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Nombre del Inmueble
Señor de la Salud
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001937
Estado, Municipio, Localidad
Aguascalientes > Aguascalientes > Aguascalientes (010010001)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001937
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Aguascalientes era antes de la llegada de los españoles, un lugar sin población estable. Los habitantes de la región eran todavía nómadas, y vivían fundamentalmente de la casa y la recolección. Las tribus más importantes eran los zacatecos, los cashcanes, los tecuexes y los cuachichiles. Por su atraso relativo respecto a otros pueblos indígenas, particularmente del centro de México, conocidas como chichimecas (bárbaros). Sin embargo, a pesar de su poco desarrollo, ofrecieron gran resistencia a la conquista durante todo el siglo XVI. Los primeros españoles que se aventuraron en el territorio tuvieron que abrirse paso con las armas, y tuvieron que construir presidios o fuertes, para resguardarse de los ataques indígenas. Normalmente, la construcción de un fuerte se completaba poco tiempo después con improvisadas capillas donde se ofrecían servicios religiosos.
A pesar de las dificultades que encontraron en el territorio, los españoles siguieron avanzando hacia el norte, motivados por el deseo de encontrar minas de metales preciosos. De hecho, sus expectativas se cumplieron a partir de 1546, en que Juan de Tolosa descubrió la riqueza encerrada en el cerro de la Bufa. Este personaje, que después fundó Tepezalá, incitó a sus compañeros Cristóbal de Oñate, Baltazar Treviño y Diego de Ibarra a fundar la ciudad de Zacatecas, lo que consuman en 1548. Para ese momento también se habían descubierto y comenzaban a explotarse las ricas minas de Asientos y Tepezalá. Para completar el circuito minero, en 1548 se funda Santa Fe de Guanajuato, donde también se habían hecho descubrimientos de ricas vetas de plata y oro. Desde entonces Aguascalientes se convirtió en caso obligado para los viajeros, buscadores de oro y comerciantes que se dirigían a la región minera. Por esa razón, en 1384 había en el fuerte una guarnición de 16 soldados. La población por esa fecha constaba de dos vecinos, y la única construcción religiosa era una ermita dedicada a San Sebastián. (1)
La corona española, a través de la Audiencia de Guadalajara, se propuso promover el asentamiento de españoles en el lugar, dando las mercedes correspondientes. Así, el Presidente de dicha Audiencia, Jerónimo de Orozco, concedió en merced real (o dotación), una buena cantidad de terreno a doce vecinos de Lagos, y expidió la carta de fundación de la Villa de la Asunción de las Aguas calientes, el 22 de octubre de 1575.
Entre estos primeros pobladores estaban Juan de Montoro, Jerónimo de la Cueva, Alonso de Alarcón, Cristóbal de Montoro, Catalina de Ayala, mujer de Juan de Montoro, y Micaela de Ayala, mujer de Jerónimo de la Cueva. El líder de este grupo, Juan de Montoro, era originario de Jerez de la Frontera, y el tercero con el mismo nombre en su familia. Según todas las noticias, se trataba de un hombre tenaz, que permaneció en la empresa a pesar de las enfermedades, muertes de compañeros o deserciones. (2)
Desde ese momento, empujada por la bonanza minera del norte, Aguascalientes crece sin cesar. El centro y sur del Estado, es decir, los actuales municipios de Aguascalientes, Rincón de Romos, Calvillo y San José de Gracia, se convirtieron en los proveedores de alimentos -granos básicos, carne, fruta-, para la zona minera, desde Guanajuato y San Luis Potosí hasta Fresnillo.
