Nombre del Inmueble
San Pedro
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000553
Estado, Municipio, Localidad
México > Ixtapan de la Sal > San Pedro Tecomatepec (150400044)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000553
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
El territorio del actual municipio de Ixtapan de la Sal perteneció al señorío de Tenancingo y a la provincia de Matlatzinco. Hacia finales del siglo XIII, al consolidarse la Triple Alianza encabezada por los mexica, la extensa superficie de la que forma parte fue sometida a condición de tributaria de Tenochtitlan.
En las primeras décadas del virreinato los pueblos de esta región dependían de la alcaldía mayor de Malinalco; la explotación de las minas de Zacualpan, Sultepec y Tasco, sin embargo, propició un cierto desarrollo de las poblaciones del área: en efecto, Ixtapan de la Sal y Tonatico proporcionaban sal para las minas mientras pueblos como Tecomatepec producían objetos utilitarios de alfarería. Dos memoriales, firmados por los curas de Zacualpan, Cristóbal de Vargas y Pedro Gómez Martínez, ambos en 1569, publicados por J. Trinidad Basurto (1), no dan cuenta, entre los establecimientos de la extensa jurisdicción de aquella parroquia de ningún pueblo llamado Tecomatepec. Es probable que, junto con Ixtapan de la Sal, haya sido pueblo de visita de la parroquia de Tejupilco, pues es sugerente que por su localización y organización urbana se ha vinculado desde tiempos prehispánicos con la actual cabecera del municipio. De una posible relación con Zacualpan no hay, pues, noticias suficientes.
Al erigirse la parroquia de Ixtapan de la Sal, en 1755, se menciona ya organizado al pueblo de Tecomatepec (2) aunque no se ofrecen datos relativos a su iglesia ni a su calidad de santuario. Del desarrollo de la localidad poco se sabe; destaca, acaso, la información siguiente: en 1880 la municipalidad tenía 5,193 habitantes (3) y 4,903 en 1901 (4), 751 de los cuales vivían en Tecomatepec, entonces segundo asentamiento en importancia del municipio.
El desarrollo de los pueblos del sur del Estado, así como de las vías de comunicación que los relacionan, ha permitido una cierta expansión que se expresa, desde el punto de vista eclesiástico, en la erección de nuevas parroquias. La de San Pedro, en Tecomatepec, lo es desde el 3 de enero de 1952 y actualmente dependen de ella 4 capillas.
2.-EMPLAZAMIENTO URBANO Y GEOGRAFICO
La parroquia de San Pedro ocupa parte de la manzana que se ubica frente a la plaza principal de la localidad. De la época prehispánica no sobreviven evidencias en el pueblo, de manera que resulta comprensible que su organización obedezca al modelo tradicional del virreinato consistente en trazos de calles que, ortogonalmente, parten de la plaza. Por tratarse de una población de segunda importancia, en lo político, no hay edificios públicos abiertos al espacio central de la plaza, salvo la iglesia, que por medio de su atrio comparte con varios locales comerciales la única zona en la que ocurren tanto los encuentros sociales como los embarques y desembarques de pasajeros de vehículos colectivos en continua comunicación con el resto del municipio y con otros pueblos de la región. Por razones de orientación, la parroquia no es el remate físico o visual de los accesos a Tecomatepec; su calidad de más importante integrante del centro del pueblo es sólo ostensible desde la plaza -a la que no organiza simétricamente-, desde las casas que la limitan, o desde la calle del Calvario, arteria que corre de poniente a oriente y que termina, físicamente, en la portada del atrio. El predio en que se asienta la parroquia está limitado, en tres de sus lados, por habitaciones de las que sólo se muestran los muros de colindancia. El atrio no solamente cumple su función de vestíbulo sino que se continúa en espacios abiertos, laterales y posterior, por los cuales es posible rodear por completo el edificio.
3.-ASPECTO HISTORICO
La iglesia de San Pedro Tecomatepec es sede parroquial, como ha quedado dicho, desde el 3 de enero de 1952. Su archivo, en consecuencia, procede también de entonces, de manera que no ofrece información histórica de ninguna clase. La tradición local señala a este edificio como fundación anterior a la parroquia de Ixtapan de la Sal cuya primitiva fábrica se comenzó en el mismo siglo XVI, aunque de entonces no se conservan testimonios que así lo comprueben. Datos de Fortino Hipólito Vera (5) y J. Trinidad Basuro (6) sobre el municipio permiten deducir que la actual parroquia era ya un inmueble relevante durante el siglo XVII. En esa época, y quizá antes, no sólo fue capilla -o visita- sino el santuario del Señor de las Misericordias que ha llegado a nuestros días. Especialmente gracias a este carácter es que puede, por lo menos en parte, ser comprendido el fenómeno histórico del sitio: fue práctica habitual en los años de consolidación de la conquista apoyar la stareas de conversión y evangelización de los naturales a través de símbolos cristianos sustitutos de las tradiciones y creencias locales; no parece demasiado aventurado atribuir al Cristo Señor de las Misericordias un papel fundamental en la labor de cristianización de la región, emprendida desde parroquias seculares (Zacualpan e Ixtapan de la Sal). Quienes fundaron y poblaron la zona deben haber asumido que la importancia de la capacidad curativa de los manantiales de Ixtapan había desembocado en el culto de algunas deidades que se valían del agua para terminar con las angustias de los enfermos. Así puede explicarse la presencia de un Cristo que otorga misericordias: por una parte su vinculación con el agua es una alusión al bautismo -y a la evangelización- y por otra es, desde el punto de vista cristiano, el Dios que no sólo cura sino protege y alienta.
La planta rectangular del edificio, lo mismo que la circunstancia de que la sacristía y el bautisterio sean agregados posteriores a la primera fábrica, colabora en gran medida a sostener que, aunque se han presentado modificaciones, por lo menos el volumen de la nave sí corresponde a un esquema del siglo XVI. Entre las varias etapas constructivas del conjunto conviene destacar tanto los entablamentos y cornisas de los muros laterales como la sucesión de bóvedas de arista que forman la cubierta. Del último período procede la portada, elemento resuelto con atención a fórmulas neoclásicas propias de fines del siglo XVIII o principios del XIX a las que se sumaron reminiscencias tardías de decoraciones de inspiración barroca.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El atrio de la parroquia, al que se llega después de cruzar las calles que limitan la plaza, ha sido objeto de una modernización que incluyó el diseño y fábrica de la puerta y la barda poniente; ambas intervenciones atienden la nueva categoría del inmueble -fue capilla hasta 1952- y aspiran a mostrar su volumen dentro de un marco en el que desempeñe un papel principal la primera impresión que recibe el visitante.
La fachada está compuesta por una interesante portada y por la torre del campanario; la primera es una creación popular en la que coexisten una disposición apegada a modelos tradicionales, proporciones y acabados influidos en lineamientos neoclásicos y elementos ornamentales que bien podrían considerarse como reminiscencias de una etapa barroca del conjunto de la que sólo sobreviven las molduraciones y el trazo del remate. La segunda, aparentemente adosada en una época posterior a la primitiva edificación, es un componente al que se trató sin establecer mayores compromisos con los modelos en que se inspiró; es notable, por su sencillez, el sistema compositivo con el que se organizó el cambio de paramentos en las esquinas, a base de sucesivos remetimientos y molduras intermedias de ladrillo.
La apariencia unitaria de los dos integrantes de la fachada se logró con la artificial cohesión que resultó de la modificación de los aplanados: el acabado que ostenta la fachada hoy día es una grave contradicción pues se trata de un recubrimiento hecho con aplanado de mezcla que burdamente simula sillares de piedra. Las fachadas laterales no han recibido sino la atención accidental que transformó sus partes altas en ventanales; en una y otra, así como en el ábside, los contrafuertes cumplen su función formal adicionalmente a su calidad estructural. En la fachada norte sobresale el volumen de la sacristía, recinto ubicado entre dos estribos y cubierto con bóveda de cañón de medio punto corrido; a la sur la completa el pequeño local del bautisterio, estructura de planta y cúpula octagonales.
El interior de la nave es de cinco tramos y está cubierta con bóvedas de arista. Aunque el motivo central de todo el arreglo es el Cristo Señor de las Misericordias, arquitectónicamente es interesante el trabajo de cantería que divide los muros del conjunto de la techumbre: consiste en medias muestras rematadas por capiteles jónicos de muy buena factura que a su vez reciben arquitrabes y entablamentos que más que resolverse en cornisas parecen hacerlo en repisas. Los vitrales dispuestos a ambos lados dan al templo una sensación de calidez al tiempo que iluminan las pinturas que ocupan parcialmente las bóvedas; estos murales, igual que el del muro del presbiterio son sólo parte de un grupo mayor de motivos que apena se insinúa debajo de la nueva pintura quizá a la cal que hoy ostentan tanto los paramentos verticales como buena parte de la cubierta.
El presbiterio está resuelto a base de un sencillo altar y un elemento a modo de ciprés, de tres cuerpos, a cuyo espacio central se puede acceder por medio de un par de escaleras que lo flanquean hechas de rampa de concreto y protegidas por sendos barandales de fierro que simula ser forjado. Ese espacio intermedio está destinado a alojar al Cristo Señor de las Misericordias, una escultura de excelente calidad sobre cuyo origen no se tienen datos. En el primer cuerpo se ubica el sagrario y en el último, cubierto por una pequeña cúpula, aparece una imagen del santo a cuya advocación se dedicó la parroquia. Hay sobre los muros varias pinturas, populares, alusivas a la vida de Cristo así como una Virgen del Perpetuo Socorro.
5.-NOTAS Y BIBLIOGRAFIA
(1) Basurto, J. Trinidad. El Arzobispado de México. Jurisdicción relativa al Estado de México preparada por Mario Colín a partir de la edición original de 1901. Biblioteca Enciclopédica del Estado de México. Tomo LX, México, 1977, págs. 377 a 382
(2) Basurto, J. Trinidad. Obra citada, págs. 136 y 137
(3) Vera, Fortino Hipólito. Itinerario Parroquial del Arzobispado de México. Edición facsimilar de las ediciones de 1880, 1881 y 1889. Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, Tomo CII. México, 1981, pág. 23
(4) Basurto, J. Trinidad. Obra citada, pág. 136
(5) Vera, Fortino Hipólito. Obra citada.
(6) Basurto, J. Trinidad. Obra citada.
Gobierno del Estado de México. Monografía del municipio de Ixtapan de la Sal, Toluca, 1971.
ELABORO: ARQ. JOSE ROGELIO ALVAREZ
FECHA: 1984.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Pedro