1.-ANTECEDENTES
El significado de Angahuan no ha podido ser definido los distintos orígenes son los más aceptados; ahuahuani, no son muchos (1) el primero, o bien angai, piedra puesta en medio (2) el segundo. Tampoco en su historia hay claridad, y así surgen dos hipótesis; la de Rhode, que atribuye su fundación y evangelización al franciscano fray Jacobo Daciano, de origen búlgaro, quien emigró a España huyendo del movimiento reformista pasando a la Nueva España con la autoización de Carlos V. Como base de esta teoría se toma la crónica franciscana de fray Alonso de la Rea, donde señala que los indios del pueblo de Arancárecua, que convirtió y pobló este venerable padre (Daciano), estimaron y estiman el báculo y sombrero de este apostol (3). Rhode fundamenta su teoría en una confusión en el nombre de Angahuan, que equivaldría al Arencárecua inexistente así como a la imagen esculpida en la portada del templo de este poblado, en que aparece Santiago Apostol (o San Jacobo, equivalente a Saint Jacques) de pie, con ropa de peregrino, llevando sombrero y báculo, tal vez en homenaje a Fray Jacobo Daciano, el incansable predicador de este región. (4)
La segunda hipótesis, debida al mismo Rhode, señala que a la llegada de Vasco de Quiroga y para organizar mejor la evangelización, se dividió la región en cabeceras y curatos, con sus respectivas doctrinas y casas de visitas, apareciendo así entre Uruapan y Tarecuato la nueva cabecera de Tzirosto que contaba con los barrios de San Pedro Zacán, Santiago Parangaricutiro, San Joseph, Cingahuan, Santa Catarina, Quanhecho,... etc. (5). En este caso, Cingahuan correspondería al actual Angahuan, ya que no se tiene noticia de un poblado con el nombre citado.
Esta nueva cabecera se encomendó al bachiller Diego de Fuenllana, clérigo secular de la orden, quien realizó tal labor de 1540 a 1550 y en 1575 renunció a esta labor para ingresar a un convento, muriendo poco después. Por su parte, Fray Jacobo Daciano partió a fundar Zacapu con un grupo de indígenas y asentó su residencia en Tarécuato, en cuyo convento falleció. Como al crearse la cabecera de Tzirosto Angahuan quedó en los límites de ésta con Tarécuato, es probable que haya existido una estrecha relación y colaboración entre Fray Jacobo Daciano y Fuenllana, según el mismo Rhode.
2.-EMPLAZAMIENTO
Actualmente Angahuan es un pequeño poblado situado en la sierra michoacana, cuenta con dos mil quinientos habitantes aproximadamente, y se accede a el por un camino que entronca con la carretera Uruapan-Paracho a la altura de su kilómetro 18, y a una distancia similar de tal entronque se localiza el poblado, situado entre los de San Lorenzo y San Pedro Zacán. Sus calles son estrechas, predominando las construcciones típicas de la sierra, de madera y con pronunciadas pendientes en sus techumbres de tejamanil, y está rodeado por fragantes pinares que son fuente de trabajo para sus pobladores y crean un primaveral ambiente. Sólo al oriente del poblado se yergue una oscura mole de piedra - el apagado volcán Paricutín - cuya desnudez resalta sobre el verdor de los montes vecinos.
Desde el volcán hasta las estribaciones del elevado terreno que ocupa la población se extiende el extenso manto petreo en que se solidificó la lava arrojada por éste, al hacer erupción en 1942, lo cual fue suerte y desgracia de Angahuan al sobrevivir a los fuertes temblores y la invasión de la lava, bajo los que sucumbieron los poblados de Paricutín y San uan Parangaricutiro, con los que formaba una trilogía de intereses y rencores mancomunados: del manto de piedra solo emergen parte del altar mayor y las torres de la iglesia de San Juan, y si bien los habitantes de ambos sepultos poblados huyeron con sus pertenencias a fertiles valles cedidos por las autoridades, los de Angahuan permanecieron en su población deteriorada por los efectos de la erupción y empobrecida al perder parte de su riqueza natural.
