Nombre del Inmueble
San Luis Obispo
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000611
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000611
Contenidos
1.-ANTECEDENTES.
Fue hacia el año de 1546 cuando la primera misión destinada a realizar la evangelización de los indígenas de la península de Yucatán desembarcó en el puerto de Campeche. Tal misión correspondió a los religiosos de la orden de San Francisco de Asís, una de las principales en esta labor en las recien conquistadas tierras de la Nueva España. Conformaban este primer grupo de frailes Luis de Villalpando, Melchor de Benavente, Juan de Albalate, Lorenzo de Benvenida y Angel Maldonado, así como el lego Juan Herrera. Es Villalpando quien se dedica con ahinco al estudio de la lengua maya, con objeto de profundizar y facilitar la tarea evangelizadora, llegando a escribir una gramática maya que prestó grandes servicios a investigadores posteriores.
Los franciscanos se enfrentaban a una gigantesca labor en una zona de enorme extensión, por lo que optaron para mayor éxito en su empresa por reunir a la población de varios poblados pequeños en uno sólo que servía de asiento, estableciendo en el así escogido la fundación de un convento. Realizan los hermanos de la orden muy importantes aportes culturales, y aunque paralelamente destruyen y hacen desaparecer valiosos testimonios de la cultura aborigen, también contribuyen a la preservación de muchos rasgos culturales de ellas.
La orden franciscana tuvo a su cargo cuatro provincias en la Nueva España durante la colonización; la de Santiago, la del Santo Evangelio, la de San Pedro y San Pablo y la de San Joseph, correspondiendo a esta última toda la antigua comarca de Yucatán. A lo largo de tres siglos construyen pese a las grandes dificultades a que se enfrentan, incontables edificios dedicados al culto.
En el poblado de Calkini en 1582 se terminaron de abrir las calles....., Fray Pedro Peña Claros fue su constructor y en 1588 ya funcionaba el convento (1). Durante la colonia juega importante papel esta comunidad, como centro recolector de tributos, siendo su hospital el segundo en importancia en la provincia, después del de Mérida, hacia 1598. Del poblado en esa época nos da una idea la recepción que hicieron al padre Ponce en su visita, ya que había infinita gente, de la cual fue recibido con muchas ramadas y bailes de la tierra, y danzas de sonajas de Castilla con música también de flautas y trompetas. Acudieron luego los de aquel pueblo y de los demás de la guardianía (que todos son indios mayas), con ofrendas de muchas gallinas y pollos. El pueblo es muy grande, el segundo en grandeza de los de aquella provincia, porque debajo de la campana del convento están juntos siete u ocho pueblos; toda esta gente es devota y doméstica. Tienen una anoria para todos, sin otros algunos pozos de que también se proveen de agua, la cual es muy gruesa (2).
2.-EMPLAZAMIENTO
Calkini se encuentra situado sobre la carretera corta que comunica a Campeche con la ciudad de Mérida, aproximadamente a 99 Km. de la primera y en la colindancia con el estado de Yucatán. El terreno en que se asienta es sensiblemente plano, como toda la península, y su vegetación corresponde a las características de la misma, con árboles de gran follaje. De el antiguo poblado, segundo en grandeza en aquella provincia en 1588, según Ciudad Real, se conserva memoria claramente plasmada en su traza y magníficas construcciones de caracter popular y académico que perduran para admiración de los visitantes.
Ocupando un sitio preponderante en el centro del poblado, el convento y templo de San Luis Obispo se asienta en la manzana definida por las calles 15, al norte, 17 al sur, 20 al oriente y 22 al poniente. Destaca su volumen, ya en si mismo notorio, por estar construido sobre una gran plataforma, debido a que se construyó sobre un Ku o mul, nombre con que se designan en la región los montículos restos de basamentos piramidales, que sobresale 1.30 mts. sobre el nivel de la enorme plaza que lo antecede al sur. En esta plataforma se limita el atrio por una reja sobre rodapie de mampostería, y se accede a ella por medio de amplia escalinata que bordea dos calles.
