Nombre del Inmueble
Santa Ana (Señor de la Salud)
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000356
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000356
Contenidos
1.-CONTEXTO URBANO
El contexto urbano del templo de Santa Anita está formado por almacenes, industrias, talleres, casas unifamiliares y algunas vecindades. El recinto religioso ocupa todavía la cabecera de la manzana entre las calles 26 y 28 Poniente y 13 Norte, delimitado por una simple barda atrial cuya altura casi no permite apreciar al templo más que desde dos rejas de acceso: una central y otra lateral, por el sur. El tercer acceso atrial se ve obstruido por un anexo en construcción, que invade la parte norte del atrio, en el que afortunadamente se conserva un buen número de árboles.
El barrio circunvecino cuenta así con dos áreas verdes: el atrio del templo y la plaza jardinada frente al mismo, en la que existen juegos de niños, bancas y arriates rectangulares de concreto y azulejo dispuestos asimétricamente. A pesar de su mediocre diseño, este parque público constituye un remanso de verdor, sombra y descanso respecto a las calles algo sucias y polvosas que lo rodean. Como está dotado de buen alumbrado público, es también un lugar visitable en las noches.
2.-ANTECEDENTES E HISTORIA
La primera capilla de Santa Ana que hubo en Puebla se fundó en 1537, en unos solares dados en merced a Hernando de Torres, próximos al convento de San Francisco; pero desde un principio enfrentó la oposición de los religiosos, quienes consideraban perjudicial su cercanía. Además, debe haberse edificado con materiales perecederos puesto que, ya a mediados del siglo XVI, la ermita se encontraba en ruinas.
Se planteó entonces la necesidad de construirla de nuevo en un sitio diferente, y con ese propósito el ayuntamiento cedió, en 1550, cuatro solares fuera de la traza de la ciudad, en unas huertas junto al camino a Tlaxcala, donde comenzaba a formarse un barrio de indígenas tlaxcaltecas (uno de los más antiguos de su tipo en Puebla, según Veytia)1 En su nueva ubicación, la capilla de Santa Ana fue, durante un siglo, visita de los dominicos que estaban a cargo de la doctrina de San Pablo. Después, cuando el obispo Palafox secularizó la administración parroquial a mediados del siglo XVII, el templo pasó al cuidado de la parroquia de San José.
Es probable que el inmueble se haya reconstruido hacia 1681, ya que existe una inscripción con esa fecha en la puerta del costado. 2 Tal vez fue entonces cuando se edificó la capilla con un retablo barroco que mostraba la escultura de Jesús Nazareno con la cruz a cuestas. Esa imagen se popularizó debido a los milagros que se le atribuían, relacionados con la curación de enfermos, y pronto comenzó a conocerse como el Señor de la Salud.
Pocos datos más se conservan de la historia del edificio, por lo que surgen de inmediato varios interrogantes: ¿fue desde sus orígenes de tres naves, o las laterales que ahora ostenta se le agregaron en la reconstrucción de 1681 ?, y ¿es sólo a partir de esta última fecha cuando se cubre con bóvedas, substituyendo a una primitiva cubierta de artesonado, o ya contaba con ellas la capilla anterior? La hipótesis de una reconstrucción que agregara naves y substituyera la cubierta cobra fuerza si se piensa en que lo mismo ocurrió en San José, la parroquia de la que pasó a depender Santa Ana precisamente en la época de la secularización palafoxiana.
Las noticias posteriores también son escasas. Sólo se sabe que en 1769, cuando la iglesia de San Marcos fue convertida en parroquia, el templo de Santa Ana quedó bajo su jurisdicción. Más de un siglo después, en 1898, la iglesia se incendió después de una fiesta y varias de las imágenes que se encontraban en su interior desaparecieron, incluyendo la del Señor de la Salud. Ya para entonces, los barrios de indios al poniente de la ciudad comenzaban a transformarse por la contigüidad de las instalaciones ferroviarias y las industrias atraídas por ese servicio. Poco a poco, Santa Ana se convirtió en zona industrial y barrio obrero a la vez.
En la actualidad, el templo sigue abierto al culto católico, y se le conoce popularmente como Santa Anita o el Señor de la Salud.
1 F. de E. y Veytia, Historia de la fundación..., t. II, p. 233.
2 M. Toussaint, La catedral y las iglesias..., p. 210.
3.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
Por su gran atrio y su planta de tres naves, Santa Anita se emparenta con otros templos como San Pablo de los Naturales (ahora conocido como El Señor de Los Trabajos) y San Juan del Río, que también fueron originalmente capillas de indios.
La nave central consta de siete tramos, de los cuales: el primero lleva el coro y el sotocoro, ambos cubiertos por bóveda de cañón con lunetos; los cuatro siguientes forman la nave propiamente dicha, con el mismo tipo de bóveda; el sexto es el crucero, más alto y cubierto por una cúpula hemisférica sobre tambor cilíndrico, a su vez soportado por arcos torales y pechinas; y el séptimo, nuevamente un cañón con lunetos, aloja al presbiterio. Los primeros cinco tramos de las naves laterales repiten esa disposición, sólo que a base de bóvedas de arista situadas a un nivel más bajo que el de la nave central. En cambio, el sexto tramo la iguala, ya que forma los brazos del transepto por medio de bóvedas de cañón con lunetos en sentido transversal a las de la nave principal. Dos series de gruesos pilares cuadrados apoyan la convergencia entre la nave mayor y las laterales, sin que ello obste para que las pilastras que soportan los arcos formeros y fajones muestren adicionalmente su volumen. En cambio, en los paramentos interiores de las naves laterales los arcos surgen de impostas empotradas en el propio muro.
Además del cuerpo principal de la iglesia, Santa Anita cuenta con una capilla anexa. Es una estructura de tres tramos que prolonga el brazo del transepto del lado de la Epístola. El primero y el último tramos son de cañón con lunetos, mientas que el central lo ocupa una cúpula de dimensiones y altura muy semejantes a la principal del templo.
Regresando a este último, las diferencias de altura entre la nave principal y las laterales se reflejan en la fachada frontal, que se muestra dividida en tres calles, separadas por dos robustos contrafuertes de sección poligonal y flanqueadas en los extremos por los cubos de los campanarios. La calle central la ocupa el marco de cantera gris, labrada, que contiene el vano de medio punto del ingreso principal. Es un elemento de poco relieve, y lleva encima un banco de argamasa, sobre el que se encuentra el marco de albañilería aplanada de la ventana del coro, flanqueado por dos pináculos en relieve. Arriba de la vigorosa cornisa de la ventana del coro se encuentra el nicho de la patrona del templo, ocupando una posición central en el tímpano de medio punto de remate, que a su vez sugiere el perfil de la nave principal.
En cambio, la solución de las calles laterales del imafronte pareciera no querer expresar la estructura de las naves menores que se encuentran detrás. Sólo se dispusieron medios tímpanos descendentes que rematan en un pretil horizontal. Más abajo ocurre otro tanto: los vanos completos que formaban ingresos de medio punto a cada una de las naves laterales - con las mismas dimensiones que las del vano de ingreso principal - han sido cegados intencionalmente con pretiles, de modo que ahora ya no son puertas, sino ventanas. Una inspección de los mismos vanos por el lado interior refuerza la suposición de que originalmente estuvieron abiertos. Esta intención evidente de restarle importancia a los ingresos y las fachadas de las naves laterales a posteriori de la que tuvieron inicialmente coincide con otras alteraciones del mismo tipo observadas en la capilla de San Juan Bautista en San Francisco en el templo del Señor de los Trabajos3
Por cierto, el templo cuenta con una entrada y una portada lateral del lado sur, resuelta sobriamente a la altura del tercer tramo de las naves. Del otro lado, en cambio, se encuentran los anexos de la sacristía y la casa cural, misma que tiene acceso desde la calle 28 Poniente, a través de una pequeña portada labrada en cantera.
En cuanto a los campanarios, sólo se concluyó el del lado derecho. Es muy sobrio y robusto, de dos cuerpos y cupulín. El izquierdo muestra inconcluso su primer cuerpo.
3 El rasgo no es intrascendente si se piensa en los modelos de Cuilapan, Tecali y la Capilla Real de Cholula, todos con tres o más naves con sus correspondientes entradas abiertas. Tlaxcala también tiene varios ejemplos de este tipo que luego tuvieron que ser modificados.
4.-OBRAS DE ARTE
Los bienes artísticos de Santa Anita son escasos, pero algunos de ellos no carecen de interés, especialmente el púlpito de dura cantera gris soportado por una tosca cariátide. La interpretación de los artesanos indígenas que labraron esta pieza es ingenua, pero sumamente vigorosa. De la cariátide surge un capitel de bulbos que apoya al cuerpo octagonal del púlpito. Este lleva labrados motivos vegetales en cada una de sus caras. Es un buen ejemplo de arte popular y pertenece, seguramente, a las primeras etapas de construcción del templo.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Santa Ana (Señor de la Salud)