Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003213
Nombre del Inmueble
San José
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
ANTECEDENTES:
Este edificio cuenta con antecedentes históricos de interés, ya que sabemos que en el siglo XVI Don Vasco de Quiroga primer obispo de Michoacán solicitó licencia para construir en el sitio uno de sus famosos "hospitales pueblo de Santa Fe" similar a los que edificó en la ciudad de México y en la población de Quiroga en Michoacán.
El actual edificio denota severas modificaciones que disfrazan algunas de sus características que lo pudieran datar como una obra iniciada en el siglo de la evangelización a instancias del eminente obispo.
El 10 de septiembre de 1538 el Obispo V. de Quiroga solicitó permiso a Carlos V para fundar el pueblo de Santa Fe del Río, como un centro para adoctrinar a los chichimecas de la región sin embargo sería hasta el siglo XVII que se autorizó su construcción.
En el apartado denominado "tributos de los pueblos" dice: "En el pueblo y hospital de Santa Fe del Río en 15 días del mes de junio de 17 y 60 años.
El bachiller don José francisco Xavier de Lliera, cura rector de dicho pueblo, en cumplimiento del informe que el excelentisimo Sr. Doctor don Pedro Anselmo Sánchez de Tagle, el obispo"manda se haga" y dice:"es constante que este rectorado se compone de sólo este pueblo de indios tributarios.
Están sujetos a la real audiencia de la nueva España, de México. Reconocen con sus tributos al sr. alcalde mayor de la Cd. de Valladolid".en este pueblo de Sta. Fe del Río en 18 días del mes de junio de 1700 y sesenta años.
Bachiller José Francisco Xavier de Lliera"
El "Obispado de Michoacán en el S. XVII" en el capítulo correspondiente a Doctrinas y Beneficios de clérigos dice:
"... El pueblo de Santa Fe del Río comienza a fundar hospital ahora, año de treinta y dos (1632).
Todas las tierras de estos pueblos son del hospital, y las de Santa Fe del Río, son mucho mejores para todo género de cosechas, de manera que los indios siembran en las tierras del mismo hospital, que se las da de gracia" en nota aparte dice "todos estos indios son tarascos y se administran en su lengua materna.
Aunque se desconoce a partir de cuando se dio inicio al hospital, se sabe que estuvo en funciones siguiendo los lineamientos estipulados por el obispo en su obra "Tratado sobre la administración del Bautismo, doctrina para los indios, Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa fe de México y Michoacán, etc." ya que el 12 de mayo de 1787 el cura rector de Santa Fe del Río presenta una denuncia referente a la invasión de las tierras por parte del hospital, el 19 de mayo del año siguiente (1788) solicita el promotor del Real Fisco, la revisión de las cajas y Bienes de la Comunidad de Santa Fe del Río (refiriéndose seguramente al "pindecuario" que registraban los representantes del gobierno indígena con sede en el hospital).
El juicio continuó obligándose al Cabildo de Valladolid a intervenir en una reunión con el Deán José Pérez Calama el 31 de mayo de 1788, en virtud de "solucionar un negocio urgente" seguramente relacionado con los bienes de la parroquia (y del hospital) de Santa Fe del Río.
En 1840, el Cabildo acuerda otorgar al cura-rector de Santa Fe del Río un ejemplar de las Ordenanzas del fundador, (Don Vasco de Quiroga) para que informara si se cumplían con lo convenido anteriormente, o en su defecto tomar las providencias necesarias.
DESCRIPCION:
El edificio que actualmente conocemos no es el mismo que entonces existía, ya que en un principio se construyó un templo de menores dimensiones, en 1772 el padre Mariano de la Piedra modificó la planta original, ya que el largo máximo se encontraba hasta donde hoy actualmente está el púlpito, agregándole también la torre campanario, substituyéndose también la cubierta que pasó a ser de bóveda en lugar de la estructura a dos aguas que inicialmente tenía, agregándose también los botareles a fin de reforzar la estabilidad de los muros.
El hospital ya no existe y no se encuentra vestigio alguno de la construcción, sin embargo hay la creencia de que si existió la que se confirma con los datos antes mencionados.
El atrio se construyó en épocas recientes, sin embargo conserva las amplias dimensiones propias de las obras primitivas del siglo XVI y como la mayoría de los de su época es cuadrado, carece de portadas y se delimita por una barda de lomo curvo distintiva de las tempranas épocas de su construcción, aunque es notoria su falta de almenas está encalada y recubierta de aplanado; el espacio atrial se encuentra casi deforestado mostrando unos cuantos árboles de poca alzada y la mayoría de su superficie recubierta con un entortado sobre el que se realza un andador de concreto de pobre factura.
El edificio se encuentra en medio de un extenso terreno y cuenta con un acceso secundario que se ubica a mitad de la nave quedando este último de cara al sur frente a un espacio empedrado que evita el proceso dañino de capilaridad que afecta los muros sobre todo en la fachada principal confiriéndole además un mejor aspecto al conjunto que el que presenta visto desde el atrio. En este sitio vemos además de los contrafuertes tradicionales, dos interesantes arcos botareles que fueron colocados para evitar el desplazamiento de los muros provocado por el desnivel del terreno.
La fachada principal es de sillarejo de cantera, el aspecto que presenta en las fotos de archivo muestra con claridad que sufrió fuertes modificaciones, en ellas podemos ver el límite de la fachada original consistente en un paramento de cantera en sillares aparentes que abarca los nichos que flanquean la portada y en la parte superior se corta por un frontón triangular trunco que remata en una peana con una talla de cantera; se enmarca por un recuadro también de sillares cuyo dovelado no es coincidente con el descrito con anterioridad y que se asimila en la esquina surponiente a la torre que seguramente fue construida con posterioridad; en el extremo opuesto aunque carece de torre, también se observa una ampliación cuyo límite se marca en el remate superior por ánforas de perillón.
Sobre este paramento de piedra gris se agregó un tramo más con otro material en color rosado que conforma además de la esquina norponiente, el frontón curvo del remate , mismo que alberga un óculo de piedra con una ventana.
La portada muestra vestigios de la época plateresca con tablero herreriano propio de las obras edificadas por los seculares de los siglos XVI y XVII. Se compone de un arco de medio punto formado por amplias dovelas que tienen talladas en el extradós caras de alados querubines y nos recuerdan la portada magnífica de Pomacuarán; las jambas muestran tallas fitomorfas en bajorrelieve y caritas de ángeles que surgen de sus alas extendidas.
Se flanquea este acceso por dobles pilastras entableradas que sustentan un entablamento con un texto en latín muy borroso y sobre cuya cornisa desplantan como remate de dichas pilastras ánforas piramidales.
Sobre dicho entablamento se ubica una ventana geminada con arcos de medio punto, cuyas dovelas al igual que las jambas están decorados con tallas. Este elemento se dividía con una columnilla estriada de capitel corintio que fue quitada hace poco para colocar en su lugar un marco metálico dividido en cuadros con vidrio corriente que hace las veces de ventana, se enmarca por un entablamento desplantado sobre pilastras candelero de fuste también entablerado que a su vez rematan en almenas similares a las del cuerpo inferior pero de menor tamaño, mismas que flanquean un nicho hornacina cuya imagen ha desaparecido y sobre la cual se ubica una peana con la imagen de la Inmaculada Concepción en su advocación de Nuestra Señora de la Salud. Cuatro nichos flanquean la portada, cuentan aún con su peana y venera protegida por una cornisa horizontal aunque han sido despojados de sus esculturas, los vecinos nos informan que contenían a los apóstoles Pedro y Pablo en el primer nivel; y a San Nicolás en el lado derecho del segundo nivel, aunque desconocen quién ocupaba el nicho del extremo opuesto.
La Torre fue erigida en 1772 por el padre Mariano de la Piedra, se localiza a la derecha de la fachada, se ingresa a ella a través de una puerta ubicada en el sotacoro de la nave y que conduce a un espacio reducido en donde se encuentra el bautisterio. Su planta es cuadrada y el basamento inferior está construido en mampostería de sillarejo de piedra irregular, muestra hacia el atrio dos pequeños vanos; el primero, es cuadrado y está protegido por una reja metálica y el segundo es diminuto y tiene forma de tronera alargada, un entablamento delimitado por molduras separa el campanario del basamento de la torre, y en cada una de sus caras presenta un óvalo resaltado labrado en cantera con el perímetro a modo de guirnalda, desconocemos con que fin fueron hechos pero suponemos que posiblemente para albergar la carátula de algún reloj que no llegó a colocarse.
El primer cuerpo correspondiente al campanario también es cuadrado, tiene vanos de medio punto sobre impostas y jambas planas en cada una de sus caras, remarca las esquinas con pilastras almohadilladas de capitel dórico que se integran al entablamento del mismo orden sobre el cual se apoya el segundo cuerpo del campanario. Este último es similar pero de menor tamaño y sirve de apoyo a un basamento rectangular con vanos lobulados que se ubican en cada uno de sus paramentos, sobre él desplanta el cupulín ahusado que soporta una cruz metálica.
En el interior del bautisterio está una pila de cantera de gran tamaño carente de basa y con labrados a base de flores, alcanza a verse en ella un atado propio de los sombreros obispales con nudos e ínfulas y flores de picudos pétalos insertos en círculos, el fuste presenta guías con flores y tiene forma abulbada indicando su gran antigüedad, está protegida por una tapa de madera y sobre la pared se trazó una gran venera que hace las funciones de enmarcamiento, y que rompe la cenefa neoclásica que le sirve de fondo y que separa el guardapolvo del resto del muro.
La planta es de cruz latina los cruceros obedecen a la modificación realizada por el padre Mariano de la Piedra que de igual modo afectó la fachada, la planta actual se divide en cuerpos mediante pilastras adosadas al muro que soportan arcos de medio punto en los que se apoyan bóvedas de arista cuya decoración obedece a la influencia neoclásica de fines del siglo XVIII y primeras décadas del XIX, los muros recubiertos de yeso fuerte están pintados con decoración tipo tapiz en colores beige oro y verde propios del patrón San José en el interior y aparentes al exterior. En los tímpanos curvos del muro longitudinal de la nave se abrieron ventanas mixtilíneas que ayudadas por el extenso vano del coro iluminan adecuadamente el interior.
A media nave se encuentra un acceso que conduce al exterior, denota haber sido remodelada ya que la cornisa apenas si abarca los elementos que lo conforman, que son: un arco de medio punto con el extradós decorado con casetones que tienen tallas floridas, impostas y jambas sin decorar soportadas por altas basas, una cornisa moldurada le sirve de remate en la parte superior y parece flotar en el paramento ya que carece de pilastras u otro elemento que la articule como portada; sobre ella aunque con cierta separación vemos tallas correspondientes a dos puntas de almenas piramidales que flanquean una cruz con una corona de espinas en el crucero también labrada en piedra y que sirve de apoyo a un extenso vano mixtilíneo cuyas piedras radiales denotan su posterior factura.
El piso es de mosaico amarillo con blanco y sube tres escalones hacia el presbiterio en donde se ubica un altar neoclásico formado por un cuerpo y tres calles con un ciprés en la central y un nicho cuadrado de remate presidido por San José, bella imagen de madera estofada. El altar está hecho en mampostería pintado de blanco y con las estrías molduras y ornamentos en oro fino, es de indudable origen neoclásico, el primer cuerpo divide las calles mediante columnas de fuste estriado con capitel corintio que se unen entre si a través de una guirnalda de laurel, en cada una de las calles se ubican nichos con peanas ocupadas la del lado izquierdo por el Sagrado Corazón y la del derecho por la Inmaculada Concepción.
Un entablamento también de orden jónico con un frontón triangular trunco que sirve de remate al cuerpo central separa los dos cuerpos; en el superior un gran medio círculo remata el retablo adaptándose al tímpano del muro del ábside y ornamentándose con una franja de triglifos y metopas remarcada por otra con casetones; al centro se encuentra un amplio nicho cuadrado albergando la escultura estofada de San José que porta la vara florida en su diestra y carga al niño en su brazo izquierdo. Este altar muestra en su factura una influencia del frío neoclásico más de origen civil que religioso, que aunque elegante dista mucho del arte propio de un inmueble originado en tiempos de la evangelización.
Al pie de la nave sobre el acceso se ubica el coro, apoyado sobre tres arcadas de medio punto, la central más grande y las dos laterales de menor tamaño, está delimitado por un barandal de madera labrada.
La cubierta construida por el padre Mariano de la Piedra en 1772 substituyó la techumbre de madera a dos aguas por otra de bóvedas de arista que se decoran mediante cenefas floridas que siguen las aristas y convergen en un círculo ubicado en el cruce de las mismas de cuyo centro penden los candiles, la cúpula del crucero desplantada sobre pechinas es de media naranja, muestra un trazo defectuoso su planta es octagonal y es de casquete regular. Está recubierta en el interior por mezcla de yeso fuerte con cemento y decorada con una imagen de la Asunción de la Virgen rodeada por angelitos de dudosa calidad y reciente hechura. Al centro desplanta la linternilla con cupulín cuyo tambor está atravesado por una vigueta de la que cuelga una lámpara de cristal, en las pechinas también vemos a los evangelistas seguramente de manos del mismo pintor no muy capacitado.
En el interior de la iglesia observamos bienes inmuebles de interés sobre todo en la obra de carpintería en la que destacan el púlpito y el cancel que protege la puerta lateral de la nave
La sacristía tiene su acceso desde el presbiterio, sus muros son de mampostería recubiertos con enjarre y encalado, está al igual que el resto de los anexos, techada con vigas y conserva la decoración contemporánea al templo en tonos pastel azul, blanco y rosa. En su interior se encuentra un retablo de diseño gotizante que alberga algunas imágenes entre las que destaca la Inmaculada Concepción de pasta de caña y técnica indígena, vemos también a San Francisco y a la Purísima Concepción, así como El Señor de la Columna y muchas imágenes más de madera y otras de yeso.
Planta arquitectónica (original)
Cruz Latina
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Michoacán de Ocampo > Penjamillo > Santa Fe del Río (160670039)
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Santa Fe del Rio
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar