Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003936
Nombre del Inmueble
San Francisco de Asís
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII y XIX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La parroquia de San Francisco en Jocotepec es uno de los edificios de carácter religioso más interesantes e importantes de la Región Ciénega de Jalisco. A ello contribuyen tanto los antecedentes prehispánicos de las poblaciones de la zona como, desde luego, la guía de los evangelizadores y constructores franciscanos cuyos trabajos comenzaron en el siglo XVI.
Esta obra ocupa, como fue tradicional desde la Conquista y desde la reubicación de la población, el principal de los terrenos del sitio. El área de la iglesia forma parte del entorno de la plaza del pueblo, pero sólo de manera lateral pues es un hecho que primero fue el establecimiento de los franciscanos y luego, en el curso de los años, la organización definitiva de los grupos sociales alrededor de los modelos urbanos que impuso la dominación. En el arreglo definitivo del pueblo fue observada, desde luego, la orientación de la iglesia tanto como la posición que ocupaba, y ocupa, la capilla de hospital, edificios ambos cuyo eje de composición es desde entonces paralelo al eje de disposición del pueblo.
Por esas y otras razones, la actual parroquia se extiende sobre un extenso terreno. De ahí, en consecuencia, que el atrio parroquial también comprenda una superficie muy considerable. Las primeras fachadas de la iglesia son las de su atrio, que fueron resueltas con una barda compuesta con arcos de tabique invertidos y en cuyos huecos se dispusieron rejas forjadas. La portada atrial del lado poniente es un arco de medio punto, de cantera, inscrito en un fragmento de muro que permitió que el vano aparezca flanqueado por dos columnas medias muestras y bajo un entablamento con alguna influencia de linaje neoclásico que soporta un segundo arco, mucho más pequeño, que semeja uno de los vanos que se utilizaron en la composición de las espadañas. El atrio, por su parte, es más bien una formidable plaza y, al mismo tiempo, un espléndido jardín, como los que ha sido posible planear y construir en el medio climático que favorece el contacto con el Lago de Chapala.
La parroquia es un edificio de los que podrían considerarse tradicionales en el área; incluso sus apariencias actuales proceden de intervenciones como las que han sido usuales en muchas comunidades y que consisten, básicamente, en retirar los aplanados de las fachadas y en actualizar, con frecuencia, los elementos y los acabados de los espacios interiores.
Las fachadas de la iglesia se ostentan de piedra aparente -aunque desde luego nunca fueron planeadas así-, y con los elementos mínimos para destacar las piezas labradas para señalar los accesos y los arreglos complementarios. La principal, como es habitual, fue compuesta con la participación de la portada y de la torre: la primera está limitada a incluir un sencillo arco de medio punto inscrito entre dos interesantes pares de columnas medias muestras sobre altas basas y terminadas en capiteles que reciben un entablamento sobre el que se alza un frontón triangular del que destacan sus molduras. Completa la portada la ventana del coro, de trazo elíptico y que, como se anotó, simplemente se abre en el muro de piedra ahora aparente.
La torre, por su parte, se eleva sobre un cubo integrado al paramento de la portada, en el que sólo se abre una ventana a la altura de la capilla lateral; sobre el pretil del lienzo principal el campanario consta de dos cuerpos y un remate. El primer cuerpo de la torre revela una cierta influencia de las torres de la Catedral de Guadalajara mientras el segundo revela ser, como el remate, producto de una intervención tardía. Ambos cuerpos llevan dos vanos en cada cara y, como todo en la parroquia, son de muros de piedra aparente. El único elemento ornamental de los arcos -y de la torre- son las impostas que separan las áreas de las jambas de las piezas de las dovelas que forman los vanos para las campanas.
Como muchas otras obras de su género en el área, e incluso en estados colindantes con Jalisco, la parroquia ha sido objeto de numerosas intervenciones. Por ello, y porque de algún modo ya fueron consagrados algunos de los rasgos básicos del edificio, tanto las fachadas laterales como la del anexo al lado norte del presbiterio, acusan haber sido construidas con la misma piedra y, desde luego, haber enfrentado el mismo destino que las despojó de sus aplanados. En la fachada lateral norte y en el anexo de ese mismo lado, empero, fueron agregados grupos de "rajuelas" entre las piedras aparentes con el propósito de señalar los límites entre las piezas de procedencia histórica y las aportaciones de la época moderna y contemporánea del edificio. Esos mismo efectos son fácilmente observables en la fachada lateral sur y en el anexo a la nave que fue construido sobre un eje perpendicular al del recinto y en ese mismo lado sur.
La parroquia de Jocotepec, como se ha anotado, es un edificio ciertamente notable. Y lo es más por resumir las preferencias plásticas de los grupos sociales que se han sucedido en su atención y actualización: junto a algunas soluciones de linaje neoclásico, y en medio de la propuesta visual que incluye muros de piedra desnuda, en el exterior, los interiores del recinto combinan elementos de la versión jalisciense del neoclásico al lado de propuestas de un neogótico que también adquirió, en el curso de los años finales del siglo XIX el prestigio necesario para representar la arquitectura religiosa.
La nave de la parroquia, que de origen fue de planta rectangular, es ahora un espacio que semeja proceder de un trazo en planta de forma de cruz si bien no las de una "latina", que es la figura cuyas proporciones mejor ilustraron las relaciones entre las naves, sus cruceros y hasta las cúpulas desde el siglo XVII. Los brazos laterales de la parroquia de San Francisco de Asís son obras modernas. Por ello la nave va cubierta con bóvedas vaídas distribuidas en cinco tramos que se acusan con contrafuertes en el exterior y pilastras adosadas en el interior; los arcos formeros son prácticamente de medio punto y, como las pilastras, van terminados en piezas de cantera como recubrimiento.
El interior de la nave principal está dominado, como es natural, por la apertura y luminosidad del presbiterio y, en él, por la presencia del retablo en el que se conservan las figuras de San Francisco de Asís, del lado del Evangelio, y de la Purísima Concepción, del lado de la Epístola, que flanquean al Cristo en la Cruz que es el célebre Señor del Monte, escultura de la época histórica del conjunto y pieza emparentada en más de un sentido con el Señor del Guaje, que se venera en la Capilla de Hospital, edificio ubicado frente a la parroquia.
El arreglo del objeto a manera de retablo del presbiterio se encuentra hacia la mitad de la profundidad del espacio. Ello gracias a que la estructura arquitectónica del edificio incluye un arco triunfal y, luego, el área del presbiterio propiamente dicha, que, a diferencia del resto del edificio, presenta una losa plana como techumbre. La separación del retablo del muro testero contribuye, lo mismo que la transparencia de sus vanos e intercolumnios, a subrayar la importancia del presbiterio. Y hasta del retablo, pues, en un alarde de modernidad, aparece mejor compuesto de lo que fue diseñado: ello por la presencia de luces y sombras en sus vanos, en sus molduras y hasta en la profundidad del espacio que ocupa.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Hidalgo
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro
Código Postal
45800
Otra localización
Esq. Ramón Corona
Tipo de uso del inmueble
Uso inicial del inmueble
Culto público
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Clero Secular