La rudimentaria remodelación que le han hecho a la capilla casi ha destruido la forma y acabados de la antigua construcción. Para ello han utilizado materiales de diversa naturaleza y sin definir detalles. Por ello, actualmente se encuentra cerrada y casi sin uso.
Solo se conservan los muros de piedra a los que se les a adosado anexos a base de tabique y losa de concreto armado. La fachada es muy simple, con su ingreso con arco de medio punto y contrafuertes esquineros que flanquean el remate curvilíneo de la parte superior.
La dedicación parece corresponder al siglo XVI, seguramente relacionada con un barrio antiguo cuya situación fue respetada al trazarse la población colonial. Sin embargo algo sucedio que la capilla fue abandonada y destruida como se observa en la parte posterior de la construcción. Solo la forma tradicional se conserva aún con la adición de los nuevos materiales de construcción, en que se observa la ausencia total de asesoria y la consecuente posibilidad de que pronto se pierdan los datos de su origen.