Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000133
Nombre del Inmueble
San Antonio Abad
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
9 19674 1
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
El 19 de enero de 1530, ante el cabildo de la capital de la Nueva España, Alonso Sánchez solicitó la donación de un solar para la erección de una ermita que sería dedicada a San Antón o San Antonio Abad, y cuyo costo correría a cargo del solicitante. El cabildo cedió un solar ubicado al sur de la ciudad, en la isleta de Xoloc, que tenía acceso únicamente a través de la calzada, y estaba rodeada de agua por el oriente, el sur y el norte.
La ermita o capilla abierta, construida por misioneros franciscanos, estaría concluida hacia mediados del siglo y llegó a marcar el sitio principal reservado a los españoles en el barrio que allí empezó a formarse. Ocupaba parte del presbiterio actual y estaba ubicada de oriente a poniente, de acuerdo con la disposición litúrgica vigente. Su portada principal miraba al poniente, al sur estaba la sacristía y como en todos los templos franciscanos, por el costado norte se abría la puerta de porciúncula o acceso lateral. Fue dedicada a San Antón o San Antonio Abad, aunque por su pequeñez se le conocia también como ermita de San Antonio tepito, (de teocaltepiton o casita de Dios); era una de las cinco capillas o visitas de la parroquia de San José de los Naturlaes y en lo civil sus feligreses pertenecían a la parcialidad de San Juan Tenochtitlán.
Procedente de la ciudad de Burgos, España, en 1562 arribó a la Nueva España la orden de Canónigos regulares de San Antonio Abad instituida hacia el año 1095 . En 1208 el papa Inocencio III los autorizó para que como religiosos pudieran vivir sujetos a las reglas de San Agustín. En 1297 el papa Bonifacio VIII los elevó a canónigos regulares y facultó para ejercer todas las funciones eclesiásticas. La orden fue creada para atender a los enfermos del género de lepra conocido como morbo gálico, fuego sacro o fuego de San Antón, éste último por haberlo padecido el santo durante toda su vida. Estaba gobernada por un comendador general y las provincias se encontraban a cargo de un comendador o preceptor llegado de España como todos los integrantes de la orden, puesto que en ella no eran admitidos habitantes de la Nueva España. Ese comendador era elegido por el rey, de una terna propuesta por el comendador general y en las provincias, el número de canónigos integrantes de cada comunidad nunca podían pasar de diez.
Aunque la mayor parte de las fuentes consultadas, dan el año de 1628 como la fecha en que los canónigos regulares de San Antonio Abad arribaron a la Nueva España, existen suficientes razones para suponer que en realdad llegaron desde 1562 como asegura Marroquí basado en documentos por él consultados. Una de esas razones puede ser el hecho de que el cronista de Chalco, Domimgo Francisco de San Antón Muñóz Chimalpahin Cuahutlehuantzin, desde muy joven fue entregado a los canónigos de San Antonio Abad ( de ahí su nombre de San Antón), para que lo educasen, y segun datos del propio cronista, el ingresó ahí en 1594. Otra de las razones para elegir la fecha de 1562 es el hecho de que la portada principal del templo, por sus características arquitectónicas de estilo renacentista, es obra del siglo XVI, e incluso Manuel Toussaint menciona que es muy posible que, lo mismo que el templo antiguo, fuese proyectada nada menos que por el arquiecto Claudio de Arciniega (1526-1593). La razon más poderosa y definitiva se apoya en el hecho de que en el costado sur del templo existía una serie de arcos cegados, que prueban que la portada principal se construyó después que e l hospital.
El mismo año de 1562, el comendador o preceptor de San Antonio Abad, Juan Muñoz, solicitó al cabildo un sitio para el establecimiento de un hospital, que debería ubicarse en las afueras de la ciudad,por lo que le fue asignada la antigua ermita o capilla abierta de San Antonio. Anexos a ella, por los costados sur y oriente, los antoninos construyeron los locales indispensables para su habitación, así como para la atención de los pocos enfermos que a partir de entonces empezaron a recibir. A juzgar por la altura de antiguas ventanas del muro sur del templo, el conjunto del hospital se integraba de dos plantas o niveles, aunque en el plano que Diego Correa dibujó en 1695, este parece de un solo nivel, tal vez a causa de la interpretación tan libre con que Correa pintó su plano. Ese conjunto tenía acceso por el norte, formando atrio cerrado al fondo, hacia el oriente, por la ermita o capilla abierta de 1530, mucho más pequeña que el templo actual.