Dan marco al gran conjunto monumental diversos tipos de construcciones, predominando los destinados a la habitación como género, y de caracter tradicional popular en cuanto a tipo. La tranquila belleza de sus calles, su abundante vegetación y la limpieza de población y habitantes, realzan la belleza del monumento y demuestran como perduran los rasgos principales de la cultura que lo creó.
3.-HISTORIA.
El convento de Calkiní, fue fundado bajo la advocación de San Luis Obispo por Fray Luis de Villapando, según el padre Lizana, y su erección la sitúa Cogolludo sobre el año de 1561, añadiendo que en el asiento de este pueblo están los pueblos de Cucab, Kinlacám, Ziho y Halalchó apegados a el, administrados en la iglesia del convento. Tuvo el convento por visitas la Asunción de Nuestra Señora en el poblado de Dzitbalché, San Bartolomé en Mapila, Tipakán, la Natividad de Nuestra Señora en Becal, Nohcacab y San Diego de Alcalá en Nunkiní.
En agosto de 1588, sabemos que no tiene aquel convento Iglesia, pero en su lugar hay, pegada al lienzo de él, una capilla y ramada grande y muy vistosa. La capilla es alta y fuerte, labrada de cal y canto y ciérrase con una bóveda de media naranja; en lo alto del testero de esta capilla están hechas otras tres de bóveda que toman todo el ancho de ella, pegadas unas a otras, armadas sobre dos pilares de piedra delicados y curiosos, y debajo de cada una de estas bóvedas hay un altar y a estos tres se sale de una sacristía que tiene puerta a la misma capilla grande (3).
Añade el cronista que el convento estaba terminado, con su claustro alto y bajo, dormitorio y celdas; el primer suelo (entrepiso) es de bóveda pero las celdas están enmaderadas por lo alto, con sus azoteas y todo es pequeño aunque de cal y canto (4). Tuvo este convento cuatro capillas posas, una en cada esquina del atrio, así como un buen patio cercado de aguacates y naranjos, guayabos y cocoteros, así como una hortaliza, regado todo ello por el agua proveniente de la anoria o noria. En aquel tiempo, el convento era habitado por sólo tres frailes, cosa frecuente en todo el país.
No existe ninguna inscripción que precise la fecha de la construcción del original convento, pero siendo fecha de erección la de 1561 y habiendo sido descrito por el padre Ponce en 1588, se deduce que su fábrica se sitúa en el último tercio del Siglo XVI. Habiéndose empleado años después, posiblemente a principios del XVIII, al ser secularizadas las doctrinas del camino de Campeche entre las cuales estaba comprendido (5). Cabe suponer que fue en este periodo cuando se construyó la actual iglesia, aunque por su estilo podríamos diferir del cronista para situarla a mediados del XVII.
Con motivo de las leyes de nacionalización de los bienes del clero, en los albores de la segunda mitad del siglo XIX, fue vendida gran parte de su extensa huerta que, con esta mutilación y la que sufrió para ampliación de calles, quedó reducida a la pequeña fracción que le sirve como patio (6). En la actualidad, lo que resta del convento sigue en su función original, albergando a religiosas, y el templo está abierto al culto.
4.-DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA.
El conjunto monumental que forman templo y convento de San Luis Obispo está conformado a partir de el eje principal del templo, orientado de norte a sur, con el convento situado al norte del templo, a partir del ábside del mismo. Del convento solamente diremos que se halla en un estado deplorable debido a la destrucción del claustro o patio mayor, efectuada para dar cabida a canchas deportivas, así como el abandono en que se tienen las áreas no ocupadas por las religiosas que la habitan. Se mantiene sin embargo el área habitada en aceptable estado, incluido el pequeño claustro original, colindante con el muro absidal, en una distribución que rompe el habitual modelo de la época. Consta de dos pisos, con corredores abovedados y arcadas de medio punto sobre columnas. Del Claustro oriente que tuvo un hermoso patio enlosado, rodeado de corredores con techo de rollizos y arcadas sobre sencillas columnas (7) solo quedan para recordarlo las mutiladas impostas de los arcos en las esquinas.
El exterior del templo es imponente y majestuoso. La barda atrial con su verja baja, da acceso al atrio a través de una reja enmarcada por macizos pilares rematados por una cruz de piedra. La fachada principal, que muestra la caliza piedra de su fábrica al perder los aplanados de recubrimiento, se divide en tres partes por medio de pilastras estriadas que cubren toda su altura, dejando que el paño central, que ocupa la portada, sobresalga de los dos restantes mediante ingeniosa solución de un cuarto de columna circular empotrada, también con estrías. La portada consta de dos cuerpos, separados por cornisa que se extiende hasta las pilastras inicialmente descritas. El primero de ellos se compone a partir de la puerta principal, con arco de medio punto estriado, al igual que las pilastras que lo soportan. Dos pilastras más, también estriadas, la enmarcan prolongándose en dos similares de corta altura que sirven de arranque al singular capialzado conchiforme que sirve de rico marco a la ventana del coro, con arco semi-octogonal sobre pilastras, estriados ambos. Remata a este cuerpo central una balaustrada que tiene como respaldo una curiosa espadaña con una sola fila de vanos para alojar campanas, con arcos de medio punto.
La torre se desplanta a partir del paño oriente de la fachada, y es de tres cuerpos de planta cuadrada, cada uno de menor lado y altura que el anterior, abiertos por sus cuatro caras con vanos cerrados por arco de medio punto. Una sencilla cornisa aparece en la parte alta de cada cuerpo y en ella se apoyan sencillos pináculos de piedra como remate. Cierra la torre una bóveda de mínimo peralte, no apreciable por el espectador desde la plaza.
Las fachadas laterales son de altos muros almenados, en los que pesados contra fuertes rompen la continuidad de sus lisos paños de piedra, horadados por ventanas que iluminan la nave del templo. Se destaca la gran altura del cuerpo cúbico que rodea la bóveda del presbiterio, muy elevada con respecto a la cubierta de la nave. En el costado poniente del ábside se aprecia la capilla lateral del templo, cuya bóveda de cañón corrido sobresale de la altura de los muros y cuya fachada presenta los restos de la que fuera capilla abierta.
En el interior, se aprecia la planta de una sola nave del templo, cubierta con bóveda de cañón corrido, igual que la que soporta al coro sobre el prime entreje del templo. Pilastras cilíndricas sobresalen en los muros laterales y dos puertas dan acceso lateral a la nave . Un arco triunfal separa al presbiterio del resto de la nave, y sobre el muro absidal que es recto, se encuentra el retablo principal, que consta de un basamento y cuatro cuerpos divididos en tres entrejes. Dos galerías con celosía de madera se sitúan a ambos lados del presbiterio en la parte alta, y sirven como lugar de enclaustramiento de las religiosas durante las funciones. El púlpito del templo merece especial mención por su calidad de talla.
La capilla lateral, de espaciosas dimensiones, tiene su entrada desde el templo por una puerta situada en el muro poniente, frente a otra similar que comunica con la sacristía. En su cubierta de bóveda de cañón, igual a la del templo, sólo que esta se remata en el ábside, que es octogonal, con un medio casquete. Dos altas ventanas en los muros ochavados dan singular luminosidad al ábside, y en el muro sur se abre la puerta de acceso, desde el atrio, en tanto que sobre el muro norte otra puerta de menor tamaño la comunica con el convento.
Notorio ejemplo de los conventos y templos franciscanos de la península yucateca es el de San Luis Obispo, en el que la pátina del tiempo ha sumado el señorío de lo antiguo a su belleza formal.
5.-OBRAS DE ARTE.
