Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-001830
Nombre del Inmueble
San Felipe Apóstol
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La fundación de San Felipe obedece a la orden de San Francisco que evangelizarón la sierra oriental del estado, en 1765 el cura y Juez Eclesiástico de la Villa de San Juan Zitácuaro, el Bachiller Pedro Joseph de Velasco responde la carta Cordillera describiendo los pueblos de la doctrina de dicha villa que ya habla del pueblo de San Felipe, nos dice: "...Entre el poniente y el norte esta el pueblo de San Felipe... tiene iglesia de mampostería, un vaso sagrado, y los preciosos ornamentos para celebrar la misa...". Esta población de origen otomí está inserta en la sierra oriental de Michoacán colindante con el Estado de México a donde se agrupan etnias otomíes y mazahuas, entre los que las cruces del panteón representan un simbolismo cristiano de gran relevancia, en esta zona encontramos fuertes reminicencias prehispánicas de estoas núcleos indígenas tan poco estudiados en lo referente a sus ritos religiosos. Circulos de obsidiana y nichos para ofrendas de copal aparecen en cruces y portadas, apenas insinuados, pero presentes y aún vigentes en el sentir religioso de los pobladores tal es el caso de las cruces del templo y la capilla del hospital de esta comunidad.
El atrio de San Felipe es uno de los más interesantes de la entidad, está conformado por una comunidad de origen otomí enclavada en la sierra michoacana colindante con la región mazahua-otomí del Estado de México. Está delimitado por una barda de piedra rematada en lomo curvo con algunas almenas coronandolo, tiene dos accesos: el principal ubicado al poniente y otro secundario que va hacia el norte, donde se encuentea la carretera. La arcada principal de acceso se enmarca por un arco de medio punto sobre impostas rematado con tallas lisadas en los extremos y una cruz de pidra en la cumbrera central. El espacio está subdividido por andadores de cemento, que convergen en la cruz atrial cuyo espacio se delimita por arcos invertidos, y rematan frente a la fachada en una plazuela de losas de cantera que vestibula la nave. Areas verdes de vegetación escasa recién plantada se enmarcan de madera dispersa y arbitraria despúes de haber desplazado los árboles que aún se conservaban hace pocos años en un terreno sembrado de tumbas que le daban un intersante aspecto menos ordenado y acartonado que el actual en donde se nota la pérdida de la identidad del grupo indígena propio del lugar.
La cruz atrial está revertida de verdadero simbolismo indígena, siendo una de las más relevantes de la entidad, se sustenta una peana piramidal que remata tres escalones sobre una base cúbica delimitada en sus esquinas por almenas también piramidales con cruces lisadas en la cucmbrera; en la peana vemos el escudo de la orden franciscana bajo dos fémures paralelos y el cráneo símbolo del Calvario. La cruz es una espléndida pieza de talla indígena, con las llagas remarcadas en sitios estratégicos y los extremos de los brazos foliados; en el crucero se encuentra una corona de espinas con un círculo de obsidiana símbolo de la comunicación hacia el poniente donde está el mundo de los muertos. Pese a haber sido despojada de su ambiente natural por suerte no se ha pretendido remozarla conservando su belleza, dignidad y significado.
La fachada es un solo paramento liso ve hacia el poniente reforozada en las esquinas por canteras denticuladas que sujetan el muro lateral, al centro se encuentra el arco de acceso de dovelas y sin clave, que se apoya en capiteles que alguna vez fueron labrados y que en alguna época s iguiendo la moda imperante furon raspados para quitarles las tallas, las jambas son monolíticas soportadas por basas iguales a los capiteles pero invertidas y apoyadas en basas cuadradas. Sobre el arco se ubica una cornisa encima de la cual se encuentra un vano rectangular de reciente apertura como puede verse en los maderos pintados de blanco que forma el dintel, concluye con una cornisa idéntica a la que le precede.
El paramento remata en un corte mixtilíneo con una almena en los extramos y se recubrió recientemente de un aplandado de mezcla terciada cuyos parches hacen evidente su mala factura.
La torre también aplanada y pintada de blanco, se alinea al paramento ubicándose al norte de la nave, desplanta de un basamento cuadrado que mediante una gruesa cornisa moldurada ornamentada con dentículos se separa de los tres cuerpos octagonales superioeres resultado del ochavamiento de las esquinas que muestran hacia cada uno de los puntos cardinales un arco de medio punto flanqueado por pilastras planas de capitel toscano. Reducen sus dimensiones formando un cono rematado en una peana piramidal coronada por una cruz de brazos lisados.
La nave es de un solo cuerpo, de planta rectangular y ábside plano, delimitada por muros de mampostería horadados por vanos rectangulares que fueron abiertos recientemente, están aplanados y pintados por el interior desplantado de un guardapolvo de azulejo corriente; por el esterior está aplanada exceptuando el muro de ábside y los contrafuertes. Este último muestra dos ventanillas lobuladas de corte granadino con defectuosa talla. El piso es de mosaico de pasta corriente y sube hacia el presbiterio en donde vemos un altar de mampostería encalado que soporta un nicho con el apóstol San Felipe, patrón del templo con su larga cruz en la mano, el nicho se cubre por un entablamento anástilo sobre dos ccolumnillas estriadas de capitel compuesto, en cuya parte superior vemos un lienzo con la coronación de María. A su diestra se conserva un Señor Crucificado de pasta de caña y al frente sobre una pilastra la Virgen vestida con un traje indígena con falda roja y morada tapada con un rebozo azulgris mostrando las sandalias pintadas sobre la piel.
El coro ubicado al pie de la nave de acceso a la torre, mientras en el sotocoro se encuentra el ingreso al bautisterio que ocupa la parte interior de la misma, se apoya en tres arcos de medio punto sobre pilastras delimitándose por un barandal de madera torneada.
El aspecto interior de la nave ha perdido su sobriedad modernizándose con aplanados a plomo y regla y los pisos de material vidriado. El techo es de viguería horizontal apoyada sin arrastres directamente en los muros, fue restituida hace pocos años y acabada en barniz lo que da un aspecto digno; por el exterior la techumbre es a base de armaduras de madera recubierta con teja.
La sacristía se encuntra al sur de la nave y se ingresa a ella mediante una puerta a la altura del presbiterio, conserva una espléndida viguería decorada apoyada sobre canes labrados que nos indican la majestuosidad que debió haber tenido la iglesia; los muros aplanados y el piso de mosaico rompen la armonía del espacio que seguramente fue soberbio. Podemos ver sobre uno de los muebles una imágen estofada que data de tiempos de la colonia; por el exterior el muro fue despojado del aplanado y se protege por un pórtico apoyado en columnas de madera sobre basas de piedras con zapata que soportan la gualdra que a su vez sustenta el tapanco f ormado por vigas en tijera recubiertas con teja; al frente un pequeño jardín encierra la escasa vegetación delimitándose por una malla ciclónica apoyada en cadenas y postes de concreto.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Michoacán de Ocampo > Zitácuaro > San Felipe los Alzati (Colonia Nueva) (161120052)
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
61531
Otra localización
San Felipe de los Alzati
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar