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Sin nombre
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000787
Estado, Municipio, Localidad
Chiapas > Socoltenango > Nuevo San Sebastián la Candelaria (070830007)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000787
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Las primeras órdenes religiosas que llegaron a Nueva España, en el siglo XVI, y que efectuaron la labor de catequesis más intensa dentro del territorio fueron los franciscanos, los agustinos y los dominicos. Para mediados del siglo estaban edificando en el centro de México los grandes conventos que han pasado a la historia como obras de primera categoría y que forman el núcleo principal de la arquitectura de aquella época.
Los dominicos se extendieron hacia el sur de México, en Oaxaca y Chiapas con más fuerza que cualquiera de las otras dos órdenes. En Oaxaca construyeron grandes casas, hasta mencionar Yanhuitlán, Coixtlahuaca y Teposcolula o Cuilapan para darnos cuenta de su grandiosidad.
Ahora bien, en Chiapas, la arquitectura dominante es posterior al siglo XVI, se trata más bien de edificios de tipo parroquial de la época barroca, a partir del siglo XVII, menores en magnitud que los del primer siglo de evangelización. Por lo general, la arquitectura tradicional religiosa, chiapaneca, tiene cubiertas de madera. Son contados los edificios cubiertos de bóveda en su totalidad, Santo Domingo de San Cristóbal de Las Casas es uno de ellos y en su forma actual establece un compromiso formal entre el estilo de edificios techados con madera o con bóvedas, lo mismo que en su planta cruciforme
Los únicos dos edificios que se han encontrado hasta ahora en el Estado de Chiapas que siguen las normas constructivas de los del centro de México, que son las mismas de Oaxaca, son los de Tecpatán y Copanaguastla, ambos en estado de ruina para que es necesario conservar, al menos consolidándolos para que no acaben de destruirse en tanto se les encuentra un uso de beneficio para la comunidad. En Tecpatán ya fueron efectuadas las primeras labores por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, a partir de 1975. Copanaguastla no ha sido tocado a pesar de que es un monumento capital para arquitectura chiapaneca. Dichas normas constructivas consisten en que la planta del templo es de una sola nave, lo que se llamaba en el siglo XVI como de nave rasa, es decir, sin capillas ni crujías laterales. Otra característica es que están techadas con bóveda aunque no falta algún ejemplo cubierto con madera y teja, como el monasterio franciscano de Tlaxcala. Copanagustla pertenece a este grupo y aunque su techo se vino abajo quedan vestigios suficientes par reconstruirlo.
2.-EMPLAZAMIENTO
Para llegar a Copanaguastla podemos ir desde Tuxtla, por la carretera de Venustiano Carranza o bien salir desde San Cristóbal de Las Casas rumbo a Tenejapa, tomar la ruta de Villa Las Rosas y Soyatitlán, donde junto a la carretera veremos la espléndida estructura del antiguo templo, y de allí, seguir adelante por caminos de terracería, en vehículo apropiado para ello, hasta llegar a Copanaguastla, situado hoy de día dentro de la finca de La Candelaria, en el Municipio de Socoltenango. Bajamos del clima frío de la montaña, y llegaremos a sí a la tierra caliente de los llanos de Chiapas donde se cultiva y se procesa la caña de azúcar, zona también ganadera, próxima al envalse de la presa de la Angostura, región de grandes y extensas llanuras y pantanos poblados por numerosos bosques de palmas tropicales, según las palabras del profesor Jorge Olvera, quien dio a conocer el lugar en 1951, en la revista Ateneo, bajo el título de Copanaguastla, joya del plateresco en Chiapas.
Las ruinas se sitúan en medio del llano, destacando la recia silueta del templo como única forma construida entre la naturaleza. Su volumen prismático emerge del valle con la misma fuerza que los conventos del siglo XVI del centro del país ubicados siempre en lugares destacados del paisaje.
3.-HISTORIA
Copanaguastla, según la crónica del dominico Fray Antonio de Remesal, fue fundada en 1554, y ratifica su fundación el 11 de enero de 1557, por Fray Tomás Casillas, por acuerdo del Obispo de Ciudad Real de la provincia de Chiapas, como confirmación del asentamiento, sabemos que para 1615 desde Copanaguastla se administraban los pueblos de Zozocoltenango, Zoyatitlán, San Bernabé, Pynula, Zacualpa, Comotlán, Yztapa, Chalchitlán, Citalá, Teculutla.
En 1564, los habitantes del lugar tubieron otro desconsuelo más que el hambre, que fue un incendio de la iglesia, tan repentino, que con mucho trabajo pudieron escapar la casa . . . un rayo puso fuego a la iglesia, con mucho dolor de los padres y naturales porque la acababan de cubrir de madera muy fuerte, con una lacería de hermosos visos que asían al techo.
Según los datos anteriores, la fundación de Copanaguastla es anterior a Tecpatán en diez años. Para 1564, en que fue fundado Tecpatán, ya había en Copanaguastla, templo acabado con techo de madera. Claro está que los vecinos y naturales , del lugar habían edificado un templo antes de que fueran reasignados en residencia los dominicos; Copanaguastla había sido hasta aquel momento, visita de Ciudad Real. Desde luego hay una facilidad para edificar iglesias rápidamente en dicho poblado y es la existencia de piedra, que en San Cristóbal de Las Casas es muy escasa. En 1567 o 1568, después del incendio, llegó a Copanaguastla.
Fray Francisco de la Cruz, más por ayuda temporal de labrar y edificar iglesia y casa que por colaborar en otras actividades de catequesis, ya había aparecido antes en Zinacantán y en San Juan Chamula haciendo obras de arquitectura y fuentes. Resulta entonces que el mismo cronista dominico, en su Historia de la Providencia de San Vicente y Guatemala nos proporcionó, también, el nombre del arquitecto.
Todo este auge de crecimiento y de construcción se vio truncado por una peste que arrasó la población hasta el punto que el 13 de febrero de 1629 el Prior Principal de Santo Domingo de Guatemala mandó trasladar el convento a Tzotzocoltenango y con ello el priorato. En 1645 se desmanteló la iglesia y hasta las campanas fueron trasladadas al mismo lugar, hasta que en 1659 fueron llevadas a la Catedral de Ciudad Real. En 1629 el edificio de Copanaguastla tenía que estar acabado en su arquitectura, y allí quedó como único resto de lo que fue una población floreciente.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
Del convento de Copanaguastla conocemos la organización general de la planta gracias al plano que publicó Jorge Olvera que fuera levantado por Pedro Alvarado y B. Palomera, puesto que de la vivienda de los frailes cada vez queda menos en pie. La iglesia conserva la mayor parte de sus muros laterales y la extraordinaria portada plateresca de la entrada principal; ha perdido el muro testero y parte de una esquina. Grandes montones de escombro, sobre todo en el presbiterio del edificio demuestran que los derrumbes no han sido removidos, por ello, parte de las piedras labradas de las partes altas del inmueble, si acaso las hubo, pueden ser recuperadas; no sabemos en que estado de conservación porque llevan siglos bajo tierra y el edificio se utiliza como corral de ganado lo mismo que en 1951 cuando fuera dado a conocer públicamente. Es necesario efectuar obras de arqueología que nos permitan encontrar los niveles originales y recuperar las nervaduras y claves de las bóvedas y, desde luego, consolidarlo y buscarle un uso más digno.
La planta del templo es de nave rasa la cual se caracteriza por no tener capillas, ni crujías laterales, formada por cuatro cuadros hasta el presbiterio que es también cuadrado, del cual continúa el ábside, seguramente cuadrado también. Hacia el presbiterio dan dos habitaciones que han sido interpretadas como cruceros de la nave única. Sin embargo, los cruceros de los templos de la arquitectura se construyeron más bien en parroquias barrocas que en edificios conventuales de frailes, del siglo XVI; se hicieron para cobijar los altares cuando el culto se complementó con varias advocaciones. En los edificios típicos del siglo XVI no había altares secundarios y en Copanaguastla menos porque cada uno de estos dos recintos laterales tiene puerta en su muro principal, no es posible colocar allí un altar; uno de los recintos da hacia el convento, formaba parte del presbiterio, comunicaba hacia la sacristía. El recinto opuesto abre hacia la sección que da hoy en día hacia el campo abierto, es probable que junto al templo se ubicara el cementerio, como en Huejotzingo de Puebla y en Malinalco, del Estado de México .
El recinto que se orienta hacia el convento, es decir hacia el norte, sirvió de coro, ya que este edificio no tiene el menor rastro de haber tenido el coro a los pies de la iglesia, o sea, sobre la entrada principal, inmediato a ella; este dato es seguro. El recinto del lado sur, hacia el campo, si comunicaba con el cementerio, pudo haber sido la capilla para velar a los muertos o quizá el bautisterio, dado que no se ha localizado todavía la posición de este elemento. En el centro de México suele estar el bautisterio en una habitación con entrada desde el sotocoro; aquí no existieron ni coro en la entrada, menos sotocoro, ni tampoco una habitación junto a la puerta principal de la iglesia. Sin embargo, no podrán comprobarse estas hipótesis sin hacer arqueología en el inmueble. Sería muy interesante conocer los niveles del piso que podrían aportar muchísimos datos.
Y es que tenemos que entender que las civilizaciones antiguas se conocen en buena parte gracias a su arquitectura, podemos hablar de griegos o de romanos, de la cultura islámica o de la egipcia. En todos los casos tienen en lugar primordial los vestigios arquitectónicos de su pasado porque es, a la vez, patrimonio de la humanidad.
La cubierta del templo era de bóvedas con nervaduras, aunque éstas últimas eran ornamentales, es decir, no tenían función estructural de soporte. Comprueban lo anterior los vestigios del nacimiento de nervaduras que aún podemos observar, están como pegadas a las paredes, sin empotramientos. Tenían bóvedas nervadas tanto la nave como el presbiterio y las dos habitaciones laterales, coro y capilla. El ábside estaba techado con bóveda de cañón cuyo arranque puede observarse todavía. Todo el interior del templo estaba pintado a la cal, simulando sillares regulares de piedra; tenía un pequeño friso que seguía la cornisa que marca el arranque de la techumbre, también quedan restos de su greca de plantas y flores, a la altura de los pinjantes que marcan los tramos de la cubierta.
El convento ocupaba la parte norte del templo, con patio rectangular a cuyo alrededor se construyeron las habitaciones en crujías corridas. Una escalera de planta cuadrada llevaba a las azoteas.
La portada principal es notable por el clasicismo de sus formas del más puro estilo plateresco, está compuesta con un tema de círculos. Semicircular es el arco de la puerta y los que cierran los cuatro nichos, dos grandes a los lados y dos menores en la parte superior y otro semicírculo conforma el frontón superior. Cinco círculos que debieron sustentar pintura o escultura adornan el marco de la puerta en la clave, en las impostas y en las jambas.
La puerta está encuadrada entre dos pilastras y un entablamento con friso de querubines y dos cabezas humanas en las esquinas, que bien pudieron ser retratos. Todos los detalles de la arquitectura están magistralmente resueltos en su aspecto formal.
El profesor Prudencio Moscoso, cronista de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas hizo un comentario sobre la portada de Copanaguastla escrito con entusiasmo por el profesor de Historia del Arte John Douglas Hoag PH.D. después de visitar las ruinas de Copanaguastla, dice así; Estilo de Lorenzo Vazquez que laboró para los Duques, del Infantado de Guadalajara y para el Obispo Mendoza en Valladolid, entre 1490 y 1510. Los capiteles de las pilastras y del friso son de ese estilo muy puro y no he visto cosa igual en México.
5.-BIBLIOGRAFIA
. ARTIGAS Hernández, Juan Benito,
San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores, esbozo de su arquitectura en San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores.
Patronato Fray Bartolomé de Las Casas
Secretaría de Educación y Cultura.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1984.
. ARTIGAS Hernández, Juan Benito.
Arquitectura del Virreinato Análisis y Gráficas. Guía de la exposición.
Museo Universitario de Ciencias y Artes. Centro de Investigaciones y Servicios Museológicos.
Coordinación de Extensión Universitaria, UNAM
. MORALES Avendaño, Juan María
Rincones de Chiapas. Ensayo Monográfico sobre San Bartolomé de los Llanos
Imprenta Urbina
San Cristóbal de Las Casas, Chis. 1974
. OLVERA, Jorge
El Convento de Copanagustla: otra joya de la arquitectura plateresca en Tlatoani
Escuela Nacional de Antropología e Historia
Sociedad de Alumnos No. 11 octubre de 1957 - 2ª época. México, 1957.
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