Nombre del Inmueble
Santa María de los Reyes
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001458
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001458
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Es posible que los primeros habitantes de Huatlatlauca hayan sido los popolocas históricos o protopopolocas, asentados en una vasta región desde tiempos inmemoriales y pertenecientes a un tronco étnico y linguístico diferente al nahoa, con mayores ligas con los olmecas y mixtecas. Formaban una serie de señorios independientes y antagónicos entre sí.
El ocaso del poderío popoloca se inició con la invasión de la región por los mexicas comandados por izcóatl, quien reinara en Tenochtitlan entre 1428 y 1440. Una vez que fueron nahuatlizados estos antiguos moradores popoloca-mixtecos, el asentamiento se denominó Cuau-tlalau-ca, con el siguiente significado en el monte de color bermejo o rojo, aludiendo al matiz rojizo que presenta el terreno de aquel lugar... Bien puede haberse formado ese nombre de las raíces mexica Cuautla, monte o arboleda; Atlautli, barranca, quiebra profunda de la tierra y can lugar; voces que unidas hacen la dicción Cuatla-Atlau-Can, transformada después en Huatlatlauca. 1/
A la llegada de los españoles en 1519, se encontraba este sitio comprendido dentro de la provincia indígena de Tepeyacac o Tepeaca, como parte del Imperio de Tenochtitlan. En septiembre de 1520, Hernán Cortés estableció en Tepeyacac, la Segura de la Frontera como punto estratégico para ejercer dominio sobre la región incluyendo Huaquechula e Izúcar.
De acuerdo con el Lienzo de Tlaxcala, Cortés se reunió con el teuhctli o cacique de Tepexi, Mazatatzin en Molcaxac, éste después de haber sido cristianizado con el nombre de Don Gonzalo, logra que Cortés desvíe sus tropas hacia el oriente, a cambio de hacerse él responsable, como capitán, de la conquista de la Mixteca. Seguramente que Cortés aprovecha el puente natural de Atlicaca, sobre el río Atoyac, llamado Puente de Dios para dirigirse hacia Huaquechula, en las faldas del Popocatépetl.
Existe una tradición oral en el sentido de que Cortés, o uno de sus capitanes, acampó, en su travesía hacia Huaquechula, en el sitio donde ahora se levanta la Iglesia de la Candelaria de Huatlatlauca.
Parece ser que los primeros evangelizadores de la región fueron los franciscanos; sin embargo, hacia 1567 fue cedida a agustinos el área septentrional de la Mixteca comprendida desde Molcaxac hasta Acatlán, o sea el territorio bajo el dominio directo de Don Gonzalo Mazatatzin y habiendo sido nombrado éste capitán por Cortés, no fueron entregadas sus tierras en encomienda. A fines del siglo XVI, Huatlatlauca es pueblo de la Real Corona y de frailes agustinos dentro del Obispado de Puebla. A principios del siglo XVII es corregimiento y hacia 1768 es alcaldía. En 1786 estableció el virreinato el sistema de intendencias; Huatlatlauca pasó a formar parte de la Alcadía de Tepexi de la Seda. A partir de 1895 pasa a formar parte del Estado de Puebla como municipio.
2.-EMPLAZAMIENTO
La cabecera del municipio de Huatlatlauca se asienta en un valle árido que se desarrolla del norte hacia el sur, en donde queda limitado por una profunda barranca en cuyo lecho corre el río Atoyac.
Sus accesos provienen del norte, el más accesible es el de Molcaxac al oriente, salvando el río Atoyac por el Puente de Dios y siguiendo una carretera de terracería de 22 kilómetros, no siempre en buen estado. Molcaxac es cruzado por la carretera pavimentada Cuapiaxtla-Ixcaquixtla, el primero es un entronque sobre la carretera Puebla-Tehuacán. Por otra parte, el acceso noroeste corresponde a una brecha de 13 kilómetros que comunica con Santo Domingo Huehuetlán y, de este lugar, a Izúcar de Matamoros mediante una carretera de terracería y pavimentada en parte.
El trazo urbano corresponde al esquema dictado por las Leyes de Indias en cuanto a manzanas rectangulares y calles tiradas a cordel. Una barranca, no muy profunda, divide el poblado en dos sectores, el poniente corresponde al barrio de San Nicolás Tolentino y, al oriente a los barrios de San Francisco, San José, San Pedro y San Pablo y la Candelaria, cada uno con sus respectivos templos, destacando el de San Nicolás Tolentino que posiblemente haya sido construído como parroquia después de la secularización del convento.
El centro cívico se localiza al norte del convento, ocupando la cabecera de una muy alargada manzana, está compuesto por el palacio municipal, la plaza pública y un mercado que solamente es ocupado los días domingo, cuando se celebra el tianguiz del pueblo.
El conjunto religioso ocupa el espacio que permiten las dos manzanas centrales ubicadas al norte y, hacia el sur, la topografía se inicia en brusco descenso hacia el cauce del río Atoyac. Antiguamente existía una pequeña plaza rectangular a lo largo de la barda atrial norte, pero en sus últimos años construyeron una escuela en su área oriente.
3.-HISTORIA
A partir del año de 1530 se inició la evangelización sistemática de la región cuyo centro fue Tepeaca, así los franciscanos fueron los primeros en llegar a Huatlatlauca haciéndose cargo de su doctrina. Se desconocen las causas reales en los convenios que éstos tuvieron con los agustinos, el caso es que en 1567 se abrió el libro de casamientos del archivo parroquial firmado por los frailes de la Orden de San Agustín, Agustín de Aguilar Salamanquez y Juan de Montredoco, cuyas partidas fueron escritas en lengua mexicana.
No se conoce a ciencia cierta la fecha de iniciación de la construcción del actual templo y convento; sin embargo, en el año de 1571 todavía no se iniciaban los trabajos que para 1581 ya había frailes residentes en el convento, así es de suponer que el establecimiento fue levantado entre estas dos fechas.
La parroquia fue administrada, por los agustinos hasta el año 1754, cuando el Obispo de Puebla Don Pantaleón Albarez de Abreu ordenó que pasara al clero secular. Desde sus inicios la advocación del templo ha sido a Santa María de los Reyes.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
Templo y exconvento se asientan en un terreno regular de planta casi cuadrada y en el cual el edificio ocupa una cuarta parte. Está compuesto por el atrio, el templo, el convento y la huerta.
El atrio se abre al poniente del templo, con una gran superficie definida por su barda atrial en tres de sus lados, el acceso principal se encuentra hacia el poniente y está compuesto de tres arcos de medio punto, el mayor claro el central, simplemente trabajados en un grueso muro. El acceso norte es muy sencillo con su reja de fierro. Las bardas norte y poniente fueron construídas con el sistema de arcos invertidos.
Está dividido el atrio por un andador central y en todo su perímetro se restauró el andador procesional; todavía se conservan las cimentaciones de las posas noroeste y suroeste.
La fachada principal del edificio está compuesta, de norte a sur por las ruinas de una antigua sala, que bien pudo ser una capilla abierta, el templo y el convento. Con respecto a la primera conserva elementos arquitectónicos como bases fustes y capiteles muy bien trabajados.
La fachada del templo es muy sencilla, el bautisterio probable parte de la capilla abierta- deja ver un antiguo arco de medio punto descargado por una gualdra y cerrado posteriormente por un muro tapón, con una pequeña ventana. En la portada del templo concentraron una mayor orientación que envuelve sus dos únicos vanos. La puerta de acceso al templo y la ventana del coro. La puerta tiene un cerramiento de tres centros o escarzano y está rodeada por dos pilastras y una doble arquivolta que descansa en dos impostas sencillas; estos elementos presentan una ornamentación de rosetas y un cordón ondulante entre ellas. Un orden dórico de dobles columnas, descansando en una basa, reciben el entablamento completo en cuyo friso destaca una banda con dentículos.
En la parte superior, envolviendo la ventana del coro, hay un recuadro, definido por dos pilastras con cinco rosetas unidos por una cornisuela. En el interior tienen cuatro columnillas platerescas que reciben una ondulante arquivolta lobulada, que define dos arcos ciegos y al centro, la ventana del coro. La portada termina en un tímpano trazado con tres centros que oculta la techumbre de madera de la nave.
La torre, al sur sobre el muro de la epístola, es un cuerpo rectangular liso con un solo vano al frente, posible púlpito alto que actualmente se encuentra clausurado, sin más ornamentación que las cornisas de reparación de los diferentes niveles, remata en un campanario de planta cuadrangular dejando un remetimiento libre a manera de balcón de observación, con su antepecho calado por aspilleras y una espadaña con pequeños arcos para alojar campanas.
El campanario es de un solo cuerpo con un arco en cada parte, sin más ornamentación. El remate es muy peculiar, recuerda la arquitectura sevillana, deja libre un paso de ronda o balcón de observación protegido por un antepecho igual al del primer desnivel, tiene forma de templete de dos cuerpos que se remeten a medida que van ascendiendo.
La fachada poniente del convento está dividida por pilastras, en el cuerpo bajo, que definen cinco arcos de medio punto y columnas que reciben un cerramiento recto y un pretil en el segundo nivel. Forman un portal bajo y una logia alta.
Las demás fachadas presentan sus paramentos hechos con mamposterías aparentes de piedra caliza de la región con sus juntas recibidas con pequeñas lajas del mismo material o rejoneadas.
Pasando el a cceso principal del templo se encuentra el sotocoro definido por un magnífico plafón de madera finamente labrada, sobre el muro sur o del evangelio se abre la puerta que conduce al bautisterio, amplia capilla rectangular cubierta por un artesonado de madera. Sobre el muro de la epístola, al norte, destaca el cuerpo saliente de la torre. Parece que en su orígen alojaba una escalera para el acceso al coro desde el templo o bien desde el portal, en la actualidad está clausurado este posible acceso.
El acceso al coro es a través del segundo nivel del convento, desde el corredor, corresponde a una tribuna que se abre completamente a la nave única cubierta en su totalidad con alfarje compuesto por grandes vigas de madera de ahuehuete, sabino o árbol que no envejece, recibidas por una doble cama de ménsulas, cuyas molduradas cabezas sobresalen formando una cartela de treinta y cinco grados, las ménsulas fueron colocadas entre tres soleras o carreras que corren a todo lo largo del muro. Entre las cabezas de las ménsulas y las soleras fueron colocados verticalmente unos recuadros moldurados con relieves.
El artesón está formado por grandes vigas con sección de cuarenta por veinte centímetros, cuyo lecho inferior está labrado con una serie de entrelazados y arabescos. En los rincones del espacio entre vigas tiene también tablones labrados.
Originalmente, sobre las vigas existió un tablero que recibía el terrado con dos pendientes hacia los lados y un enladrillado.
En el centro del muro del evangelio se abre una puerta que da acceso al Sagrario, capilla de planta cuadrada cubierta con una bóveda de cañón sin mas iluminación que un tragaluz abierto en la bóveda. Inmediatamente al oriente del Sagrario, quedan los muros ruinosos de lo que pudo haber sido una capilla más importante.
Al final del muro de la epístola se abre una puerta de comunicación con el corredor norte del claustro. Termina la nave en un arco de triunfo de medio punto abierto en el grueso muro que permite el estrechamiento del presbiterio. Este es una capilla de planta casi cuadrada, desplantada a un nivel superior de la nave y cubierta con otro magnífico artesón.
Sobre el grueso muro de la epístola se abre una puerta seguida por unos escalones que conduce a un vestíbulo que aloja la escalera que conduce al nivel superior, cuya rampa norte de hecho es un pasadizo en el grueso muro. Este vestíbulo se comunica con el corredor oriente con la sacristía y las oficinas del curato. estas tres salas corresponden a la crujía oriental del exconvento o la casa cural de la actualidad.
El exconvento ocupa una superficie rectangular al sur del templo, alrededor del patio, cuatro corredores y una crujía que los envuelve en tres de sus lados solamente.
El ingreso al exconvento es a través de un portal de peregrinos que se abre mediante cinco arcos al atrio. A continuación sigue la crujía poniente con el acceso al claustro a través de la portería y dos salas que seguramente correspondieron a las oficinas del convento.
Los corredores del claustro se abren al patio, en planta baja, con un doble juego de arcos que flanquean un muro con una pequeña puerta al eje de cada frente. Los arcos son ligeramente rebajados del medio punto, con sus frentes moldurados o archivoltas, que descansan en columnas robustas con apariencia de tres carretes y un capitel; en al parte inferior descansan en un apoyo de mampostería común. Al centro del patio se encuentra un alto brocal, a manera de un templete, que corresponde al respiradero y tiro de un algibe.
El frente del patio correspondiente a la planta alta fue reconstruída con cuatro arcos de medio punto en cada frente, cuyos apoyos no coinciden en sus ejes con los del primer nivel y descansan directamente sobre el pretil. rematan los frentes en un alero compuesto por las cabezas de las vigas de carga del corredor, un tablero inclinado o recuadro y una solera o tabla frontal.
Los corredores fueron restaurados en su aspecto original de viguerías, tejamanil, y terrado y enladrillado, no así las crujías que fueron cubiertas, en sus dos niveles, por losas de concreto armado. todos los muros permimetrales del claustro, de planta baja, están recubiertos por frescos; en tres de sus rincones existen encasamentos o pequeños nichos para altares y marcos de cantera para algunas de las puertas.
La crujía sur comprende un gran salón, un vestíbulo de donde sube una segunda escalera a la planta alta y una bodega con su acceso por el huerto, antigua panadería.
La planta alta presenta la misma distribución y salones que en el primer nivel, excepto en la crujía sur en donde construyeron dos recámaras que desentonan con el conjunto. En la crujía oriente alojan los servicios de la casa cural y las demá salas las usan como anexos y bodegas. La logia que se abre al atrio tiene sus accesos a través de la crujía poniente.
5.-DESCRIPCION DE LAS OBRAS DE ARTE
El mayor interés artístico del templo reside en el extraordinario trabajo del labrado de los diferentes elementos de madera que componen los alfarjes de sus techumbres.
Desde luego, es en la parte inferior del alfarje de sotocoro en donde reside el mayor interés del decorado. Cada una de las vigas que forman el entrepiso llevan en su sófito un labrado diferente de grutescos, macollos, espigas, etc. Particularmente la viga maestra que define el coro, de una sola pieza de gran escuadría o sección; tiene labrados, con un relieve profundo en el sófito, tres temas bíblicos en recuadros separados por otro con hacesillos en forma de X sujetos por pequeñas coronas. El tema central es la Santísima Trinidad y a sus lados los Angeles del Juicio Final. En muchos de los tableros es repetitivo el tema de la estrella de Belén.
Los dos peraltes o cantos de esta viga maestra también están labrados, el tema central es Un Divino Rostro flanqueado por dos arcángeles; escudos con águilas bicéfalas; una tau griega en donde descansa una serpenteante víbora; la inicial de María con una ornamentación casi prehispánica; un león con su cabeza de frente, como si fuera un sol y su cuerpo de costado.
Esta viga esta recibida en sus dos extremos por una ménsula empotrada en el muro y, a su vez, recibida por una pilastra. La ornamentación gira alrededor de un mascarón del que irradian flamas. Entre las vigas paralelas del alfarje se ve un cielo raso decorado y entre los espacios que dejan las vigas colocaron unos recuadros con grandes iniciales entre una decoración florida que completan el tema de DO MATER. Tema que se repite en el costado que ve a la nave, entre las cabezas -de labrado flamígero- de la viguería; ambos tableros stán grabados los nombres de los tres Reyes Magos: Gaspar, Baltazar y Melchor. El fondo de los relieves conservan un tinte oscuro para resaltar el color claro de la madera de sabino y muchos de los elementos decorativos conservan el bol arménico con que fueron tratados para su mejor resalte.
Sobre el muro de la epístola, todavía en el sotocoro, está la pila de agua bendita trabajada en cantera con un gran tazón de una sola pieza, con un relieve en forma de banda y recibida por un pedestal corto.
En toda la nave y en el presbiterio las grandes vigas de carga del alfarje están recibidas por un doble juego de ménsulas separadas por tres soleras labradas en sus frentes. En la nave, la solera de enmedio presenta grutescos y escudos, las dos extremas están contorneadas por una espiral, también con escudos intermitentes. En el presbiterio solamente están contorneadas por la espiral. Entre las ménsulas, y con objeto de ocultar los huecos hacia el muro hay una serie de recuadros, a manera de las metopas de los frisos del orden dórico griego, con temas muy variados sugeridos por los frailes agustinos y ejecutados por mano indígena; Adán y Eva en el Paraiso, el León Sol, el Angel de la Anunciación, la Muerte del Dragón de las Tinieblas
Por lo que respecta a los retablos, el de mayor interés corresponde al del altar mayor. En un primer término se encuentra un baldaquino o templete de seis columnas corintias que reciben un entablamento con su cupulín rematado por un resplandor del Espíritu Santo. Guarda las figuras de la Virgen del Tránsito y los Reyes de madera labrada y esmaltada; descansa sobre el antiguo altar con una serie de gradas para los objetos litúrgicos. En el respaldo un retablo neoclásico, estucado con ap licaciones de hoja de oro, de cuatro columnas estriadas con capiteles corintios que reciben un entablamento muy elaborado que remata en un tímpano dividido en dos por un nicho rectangular que guarda una pintura al óleo de la santa patrona del templo, muy oscura.
En los frentes que permite el arco de triunfo se encuentran dos altares cubiertos por baldaquinos de cuatro columnillas corintias.
Los muros que forman la nave, entre el sotocoro y el presbiterio están divididos por unos elementos decorativos compuestas por una alta pilastra que recibe una columna de frente estriado y un capitel jónico sobre el que descansa un angelillo. Entre estos separadores adosan altares neoclásicos, estucados y con aplicaciones de hoja de oro.
Sobre el muro de la epístola del sotocoro al presbiterio se encuentran cuatro retablos: Cristo en la Cruz, Virgen de Guadalupe, Virgen María, Sagrada Familia.
En el muro del evangelio, también hacia el presbiterio: Santo Cristo, Sagrado Corazón, cancel de la capilla del Sagrario dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, Cristo de la Pasión que se encuentra en un encasamento o nicho rectangular. Todos los santos son esculturas vestidas.
Sobre los muros perimetrales que forman el claustro del esconvento se conservan frescos con temas y santos de la Orden de San Agustín. Después de un rodapié, que ha perdido su color original sigue una banda dividida por el dibujo de una columna estilizada plateresca, que termina en otra banda decorada con grutescos que van encuadrando medallones. Entre las columnas, que son verdaderos candelabros, que aparecen sobre un fondo blanco, de tamaño natural, veinte personajes de la Orden que sostienen, bien las palmas del martirio o bien la cruz de la fé. En ambos lados de sus cabezas aparecen sus nombres en latín.
El tema principal se encuentra inmediatamente después de la portería sobre el muro del templo y corresponde al tema de Nuestro Padre Agustín con su vestimenta de obispo, con un largo manto cubriendo, en ambos lados, a los frailes de la Orden. Por otra parte en los encasamentos o nichos de los muros se puede apreciar un Jesús Predicando y un Calvario.
6.-NOTAS
1/ Franco, Felipe: Op. Cit. Pags. 144 y 145
7.-BIBLIOGRAFIA
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Vera y Zuria, Pedro Arzobispo: Cartas a Mis Seminaristas. Editorial Luis Gili, Barcelona, España. 1929.
Vocabulario Arquitectónico Ilustrado. Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas. México 1980.
Elaboró: Arq. Miguel Pavon
1985
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