Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-002939
Nombre del Inmueble
San Antonio de Padua
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
31 1959 0
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
No se tiene datos fidedignos de la fecha de su edificación; sin embargo por las características estilísticas del inmueble posible deducir que se trata de una construcción propia del siglo XVII o principios de XVIII. El conjunto consta de atrio, templo, ex-casa cural y huerta.
La siguiente información fue tomada textualmente del Catálogo de Construcciones Religiosas del estado de Yucatán. Editado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Dirección General de Bienes Nacionales. Formada por la Comisión de Inventarios de la Cuarta Zona 1929 - 1933. Recopilado por Justino Fernández.
"SAN ANTONIO DE PADUA
HISTORIA. Esta villa y antiguo pueblo fueron centro de una población mucho mayor de la que hoy tiene, habiendo sido como todas las del oriente y sur del Estado, víctima de la guerra de castas. A fines del año de 1847 y principios del siguiente, se vio atacada varias veces por los indios bárbaros y defendida heroicamente por las fuerzas del Gobierno y especialmente por el entonces capitán don Francisco Domínguez, quien, en uno de los muchos ataques que sostuvo, llegó a verse reducido a la azotea de la iglesia, defendida por unos cuantos soldados apostados a la entrada de la escalera de caracol, en la que quedaron los cadáveres de los indios que osaron subir por ella.
La iglesia data probablemente de principios del siglo XVIII, sin poder citar el año justo de su construcción o consagración, pues el escudo que se encuentra en su fachada y en el que estaba consignado el año, casi se ha borrado y no puede leerse éste.
Por la inscripción de una de las campanas, se sabe que ésta fue consagrada en 1780, pero seguramente muchos años antes ya existía la iglesia.
La ex casa cural que muchas veces la nombraban convento, no tuvo nunca esta categoría, pues antiguamente perteneció esta iglesia a la entonces llamada Doctrina de Valladolid, encomendada a la Orden Franciscana y después convertida en curato. Debe haber sido bastante grande en sus buenos tiempos, a juzgar por lo que queda en pie, siendo ahora una completa ruina. Hasta 1922, que aún tenía algo habitable, la ocupó Don Teodoro Góngora, pariente del cura párroco de Valladolid, pero desde entonces está abandonada por completo.
La iglesia fue escuela durante un año y cuando gobernaba Yucatán el general Alvarado. Después fue clausurado y, por último, entregada al párroco de Valladolid el 27 de julio de 1929, según acta levantada al efecto.
DESCRIPCION. Consta el predio de iglesia, ex casa cural, atrio y huerta, ocupando en total una superficie de 9,036.05 metros cuadrados.
La iglesia está rodeada por el atrio, por sus lados norte, sur y poniente, colindando al oriente con la ex casa cural.
Es de una sola nave construida de mampostería, con gruesos muros que tienen 3.15 metros de espesor en su mayor parte, teniendo de largo interiormente 55.70 metros y de ancho 11.70 metros. Sus alturas principales son: por el interior 17.12 metros; la de la bóveda de la nave hasta el presbiterio, la de éste un poco mas alta y la del coro de 8.57 metros. El piso del presbiterio es de 1.10 metros más alto que el del resto de la iglesia.
Por el exterior, la altura de sus muros laterales, hasta el pretil inclusive, es de 16.50 metros, y la de sus torres con el remate, es aproximadamente de 31.50 metros.
Tiene la iglesia tres entradas, la principal y dos laterales, y además dos puertas en el presbiterio que comunican una con el atrio y otra con la sacristía. Está iluminada por una ventana al frente correspondiente al coro, y seis pequeñas ventanas (tres de cada lado), en los costados, abiertas un poco más arriba del arranque de la bóveda.
La bóveda que cubre la iglesia es de cañón seguido hasta el arco del presbiterio, siendo la de éste de rincón de claustro.
Todo el piso es de hormigón, en algunas partes algo destruido.
El presbiterio que está cinco escalones más alto que el resto de la iglesia, está separado por barandal de madera, en cuyos extremos hay dos púlpitos un poco más altos que el piso de dicho presbiterio. En la pared del fondo está pintado el retablo mayor con colores chillantes y dibujos mal hechos, y frente a él la mesa de mampostería que sirve de altar.
El coro es de madera en forma de balcón, muy estrecho y sin uso, pues no existe ni el más pequeño órgano.
A la derecha, en la entrada principal, en una pequeña capilla, está el bautisterio. Su techo es de bóveda y su piso de hormigón. La pila es de piedra de 0.92 metros de diámetro y muy sencilla.
Además de esta capilla, hay otras dos entre el presbiterio y puertas laterales, techadas con bóveda y piso como el ya mencionado. Mesas de mampostería frente a pequeños nichos, sirven de altares y en la de la derecha está el Santo Sepulcro, que nunca falta en las iglesias de los pueblos. Estas capillas tienen, cada una de ellas, una pequeña ventana para el atrio.
Al norte del presbiterio, está una pieza que sirve de sacristía, cuyo piso está dos escalones más bajo que el de éste. Está techado con vigas de madera (madres) y viguetillas del mismo material, siendo su piso de hormigón. El techo es un poco inclinado, siendo su altura por término medio de 6.82 metros.
Comunica con el portal de la ex casa cural, por una puerta y recibe luz por una ventana hacia el atrio.
Los muros de las fachadas laterales son lisos, con aplanado de mezcla en algunas partes, pero que apenas cubre las piedras de la construcción. En sus altos pretiles calados, se ven unos cuantos remates de mampostería muy sencillos. En la fachada principal y en el eje de ella, hay una hermosa portada plateresca, con piedras gemelas, frontón y remates de cantería. La arquivolta del arco de entrada, también de cantería, aunque sencilla, está finamente labrada.
Sobre esta portada está la ventana del coro con repisón y arco de cantería labrada, y rodeando éste, y por encima como remate, original y complicado arabesco hecho con argamasa, que termina con un escudo en el que apenas pueden leerse estas palabras: "Solideo Honor et Gloria", pues el año está borrado.
El pretil que está sobre el muro de esta fachada, es encalado con la parte central más alta y rematado por una especie de lira de mampostería, con una pequeña cruz de piedra.
A uno y otro lado de la portada, se levantan las torres de cuatro cuerpos y sencillo remate. El primer cuerpo sólo tiene una pequeña ventana que da luz a las escaleras y termina con ligero cornizuelo. El segundo, tercero y cuarto cuerpo, tienen en sus cuatro lados arcadas sencillas para campanas y están separados uno de otro por cornizuelos de cantería. Esquineros de mampostería de forma rara, dan a estos cuerpos un aspecto sumamente original. Los remates son piramidales escalonados, como los comúnmente usados.
En el segundo cuerpo de la torre del norte, hay tres campanas, una de ellas con la inscripción; siguiente: "Consagrada por el Ilmo. S. Parada año de 1780".
Para subir al coro, se utiliza la escalera de caracol de madera alojada en el interior de la torre del norte con 54 escalones y para llegar a la cubierta de la iglesia se atraviesa el coro para llegar a la torre del sur, en la que otra escalera, igual a la mencionada, con 39 escalones, conduce a ella.
Por el exterior, la cubierta del presbiterio presenta el aspecto de una cúpula achaparrado, debido a que es más alta que la del resto de la iglesia, a estar rodeada por pretiles calados con remates más complicados que los demás, y por último, por la pequeña linternilla que descansa sobre ella.
Al oriente de la iglesia y atrio, se encuentra la antigua casa cural. Colinda al norte, con la calle 14; al sur, con la 14-A; al oriente, con la huerta, y al poniente con la iglesia y el atrio. Ocupa una superficie de 1,297.46 metros, comprendiendo en ella el patio cerrado, situado al sur y colindando con la calle 14-A.
Su planta es muy irregular, desarrollándose en su mayor extensión, de norte a sur, siendo de un piso la primera, y de dos, parte de la segunda. Todo está en ruinas, con las paredes descarnadas, sus techos caídos en su mayor parte y amenazando desplomarse los pocos tramos que todavía se sostienen.
En la parte de dos pisos, tanto los pisos - techos, como los techos, han desaparecido, quedando en pie sólo los muros. Los pisos son de tierra, llenos de escombros y malezas, y las hojas de puertas y ventanas, han desaparecido, así como la mayor parte de los marcos de piedra que las formaban.
Puede decirse que lo único aprovechable de todo este edificio, son los muros, y aun parte de ellos habría que repararlos, para que pudieran sostener nuevos techos.
El atrio rodea a la iglesia por el norte, sur y poniente, colindando por estos lados con las calles 14, 14-A y 19-A, respectivamente. Por el oriente colinda con la ex casa cural. Su superficie es de 2,579.82 metros cuadrados; está un poco más alto que el piso de la calle y lo limita pequeño pretil de mampostería casi destruido. Tiene tres entradas correspondiendo a las de la iglesia.
La huerta está situada al fondo del predio, al oriente de la ex casa cural, colinda al norte, sur y oriente, con las calles 14, 14-A y 21, respectivamente. Ocupa una superficie de 3,977.63 metros cuadrados y está limitada en partes por barda de mampostería y albarrada de piedras sueltas.
En un pequeño saliente, hacia el suroeste, se encuentra la antigua noria del pozo, completamente abandonada. Todo el terreno que antiguamente debe haber sido hermosa huerta, está hoy inculto, con muy pocos árboles frutales y cubierto en su totalidad de malezas y arbustos espinosos.
Por el exterior, los muros de la iglesia son lisos y sólo en partes aplanados con mezcla de cal que el tiempo ha reducido a una delgada capa que apenas cubre las piedras. Las lluvias y el sol han dado al conjunto ese tinte característico que adquieren los edificios, debido a los materiales calcáreos usados en ellos, dándoles un aspecto agradable e imponente.
Por el interior, la pintura es a la cal con colores lisos en muros y techos y sólo al fondo resalta el retablo pintado en el muro, de colorido chillante y dibujos mal hechos, nacidos de la pobre imaginación y ninguna preparación de los indios autores de él.
No hay un solo altar que sea ni siquiera de mediana importancia, y en cuanto a mobiliario, vasos sagrados, ornamentos, etc., no existe nada. Sumamente pobre la iglesia, apenas muy de cuando en cuando es visitada por el cura párroco de Valladolid, que lleva consigo lo necesario para la celebración de los Of icios. Las imágenes de santos son tan corrientes y feas, que no convidan a más devoción que la del fanatismo de la escasa y pobre población actual de la Villa y sus contornos.
De época posterior a las primeras iglesias hechas por los franciscanos, ésta ya no presenta el tipo de aquéllas. Substituida la espadaña por torres, tiende a la esbeltez y finura de las iglesias del siglo XVIII, influenciadas por el tipo único de la Catedral de Mérida, con toques moriscos y detalles propios de los obreros indios.
Llama la atención en tan pobre y lejana región, un templo de la importancia de éste, lo cual hace pensar en la prosperidad de otros tiempos. Como único testigo de ella y de los hechos heroicos en los que tomó parte durante la fatídica guerra de castas, debe conservarse.
CONDICIONES MATERIALES. El templo se encuentra en buenas condiciones de conservación y la ex casa cural en ruinas."
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
19
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Chemax
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar