre unas andas, una Magdalena de igual factura y calidad presenta su afligido llanto y apesadumbrada expresión al culto de los feligreses. Esta imagen compoarte con la Virgen y El San Lorenzo el mérito artístico mayor dentro de las existentes en este monumento religioso del siglo XVI que es el Templo de San Lorenzo.
6.-NOTAS BIBLIOGRAFICAS
1. Aguirre Beltrán, Gonzalo. PROBLEMAS DE LA POBLACION INDIGENA EN LA CUENCA DEL TEPALCATEPEC, Pág. 54.
2. IBIDEM.
3. Velázquez Gallardo, Pablo. DICCIONARIO DE LA LENGUA PHORPEPECHA. Pág. 166.
4. EL IBISPADO DE MICHOACAN EN EL SIGLO XVII. Pág. 185.
5. González Sánchez, Isabel. EL OBISPADO DE MICHOACAN EN 1765. Pág. 283
6. INSPECCION OCULAR EN MICHOACAN. REGIONES CENTRAL Y SUDESTE. Pág. 112.
7. González Galván, Manuel. ARTE VIRREINAL EN MICHOACAN. Pág. 128.
8. IBIDEM.
7.-BIBLIOGRAFIA
Aguirre Beltrán, Gonzalo.PROBLEMAS DE LA POBLACION INDIGENA EN LA CUENCA DEL TEPALCATEPEC, en Memorias del Instituto Nacional Indigenista, Vol. III. I.N.I. México, 1952.
Velázquez Gallardo, Pablo. DICCIONARIO DE LA LENGUA PHORHEPECHA. Fondo de Cultura Económica, México, 1978.
EL OBISPADO DE MICHOACAN EN EL SIGLO XVII. Informe INEDITO DE BENEFICIOS, PUEBLOS Y LENGUAS. Nota Preliminar de Ramón López Lara. Firmax Publicistas. Morelia, 1873.
González Sánchez, Isabel. EL OBISPADO DE MICHOACAN EN 1765. Comité Editorial del Gobierno de Michoacán. Investigaciones Históricas, Morelia, 1985.
INSPECCION OCULAR EN MICHOACAN, REGIONES CENTRAL Y SUDESTE. Introducción y Notas de José Bravo Ugarte. Editorial Jus, México, 1960.
González Galván, Manuel. ARTE VIRREINAL EN MICHOACAN. Frente de Afirmación Hispanista, A. C. México, 1978.
ELABORO: RAMON M. BONFIL
FECHA: 1985.
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San Lorenzo