La población de Yosocuta fue una hacienda fundada por un español, en la que se cultivaban cañaverales; aproximadamente en el siglo XVII.
Su templo construido de gruesos muros de mampostería, quedó sumergido en la ahora presa de Yosocuta; construida hace aproximadamente 30 años. El templo actual se construyó con muros de tabique estructurados con elementos de concreto armado, y una cubierta de lámina acanalada. Su planta es de una nave con presbiterio poligonal.
La portada consiste en el enmarcamiento de medio punto del acceso, flanqueado por dos ventanillas rectangulares a modo de troneras. Su única torre consiste en un pesado basamento, con el campanario inconcluso.