ANTECEDENTES HISTORICOS:
En 1525 fray Pedro de Gante fundó la capilla de San José de los Naturales la cual se construyó en el extremo nordeste del atrio del convento de San Francisco La capilla funcionó como parroquia de indios para facilitar la evangelización de los indígenas después de la conquista (esta capilla se demolió en 1769 para construir la nueva capilla de tres naves de los Servitas, la cual a su vez fue demolida en 1860 para abrir la actual calle de Gante.) En el barrio indígena de Moyotla ubicado hacia el suroeste de la traza española, se levantó una de las cuatro pequeñas ermitas que se establecieron en los alrededores de la ciudad de México para que auxiliaran a la parroquia de San de los Naturales. En 1598 se fundó en las cercanías de esta ermita y el convento. El mercado estaba dedicado al comercio de frutas y verduras así como otros artículos de primera necesidad. En 1625 a consecuencia de la terrible inundación que padeció la ciudad de México el mercado fue clausurado pero se abrió nuevamente en 1655. Hacia 1769 se demolió la antigua ermita auxiliar y el 8 de marzo de 1772, por decreto del arzobispo Francisco Antonio Lorenzana se colocó la primera piedra de la actual parroquia dedicada a San José. El nuevo templo parroquial quedó terminado en marzo de 1792, gracias al esfuerzo del primero de sus párrocos Diego Alvarez, trasladándose los archivos y el capítulo parroquial y quedó desde el principio bajo la administración del clero secular o diocesano. La construcción se realizó en estilo neoclásico siguiendo los lineamientos de la Academia de San Carlos y su interior fue decorado con pinturas al claro-obscuro en las que alternadamente se representraban pasajes de la vida de San José y de la conquista de México.
En 1841 el mercado de San Juan situado al frente de la parroquia de San José se convirtió en uno de los cuatro principales de la ciudad de México compitiendo con los del Baratillo, la Merced y el Parían. Esto dio motivo para que en 1849 se levantara una construcción de madera en el lado poniente de la plaza, enfrente del convento de San Juan de Penitencia, para contener los nuevos puestos para el comercio de carnes, legumbres, chiles y semillas. El resto de la plaza quedó al descubierto para los puestos del tianguis que mayoritariamente vendían fruta, utensilios domésticos de barro, losa y vidrio, asi como jarcias y canastas. Aunque oficialmente era llamado el Mercado de Iturbide todos los conocían como el de San Juan. El 19 de junio de 1858 un fuerte sismo provocó daños de tal gravedad a la construcción del templo de San José que éste tuvo que ser cerrado al culto y los arquitectos encargados dudaron acerca de su reparación. Los muros y las bóvedas de la nave quedaron fracturados por la enorme cantidad de grietas que presentaban y un gran número de las dovelas y claves de los arcos fajones y torales de la cubierta se encontraban rotas y fuera de su lugar. Las cuantiosas lluvias de la temporada hicieron que la nave del templo se inundara convirtiéndose en un estanque de agua donde el mobiliario y el pavimento sobrenadaban. Tan lamentable estado del edificio no fue obstáculo para que a los pocos dían comenzara su reparación. El 20 de junio de 1861, el templo fue bendecido y nuevamente abierto a la feligresia. Su interior había sido renovado sustancialmente fue decorado con algunos retablos y altares antiguos pertenecientes a la iglesia grande de San Francisco, así como con otr os objetos y mobiliario provenientes de los templos conventuales que habían sido clausurados por las leyes de Reforma. En 1868 al abrirse la nueva calle de las Artes (actualmente 3a. del Ayuntamiento) se corrigió el alineamiento demoliéndose parte de las dependencias y la huerta del convento de San Juan de la Penitencia a una gran porción del espacioso atrio al frente del templo de San José. Posteriormente la parte restante fue lotificada y vendida a particulares quedando ocultas las fachadas del templo. A finales del siglo XIX se suprimió el mercado jardinándose la plaza y la estructura del templo de San Juan se modificó para albergar el nuevo templo existente del Buen Tono.
A principios del siglo XX el interior del templo fue renovado totalmente sustituyéndose la antigua decoración por otra de estilo ecléctico historicista. La capilla del lado derecho se dedicó a Nuestra Señora de la Luz y la del izquierdo a la Purísima Concepción. A partir de su nacionalización la construcción al frente del templo sobre la calle de Ayuntamiento se convirtió en la casa cural, dejando un paso y pequeño patio en la planta baja como acceso del templo, el cual se cubrió con un tragaluz de estructura metálica y vidrio. Durante el movimiento "cristero" el templo permaneció cerrado y en 1939 después de un largo periodo de abandono la parroquia floreció en todos los aspectos convirtiéndose en una de las más importantes de la ciudad gracias a su párroco el Pbro. S. Gómez que permaneció a su cargo hasta 1559. En las siguientes décadas del templo sufrió el deterioro provocado por la incuria del tiempo y la falta de un adecuado mantenimiento. A esta situación se sumó la gravedad de los daños sufridos durante los sismos de septiembre de 1985. El inmueble quedó tan afectado estructuralmente que las autoridades civiles y eclesiásticas pensaron en una posible causura temporal del templo ya que las condiciones del edificio representaban un riesgo para la feligrasia. El 12 de marzo de 1990 fue nombrado párroco el Pbro. Lic. Alfredo Ramírez Jasso quien el 31 de julio del mismo año, inició una profunda y total restauración del templo, actualizándolo en cuanto a las exigencias litúrgicas y rescatando lo poco de valor que aun le quedaba.
Con la participación del Gobierno Federal se llevaron a cabo los trabajos de consolidación de la estructura mediante la inyección de grietas en los muros, arcos y bóvedas, así como la rehabilitación de las cubiertas. Además mediante la demolición del inmueble de propiedad federal ubicado en la calle de Ayuntamiento se pudo liberar la simétrica fachada principal de perfiles neoclásicos del templo que se encontraba oculta, asi como recuperar una parte del espacio atrial original. Las otras consistieron en la restitución de los elementos compositivos y ornamentales faltantes de la fachada en base a los vestigios originales existentes, la pavimentación y jardinamiento del atrio y la colocación de la verja atrial con sus dos accesos de herreria artística. Con la colaboración de la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México, la Fundación Adveniat de Alemania y la feligresía, las autoridades parroquiales encargadas del templo pudieron realizar la restauración del interior de la nave, del Bautisterio y de la capilla del Santisimo Sacramento, así como la adecuación y mejoramiento de la sacristía y de las oficinas parroquiales. Se restituyeron los aplanados dañados y las molduras decorativas faltantes, se doraron las molduras de los altares de los transeptos o crucero y el presbiterio, se limpiaron y rehabilitaron los candiles de prismas y se pulieron los pisos de mármol. En 1993 el templo parroquial de San José y Nuestraas Señora del Sagrado Corazón fue elevado al rango de Basilica Menor. Actualmente se piensa liberar la fachada oriente del templo, rehabilitar su portada lateral y ampliar el atrio hacia el oriente mediante la demolición del edificio de cinco niveles que se encuentra ubicado en la calle de Dolores No. 57 esquina con Ayuntamiento. Este edificio también fue gravamente afectado por los sismos de septiembre de 1985, se encuentra parcialmente ocupado y constituye una marca negativa en el entorno circundante ya que su altura y volumen contrastan ampliamente con la valorización histórica y artística de la Basílica de San José.
DESCRIPCIÓN ARQUITECTONICA
El templo parroquial de San José de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, actualmente elevado al rango de Basilica Menor, es de una sola nave y su planta tiene la forma de cruz latina. La nave está situada con el ábside hacia el norte y el acceso principal hacia el sur. Está formada por cinco tramos que corresponden: los tres primeros para la feligtresia, el cuarto al crucero con sus dos transeptos y el quinto al presbiterio. En el primer tramo se encuentra en voladizo el angosto coro alto y a los lados del tercer tramos se abren dos capillas laterales. La del oriente alberga al bautisterio y la del poniente está dedicada al Santísimo Sacramento. La sacristía del templo se localiza hacia el oriente del presbiterio y entre ésta y el bautisterio se encuentran las oficinas parroquiales que ocupan toda la parte posterior del tansepto oriente. La estructura del edificio es a base de muros de carga cuya fábrica es de mampostería de tezontle. Las pilastras que separan los diferentes tramos de la nave son de sillares de cantera labrada, al igual que los arcos fajones, torales y formeros que sustentan, aunque actualmente tanto los arcos como las pilastras se encuentran aplanados y pintados. La cubierta de la nave está constituida por bóvedas de cañón corrido con lunetos y la del presbitereio por un cuadrante esférico a manera de concha. En el crucero se levanta sobre las pechinas y el tambor octagonal una cúpula semiesférica rematada por un pinjante en vez de linternilla. Las capillas laterales también ostentan pequeñas cúpulas de media naranja sobre tambores octagonales con lucarnas redondas en forma de claraboya. Hacia la parte del templo entre la fachada principal y la capilla del Santisimo se desarrolla la casa cural.
Al frente del templo se encuentra un pequeño atrio delimitado hacia la calle del Ayuntamiento por una verja con dos accesos de herrería artística. La fachada principal del inmuebles parroquial es simétrica, está constituida por dos cuerpos y su composición arquitéctonica y tratamiento ornamental son de estilo neoclásico. Esta dividida en tres tramos claramente separados por pilastras, el central es más amplio sobresale ligeramente de los dos laterales que corresponden a las torres. Al centro del primer cuerpo se encuentra la sencilla portada en cantera labrada del acceso al templo. Su vano rectangular tiene el dintel recto y acusa dos angostas jambas a los lados. Está rematado por un tablero liso con volutas laterales y un copete curveado a manera de frontón, ambos adornados en sus extremos por una línea de gotas. La portada se encuentra flanqueada por dos águilas imperiales doradas con las alas abiertas que originalmente servían como porta estandartes. Las pilastras del primer cuerpo son de sección rectangular, carecen de basas o estereobatos, presentan sus fustes lisos y sus capiteles son del orden dórico. Un gran entablamento con el friso decorado por triglifos y metopas separa el primer cuerpo del segundo. En el segundo cuerpo se destaca un frontón triangular ornamentado por molduras y dentellones que aloja en su timpano una ventana oval de sencillo enmarcamiento. En las partes laterales correspondientes a las torres se encuentran unas ventanas de profundos derrames terminadas por arcos escarzanos. La parte de las torres está delimitada por pilastras a eje con las del primer cuerpo y está rematada por una cornisa moldurada. El segundo cuerpo termina en un pretil recto sin ninguna ornamentación. Arriba de las torres se desplanta los pequeños campanarios compuestos por un cuerpo y su remate. Estos tienen arcos de medio punto donde se asoman las campanas y pequeños taludes ornamentales en las esquinas ochavadas. Una cornisa sobresalida separa los campanarios de sus remates. Los cuales consisten en un tambor de poco peralte con pequeños óculos y un cupulin de formas bizantinas coronado por una cruz sobre una esfera. Al fondo se levanta la magnifica cúpula del crucero sobre un tambor octagonal ornamentado por elementos en cantera labrada, destacándose las bellas lucarnas con sus vidrieras y los nichos pareados en las esquinas. Los lucernarios están rematados por óculos ovales que sobresalen de la balaustrada perimental, la cúpula acusa sus aristas y está coronada por una especie de pináculo, en lugar de la habitual linternilla, también rematado por una cruz.
La fachada lateral oriente del templo se encuentra parcialmente oculta por el voluminosos edificio ubicado en Dolores no. 57 esquina con Ayuntamiento. El acceso lateral al inmueble tampoco se puede apreciar ya que el espacio se encuentra habilitado como cochera del párroco. Desde la calle está cerrado por un portón metálico y la portada de acceso no se ve completamente por la estructura que cubre la cochera. La única parte visible de la fachada es la del bloque constructivo que aloja en su interior el bautisterio, las oficinas parroquiales y la sacristía. Esta fachada es de un sólo cuerpo y está dividida en tres partes delimitadas por pilastras. Su composición arquitectónica y tratamiento ornamental corresponden al eclecticismo con detalles historicistas tomados del neoclásico francés. En la parte inferior se dejó un rodapié chapeado en recinto, los macizos están recubiertos con piezas de tezontle y las pilastras, los enmarcamientos de los vanos, las balaustrada del pretil y los remates en forma de macetón están ejecutados en cantera labrada. La parte central perteneciente a las oficinas parroquiales acusa tres vanos, siendo el central el acceso y los laterales ventanas. Los vanos son rectangulares con su dintel recto, presentan enmarcamientos dejando un tablero en la parte superior donde se acusan motivos decorativos a base de esgrafiados y ostentan a manera de remate una cornisa en voladizo con varias lineas de molduras. Las partes laterales correspondientes al bautisterio y a la sacristía alojan un sólo vano de ventana de proporciones y tratamiento similares a los de la parte central y también portan protecciones de hierro forjado y ventanerías de madera y vidrio. Tanto las pilastras esquineras como las intermedias tienen fustes de sección rectangular los cua les marcan entrecalles horizontales rehundidas como si formaran sillares. En la parte superior de la fachada en lugar de entablamento se dejó un paño liso que reciben la balaustrada del pretil. En el tramo hacia el sur se levante sobre la azotea, el tambor y la cúpula de la capilla del bautisterio. El tambor es de planta octagonal y acusa hacia el exterior pilastras en las esquinas asi como al centro de cada cara un óculo circular de profundo derrame y un pequeño enmarcamiento moldurado. La cúpula de casquete con forma de media naranja mantiene la superficie de su extradós con un bruñido liso y está rematada por una pequeña linternilla con cupulín coronada por una cruz sobre una esfera.
El decorado del interior es de estilo eclético, observándose en las paredes tableros moldurados en oro donde se alojan cuadros o imágenes de santos. Las paredes y las bóvedas están pintadas en blanco y las pilastras y los arcos en gris. Las bóvedas en su parte central tienen realzados con dorados unos medallones y del vértice de los lunetos cuelgan unos candiles de los del tipo araña cuajados de prismas. El presbiterio con su testero cóncavo presenta cinco arcos de medio punto formando tableros separados por pilastras con el fuste estriado. El tablero central aloja el altar mayor con la imagen del santo titular en un nicho. Las cuatro pechinas del crucero ostentan pinturas artísticas con imágenes religiosas. Es digno de especial atención el púlpito de madera tallada que data del siglo XVIII y que probablemente perteneció al templo de San Agustín. El altar de Ntra. Sra. del Sgdo. Corazón ubicado en el transepto poniente tiene un medallón de plata cincelada que enmarca a la imagen. Las capillas laterales fueron completamente renovadas destacándose el bautisterio de bronce. El piso es de mármol pulido y el mobiliario es de caoba. En el coro se colocó un órgano electrónico de concierto y en las oficinas parroquiales subsiste un hermoso reloj de finales del siglo XIX. En las sacristía hay bellos cuadros antiguos y una enorme cómoda tallada en cedro blanco.
