La ex-hacienda de tingüitiro está contemplada en los expedientes agrarios desde el siglo XIX; su construcción según la descripción de la Secretaría de la Reforma agraria era de adobe con techos mixtos de teja y terrado. La capilla estaba cerrada desde 1904 debido a que fue denunciada como inmueble abierto al culto público y reclamada como propiedad del clero. No se tiene más información al respecto hasta la formación del ejido en terrenos de la hacienda.
En la actualidad sólo se conservan algunos restos de los antiguos muros en un terreno baldío, que de no ser por los informes aportados por Don Ceferino Losa, vecino del lugar que indicó el sitio, éste hubiera pasado desapercibido.