No tenemos datos sobre la fundación de está capilla, pero dadas las características de la construcción nos inclinamos a pensar que fué una de las tantas trojes habilitadas para el culto, que pertenecieron a una hacienda cercana, lo que puede confirmarse con la actitud de los vecinos que se niegan a abrirla a los extraños.
La fachada es un paramento liso con vano de medio punto ligeramente remarcado y con impostas apenas insinuadas, el muro se extiende hacia los lados en dos contrafuertes verticales que ascienden en rampa para rematar en los muros formeros, el frontispicio hace una curva elíptica y se remata con dos castillos de concreto que forman un feo campanil con su campana al centro.
La nave es sencilla de un solo cuerpo y ábside rectangular, una sola ventana se ubica en el muro norte, colocada a una altura que nos confirma el posible uso inicial de troje.
Los muros son anchos reforzados por el exterior a base de columnas de concreto que soportan la nueva losa del mismo material. La sacristía es nueva, adaptada a los antiguos muros.
Está aplanada y pintada a la cal y generalmente bien cuidada.