Dentro de la irregular traza del poblado, y en la parte central del mismo frente a la plaza pública, se ubica el templo parroquial dedicado a honrar a Santiago Apóstol, en un plano terreno de forma irregular, con su eje principal orientado d noroeste a sureste, viendo su fachada principal hacia este último punto. Rodeado de bajas construcciones de madera en su mayor parte, su gran masa destaca por contraste sobre el verde fondo de los bosques asentados en las laderas de las vecinas montañas y el limpio azul del cielo michoacano.
3.-HISTORIA
Si en la fundación de Angahuan se nos han presentado dos posibles hipótesis, en la historia de la fundación y erección del templo de Santiago Apóstol se nos presentan igualmente dos posibles fechas, si bien ambas coinciden en afirmar que fue realizada en la segunda mitad del siglo XVI. Así, nuevamente es Francisco José Rhode quien afirma, basándose en la fecha que estuviera inscrita en la fachada del templo y que actualmente ha desaparecido, que la contrucción del edificio original proviene de 1562.
Por su parte el historiador Manuel Toussaint señala que esta iglesia fue construida entre 1570 y 1577 por órdenes del canónigo Juan de Velasco, perteneciente al cabildo e Michoacán y encargado del curato de Tzirosto durante el obispado de don Antonio Morales y Molina (1569-1572). Así, nos dice que a lo largo de las paredes se ve un arrocabe o friso con inscripción que semeja escritura cúfica (siria) y al final, una fecha que puede corresponder al edificio: 1577. Sin embargo, dado que al renunciar Fuenllana a la evangelización en la zona de Tzirosto en 1575 ésta fue cedida por fray Juan Medina Rincón, tercer obispo michoacano que fungió de 1574 a 1588, a la orden agustina, y que en este templo no existen elementos que lo identifiquen con las construcciones agustinas y si hay algunos comunes a las construcciones franciscanas de la época, se puede dudar razonablemente de la veracidad de la tesis sustentada por Toussaint.
Si tomamos en cuenta el año de 1562 en el que según Rhode se construyó el templo debemos recordar que en 1564 fray Juan de San Miguel ordenó la construcción de la Guatapera u hospital de indios en Uruapan, en el cual se encuentran elementos ornamentales y constructivos similares en alto grado a los del templo que nos ocupa. Baste para esto recordar las ricas decoraciones de los enmarcamientos en las ventanas de la Guatapera, muy semejantes a los alfices de Angahuan. Esto puede deberse a que el constructor de ambas obras fuese el mismo, o bien y de modo más probable, a que el templo de Angahuan pudiera servido de modelo para la construcción del hospital en Uruapan. En ambos casos, esta haría mas aceptable la fecha mencionada como la de la construcción del templo.
Rhode cree, por otra parte, que el piso superior de la construcción adosada al lado izquierdo del templo, fue utilizado como capilla abierta, y en fotografías por el presentadas y correspondientes al año de 1946, aparece este piso alto con arco doble de medio punto divididos por columna, lo que hace difícil de aceptar su dedicación a capilla abierta, debido a que tal columna sería un obstáculo visual para la realización del culto. Recordemos que las capillas abiertas fueron creadas como una capilla adecuadamente provista para la celebración de la misa, que permitía a la congregación reunida presenciar el culto desde afuera (6); por otra parte, la citada fotogafía muestra el piso inferior de la construcción con un único gran claro abierto, en el que una gran viga de gruesa sección se apoyaba en zapatas sobre medias pilastras adosadas al muro, lo que hace suponer que este gran espacio si pudo ser capilla abierta, y el del segundo piso fuese tal vez coro de esta supuesta capilla. Actualmente la amplitud de este vano se ha roto al ser dividido por una columna octogonal cuyo capitel forma con los de las pilastras dos arcos mixtilíneos que por su aspecto confunden al neófito en cuanto a su antigüedad.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El atrio del templo, de forma irregular, es de piedra mamposteada aparente, de baja altura y tiene tres puertas de acceso. Coincidente con el eje principal de la iglesia se encuentra la gran cruz atrial de piedra, de sección cuadrada y proveniente del siglo XVI, obra indudable de mnos indígenas, con los símbolos de la Pasión labrados en bello bajorrelieve. Se asienta sobre alto basamento de dos cuerpos de mampostería sin recubrimiento alguno. Al fondo del atrio se encuentra el templo, que tiene del lado izquierdo adosado un cuerpo de dos pisos, ya descrito anteriormente, y del derecho un edificio de mayor frente, también de dos pisos y de arquitectura tradicional de la región que aloja dependencias de la iglesia y su colegio.
La portada de Angahuan es uno de los ejemplares mas notables de arte mudejar que subsisten en México (7). Se compone ésta de tres partes que forman rico conjunto, siendo la inferior la puerta de acceso al templo cerrada por arco de medio punto de cantera, con alta arquivolta muy decorada, apoyado sobre sus jambas que son notablemente anchas y se asientan en pilastras igualmente anchas y cortas, en cuyos paños aparece en bajorrelieve una variada decoración con el árbol de la vida y un par de ingenuos angelitos entre sus ramas.Sobre este arco, el primer gran alfiz de los tres que componen la portada también muestra su rica ornamentación vegetal rodeada de pomas en bajorrelieve. Un segundo alfiz en forma de tablero horizontal y de menor ancho que el primero se asienta directamente en este, con profusa decoración similar a las anteriormente descritas, solo que en bandas verticales en cuyo centro aparece una hermosa talla de Santiago apostol de pie en forma de peregrino y no a caballo como acostumbra representarse (8), sosteniendo un báculo en su mano izquierda y lleva una inscripción que dice SANTO JACOBO APOSTOLO MAYOR. En su parte superior de la decoración aparecen cuatro querubines cubiertos de pintura azul añil.
Sobre este rectángulo que le sirve de base se encuentra la ventana coral, con arco mixtilíneo cuyo cerramiento está formado por modillones escalonados y pilastras con vegetación. Envuelve al arco el tercer alfiz, cuyo paño enmarcado ricamente se decora por una serie de rombos, especie de petalillos, con pomas colocadas en los entrelaces. La utilización de los tres alfices escalonados comunican definitivo geometrismo mudejar a la composición (9), y la fachada termina con su paño recubierto de aplanado sobre la mampostería de su fábrica en forma de muro piñón, sobre el que se asienta el techo de dos aguas, originalmente de teja o tejamanil y que se ha sustituido por lámina últimamente.
Tras del cuerpo adosado del lado izquierdo que ya se ha descrito como posible capilla abierta, techado también con lámina, se encuentra adosado a la iglesia, del lado del Evangelio, el macizo campanario de base cuadrada y altura un poco mayor que la del piñón de la fachada, de sobria sencillez en sus líneas, con cuatro vanos enmarcados en cantera y cerrados por arco de medio punto para alojar las campanas. Cuatro remates esféricos se encuentran en sus esquinas, y se cierra con bóveda piramidal de baja altura. Completase la fachada del conjunto con la del colegio y dependencias, de dos pisos, puerta con arco rebajado y ventanas similares, todas enmarcadas en cantera en el piso inferior y verticales ventanas que acceden a un balcón de madera que corre a todo lo largo de la fachada en el superior. El techo de teja de do s aguas tiene pendiente hacia el frente y el interior del edificio.
En el interior del templo de una sola nave, cuyo ancho se reduce a la altura del presbiterio mediante muros rematados en pilastras semi-cilíndricas sobre las cuales un arco deprimido de cantera como éstas recibe la parte superior del muro, aparecen sobre el muro del lado de la Epístola tres pequeñas ventanas adinteladas que rompen la rigidez del muro. El presbiterio es de forma cuadrada, de muros altos con una ventana adintelada a cada lado y alberga un retablo del siglo XVIII que no es el orginal del templo. En el muro derecho se encuentra la puerta de la sacristía.
Sobre la entrada del templo se encuentra el coro alto, de tablón sobre vigas y barandal con balaustres del mismo material.Bajo éste y del lado izquierdo, se abre la puerta que comunica con el bautisterio, el que ocupa el edificio ya mencionado como capilla abierta. La nave está cubierta por plafón de duela en forma de medio cañón, cortado por elementos de madera ensamblada en forma de arco, descansando todo ello en una cornisa moldurada con leyendas grabadas de manera extraordinaria en su parte inferior, de difícil lectura, que tal vez correspondan a las descritas por Toussaint como la que en letra cúfica dice Su aspecto es exactamente igual al que se encuentra en el interior de la Sinagoga de Toledo (19). Este plafón se corta en el arco del prebiterio, en donde existe un bello artesonado mudejar, del tipo conocido como de par y nudillo, el que no está pintado, sino tallado con diseños muy hermosos que encarnan los símbolos de la corona de espinas, los tres clavos, la corona de María, los monogramas de María y Jesús, y las cinco llagas de Cristo usadas en el escudo franciscano. (11)
Este artesonado es de los más bellos que se conservan en el pais no obstante sus reducidas dimensiones, y junto con la composición de la portada acentúan el caracter mudejar de la iglesia, digna de ser admirada y conservada para las posteriores generaciones.
5.-OBRAS DE ARTE
Habría que señalar en primer lugar los valores de las obras artísticas integradas a la arquitectura del templo, ya que son parte indisoluble del edificio, el cual no puede concebirse sin éstas. El gran valor estético e histórico de los sucesivos alfices de la portada, con dibujo similar al modelo aplicado en la Guatapera de Uruapan, tiene distinto resultado en cada caso, pues aunque ambos conservan su gran efecto plateresco de orfebrería, el de Uruapan semeja un repujado, en tanto que el de Angahuan aparece como cincelado; Uruapan es un bordado, Angahuan un sello.
Gante, sin apreciar el valor de la talla indígena, dice que aunque los relieves son de tipo popular, es decir, carentes de refinamiento y acabado que revelan los tallados 'de escuela', es verdaderamente notable por su extremada profusión, puesto que absolutamente todas las superficies de este frontispicio están cubiertas de ornatos en relieve... Hay que notar, en particular, los entelazados del alfiz de la pequeña ventana del coro, concebidos al estilo oriental. (12)
El plafón o artesonado del presbiterio, del cual Toussaint pone en duda que sea el original, que antiguamente cubría todo el templo, muestra en su tallado la gran habilidad de la mano de obra empleada, junto con su hermoso diseño, en cuyo almizate se sugieren el Misterio de la Trinidad y la Pasión de Cristo en forma por demás bella, a través de cuatro coronas del espinas enlazadas con filacterias en un diseño triangular, todo ello bajo una tiara papal.
Alberga, el presbiterio a un retablo de madera de finales del siglo XVIII, desaparecidos ya los cinco altares formales que, con sus retablos dorados, se mencionan en la inspección ocular de Michoacán en 1789. De factura popular y vivos colores combinados con doradas molduras, contiene en su primer cuerpo un pequeño ciprés con un Crucifijo de magnífica factura a pesar de su pequeñez, flanqueado por un Sagrado Corazón y una Inmaculada Concepción de menor calidad hechos en pasta. El cuerpo superior tiene, en el sitio de honor, al patrono del templo: en este caso aparece el apóstol Santiago con sus habituales características, en una bella e ingenua escultura de madera, con caracter popular, jinete en brioso corcel blanco, con singular casco y tizona que se adelanta en su diestra mano sobre la cabeza del corcel, como repitiendo el antiguo grito de guerra de los conquistadores, Santiago y a ellos. Dos santos de igual factura, se encuentran a sus costados, uno de ellos San Francisco de Asís, a la derecha, y a la izquierda San Nicolás.
Sobre los desnudos muros de la nave, sólo se encuentra un gran Crucifijo, probablemente del siglo XVI, de pasta de caña y madera, extraordinaria tanto por la acentuada fidelidad con que se reproducen los atormentados músculos del agonizante Cristo, como por la tierna paz que denotan sus manos clavadas, en especial la derecha. En contraste, las cansadas facciones de su rostro y la angustiosa mirada que parece seguir, taladrante, a quien lo observa, comunican al espectador la agustia de su pasión y agonía.
Por último, en el bautisterio se encuentran un lienzo de la Virgen de Guadalupe, una imagen de pasta de San Francisco de Asís de tamaño natural, ambas obras de mediana calidad, acompañados por otro Cristo crucificado de menores dimensiones que el anterior y de buena factura, y una gran pila bautismal de cantera labrada de metro y medio de diámetro sobre pedestal del mismo material, cuya decoración en gajos contiene motivos vegetales de fino labrado y que aparentemente proviene del siglo XVII.
6.-NOTAS BIBLIOGRAFICAS
1. Romero Flores, Jesús. DICCIONARIO MICHOACANO DE HISTORIA Y GEOGRAFIA. Pág. 35.
2. Lumholtz, Carl. EL MEXICO DESCONOCIDO. Tomo II, Pág. 407.
3. Rea, Alfonso de la. CRONICA DE LA ORDEN DE N. SERAFICO P.S. FRANCISCO. Pág. 7
4. Rhode, Francisco José. ANGAHUAN, Pág. 6.
5. IBIDEM. Pág. 9
6. Kubler, George. ARQUITECTURA MEXICANA DEL SIGLO XVI.
Pág. 361.
7. Toussaint, Manuel. PASEOS COLONIALES. Pág. 79.
8. Toussaint, Manuel. ARTE MUDEJAR EN AMERICA. Pág. 29.
9. Vargas Lugo, Elisa. LAS PORTADAS RELIGIOSAS EN MEXICO. Pág. 161.
10. Toussaint, Manuel. PASEOS COLONIALES, Pág. 81.
11. Hancock de Sandoval, Judith. CIELOS RASOS DE TUPATARO. Pág. 7.
12. Gante, Pablo C. de . LA ARQUITECTURA DE MEXICO EN EL SIGLO XVI. Pág. 240-241.
7.-BIBLIOGRAFIA
Romero Flores, Jesús. DICCIONARIO MICHOACANO DE HISTORIA Y GEOGRAFIA. Imprenta Venecia, 2a. Edición, México, 1972.
Lumholtz, Carl. EL MEXICO DESCONOCIDO. Publicaciones Herreras, México, 1945.
Rea, Alfonso de la. CRONICA DE LA ORDEN DE N. SERAFICO P, S. FRANCISCO. PROVINCIA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO DE MICHOACAN. Ediciones la voz de México. México, 1882.
Rhode, Francisco Javier. ANGAHUAN. en ANALES DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTETICAS, 14. UNAM. México, 1946.
Kubler, George. ARQUITECTURA MEXICANA DEL SIGLO XVI. Fondo de Cultura Económica. México, 1983.
Toussaint, Manuel. PASEOS COLONIALES. Editorial Porrua. 39 edic. México, 1983.
Toussaint, Manuel. ARTE MUDEJAR EN AMERICA, Edit. Porrua México, 1946.
Vargas Lugo, Elisa. LAS PORTADAS RELIGIOSAS EN MEXICO. UNAM. Instituto de Investigaciones Estéticas (Estudios y fuentes del arte en México, XXVII) México, 1969.
Hancock de Sandoval, Judith. CIELOS RASOS DE TUPATARO, en AMERICAS, Vol. 25, Nos. 6-7, Junio-Julio, México, 1973.
Gante Pablo C. de. LA ARQUITECTURA DE MEXICO EN EL SIGLO XVI. Ed. Porrua. 2a. Edición, México, 1954.
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