Este edificio formó parte de la antígua hacienda de Pateo, y fué importante centro de molienda de toda la región.
Al despojarse la hacienda de sus tierras quedó en total abandono, en este sitio según D. Manuel Castañeda se ejerció el culto durante la persecución Cristera por los clérigos que se habían refugiado en el católico Maravatío en donde continuó de manera clandestina y protegida por los vecinos la enseñanza de los seminaristas que se refugiaron en el sitio durante el conflicto Zamorano.
La regularización del culto después del conflicto religioso provocó su abandono, aunado a esto la decadencia de los grandes sembradíos de los hacendados, además de la intervención agrarista que disgregó los centros productivos en pequeñas parcelas propició su total abandono.
Existe registrado como bien federal, en la documentación de la Reforma Agraria, sin que conste en la Secretaría de Hacienda ni en sus archivos.