Es posible que una vez concluidos el hospital y las habitaciones para los canónigos, estos hayan proseguido con una segunda etapa de trabajo, consistente en la ampliación de la ermita, que esa ampliación no fuese considerada desde un principio, lo prueba el hecho de que al prolongar la capilla hacia el poniente, quedaron inútiles los accesos, la serie de arcos que el hospital tenía por su costado norte, éstos fueron segados y utilizados como muro del lado sur del nuevo templo. A partir de entonces éste tuvo por techo el artesonado de madera característico de los edificios del siglo XVII en la Ciudad de México; en el costado norte de la portada principal, en el lugar que acutalmente ocupa la torre, había una pequeña espadaña o campanario de dos vanos en la parte inferior y uno en la parte superior, bajo el remate que sostenía a una cruz. Contaba con un atrio hacia la calzada de San Antonio Abad, a través del cual se hacía el acceso tanto al templo como al hospital, al que se podía llegar también por una serie de seis arcos alineados al atrio, por la misma calzada, en alguno de los cuales había una pintura cuyo tema era las tentaciones del santo. Por el costado norte de la capilla tenía la puerta porciúncula característica de los templos franciscanos, quizá como recuerdo y homenaje a esos misioneros.
La construcción del templo estaría concluida hacia 1575, de acuerdo con la cita "A ruego de Muñoz, Arciniega fue e dió la horden e traca de la dicah iglresia a la a bisitado siempre", según declara en 1570", reproducida por Toussaint.
En 1628 llegó a Nueva España como comendador del hospital de San Antonio Abad el canónigo Juan Pérez Gil. Mucho daño debieron causar al conjunto arquitectónico las inundaciones sufridas por la ciudad, en particular la de 1629, una de las mayores de su historia; tanto pudo ser el daño, que a la muerte del comendador Pérez Gil, el conjunto amenazaba ruina, aparte de resultar estrecho, pequeño y limitado para la asistencia de los enfermos. Por ello, el comendador Juan Domínguez Araoz decidió levantar nuevo edificio, cuya primera pidra quedó colocada el 3 de abril de 1687.
Es posible que esa obra haya comprendido únicamente la construcción o ampliación del hospital, así como habitaciones para los canónigos. Se ignora cual haya sido el trabajo realizado en el templo, al parecer, a esa etapa correspondió la actual puerta de la sacristía, precisamente la comunicación entre ambos edificios. Las características arquitectónicas de la puerta corresponden a esa épooca; otro tanto puede decirse de la torre, cuyo estilo artístico pertenece al siglo XVII, aunque resulta extraño que se haya levantado la torre cuando la altura del templo era muy inferior a la actual y además éste continuó teniendo techo de vigas de madera, tal como lo conoció Villaseñor y Sánchez todavía en 1755.
La nueva obra costeada con limosnas, estaría concluida hacia 1694, puesto que el 3 de junio de ese año el arzobispo Francisco Aguiar y Seijas designó nuevamente al templo para la ayuda de parroquía de San José de los Naturales. El comendador Diego de Miraval consagró el conjunto a San Antonio Abad el año de 1702. En el templo se realizaron por lo menos trabajos de embellecimiento que continuaron por varios años, puesto que en 1708 el comendador Andrés de la Borda pagó 320 pesos a Ignacio de Santiago y a José Antonio por el dorado del retablo del presbiterio, cuyo costo total fue de 4,114.00 pesos.
La mejor época en la vida del hospital, como en toda la Nueva España, fue la segunda mitad del siglo XVII, según el inventario de 1770, la capilla poseía 150 pinturas entre pequeñas y grandes.
En 1775 el comendador Juan Dosal realizó en el templo una etapa de obras que incluyeron el cambio del artesonado de madera por bóveda de cañón con lunetos; como la altura del edificio aumentó considerablemente, sus muros fueron reforzados colocando pilastras por el interior del templo y contrafuertes por el exterior. Para encadenar éstos, por la azotea fueron ligados con vigas de madera de cedro cubiertas con tezontle y ladrillo cocido. Es posible que ya en ese tiempo el edificio presentara la falla estructural que desde entonces ha ocasionado el hundimiento del ángulo suroeste de la portada principal. Para remediar tal hundimiento fue adosado un contrafuerte que tanto por su volumen como por sus acabados pasó a integrarse compositivamente como el cubo de otra torre. Ambos elementos arquitectónicos, torre y contrafuerte, alteraron notablemnte la portada, posiblemente de Clauido Arciniega, construida en la segunda mitad del siglo XVI. A partir de entonces el acceso a la azotea se hizo por una escalera que partía del coro alto y atravesando el muro de la portada desembocaba en el contrafuerte. Parte de la obra de 1775 fue la reconstrucción de tres retablos tallados en madera y dorados, que tuvieron un costo de 350 pesos cada uno y que llegaron a sumarse a los seis que ya existían.
En 1786 en la calzada de San Antonio Abad se realizó una etapa de urbanización que respetó la integridad fisica del conjunto y puso de relieve su ubicación como punto de referencia en la traza de la ciudad. A petición del rey Carlos II, por breve de 24 de agosto de 1787, el papa Pio VI suprimió la orden de canónigos regulares de San Antonio Abad, en todos los paises en que estaba establecida. En acatamiento del breve, el rey expidió una cédula de fecha 26 de julio de 1791, año en que quedó oficalmente suprimida la orden en la Nueva España. Tal disposición fue comunicada al comendador Santiago Matia, quien recibió la opción para que junto con sus cuatro compañeros quedara a cargo del templo a cambio de ingresar al clero secular. El templo pasó a integrarse como capilla mayor de Santa Cruz de los Rastreros o Santa Cruz Acatlán, que tenia ahí un teniente de cura; desde entonces, la ceremonia de bendición a personas y animales empezó a impartirse en la parroquia de santa Cruz Acatlán.
A partir de 1824 el templo fue siendo abandonado y sus pertne necias pasaron a la parroquia de Santa Cruz Acatlán, en la que actualmente resulta dificil precisar que obras hayan pertenecido a él, aparte de la escultura de San Antonio, obra tallada en cantera, corespondiente al siglo XVIII, que se conserva en la portada de ese templo, y que anteriormente ocupó el nicho de la portada principal de San Antonio Abad. En 1842 el conjunto del hospital fue vendido al francés José Faure, quien posteriormente adquirió también el templo en 1,700 pesos, bajo condición de que continuara abierto al culto de los trabajadores de la fábrica que había de establecerse. En 1858 sus alrededores inmediatos fueron reformados con la apertura del callejpón de San Antonio el Pobre,. Por su humildad y por su ubicación, a lo largo de su existencia la capilla fue conocida indistintamente por los nombres de San Antón o San Antonio Abad, San Antonio Tepito, San Antonio Teocaltitlán, San Antonio el Pobre y San Antonio de los Callejones.
Hasta 1870, la capilla permaneció abierta al culto; posteriormente, su conjunto arquitectónico fue utilizado como estación de la "Linea Acelerada" de los coches que cubrían la ruta México-Veracruz. Después pasó a ser propiedad de Luis Forth, quien estableció ahí una fábrica de hilados de algodón para la cual construyó nuevos locales que acabaron de alterar el conjunto, el templo quedó utilizado como bodega y eso aceleró su deterioro. El 28 de marzo de 1885, ante el Registro Público de la Propiedad fué consignada la venta del conjunto ubicado en la calzada de San Antonio Abad No. 18 y conocido como "Convento San Antonio Abad, Capilla y Corral Anexo", a Remigio e Iñigo Noriega, quienes en 1886 constituyeron la sociedad colectiva "Remigio Noriega y Hno." y establecieron dos fábricas, una de hilados y tejidos y otra de estampados, ambas bajo la razón social de Fábrica de San Antonio Abad.
Entre 1950 y 1960, fue ampliada la calzada de San Antonio Abad, para lo cual se hizo necesario destruir gran parte del antiguo hospital. El 25 de agosto de 1960, Nacional Finanicera, S.A., otorgó crédito a la fábrica de hilados y tejidos de algodón " La Hormiga, S.A., del que dieron aval de garantia las empresas Anáhuac Inmuebles, S.A.; el Centro Mercantil, S.A.; Textiles Acozac,S.A. y a la Compañia Industrial de San Antonio Abad,S.A. En pago de ese crédito, el 5 de noviembre de 1963, ante el notario público No.107 quedó consignada la entrega a Nacional Financiera, S. A., del conjunto conocido como "Convento de San Antonio Abad, Capilla y Corral Anexo". Fue entonces cuando se demolieron tanto el hospital como las antiguas habitaciones de los Canónigos.
En diciembre de 1964 el templo fue tomado por la fuerza por la iglesia Ortodoxa Católica Mexicana surgida en 1926, que lo reabrió al culto de los fieles de esa tendencia religiosa. Ya entonces la obra se encontraba en tan avanzado estado de deterioro, que poca seguridad podía ofrecer para salvaguarda de sus propiedades, por lo cual por esos años sufrió varios robos, uno de ellos el 3 de abril de 1976 (Excélsior 4-IV-76) en el que desaparecieron una escultura de San Judas Tadeo, obra tallada en madera, una pulsera de oro, varios exvotos o milagros y otros objetos de valor.
Hacia 1968, para el tendido de la línea del metro, fue abierta la Calle "Cerrada de y Servando" por lo que quedó fraccionado el predio que originalmente perteneció al conjunto arquitectónico de San Antonio Abad. En 1978, NAFINSA solicitó un proyecto de restauración del templo y su ada ptaión para destinarlo a biblioteca pública. SAHOP concedió el permiso necesario pero el proyecto fue olvidado por estar el inmueble en poder de la iglesia Ortodoxa Católica Mexicana. Durante varios años en vano intentó NAFINSA la recuperación del edificio, hasta que en 1981 logró desalojarlo a causa del derrumbe que amenazaba, aunque todavía lo utilizó el arzobispo mexicano hasta 1982, y en él estableció la parroquia de Santa Cruz Acatlán, que posteriormente trasladó el templo de Santa Cruz Tultenco, "Santa Crucita". Más tarde NAFINSA hizo entrega formal del templo a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.
Dos fuertes sismos , ocurridos los días 19 y 20 de septiembre de 1985 viinieron a causar mayores daños al templo; se abrieron más aún la cuarteadura de la portada principal y una grieta que la bóveda tenía en el primer entre eje, correspondiente a los coros. En 1986, el mal estado de conservación convierte en un peligro para la seguridad pública a ese valioso testimonio histórico de la Ciudad de México, catalogado monumento nacional patrimonio cultural del país, que señala un importante sitio cuya historia arranca posiblemente desde la llegada de la tribu Mexica al Valle de México. Por todo ello la Secrtaría de Desarrollo Urbano y Ecología, emprendió un plan de trabajo tendiente a la preservación de esa reliquia histórica. Es el único templo que en la Ciudad de México está dedicado al Santo Patron de ésta. Otra de las circunstancias que dan valor es el hecho que en él haya vivido desde 1594 hasta su muerte en 1660 el cronista de la Provincia de Chalco, Domingo Francisco de San Antón Muñoz Chimalpahin Cuahutlehuantzin quien aquí escribió las Relaciones Originales de Chalco Amaquemecan, inapreciable testimonio para el conocimiento de la historia de México. Es posible que los restos del cronista se encuentren sepultados en el templo. Otra circunstancia que aumenta su interés es el hecho de que existe la posibilidad casi la certeza de que tanto la portada principal, así como lo que fue el templo antiguo hayan sido proyectados por el famoso, aunque poco conocido arquitecto Claudio de Arciniega. Cabe la posibilidad de que, según la costumbre seguida por los españoles, el conjunto de San Antonio haya sido construido sobre el antiguo teocalli o templo eregido en honor de la Diosa Toci.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
San Antonio Abad
Número y/o identificador de la vialidad o calle
18
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Tránsito
Código Postal
N/A
Otra localización
Centro Histórico
Orden religiosa (original)
Sin Identificar
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 diciembre, 1996