Nombre del Inmueble
Santa Ana
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001524
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001524
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
La fundación del pueblo de Querétaro fue reconocida oficialmente en 1537. A partir de entonces se procedió a la organización urbana de la futura ciudad y a la asignación de terrenos para sus habitantes. Una de las mayores tareas a realizar fue la de la evangelización de los indios chichimecas que en gran número rondaban por los alrededores del pueblo. Conocido es el inmenso trabajo que realizaron en la región las tres órdenes fundadoras del clero en el estado, y que son, en orden de importancia, franciscanos, agustinos y dominicos. Dichas órdenes promovían el retorno a la pobreza cristiana original y a la predicación irrestricta entre los paganos. Los franciscanos, sin embargo, se hicieron rápidamente de la primacía en el dominio de la vid espiritual de la ciudad por haber sido los pioneros en la evangelización masiva de los indígenas, y que a su vez provocaron muchos problemas en los intentos de fundación de otras órdenes, a causa del empeño que tenían en conservar dicho poder.
El antiguo cacique Conín, bautizado con el nombre de Fernando de Tapia había sido nombrado gobernador, y con la investidura apoyó y propició la llegada de varias órdenes religiosas, así como los trabajos de las ya establecidas. Al morir, dejó el poder en manos de su hijo Diego, a quien también se le reconocen algunas obras en favor del clero y de la economía, ya en esplendor de la joven ciudad. Gracias a una decisión de la hija de don Diego, María Luisa, de convertirse en monja, fue posible que llegara la primera orden de religiosas, las clarisas en 1607, seguidas de las hermanas terceras en 1670, las monjas capuchinas en 1718 y las de la orden de Santa Ana a fines del siglo XVIII. A fines de este mismo siglo, se construyó una ermita dedicada a Santa Ana, que al poco tiempo se convirtió en capilla.
2.-EMPLAZAMIENTO
En esta ciudad, integrando el conjunto de templos y monumentos religiosos, se encuentra la parroquia de Santa Ana ubicada en la manzana actualmente definida por las siguientes calles y avenidas: hacia el sur por la calle Morelos durante todo el recorrido por esta calle se denota una imagen deteriorada, compuesta por edificios destinados a vivienda, cuyas construcciones se desarrollan en uno y dos niveles, algunas de estas nuevas, intercalándose con otras antiguas y en mal estado.
Al oeste,esta manzana se limitaba por la calle Ignacio Pérez, cuyo recorrido se caracteriza por construcciones nuevas y bastantes modernas, de uno y dos niveles, cuyo uso actual está destinado para habitación. Continuando al norte, tenemos la avenida Escobedo, iniciando una descripción de oeste a este se encuentra primeramente un edificio habitacional de dos niveles presentando un diseño moderno, inmediato a éste tenemos un lote baldío que contribuye al deterioro de la imagen en este sector, compuesto por viviendas antiguas no restauradas y nuevas, como la casa habitación ubicada hacia el oeste del anexo de la parroquia, sumándose ésta a un entorno que no integra ni realza el monumento histórico.
Sobre esta calle, la parroquia y anexo presentan una perspectiva de su fachada principal jerarquizada por el acceso porticado que se enmarca con la torre y campanario. Aquí se encuentra también una vieja pila de cantera con una base lobulada y un cuerpo central trabajado en altos y bajos relieves de donde es expulsada el agua. Esta, con su ubicación en plena esquina genera un entorno más propicio para la apreciación del monumento.
Finalmente hacia el este, sigue observando la fuente por un lado, así como la fachada lateral, actualmente mostrando la piedra aparente en sus muros, antes con aplanado pintado, habiendo perdido su acabado original, como se puede apreciar en la torre y cúpula que se pronuncian claramente, conformando una perspectiva imponente por su escala y proporciones, a pesar del entorno contradictorio en el que se encuentra.
3.-HISTORIA
La parroquia de Santa Ana construida a finales del siglo XVIII, fue en sus orígenes una pequeña ermita dedicada a Santa Ana. Con el paso del tiempo la devoción a la santa ganó popularidad y la pequeña ermita pudo así convertirse en una capilla más grande, en donde se oficiaban misas regularmente.
Como la demanda de servicios religiosos tornábase insuficiente para el acelerado ritmo de crecimiento de la ciudad, se dispuso, la división de la parroquia en cuatro curatos. Esta disposición, con fecha 2 de abril de 1805, distribuía a la parroquia de esta manera: el (curato) que conservó el nombre de Santiago; el del Espíritu Santo; el de Santa Ana; y el de la Divina Pastora (San Francisquito) (1). La ciudad de Querétaro contaba, entonces, con cinco parroquias -añadido el curato de San Sebastian- para que a los pocos años la capilla de Santa Ana subiera a la categoría de iglesia parroquial. Su primer cura fue el Dr. Félix Osorio.
