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Nombre del Inmueble
San Vicente
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000591
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000591
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
El poblado de Chicoloapan ha fincado su desarrollo, desde los primeros asentamientos humanos en el altiplano, en la estratégica ubicación de su emplazamiento, por lo que su población y la de su entorno inmediato, siempre ha sido numerosa.
En efecto, si actualmente se encuentra a cierta distancia de la importante carretera Texcoco-México, en la época prehispánica era en cambio, un punto de unión entre el reino de Texcoco, miembro de la Triple Alianza con Tenochtitlán y Tacuba y los señorios de Chalco, dependientes de los mexicas en los últimos tiempos. Ambos vecinos, Texcoco y Chalco, pueblos de notable riqueza, rivereños de grandiosos lagos, hoy desaparecidos y de gran peso en la política y economia de la región.
Las crónicas antiguas se remontan al periodo de decadencia de la cultura (o imperio) tolteca y la llegada al valle de grupos provinientes del norte, hacia el siglo XII, como de la formación definitiva de los señorios que conformarían los grupos existentes a la llegada de los españoles. De aquellos origenes parece ser el nombre del que tal vez fundó el señorio de lo que llegó a ser Chicoloapan, el tlatoani o cacique Apoztli-chichimécatl. Un descendiente del anterior, Apaztli (tal vez se trate del mismo nombre) gobernó el lugar por 45 años, sin que se precise la fecha, seguramente en la segunda mitad del siglo XV.
El siguiente siglo, encuentra a Chicoloapan dentro de las pugnas politicas del reino de Texcoco que procuraba dominar los señorios cercanos y sustraerlos del control de sus poderosos aliados mexicas en función de los cuantiosos tributos que podia proporcionarle esta rica comarca.
De este modo, la llegada de los españoles con la nueva religión, encuentra a Chicoloapan como un asentamiento estable regularmente poblado (no hay datos de su magnitud) con cierta organización social local y por tanto, sujeto muy calificado para las labores de evangelización emprendidas por los primeros frailes mendicantes.
Chicoloapan deriva su nombre, según las conclusiones de Cecilio Robelo, (opuestas a las de Angel Maria Garibay K. quien suponia el nombre como una deformación de Chichiloapan-lugar de chichilotl ó chichicuilotes), de chicoltic-cara torcida, atl y pan, en donde el agua culebrea con referencia al cauce, hoy casi siempre seco, del arroyo cercano que baja de la sierra hacia lo que fue el gran lago.
2.-HISTORIA
Si bien las costas del Golfo y el Caribe fueron los primeros puntos de nuestro territorio visitados por europeos, las labores de evangelización que llevaron a cabo las tres órdenes mendicantes se sistematizaron a partir de las zonas más pobladas del centro del altiplano.
El antiguo reino de Texcoco fue elegido como uno de los centros principales de evangelización por los primeros frailes que arribaron en 1524, los franciscanos, y desde alli comenzaron de inmediato la atención de los numerosos poblados pequeños de la región, incluyendo seguramente a Chicoloapan como visita del convento de Texcoco o tal vez de alguno de los dos conventos que posteriormente establecieron en Huexotla y Coatlinchan.
La amplitud del trabajo para la atención de esta región, tan densamente poblada en aquellos años, contando con un escaso número de sacerdotes y la necesidad de tenerlos de planta en cada poblado para realizar con más cuidado los trabajos de instrucción general de los indígenas y organización de los centros de población, además de los propiamente religiosos, se agregó a la circunstancia de la llegada de otras órdenes religiosas mendicantes como los dominicos y los agustinos. Entonces se vió la necesidad de no únicamente dividir los territorios de acción de cada orden, sino de ceder algunas de las capillas de visita, sin sacerdote fijo, a los frailes recién llegados que podian proporcionar personal de planta.
Tal fue el caso de Chicoloapan en los años cercanos a 1545, cuando los agustinos, últimos en llegar en 1535, tenian ya un importante centro en el convento de Acolman que hasta el día de hoy es motivo de admiración.
Poco queda de la acción agustina en este templo, posiblemente secularizado desde el siglo XVII. Nunca fue construido un convento formal ni ampliado notablemente el templo al estilo de las grandes construcciones de esta orden. La existencia de un portal de peregrinos o de visita nos hace pensar que las construcciones anexas al templo nunca albergaron más de dos o tres frailes.
El motivo de que el templo viera sus mejores días hasta el siglo XVIII, ya en calidad de parroquia, podría encontrarse en las condiciones particulares de los habitantes indígenas de Chicoloapan que, poseedores de buena organización y un gran sentido de comunidad, poco podia adaptarse a los sistemas agustinos de gran exigencia al trabajo manual (véanse sus grandes realizaciones) y al mismo tiempo mejor preparados para asimilar la instrucción agustina que concedia un mayor grado de capacidad y responsabilidad al indígena, en comparación con los procedimientos de franciscanos y dominicos.
Tal vez asignada a alguna encomienda en los primeros años de la colonia, pronto pasó a constituirse en una bien organizada república de indios, (consta que en 1740 el gobernador de esta comunidad fue elegido por votación pública) como lo indican los numerosos litigios que entabló contra los hacendados vecinos para tratar, a veces inutilmente, de conservar sus tierrasa comunales. Desde 1528, la comunidad entabló pleitos por sus tierras en contra de los españoles Miguel González de Valdiosera y Diego Antonio Giraud. Otro pleito planteado en ese año fue llevado en un mismo expediente hasta 1777 y algunos otros no se habian resuelto en 1822.
El templo actual data de la segunda mitad del siglo XVII y las sucesivas modificaciones que sufrió culminan en 1786 con las características generales que hoy contiene, ya como templo parroquial de la población, aún cuando los archivos de asiento de nacimientos, bautizos, etc. que se mantienen en muy buen estado, solamente registren a partir de 1844.
3.-EMPLAZAMIENTO
El templo de San Vicente se encuentra en el centro del poblado de Chicoloapan que, gracias a su relativo alejamiento de las principales vía de comunicación, como la carretera México-Texcoco a poca distancia al poniente, ha mantenido hasta la fecha su carácter propio, relativamente independiente de la virtual conurbación que poco a poco se realiza entre el Distrito Federal y Texcoco.
Dentro de este entorno tipicamente rural, el asentamiento urbano, cuya antigüedad ha sido descrita, conserva en lo esencial al trazo que, presumiblemente le dieron los fundadores del templo de San Vicente y administradores en gran parte de las actividades del poblado en aquellos primeros años de la colonia. En este trazo, el templo mantiene la posición de preeminencia. Aún cuando el conjunto religioso no tiene más frente de importancia a la calle que el atrio (existe una pequeña entrada secundaria al sur), la plaza central también está conformada por calles únicamente en dos de sus lados y ambos espacios, plaza y atrio, representan los principales espacios públicos del pueblo y concentran en su entorno a los más importantes comercios y edificios públicos. El comercio en especial se viene desplazando a últimas fechas a la calle que comunica con la carretera, pero ésta situación puede considerarse como una extensión en el desarrollo normal de Chicoloapan, más que como un desplazamiento de su centro urbano.
El poblado en lo general conserva como principales a las tradicionales actividades agropecuarias de la región y mantiene una cierta influencia en el área comprendida hacia el oriente en el aspecto del comercio de insumos y herramientas relacionados con ellas. En otro tipo de comercio, el de Chicoloapan es bastante escaso, ya que la accesibilidad de grandes centros como Texcoco y aún la capital del país, lo reducen al de abasto diario.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El atrio del templo de San Vicente de Chicoloapan se encuentra ligeramente elevado del nivel de la calle, se accede a él por una sencilla portada de doble arco con herrería de buena factura y el atrio en sí, con su arbolado, contribuyen a una primera imagen del conjunto del templo que lo realza y presenta como el punto de más interés del centro cívico del poblado.
La fachada del templo abarca el frente de la nave y la torre con su base de desplante y de éstas puede considerarse a la primera como el trabajo arquitectónico más importante de Chicoloapan debido a su original trabajo barroco de estucado. Consta de la portada en un primer cuerpo que continúa hacia arriba sus principales elementos; cuatro estípites que se repiten en el segundo cuerpo y acentúan esta continuación en los pináculos de remate. Estos cuatro estípites, pareados a ambos lados de la portada en el primer cuerpo con nichos en los intercolumnios, así como toda la fachada en su conjunto, son una realización local de buena base académica, gran originalidad en su concepción y vigor en sus relieves a los que tal vez reste calidad el dorado que se ha adicionado al fondo blanco del estuco para realzarlos. Destacan en ellos sus bases de amplias molduras y el follaje de la ornamentación de los largos fustes.
La puerta tiene como cerramiento un arco de medio punto simplemente insinuado con doble moldura y en cuyo intradós se transformó a un elegante mixtilineo sobre sencillas impostas que pierden su importancia hasta casi incorporarse a los salientes estípites, todo lo cual permite al paño superior sobre el arco eliminar el tradicional alfiz e incorporar una rica ornamentación en relieves de follaje a la que se agrega un sol en el ángulo superior norte.
El segundo cuerpo mantiene la unidad con el primero mediante la mencionada continuación de estípites y nichos, pero establece un violento contraste en el centro, aquí completamente liso a excepción de la ventana del coro, de gran tamaño, redonda y con un amplio marco ochavado hacia afuera.
Remata el conjunto un gablete mixtilineo con hornacina de cerramiento lobulado y hasta cierto punto se equilibra la torre en la fachada con el realce hasta fuera de su paño del primer contrafuerte que se incorpora así a modo de marco.
El interior esta formado por una nave única cubierta con bóveda de arista a excepción del entreje anterior al presbiterio en el que, sin existir crucero, se incorporó una cúpula modificada sin tambor. El primer entreje tiene coro sobre bóveda y las entradas al mismo coro y al bautisterio en la base de la torre. En el segundo entreje se abre hacia el norte una capilla lateral de construcción más o menos reciente (y muy deficiente) que debió sustituir a otra anterior, como parece indicarlo su puerta de acceso, de gran tamaño y enmarcada en cantera con relieves de una antigüedad tal vez mayor que el resto de la construcción interior.
A partir de la sacristía, con entrada bajo la cúpula hacia el sur, todo este costado del templo contiene una serie de locales dedicados a diferentes servicios parroquiales de construcción reciente, de baja calidad y proyecto, sin integración a las construcciones coloniales.
ELABORO:
FECHA:
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Vicente