No queda memoria del acervo de obras artísticas que contuvo el templo en su época de esplendor, pero cabe suponer que fue mayor de lo que actualmente resta de ellas, hecho frecuente en estas antiguas iglesias que han sido saqueadas y destruidas a lo largo de su secular devenir histórico. De lo existente en este tiempo, vale mencionar en primer lugar el retablo mayor que se encuentra en el ábside, y las imágenes que contiene. Es tal retablo de madera, seguramente construido en el siglo XVIII, ya que en su composición se conjugan columnas salomónicas, típicas del barroco dieciochesco, con otras de fuste galibado. Se enmarca el perfil del retablo con molduras mixtilíneas onduladas de vivo movimiento, rematado con un frontón y un Espíritu Santo.
En el basamento, de paños macizos, se encuentran las imágenes de los Evangelistas, San Juan, San Marcos, San Mateo y San Lucas, junto con las imágenes que los identifican en la liturgia y que son un angel, un león, un águila y un toro, enmarcadas tales imágenes en dos cartelas. Enriquecen al retablo, en el primer cuerpo, imágenes talladas de el Señor de la Columna, un Santo Niño de Atocha y otro Santo no identificado; en el segundo, se encuentran el patrono del templo y convento, San Luis Obispo, en talla antigua de gran calidad y una Santísima Trinidad de pequeñas dimensiones. El tercero tiene a una Inmaculada Concepción flanqueada por dos Santos Obispos y en el cuarto, bajo el ya mencionado remate, esta ocupado por pinturas con motivos religiosos. Todas las tallas mencionadas demuestran su antiguo origen, habiendo entre ellas diversas calidades, siempre de buen nivel, en las que destacan las ya mencionadas de San Luis Obispo y el Señor de la Columna.
En la capilla anexa, se puede admirar una imagen de tamaño natural de un Cristo con la advocación del Señor de la Misericordia, talla cuya calidad y antigüedad la hace merecedora de especial mención.
Existe en el templo un púlpito de extraordinaria fábrica; es tallado en madera, apoyándose éste en columnas de piedra cilíndricas; originalmente recubierto de oro de hoja, ha sido repintado varias veces, mostrando en diversas partes, huellas del dorado original. Tiene en su base tallado el símbolo de los evangelistas, y en su parte superior ricas molduraciones combinadas con hojarasca y motivos vegetales. El capelo que lo cubre, también de madera tallada, adopta la forma de una gran corona, simbolizando el reino celestial cuya palabra se expresa desde ahí.
6.-NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
(1) Ciudad Real, Antonio de, Citado por Piña Chan, Román en CAMPECHE DURANTE EL PERIODO COLONIAL. P. 15
(2) Ciudad Real, Antonio de.- RELACIÓN BREVE Y VERDADERA DE ALGUNAS COSAS DE LAS MUCHAS QUE SUCEDIERON AL PADRE ALONSO PONCE. PP. 445 -446.
(3) Ciudad Real, Antonio de.- TRATADO CURIOSO Y DOCTO DE LAS GRANDEZAS DE LA NUEVA ESPAÑA. P. CXXXVII.
(4) IBIDEM.
(5) ENCICLOPEDIA YUCATANENSE. P. 489.
(6) IBIDEM.
(7) IBIDEM. P. 490.
7.-BIBLIOGRAFÍA.
Ciudad Real, Antonio de, RELACIÓN BREVE Y VERDADERA DE ALGUNAS COSAS DE LAS MUCHAS QUE SUCEDIERON AL PADRE ALONSO PONCE.- Imprenta de la Viuda de Calero, 2 V. Madrid, 1872.
Ciudad Real, Antonio de.- TRATADO CURIOSO Y DOCTO DE LAS GRANDEZAS DE LA NUEVA ESPAÑA. Editorial UNAM. México, 1976.
Piña Chan, Román.- CAMPECHE DURANTE EL PERIODO COLONIAL, S.E.P. - I.N.A.H. MÉXICO, 1977.
ENCICLOPEDIA YUCATANENSE. Gobierno del Estado de Yucatán.
Elaboró: Arq. Ramón M. Bonfil
1984
Inmueble de pertenencia
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San Luis Obispo