En vista de que las jurisdicciones pertenecientes a Santa Ana y a el Espíritu Santo no eran muy extensas, el cabildo metropolitano dispuso el día 6 de diciembre de 1831 la fusión de ambas parroquias, que en adelante se llamaría de Santa Ana y Espíritu Santo.
Poco después, los curas residentes descubrían que el pequeño templo no correspondía a la importancia de su culto y trasladaron éste a la iglesia de Santa Rosa. Posteriormente, los tres curatos arriba mencionados se disputaron el honor de ser definitivamente el templo parroquial, honor que al final se le asignó a Santa Ana y al Espíritu Santo, celebrándose la primer misa el 26 de julio de 1868, y el estreno de la fachada y otras modificaciones, seis años después: construído en pleno siglo XIX, es natural que este templo haya sufrido la influencia de la decadencia que sufrió durante todo él la arquitectura. En una estructura que prometió ser colonial se abrieron ventanas de arco ojival, en los muros y en la cúpula; se dió a ésta una forma oriental; el interior no tiene nada notable (2).
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El conjunto arquitectónico de Santa Ana se compone del templo y la casa cural de construcción reciente. Se encuentra orientado con relación al eje de la nave en dirección norte-sur.
Exteriormente se aprecia el acceso principal jerarquizado por un espacio de recepción, enmarcado bajo la torre del camanario, la cual está compuesta por cinco cuerpos divididos con cornisa de cantera.
El primero, que equivale al acceso del templo, tiene arcos ojivales, dos laterales y uno central, éste último enmarcado con pilastras pareadas y adosadas que rematan en una cornisa. El segundo cuerpo, completamente liso, presenta un pequeño vano de forma circular en la cara frontal y rectangular en las caras laterales. A continuación tenemos una cornisa que divide este cuerpo con el siguiente que es pequeño y liso, donde se apoya el cuarto cuerpo que presenta planta de forma octagonal irregular, con pilastras adosadas, que definen lateralmente ocho vanos con arcos ojivales. Finalmente tenemos el último cuerpo, también octagonal con pilastras y arcos ojivales nuevamente, coronado con linternilla en forma de nervaduras que convergen en una cruz.
La parroquia de Santa Ana es una construcción sencilla y poco adornada, cuyo entorno exterior se destaca por su cúpula circular que presenta pilastras adosadas y ventanas en el tambor, rematando con una linternilla. El edificio presenta acabados en aplanado y piedra aparente, en completo deterioro.
Otro de los aspectos plásticos que caracterizan a este templo, es el acabado en azulejo color amarillo que cubre la superficie de la bóveda y su linternilla.
El templo presenta planta de cruz latina, cuya nave se define por muros con ventanas altas, rectangulares; una sucesión de contrafuertes exteriores al lado izquierdo y cubierto con bóvedas de arista acabadas en aplanado de mortero pintado con cal y unidas entre sí con arcos rebajados de cantera. Uno de estos arcos delimita el coro alto, el cual presenta un barandal de hierro forjado y se ilumina por una de las ventanas laterales.
El crucero coronado con cúpula circular, presenta un tambor, de donde se abren ocho ventanas amplias, con arcos de medio punto que iluminan directamente el crucero, cuyos espacios laterales se encuentran adornados por pequeños cuadros al óleo no muy antiguos. A continuación, tenemos el presbiterio, con bóveda de arista, albergando un altar muy sencillo compuesto por un gran crucifijo colgado directamente en el muro y dos nichos laterales, éstos con marcos y pedestal de piedra, refugiando dos esculturas. En el muro lateral oeste existe una puerta hacia la sacristía y, en el contrario, otra que comunica a una bodega.
Anexo a la parte oeste de la nave, se encuentra un cuerpo que alberga un pequeño espacio hacia el norte, lugar donde está el bautisterio, comunicado con la nave.
En la casa cural funciona una notaría, comunicada ésta directamente con el anexo cural, construcción nueva de concreto que no se integra absolutamente al resto del monumento.
5.-NOTAS
(1) DE LA ISLA, Arcediano Ezequiel. Templos de la ciudad de Querétaro. Imprenta Cimatario. Querétaro, 1982. p.39.
(2) Ibidem.
BIBLIOGRAFIA
ANGULO Iñiguez, Diego. Historia del arte hispanoamericano. Salvat Editores, Barcelona, 1945.
DE LA LLATA, Manuel. Así es Querétaro. Editorial Nevado. Querétaro, 1981.
DOMINGUEZ Paulín, Arturo. Integración histórica, política, social y económica del Estado de Querétaro. Ediciones del Gobierno del Estado. Querétaro, 1966.
RAMIREZ Alvarez, José Guadalupe. Querétaro: visión de mi ciudad. Editorial Provincia. Querétaro, 1956.
ROJAS, Pedro. Historia general del arte mexicano. Editorial Hermes. México, 1959.
TOUSSAINT, Manuel. Arte colonial en México. Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM. México, 1974.
SEPTIEN y Septién, Manuel. Historia de Querétaro. Ediciones del Gobierno del Estado. Querétaro, 1966.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Santa Ana