Nombre del Inmueble
Santo Tomás de Villanueva
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000415
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000415
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
En las estribaciones de la Sierra Tarahumara hacia las planicies centrales del Estado de Chihuahua, se encuentran algunas de las mejores tierras del estado, habitadas desde tiempos prehispánicos principalmente por el bravo pueblo tarahumara, que debió defender su tierra de las incursiones de otros grupos indígenas como los pimas bajos, julimes, apaches, conchos, etc., pueblos todos de una gran belicosidad.
En el siglo XVI las narraciones de los españoles Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Francisco Vázquez Coronado y Ginés Vázquez del Mercado, acerca de sus famosos recorridos por tierras del norte, invitaron al gobierno virreinal y a muchos aventureros y colonizadores a disputarle sus dominios a aquellos pueblos autóctonos. La colonización española en esta zona que denominaron La Alta Tarahumara tuvo que ser peleada centímetro a centímetro.
En el actual Municipio de Guerrero, a lo largo del Río Papigóchic, se fundaron varias poblaciones a principios del siglo XVII que fueron atacadas y destruídas por los tarahumaras en varias ocasiones. Con el tiempo fué pacificada la región que tuvo como centro, la población de la Purísima Concepción de Pagigóchic de la que dependía Santo Tomás de Villanueva de Tojorare.
La región de la Alta Tarahumara fué evangelizada en los siglos XVII y XVIII por la Orden religiosa de la Compañía de Jesús, jesuítas quienes permanecieron en algunos templos de esta zona aún después de la expulsión de la Orden de todos los dominios españoles.
El gobierno español quiso consolidar la paz en la región después de las tres primeras rebeliones de los tarahumaras en la primera mitad del siglo XVII y una de sus primeras disposiciones fué la de solicitar nuevos sacerdotes jesuitas para sustituir a los sacrificados en las revueltas de la Purísima Concepción de Papigóchic, misión que se convirtió en centro o partido de varios templos en poblaciones menores donde se extendió la evangelización.
Dos reportes nos hablan de la fundación de Santo Tomás, el sacerdote jesuita Nicolás Ferrer a cargo del partido de Papigóchic relata sin mayores datos, el establecimiento de una misión en Santo Tomás de Villanueva de Tojórare, en servicio en 1678.
Por su parte el visitador jesuita Ortíz reportó en 1678 que...... a tres o cuatro leguas al norte de Papigóchic está el pueblo llamado Santo Tomás de Villanueva, antes conocido como Tojórare con un pequeño jacal por iglesia... según anota el investigador Paul M. Roca.
Era pues entonces, Santo Tomás visita (templo sin sacerdote fijo que dependía de otra mayor para los servicios religiosos) de la Purísima Concepción de Papigóchic.
2.-EMPLAZAMIENTO
El templo de Santo Tomás de Villanueva, de Tojórare, se encuentra situado a orillas del río Papigóchic aproximadamente a quince kilómetros al noroeste de la antigua Purísima Concepción de Papigóchic, hoy Ciudad Guerrero, en una población, Tojórare, poco mayor que una ranchería.
La región tiene un clima templado y una conformación topográfica suavemente ondulada, por lo que resulta muy buena para la agricultura y muy apropiada para la vida en general. Estas características se deben a su situación intermedia entre la parte mas abrupta de la sierra y el llano, que desciende hasta convertirse en desierto en la parte central del estado.
Región poseedora de gran vitalidad, produce en su mayoría las mejores de las famosas frutas del estado y es, centro de paso para la producción maderera de la sierra, así como de sus habitantes hacia la capital del estado y las principales ciudades como la misma Cd. Guerrero y Cuauhtémoc. El comercio es escaso, dependiendo en su mayor parte de Cd. Guerrero por lo que el paso de la carretera por el lugar no ha tenido mayor repercusión que la de acercarlo a aquella ciudad y acentuar su dependencia.
El templo que se levanta en una zona ondulada, desplantado sobre una pequeña elevación del terreno, debió tener antiguamente hacia el frente una gran plaza arbolada y abierta, a un nivel inferior en unos cuatro o cinco metros. En la actualidad esta disposición se ha trastornado, al pasar la carretera frente al templo separándolo del antiguo espacio abierto, que contiene algunos juegos infantiles sin ningún otro tipo de arreglo o jardinería. El resto de las colindancias del templo no presentan ninguna regularidad, al no existir calles ni delimitación exacta de los lotes.
Las construcciones cercanas son en su mayoría, casas habitación de un solo nivel.
3.-HISTORIA
El templo de Santo Tomás contó con un pequeño y elemental local a partir de 1678 dependiente de Papigóchic y a cargo del padre Nicolás Ferrer.
No se tienen datos acerca de los doce años siguientes, pero es de suponerse que el templo fué mejorado porque la misión, siempre dependiente de Papigóchic, creció en importancia en ese lapso, atendida por los jesuitas Juan Bautista Copart y Domingo Créscoli.
Para 1690, la importancia de la misión había crecido, al grado de tener asignado un sacerdote propio en la persona del padre José Guerrero Villaseca, mismo año en que se iniciaron las últimas grandes revueltas de los tarahumaras que tanto afectarían la religión y a Santo Tomás en particular. El padre Guerrero se vió obligado a dejar su puesto debido a la guerra y pocos años después tomó su lugar el padre Jorge Hostinsky, quien a su vez fué sustituido por el P. Baltazar de la Peña en 1695. Este sería el último encargado del templo primitivo ya que en la rebelión de 1697 tuvo que refugiarse en Papigóchic y el templo fué completamente destruido.
Reestablecida la paz, el templo fue inmediatamente reconstruido según hacen suponer los registros de los jesuitas, ya que el P. Pedro Proto, tomó a su cargo Santo Tomás pero únicamente hasta 1701 en que el P. Hostinsky se instaló en el lugar y desde allí atendió una zona bastante amplia.
Sin tener registros de avance de construcción o mejoramiento de la misma, la labor del P. Hostinsky fué determinante en la reedificación de Santo Tomás, ya que este jesuita permaneció en el lugar hasta 1723, año de su muerte.
Unos cuantos años, hasta 1727, se vió Tojórare privado de su propio sacerdote y pasó a ser, otra vez, visita de Papigóchic, pero los archivos de la Compañía de Jesús indican que el 1o. de enero de aquel año, 1727, se hizo cargo del templo el P. Antonio Arias y en abril del mismo año fué sustituido por el P. Blas de la Palma que trabajó en el cargo durante 35 años hasta una fecha cercana a 1762.
En este lapso (1701-1762) el templo adquirió su máximo esplendor, como lo indica el hecho de haber recibido, según se asentó en los registros de bautizos y matrimonios, una cuota mayor a las de otras misiones de visitadores jesuitas como José Calderón, Bernardo Garfias, Antonio García, Sebastián Prieto, José Miqueo, José Montaño y otros que muestran claramente la imposibilidad de la misión para ser atendida por un sacerdote.
Duro golpe para el templo de Santo Tomás debió ser la expulsión de los jesuitas en 1767. El P. Rafael Palacios que estaba a cargo del templo desde 1762, lo entregó a las autoridades militares el 24 de junio de 1767, ya que la real orden del 27 de febrero del mismo año, así lo dispuso. El arzobispado de Durango encargó a Tojórare, junto con la mayoría de las misiones de la Alta Tarahumara a los llamados curas doctrineros, quienes no tuvieron ni la dedicación, ni la organización de los jesuitas para atender aquellos templos, según lo reconoce el propio virrey Conde de Revilla Gigedo en su Informe sobre las Misiones (1).
Durante el siglo XIX Santo Tomás de Tojórare, permaneció como una importante parroquia, según lo muestran las lápidas funerarias de los principales del lugar que aún se pueden observar en el atrio, pero es poco probable que el templo haya recibido mejoras materiales o ampliaciones, pues no se encuentran actualmente restos de ellas.
Ya en nuestros días, el templo continúa en servicio con los espacios originales sin mayor modificación, salvo en su estructu ra y acabados, en los que es fácil notar algunas reparaciones del todo desafortunadas para la conservación de las principales características que debió tener en el siglo XVIII, en las que se ha buscado, mas que otra cosa, el hacerlo cómodo y práctico para los servicios religiosos y medianamente presentable en su aspecto general.
4.-OBRAS DE ARTE
Santo Tomás en Tojórare tuvo a no dudar una concepción plástica original decididamente austera y en su estado actual, esta austeridad se ha conjuntado a una cierta ingenuidad en las modificaciones y reparaciones que ha sufrido.
Esta situación da lugar a un verdadero choque de conceptos plásticos y categorías artisticas, al contemplar el presbiterio y por tanto toda la nave, rematados con un retablo de una exquisita concepción artistica y una gran riqueza en su realización.
El retablo de madera terminado con oro de hoja de buena calidad, esta realizado en tres calles y dos cuerpos con dos nichos al centro que contienen las esculturas de la Virgen y el santo patrono. Las calles laterales presentan cada una, dos grandes cuadros al óleo, con marcos magnificamente integrados al diseño general, de 2.00 m x 1.50 m. aproximadamente, que representan a San Ignacio de Loyola y a otros santos. En la predela existen seis cuadros pequeños, igualmente enmarcados y con diferentes figuras religiosas; todas estas pinturas pertenecen a la mejor escuela mexicana del siglo XVIII, con una alta calidad en su realización y muy bien conservados.
Las tres secciones del retablo estan enmarcadas dentro de una equilibrada riqueza ornamental, en la que destacan varios estípites en los dos paños verticales, tanto en la parte central como en los extremos laterales, así como algunas figuras en relieve, capiteles corintios modificados, cornisas quebradas en diversas formas y una gran cantidad de elementos naturalistas en representaciones finamente estilizadas.
El remate superior del retablo, que se encuentra actualmente en el local que funciona como sacristía, está dividido en tres partes con pinturas del mismo estilo a las inferiores, de menor tamaño que aquellas y enmarcadas con una curva superior que seguramente seguía la de la antigua bóveda. Al ser sustituida aquella cubierta por la actual con plafón plano, toda la parte superior del retablo fué separada del resto. Afortunadamente no se aprecian en ella deterioros de consideración.
Adosados a los muros laterales de la nave, existen otros dos retablos pertenecientes, a la misma escuela que el del presbiterio, pero en los que la calidad del diseño y la riqueza de la realización son notablemente inferiores. En ellos se aprecia una ornamentación mucho mas recargada que en el retablo principal, el dorado es muy escaso y de baja calidad y domina el color azul y en menor grado, rosa para la madera.
Es muy probable que estos dos retablos laterales hayan sido destinados en su origen, a otro lugar, ante todo por su compoisición con el altar integrado, que nos indica un uso propio de alguna capilla lateral de un templo mayor, completamente inadecuados para colocarse como se encuentran actualmente, en los muros laterales de una nave de escasos siete metros de ancho.
Ambos retablos presentan composición en tres calles enmarcando los paños con ornamentación a base de estípites estilizados y con remate superior en arco de medio punto.
El correspondiente al lado oriente tiene en la parte superior un cuadro de la Virgen de Guadalupe y en la parte central tres esculturas de madera policromada.
En el costado oeste, el retablo tiene en la parte superior, un Cristo y al centro tres esculturas, también de madera policromada. En ambos existen un buen número de esculturas menores integradas a la ornamentación.
ELABORO: ARQ. ALBERTO VALENCIA
FECHA: 1984
5.-BIBLIOGRAFIA
ARLEGUI, Fray José.
Chronica de la provincia de N.P., San Francisco de Zacatecas.
México, Calle de los Rebeldes. 2. 1851.
GRIFFEN, William B.
Indian Assimilation in the Franciscan area of Nueva Vizcaya.
The University of Arizona Press. Tucson, Ariz. E.U.A. 1979.
MARTINEZ Lazo, Arturo.
Inédito. Trabajos Inmediatos.
Ciudad Juárez, Chih.
ALDAMA, Francisco R.
Diccionario de la Historia, Geografía y Biografía. Chihuahuenses.
México, Chih. 1968.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Santo Tomás de Villanueva