Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003463
Nombre del Inmueble
San Antonio
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XIX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
Ubicación: En la carretera que comunica Ario de Rosales - La Huacana en la desviación a Nuevo Urecho por Miguel Silva, pasando el puente del calvario a mano derecha se toma la brecha rumbo a San Cayetano después de pasar 5 Km. de terracería se llega a Araparícuaro.
Antecedentes: La Inspección Ocular nos indica que dependiente del "Pueblo de Ario y su Jurisdicción" se encontraba entre otras haciendas la de Araparícuaro. Carecemos de documentación que aporte datos referentes a esta capilla, ya que no se encuentra entre los expedientes de Bienes Nacionalizados de la Secretaría de Hacienda, sin embargo sabemos que pasó a ser propiedad federal por haberse dado culto público en ella, razón por la cual le fue quitada a sus propietarios y desde entonces dejó de pertenecer a particulares.
Sin embargo, la Historia de Michoacán nos dice: "... La caña fue uno de los motivos comerciales en donde se centró la atención de los empresarios agrícolas
se distinguieron por sus innovaciones tecnológicas y su abundante producción (varias haciendas) sobresalen (entre otras)... Araparícuaro
en (el distrito de) Ario..."
El mismo autor indica que en la Hacienda de Araparícuaro "... se instaló un trapiche de origen escocés que tuvo un costo de 10,000 pesos..." Esta hacienda como muchas otras fue base de la producción cañera de Michoacán y presa fácil del reparto agrario. En el mismo texto nos indican que "... En 1889 había en Michoacán 43 trapiches que empleaban a 8,740 trabajadores y producían 481,180 arrobas de azúcar y 587,349 de piloncillo..."
Al pie de la torre, vemos una placa fijada con clavos metálicos en donde podemos leer:
ACAVOCE
EL AÑO DE
1804
ARAPARÍCUARO MICH.
Descripción:
Se ingresa al inmueble a través de un arco de medio punto con jambas lisas que tienen basas e impostas forjadas en ladrillo que se enmarcan por una moldura de doble media caña, se protege con un tejado a dos aguas soportado por fajillas cargadas por polines de madera que forma un sencillo pero agradable pórtico controlado por un portón de lámina sin valor artístico. Hacia el costado izquierdo del mismo está la capilla; en el derecho se encuentran ruinas de antiguas construcciones que debieron formar parte de la casa del hacendado y posiblemente otros anexos de la antigua hacienda; se observan restos alrededor de lo que debieron ser bardas ya demolidas que seguramente delimitaban la finca.
Parte del terreno está invadido por particulares quienes han levantado nuevos muros de tabicón para así marcar su supuesta propiedad, sin que muestren escritura alguna que la acredite.
El atrio como tal no existe dado que se trata del patio interior de la casa grande de la hacienda, consiste en un terreno despojado de vegetación cubierto de zacate que únicamente muestra un empedrado que sirve de vestíbulo a la capilla y que se aísla por medio de un murete bajo del enladrillado que sirve de piso al pórtico de los anexos.
La fachada es muy sencilla, fue remodelada recientemente y pintada de color blanco con las molduraciones en azul plomo que no le dan mal aspecto y que nos recuerdan la arquitectura ecléctica propia de la influencia académica. Consta de un paramento liso rematado en frontón triangular que sigue la pendiente de la techumbre a dos aguas, conserva en el eje central el acceso delimitado por un arco de medio punto de extradós en forma de moldura convexa que se delimita por medias cañas y muestra al centro, en el sitio de la clave, un pequeño rosetón con un angelito. Las jambas son lisas con una simple moldura curva de tablereado y con basas e impostas sin decorar.
El acceso se flanquea por pilastras rectangulares planas sobre altas basas de un tercio de la altura, rematan en capiteles que sustentan una moldura de roleos cóncavos que sustentan otra de trazo convexo bajo la cual está una guardamalleta, único resabio del barroco que precedió la fuerte influencia neoclásica surgida a fines del siglo XVIII de que está influida la portada. Sobre la moldura vemos un óculo y a eje del mismo, ocupando el frontón está un vano rectangular que proporciona iluminación al desván.
El paramento está recubierto de aplanado de mezcla terciada y pintado a la cal, queda enmarcado por el cuerpo de la torre en el extremo izquierdo y por un contrafuerte rectangular en el lado derecho que remata en su parte superior con un elemento de cantera en forma de media luna bastante común en la arquitectura del siglo pasado que debió estar en otra parte de la fachada y que fue recolocado en este lugar. Una moldura delimita el tímpano del frontón en cuyo vértice desplanta una cruz metálica sin interés artístico.
La torre es de nueva factura, en la parte inferior tiene la placa con la fecha de construcción y sirve de apoyo al arco que conforma la entrada a la finca; consta de un solo cuerpo, formado por cuatro castillos de concreto armado que soportan un cupulín del mismo material que le dan un aspecto acartonado y desagradable que sirve de cobijo a dos modernas campanas.
La nave es de un solo cuerpo rectangular con ábside poligonal reforzado por el exterior con contrafuertes planimétricos, los muros son de lodo y piedra con chapeo de este último material imitando un sillarejo irregular, por el exterior conservan su antiguo enjarre solamente en la sección del ábside, mientras el resto está recubierto con aplanado terciado y pintura a la cal, cuenta con dos ventanas rectangulares con manguetería de madera a cuadros y vidrio corriente en cada uno de los muros laterales, lo que permite una adecuada iluminación.
El interior carece de decoración, está recubierto de aplanado y pintado con pintura de aceite color beige que se extiende a partir de un rodapié de color ocre hasta el entarimado del techo. Este último es un falso plafón de tablas colocadas a hueso sobre vigas que se ensamblan a un estribo perimetral y cuyo nivel rompe la altura original que debió ser mayor como lo indica el retablo cuyo remate tuvo que ser cortado para dejar paso al entablamento.
El piso es de mosaico de pasta corriente y sube un altar hacia el presbiterio donde se encuentra apoyado en el muro absidal, un retablo de diseño neoclásico pintado de blanco con molduras y detalles decorativos en oro votivo, está conformado por una sola calle que se delimita por columnas compuestas pareadas que desplantan de un basamento escalonado y que soportan el entablamento del mismo orden con friso decorado, en el cual descansan roleos descendentes del cuerpo superior que alberga un cuadro con la Virgen de Guadalupe.
Al centro en el cuerpo inferior está un nicho con la imagen en bulto de San Antonio que pese a haber sido repintada deja ver parte del antiguo estofado. Conserva en sus brazos al niño, este último de más reciente factura.
No encontramos piezas de interés exceptuando un Cristo que parece ser de pasta de caña.
El coro no existe, aunque seguramente debió tenerlo antes como vemos por el interior en donde el óculo de la fachada queda interrumpido por el holladero, el acceso al mismo es por una escalera provisional que desemboca en un hueco abierto en el plafón y que a su vez comunica a la torre.
A la altura del presbiterio está un arco de medio punto sobre jambas lisas igual al de la fachada, está pintado al aceite por lo que es difícil determinar el material usado aunque pueden verse el corte de las dovelas; una puerta metálica de mal gusto aísla el templo de los anexos.
Los anexos Se ubican a un costado de la nave y se ingresa a ellos por el presbiterio y por todo el frente desde el atrio, están conformados por una crujía de habitaciones alineadas frente a un pórtico de madera que está soportado por pies derechos que mediante zapatas cargan vigas que sirven de apoyo al tapanco de vigas y tablones con techumbre a dos aguas hecha por vigas pares a las que se fijan fajillas en las que se sujetan las tejas que sirven de protección. Conserva la tipicidad de las obras propias del campo michoacano común en la arquitectura regional.
Los muros son de adobe recubiertos con enjarre y pintados en beige con guardapolvo almagre, los pisos de loseta de barro y tanto los marcos de ventanas como de puertas son de madera; todos los vanos son rectangulares.
Daños:
El conjunto en general se encuentra en buenas condiciones de estabilidad y limpieza exceptuando en la sección posterior del anexo, en donde el contrafuerte de la nave perdió su capa de piedra de recubrimiento y empieza a deslavarse el lodo de las juntas. Existen otros daños aunque son menores y no ponen en riesgo la estabilidad del inmueble.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Observaciones
Se encuentra dentro del casco de la hacienda hoy propiedad federal.
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Ex-hacienda de Araparícuaro
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Araparícuaro
Tipo de uso del inmueble
Uso inicial del inmueble
Culto público
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar