Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003959
Nombre del Inmueble
Sagrado Corazón de Jesús
Tipo de Monumento
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XIX y XX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
El Santuario del Sagrado Corazón de Jesús ocupa la esquina suroeste de la plaza principal de Tonalá. Esa ubicación le confiere, entre otros, el importantísimo papel de referencia en la zona más céntrica y transitada de uno de los municipios que forman la zona metropolitana de la ciudad de Guadalajara. En esa medida, la obra debe reconocerse como una pieza del mayor interés en el elenco patrimonial de la región.
La iglesia no sólo forma parte de una esquina importante sino que define un espacio relevante en el extremo sur del paramento del área abierta más importante del conjunto toda vez que, al norte, visualmente colinda con el Palacio Municipal, desde luego el edificio comunitario de mayor significación en la zona del centro de la población.
El atrio del templo se extiende sobre una planta en forma de L a la que limita una vigorosa línea curva, de manera que hay una parte de ese espacio justo frente a cada uno de sus accesos, el principal, que ve al oriente, y el lateral, que mira al sur. En el eje de la entrada frontal al recinto la curva describe su mayor dimensión y el atrio asume las formas de un gran medio círculo que comienza en el paramento sur y que concluye en la vecindad con un dispensario dispuesto al norte del templo. Ese espacio atrial va limitado y señalado por un muro de no más de un metro de altura y por una reja que continúa hacia arriba quizá otro tanto y a la que se dispuso dividida en tramos que limitan pilares terminado en almenas a cada casi cuatro metros. El atrio de planta parcialmente curva es una de las principales peculiaridades de la iglesia y, desde luego, del acervo patrimonial de Tonalá y de una amplia región en la zona central del Estado de Jalisco.
Por la integración del conjunto, el edificio muestra dos de sus fachadas, la principal, que ve a la plaza, y la lateral, que naturalmente se incorpora a la imagen urbana de la calle secundaria. Los dos paramentos van cuidadosamente aplanados y pintados en dos tonos: un amarillo muy claro cubre los lienzos de los muros y un blanco brillante recubre molduras, elementos salientes y, sobre todo, las tres torres de campanario.
La fachada principal está formada, como es habitual, por el conjunto de la portada y de las torres con que se resuelven los campanarios. La portada ocupa todo el ancho del edificio y está compuesta de dos cuerpo. En el primero va el vano de acceso -al centro- acompañado por dos espacios compuestos como nichos que se abren entre los pórticos que completan el diseño de la pieza. El arco de acceso es de trazo apuntado y consta de cuatro juegos de jambas, impostas y dovelas, lo que significa un apego particularmente cuidadoso a las soluciones consagradas del estilo neogótico que se practicó en Jalisco desde el siglo XIX. Los apóstoles Juan y Santiago ocupan los nichos en que se resolvieron las calles laterales de la portada. Sobre esos elementos se abren sendas ventanas, también de trazo apuntado, que iluminan las naves laterales de la disposición basilical de la iglesia.
La portada lleva cuatro pilastras que sirvan para señalar las tres calles de su diseño mientras sus capiteles, seguidos de unas voluminosas ampliaciones a modo de cimasios, reciben un sencillo entablamento sobre el que corre un barandal resuelto como reja detrás del cual se alzan tres muros que recuerdan las funciones de las espadañas y a los que dividen cuatro basas y sus almenas, piezas que continúan, arriba, los ejes de ubicación de las pilastras. La capilla -convertida en santuario- es una pieza peculiar tanto por su atrio como por la solución a detalle de las piezas que se comentan.
La fachada lateral, a su vez, es un paramento de mayor longitud al que componen la portada de ese lado y las cinco ventanas que corresponden a los tramos de la estructura interior del recinto. La portada lateral también es una pieza de diseño poco habitual pues consta de un arco apuntado al que flanquean dos pares de haces de esbeltas columnas cuyos capiteles reciben, en seguida, dos reducidísimos arcos que con mucho contribuyen a subrayar los valores de claroscuro y de volumen que distinguen a la fachada lateral completa. El arco se ubica debajo de un extraño entablamento que, en conjunto, simula además ser un frontón triangular roto en el que ambos lados, el inferior y el superior, aparecen sobre líneas paralelas.
El interior del templo es igualmente interesante pues aparte de los valores plásticos de la planta basilical, habrá que reconocer la importancia de los apoyos que, justamente, dan lugar a las tres naves del recinto. Vista de otro ángulo, la planta de este edificio es muy respetuosa de las formas y de las proporciones en la medida en que incluye un espacio adicional, atrás del paño del remate de las naves laterales, en el que se instala el presbiterio.
Los apoyos de las naves son haces de columnas que terminan en capiteles de aliento neogótico; los arcos entre naves son apuntados y la cubierta del recinto fue solucionada con bóvedas catalanas a base de viguetas de acero y láminas de zinc que describen las curvas que demandan las distancias entre una y otra viguetas. Esa organización, y la disposición de los elementos de la estructura, es la misma que se propuso en la primera época del edificio, lo que desde luego constituye uno de sus atractivos y uno de sus valores principales pues es una evidencia viva de los sistemas que se usaron en Jalisco al cambio de siglo del XIX al XX.
El espacio dedicado al presbiterio es de planta poligonal y lleva ventanas en las caras que lo limitan. El área del oficiante está resuelta con el altar mayor, desde luego, y, atrás, con una decoración de metal que simula por lo menos una porción de cielo y arriba de la cual se encuentra la caja que aloja a la imagen titular del edificio. La presencia del presbiterio evidentemente organiza el espacio interior del templo y lo hace con el auxilio y el apoyo de las dos portadas interiores en que rematan al fondo las naves laterales y con una importante y nutrida colección de pinturas en las que se resumen diversas escenas de la vida de Jesús.
El Santuario del Sagrado Corazón de Jesús es una obra peculiar y llamativa, como se ha anotado; pero no sólo por sus cualidades y singularidades sino por la pulcritud con que se atendieron todos los detalles derivados de su esquema compositivo: entre ellos cabe destacar los capiteles de los haces de columnas que hacen los apoyos, los trazos del aplanado que enmarca las ventanas laterales así como los recubrimientos que se agregaron a los muros para alojar los lienzos que prácticamente ocupan toda la extensión de los muros. Frente a la portada lateral sur, y simulando otra portada con comunicación al exterior, fue dispuesto el espacio del baptisterio, uno de los componentes básicos de la organización de la iglesia.
Planta arquitectónica (original)
Basilical
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Francisco I. Madero
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro
Código Postal
45400
Otra localización
Esq. Juárez
Tipo de uso del inmueble
Uso inicial del inmueble
Culto público
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Clero Secular