El crecimiento de la entidad, y especialmente de la ciudad fue constatado por los numerosos viajeros que debían pasar por ella. Uno de ellos, Nicolás de Lafora, escribió en l766 lo siguiente:
La Vi lla de Aguascalientes, que incluye dos mil casas, sin contar con las chozas de los indios, que la circundan; está situada en un llano bien cultivado, con muchas tierras de labor que producen con abundancia chile, maíz, frijoles y algún trigo; al este a la distancia de una legua, hay un eje de agua caliente medicinal, que desciende, formando arroyo, por la villa, y se invierte en el riego de varias huertas y chilares; al oeste, a otra legua, en el paraje llamado Morcique hay otro ojo de agua del que beben, trayendo dos cántaros por un medio. Tiene esta población una perspectiva agradable, viéndose las casas por entre una multitud de árboles y siendo éstas bajas, como las de los pueblos anteriores y del mismo material, hacen mejor efecto seis templos que hay entre ellas, tres pertenecientes a los conventos de la Merced, San Juan de Dios y San Diego, y los otros asistidos por clérigos, de cuya clase es el párroco que administra a mulatos, indios, mestizos y españoles. Hay también varias tiendas de mercancía que manejan algunos europeos, y todos están gobernados por un alcalde mayor. (3)
A fines de la época colonial, con la llegada al poder de España de la casa de los Borbones, este crecimiento tiene un nuevo impulso. Resultado de ello es que para 1779 la ciudad contaba con 8445 habitantes. (4)
La guerra de independencia, al interrumpir las actividades mineras, perjudicó económicamente a la región. Ya en la época independiente la economía se fue recuperando paulatinamente.
Las constantes luchas entre los liberales y conservadores a lo largo del siglo XIX en nuestro país, tuvieron importante efecto sobre Aguascalientes, ya que obtuvo su independencia. La creación de Aguascalientes como entidad federativa obedeció a una decisión de Antonio López de Santa Anna, quien se proponía restar poder al estado de Zacatecas, gobernado por el acérrimo liberal Francisco García Salinas. Los hacendados y comerciantes locales apoyaron a Santa Anna, y para 1857 se le reconoce la calidad de Estado de la Federación.
Con el porfiriato, Aguascalientes entra en una nueva época de auge, debido al crecimiento de la producción minera y a la introducción del ferrocarril. Ubicada estratégicamente, Aguascalientes siguió siendo paso obligado al intercambio mercantil norte-centro-norte. (5)
2.-EMPLAZAMIENTO
El templo del Señor de la Salud se encuentra situado al oriente de la ciudad de Aguascalientes, en un entorno relativamente reciente, producto de ampliaciones provocadas por el desarrollo de la ciudad durante el siglo XIX. El acceso al templo estaba planeado frente al jardín público que se limita por las calles de San Atanasio y Princesita, pero debido a que este templo se comenzó pero no llegó a terminarse, el actual funciona dentro de una sección que se completó con ese objeto y cuya entrada está sobre la calle de San Atanasio. Al norte de esta edificación y ocupando el resto del predio se ha construido recientemente un claustro de un solo piso, sin mérito arquitectónico alguno.
Las construcciones que rodean la manzana donde se encuentra el templo en funciones y las ruinas de la edificación interrumpida, son todas bajas, contemporáneas y sin estilo específico. La topografía es plana y la región, a excepción del jardín público, está poco arbolada y no totalmente urbanizada.
3.-HISTORIA
Aguascalientes contó desde su fundación con la presencia de religiosos, como uno de los propósitos declarados de los conquistadores era la evangelización, se preocuparon por hacerse acompañar o solicitar la presencia de misioneros en las regiones que conquistaban o poblaban. Además, como una buena parte de la población de la ciudad era española, la religión católica se asentó firmemente. Los primeros templos, construidos en los siglos XVII y XVIII, pronto fueron insuficientes para albergar a una población en constante crecimiento. Por esa razón, en el siglo XIX se erigen nuevos templos, como el dedicado al Señor de la Salud.
Su construcción se inició cuando Aguascalientes pertenecía aún a la diócesis de Guadalajara. Cuando el arzobispo Pedro Loza practicó su visita pastoral a Aguascalientes, el 5 de agosto de 1884, varios vecinos de la parroquia del Encino le solicitaron autorización para construir una nueva capilla dedicada al Señor de la Salud, para sustituir a la que se encontraba dentro del cementerio del mismo nombre. El templo del Señor del Encino había sido dedicado en marzo de 1796.
Posteriormente, los feligreses expusieron su petición por escrito, con fecha 9 de agosto de 1884, y el arzobispo Loza dio su autorización el día 31 del mismo mes. Para llevar a cabo la obra se comisionó al presbítero Manuel de J. García, pero se avanzaba lentamente.
En el año de 1889, el 22 de agosto, Aguascalientes fue elevada a la categoría de diócesis, siendo nombrado primero obispo José María de Jesús Portugal, conocido por su enorme cultura y su vida entregada a la religión. Durante los muchos que fue párroco de Asientos construyó un refugio en las afueras del templo de Tepozán, que utilizaba para meditar y escribir sus obras. Se ignora la causas por la cual el edificio no fue terminado pero seguramente influyó el gran tamaño de la ciudad y en una zona incapaz de solventar económicamente lo necesario para su realización; fue habitada seguramente en plan provisional el local posterior del que sería presbiterio, para llevar a cabo los oficios religiosos y fue durante la gestión del obispo José María de Jesús Portugal cuando se concluyeron las obras del actual templo, que se bendijo el 15 de mayo de 1905. La imagen del Señor de la Salud que ahí se venera fue trasladada de la vieja capilla del panteón. (6)
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El conjunto arquitectónico del cual es parte el templo del Señor de la Salud consta de dos secciones y la iglesia en funciones corresponde a una dependencia del templo que no se terminó, probablemente un camarín o tal vez una capilla proyectada para quedar tras el presbiterio. Esta iglesia es de planta rectangular, con acceso por su extremo menor y a través de una portada labrada en cantera blanca bien ejecutada, consta de un vano con cerramiento ligeramente curvo, a cuyos lados se encuentran pilastras del orden jónico con estrías a toda su altura, las cuales se apoyan en basamentos sencillos. Sobre cada capitel de estas pilastras está labrado un florón en relieve, el cual coincide con un friso en donde corren roleos de hojas de acanto, sobre éste una cornisa que soporta dos remates laterales en forma de macetones y al centro otro dibujo en relieve a base de vegetales. Esta portada por su delicado diseño y color destaca sobre el recio muro de bloques de piedra oscura produciendo un bello efecto. El resto del muro de la fachada sólo presenta dos ventanas más, una que es tetralobulada y que ilumina una capilla interior, y otra de forma rectangular con un marco de tabique aparente al exterior y que se transforma por el interior del coro en un arco de medio punto. Este muro tiene a la derecha un contrafuerte sobre el que se levanta una torrecilla compuesta por un primer cuerpo de planta cuadrada con un vano de alargado arco de medio punto en cada lado, coronados por pequeños frontones curvos con perforaciones trilobuladas y remates en los ángulos de la cornisa. Sobre este cuerpo se desplanta un tambor cilíndrico con una pirámide octagonal truncada que lleva en la parte superior una cruz de piedra.
La fachada hacia donde se ha construido el claustro es también de sillares regulares de cantera oscura con contrafuertes del mismo material para resistir los empujes diagonales transmitidos por los arcos que sostienen las bóvedas. Entre los contrafuertes se abren ventanas altas que al igual que en la fachada principal tienen marcos rectangulares al exterior y arcos de medio punto al interior.
La bóveda central se ve desde fuera y es de planta circular; tiende a ser una sección de esfera rebajada y un tanto plana en la parte superior, con nervaduras exteriores y rematada con una linternilla cilíndrica con ventanas alargadas con arco de medio punto y una cruz de piedra. Tanto la cúpula como la linternilla están construidas con formas sumamente sencillas.
La iglesia en funciones tiene una sola nave rectangular y tres tramos, techados los extremos con bóvedas de arista y el centro con una cúpula circular.
El acceso de los fieles se hace por la calle de San Atanasio y en una parte del primer tramo se encuentra construido el coro, sostenido con un arco de tres centros que soporta la bóveda de arista bajo la cual se encuentra el sotocoro. A través de este tramo se entra a una capilla que queda del lado izquierdo y la cual también está techada con bóveda de arista. Por esta capilla se sube al coro, el cual está decorado a base de columnas jónicas pintadas en las esquinas. Igualmente a los lados de la ventana del coro están pintadas las columnas, así como molduraciones alrededor del arco. Este coro tiene un barandal ejecutado en madera, semejante a una celosía a base de pequeños arcos en forma de ojiva que nos recuerda el uso que se hizo a principios de este siglo de elementos inspirados en el renacimiento gótico.
La nave se divide longitudinalmente en tres secciones a base de arcos fajones de cantera que sostienen la cúpula, los cuales se apoyan en pinjantes o ménsulas semi-circulares que se ligan entre sí a través de cornisas que corren en ambos muros laterales; tanto en estos paños como bajo los arcos formeros al óleo con escenas bíblicas, pintadas a la manera académica, tan de moda a principios de este siglo.
En el centro del muro del presbiterio se encuentra un sencillo altar neoclásico labrado en cantera y fileteado en oro de hoja. En el muro del lado izquierdo de este altar se abre una puerta que comunica con la sacristía y a través de ésta se puede pasar a lo que iba a ser el tramo del presbiterio de la gran iglesia que no se terminó.
A partir de los muros iniciados, que se elevan en general hasta cinco metros de altura y a veces hasta más, se puede con facilidad deducir la distribución de la iglesia. Esta era de una sola nave, con cinco tramos en total que incluían el presbiterio rectangular al fondo (con el camerín o capilla que funciona atrás de éste) después el crucero con brazos bastante amplios, dos tramos intermedios y al frente, el que debía ocupar el coro, pues saliendo por el acceso lateral izquierdo encontramos la parte baja del torreón que adosado al basamento de la torre de ese lado, conducía al coro, lo que nos hace deducir que al estar la escalera al exterior de la torre, su basamento iba a ser ocupado por el bautisterio y en el lado derecho por alguna otra capilla como era lo usual.
Las ruinas de esta iglesia nos hacen ver muy claramente el sistema constructivo que se empleaba en este tipo de obras, pues se construía el interior de los muros a base de piedra irregular y a medida que se iban elevando éstos, simultáneamente se recubrían por fuera y por dentro con sillares de cantera labrada que se iban anclando regularmente en el corazón del muro interior. Igualmente se dejaba para el final la cantería de las portadas laterales, y sólo la fachada del frente se desplantó, pudiéndose apreciar los arranques de un par de columnas estriadas a cada lado del acceso principal (remetidas del paño general) y soportadas por grandes basamentos, todo labrado en cantera, que nos muestra aunque sea de manera aproximada, el estilo ecléctico en que se iba a realizar, pues la generalidad de los templos construidos a principios de este siglo en la república eran la conjunción de estilos de diversas épocas.
Posteriormente a la terminación de la iglesia pequeña en 1905 no se han ejecutado obras en el sitio.
Por otra parte podemos observar que además de los murales existentes no hay obras de arte significativas.
5.-BIBLIOGRAFIA Y NOTAS
1). GOMEZ Serrano, Jesús. Aguascalientes: Imperio de los Guggenheim (Estudio sobre la minería y metalurgia en Aguascalientes 1890-1930. El caso Guggenheim-ASARCO). México, SEP/FCE, 1982, pp.162-274.
GONZALEZ, Agustín R. Historia del Estado de Aguascalientes. Ed. Francisco Antúnez, Aguascalientes 1974; y
GURRIA Lacroix, Jorge. La minería, señuelo de conquistas y fundaciones en elsiglo XVI novohispano. En La minería en México. Estudios sobre su desarrollo histórico. UNAM, México 1978, pp.54-63.
2). TOPETE del Valle, Alejandro. Los cuatro Juanes de Montoro en El Sol del Centro. 22 de octubre 1975. y
TORRE Rangel, Antonio de la. Notas histórico-jurídicas sobre la fundación de Aguascalientes. Ed. Jus, México 1982, pp.25-28.
3). LAFORA, Nicolás de. Relación del viaje que hizo a los Presidios Internos situados en la frontera de la América Septentrional perteneciente al rey de España. Estudio y notas de Vito Alessio Robles, Ed. Pedro Robredo, México 1939, pp.48-49.
4). Plan Geográfico de los curatos que son contenidos en la Jurisdicción de Aguascalientes. Abril 10 de 1779. Copia fotográfica de microfilm proporcionada por el Lic. Helio de Jesús Velasco, investigador del Centro de Investigaciones Regionales de Aguascalientes.
5). IBORRA, Vicente. Independencia del Estado de Aguascalientes. UNAM, México 1981, pp.19-48.
6). GONZALEZ Sánchez, José. Crónicas de Asientos. Ed. Jus. México, 1965.
TOPETE del Valle, Alejandro. Aguascalientes. Guía para visitar la Cd. y el Estado. Ed. del autor. Aguascalientes 1973. pp.179-180.
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