Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000116
Nombre del Inmueble
Jesús María
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
9 10677 1
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
ANTECEDENTES HISTORICOS
El 2 de enero de 1578 el papa Gregorio XIII expidió un Breve permitiendo el establecimento de un convento en la ciudad de México, para albergar e instruir a las jóvenes hijas de los conquistadores que habían quedado en la pobreza. Dicho convento fue fundado en 1580 por Don Pedro Tomás Denia y Don Gregorio de Pesquera con la autorización del arzobispo Don Pedro Moya de Contreras. Se le dió la advocacción de Jesús María y desde el principio fue ocupado por monjas concepcionistas. En 1583 recibio el titulo de "Real" por cédula del monarca español Felipe II quien aceptó el patronato y protección del convento por estar cobijada en él una hija natural suya llamada Doña Micaela de los Angeles. En 1588 el incipiente convento tenía una pequeña capilla en la planta baja del edificio y no fue sino hasta 1597 que el arquitecto Pedro Briseño empezó la construcción del nuevo templo. Las obras avanzaron muy lentamente encargándose de ellas en 1618 el Arquitecto Alonso Martínes López, maestro mayor de la Catedral, quien lo terminó el 7 de febrero de 1621. Exceptuando la torre, su campanario y los contrafuertes de los muros de la nave que quedaron concluidos en 1673. En 1691 el interior de la iglesia fue renovado completamente con magníficos retablos de madera tallada y dorada durando la obra más de 90 años. hacia 1775 se terminaron los trabajos de mejoramiento del claustro y ampliación del convento, el cual ocupaba una superficie de 14500 varas cuadradas.
En 1806 el Arquitecto Manuel Tolsá transformó la fachada oriente del templo al estilo neoclásico, añadiéndole las dos monumentales portadas que actualmente se conocen y modificando la cúpula de gajos por otra de casquete esférico. Con cantera de chiluca se labró la nueva decoración de corte academista del campanario, del tambor de la cúpula, los enmarcamientos de las ventanas y el remate estriado de los contrafuertes. En el atrio se colocó una elegante reja de hierro colado. El interior también fue modificado con elementos de la arquitectura neoclásica. En el presbiterio se colocó un nuevo altar con una gran pintura en el tímpano del testero del artista poblano Cordero. Las bóvedas de la cubierta fueron estucadas, divididas en recuadros y bellamente pintadas al fresco. A las pilastras de la nave se adornan otras del orden jónico al frente y a los lados, terminadas por un entablamento perimetral y en cada entreeje se colocó un nuevo altar y un remate con forma de frontón curvo. Las monjas estuvieron en posesión del convento hasta su clausura por las Leyes de Reforma en 1861, teniendo que guarecerse provisionalmente en el convento de Regina Coelli. Durante la intervención francesa las religiosas volvieron a tomar posesión de sus antiguas propiedades, pero a la caida del imperio, fueron exclaustradas definitivamente y el conjunto pasó a manos de la Beneficiencia Pública para convertirlo en un hospital para menesterosos. Pero como el proyecto no prosperó, en 1874 la misma institución dividió en 31 lotes los terrenos y construcciones del antiguo convento. El Gobierno de la República cedió algunos lotes a la Escuela de Artes Gráficas para Mujeres, otros a la familia del General Ignacio Zaragoza en compensación a sus servicios y los restantes fueron vendidos a particulares.
Durante los primeros años del siglo XIX, el templo tuvo que ser reparado pues sus muros y bóvedas se encontraban en muy mal estado, El edificio del ex-convento que funcionaba como vecindad y locales comerc iales, también requirió reparaciones debido a las humedades que afectaban a toda la construcción. En esta época se modificaron substancialmente sus fachadas sobre todo en cuanto a la distribución de sus vanos. Además se les añadió el pretil mixtilíneo y los remates en forma de tornillos. Las fachadas quedaron aplanadas con ajarcas dándoles nuevamente una apariencia colonial. En 1931 el templo y su exconvento furon declarados monumentos históricos. El templo fue cerrado al culto en 1933 por decreto presidencial y un año después se le entregó a la Secretaría de la Defensa Nacional conjuntamente con los anexos de la calle de la Soledad para la instalación de sus archivos. Durante la década de los 30's el claustro del exconvento fue techado y convertido en el cine Mundial alterando substancialmente las arquerias del costado norte para alojar la pantalla de las sala cinematográfica. Las fachadas del edificio sirvieron desde entonces como un muestrario de todos los recurso posibles para deformar un edificio. Desde la marquesina luminosa del cine, hasta la pintura de diferente color en cada local comercial, pasando por otra inútil marquesina de hierro colado, los inadecuados anuncios, las vitrinas de quita y pon, los toldos de lona, etc. El cine Mundial funcionó hasta los años 70's y posteriormente el claustro fue ocupado por la mueblería Viana y Cía.
En 1960 el templo fue devuelto a las autoridades eclésiasticas de la Mitra y rabierto al culto público motivo por el cual se tuvieron que efectuar innumerables repaciones tanto en su interior como en su parte externa. El Gobierno Federal expropió en 1981 el edificio del antiguo convento por considerar de utilidad pública su conservación y valorización histórica. Con las obras de restauración del centro histórico las fachadas del edificio recuperaron parte de su fisonomía original, sin embargo inexplicablemente también fue suprimida la reja atrial del templo, convirtiéndose este espacio en un gran estacionamiento público. En 1982 el antiguo claustro fue destinado a la Secretaría de Educación Pública para albergar las oficinas de la Dirección de Monumnentos Históricos del INAH, pero como el inmueble federal se encontraba ocupado en su mayor parte por particulares esto no se llevó a efecto quedando el edificio en custodia de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología. La SEP nuevamente lo solicita en 1987 para reubicar algunas de las unidades administrativas cuyos edificios habían sufrido daños con los sismos de septiembre de 1985, pero como el edificio todavía no había sido desocupado, ni sus inquilinos desalojados tampoco se pudo llevar a cabo. La mueblería Viana ocupó el inmueble hasta 1992 y actualmente el claustro es utilizado para albergar provisionalmente algunos comercios ambulantes que se encontraban instalados en las calles de Alhóndiga y Roldán. Los coros alto y bajo del templo fueron modificados espacialmente para ocupar oficinas parroquiales y lamentablemente el resto del edificio parroquial presenta un avanzado deterioro derivado del nulo mantenimiento preventivo y correctivo por parte de sus encargados.
DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El templo parroquial de Jesús María es de una sola nave de planta rectangular situada con el presbiterio al norte, el coro al sur y los accesos por el costado oriente. La nave está formada por siete tramos de los cuales los dos primeros corresponden al coro, los tres siguientes a la feligresí a el sexto al falso crucero con la cúpula y el último al presbiterio. Su estructura es a base de muros de carga y contrafuertes de mampostería de tezontle. La cubierta está formada por bóvedas de cañon corrido con lunetos que se ssustentan sobre arcos fajones y formeros de medio punto de la nave. La cúpula es semiesférica sobre un tambor octagonal donde se destacan los lucernarios con arco de medio punto y está terminada por una linternilla y un cupulín. Los coros están separados de la nave por medio de un reja el alto y una cancela el bajo. El sotocoro actualmente alberga las oficinas parroquiales. La sacristía del templo se localiza al poniente junto al tramo del presbiterio. Cabría señalar que todas la decoración y ornato del interior de la nave fue modificada a principios del siglo XIX perdiéndose la original de estilo barroco.
Al frente del templo por el costado oriente existía un estrecho atrio delimitado por una reja de hierro colado pero a partir de su inexplicable retiro este espacio se ha convertido en un estacionamientio de automóviles. La fachada principal acusa las portadas gemelas añadidas por el Arquitecto Manuel Tolsá en 1810. Estas portadas sobresalen conjuntamente con los contrafuertes del paño de la fachada. Las portadas están labradas en cantera de chiluca y están compuestas por los vanos de acceso de dintel recto flanqueados por columnas monumentales de sección circular con los fustes estriados sobre pedestales recatangulares. Sus capiteles son dóricos y sostienen pesados entablamentos que acusan en el friso triglifos y metopas. Los entablamentos sostienen grandes frontones curvos sin ninguna decoración en los tímpanos, sobresaliendo tan solo una línea perimetral a base de modillones a eje con las metopas del friso. Arriba y al centro de los frontones se encuentra un medallón con relieves coronando con una gran bola terminada en pináculo y a sus flancos a manera de acróteras se elevan unos remates con forma de macetones en la base y flamero en la punta. El talud de los estribos del muro está tratado con estrías imitando el fuste de las columnas de las portadas. Una gran cornisa en voladizo recorre toda la fachada. Hacia la fachada se abren varios vanos de iluminación los cuales son de diferente forma pero todos ostentan sobrios enmarcamientos moldurados destacando derrames. Hacia la parte sur se levanta el campanario de sección cuadrada, trabajado en dos cuerpos chapeados en cantera labrada con elementos neoclásicos y rematado por un cupulino de forma bizantina recubierto de azulejos. El tambor de la cúpula ostenta pilastras de cantera flanqueando las lucarnas que a su vez están rematadas por pequeños frontones circulares con pequeñas acróteras en los extremos. La fachada norte correspondiente al muro testero está delimitada por dos grandes contrafuertes esquineros desplantados en diagonal y está tratada en dos cuerpos. En el primer cuerpo resalta el rodapié de cantera y arriba de éste al centro se encuentra un nicho enmarcado por pilastrillas y un frontón curvo. Ambas fachadas muestran sus mamposterías a base de tezontle ya que su aplanados fueron suprimidos.
El interior del templo está tratado con elemntos neoclásicos y está todo acabado en estuco y oro. A las pilastras originales de los muros laterales se le sobrepusieron otras de fustes estriados con capiteles jónicos que sutentan un gran rantablamento con el friso ornementado y una gran cornisa en voladizo. En cada tramo de los muros laterales, exceptuand o los de las portadas de acceso, se construyeron altares también flanqueados por pilastras de sección circular, con los fustes estriados y capiteles jónicos. Arriba del entablamento en estas partes se forjaron frontones curvos que parecieran estar rematados por las ventanas alojadas en los tímpanos de los arco formeros.El intradós de los arcos fajones y formeros de la nave está tratado con casetones que acusan florones al centro. Las bóvedas de la cubierta están divididas formando diferentes tableros los cuales están bellamente decorados, al igual que el intradós de la cúpula, las pechinas de falso crucero y los flancos de las ventanas de la nave con bellas pinturas al fresco. Desafortunadamente esta impresionante obra mural, presenta un lamentable estado de deterioro debido a humedades provocadas por la filtración de aguas pluviales que prácticamente han arruinado en más de un 70 por ciento la capa pictográfica de los frescos.
El altar mayor en el presbiterio es sencillo y repite la misma composición neoclásica del resto de la nave. Al centro se encuetra un pequeño ciprés formado por columnillas que sustentan una cupulilla rematada por un gran crucifijo. Al centro del ciprés a manera de nicho se encuentra una imagen de la Virgen María. El altar está flanqueado por un par de pilastras que soportan un gran entablamento rematado por un frontón curvo. Las pilastra se levantan sobre grandes pedestales corridos que se integran con las mesas del altar y en sus intercolumnio se alojan las figuras del Sagrado Corazón de Jesús en el izquierdo y el de San Antonio de Padua en el derecho. En el tímpano del testero sobresale una gran pintura que representa al Niño Jesús predicando en el templo de Jerusalém ante los doctores de la iglesia, obra magistral del artísta poblano Juan Cordero. En el cuarto tramo de la nave se aprecia en el muro poniente arriba de la puerta de la antesacristía una tribuna con su reja en celosía. En el sotocoro fue substituida la reja de la cratícula por una cancela de madera y vidrio. Sin embargo subsiste la reja de bronce del coro alto rematada en abanico por un escudo rodeado de volutas y enmarcado por una banda con una leyenda en latín. Cabría señalar que en el templo se guarda importante obra artística realizada en los siglos XVII,XVII y XIX por connotados artistas.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Jesús María
Número y/o identificador de la vialidad o calle
29 bis
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro
Código Postal
N/A
Otra localización
Centro Histórico
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar