Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-002607
Nombre del Inmueble
San Juan
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Antecedentes históricos
San Juan Parangaricutiro fue fundado con vecinos provenientes de Phantzingo, pueblo que existía aún antes de la conquista y que fue evangelizado por los frailes de la orden de San Francisco atribuyéndose esta labor a fray Antonio de Lisboa y a fray Juan de San Miguel, éste último miembro de la Segunda Audiencia que estuvo encabezada por don Vasco de Quiroga. A raíz de los desmanes y muerte del Calzonci cometidos por Nuño de Guzmán, los indígenas de Phantzingo se dispersaron asustados, hasta que los agustinos de Zirosto iniciaron una nueva congregación propiciada por el Beneficiado Fuenllana.
Basalenque nos dice de este convento que lo terminaría fray Sebastián de Trasierra y que continuaría el padre Sebastián González, éste último, criollo de Pátzcuaro, "...la mejor lengua que en su tiempo hubo... y así se debe a él todo el edificio y el acabar la nave central de la iglesia que tiene tres naves con su retablo nuevo de lo que aca se hace en la provincia...".
Su auge como centro comercial lo convirtió en cabecera formando parte de su partido los pueblos de San Salvador Paricutín y Santiago Angahuan. En el sitio se establecieron en el siglo XVIII doce familias de españoles y 188 indios tributarios de reducción que nombraban gobierno indígena. El oficio del pueblo era además de la agricultura el hacer mantas de lana, por lo que se le conoció como San Juan de las Colchas. La descripción de la Inspección Ocular dice "...La iglesia es una nave muy capáz dividia en tres partes por columnas que la atraviesan longitudinalmente, con techo de tejamanil, artesón empezado, mal entablados solo dos tercios del piso, sin torre, con sacristía clara, de poco adorno, bautisterio, coro con órgano útil, paredes de piedra y mezcla, y nueve altares con sus retablos dorados los ocho, uno nuevo; pero todos de fea talla y poco decentes... Las casas curales, son altas, de extraordinaria extensión, con paredes de piedra y mezcla, y pilastrones de pañería en el primer cuerpo, cuyos sillares los de las columnas y particularmente la pila bautismal, de una pieza de piedra también, se condujeron de mucha distancia y de consiguiente con gran trabajo...".
Rivera Cambas dice de ella: "...Es la mayor de la Sierra de Michoacán, de tres naves, amplia, sólida y con alguna elegancia, su retablo mayor está al estilo moderno...".
Las Leyes de Reforma lo afectaron de igual manera que sucedió con casi todos los edificios de la entidad fue retirado del culto durante la prohibición de acuerdo a lo dispuesto en el Artículo "...13 del Decreto 100 expedido el 12 de mayo del año anterior por el Congreso del Estado..." hasta que el 20 de enero de 1933 en la Oficina Subalterna de Hacienda fue entregado junto con sus anexos a una Junta Vecinal representada por diez ciudadanos, se entregaron de igual manera los objetos pertenecientes a fin de que los "...cuiden y guarden, pues solamente serán usados para el culto, acompañándoseles el inventario respectivo...", según reza el acta que se levantó ese día. Esta entrega obedeció en parte a la insistencia del Agente José María Toran que lo describió de la siguiente manera: "...Mide el templo 70 mts. de largo por 20 de ancho y 15 de altura. Está construido de piedra y mescla, se encuentra en regular estado. El anexo al curato tiene 40 m. de largo por 33 de ancho y tiene 8 piezas en los altos y en el piso de abajo 3... El atrio que pertenece a la parroquia mide 93 m. por cada lado de los cuatro que tiene...".
Sin embargo sufría la mi sma suerte que la mayoría de los edificios religiosos agredidos por un gobierno de tendencias socialistas y anticlericales que empezó una etapa de expropiaciones a distintas partes del edificio, como el atrio para hacer un mercado y el anexo para arrendarlo como viviendas y hacer más rentable el inmueble, que se negaba a los fieles para viviendas de párroco y servicios religiosos tal y como sucedía con muchos otros edificios del mismo género con una enconada obstinación que provocó la renta y reparto de la propiedad.
Los temblores de 1943 precedieron al nacimiento de un nuevo volcán en sus cercanías, pero el 11 de mayo de 1944 se autorizó el traslado de la imagen del Señor de los Milagros al Rancho de "Los Conejos" ya que los vecinos expresaron el 10 de mayo anterior que debieron sacarlo porque el Paricutín amenazaba con arrasar el pueblo y los sismos derribaban las casas, pero antes en solemne peregrinación presidida por la Naná Huari o Inmaculada Concepción, y el Cristo de pasta de caña conocido como Señor de los Milagros, emprendieron la retirada hacia el nuevo sitio enclavado en la exhacienda de "Los Conejos" donde fundarían el Nuevo San Juan Parangaricutiro o San Juan Nuevo.
Con la llegada de la lava, el pueblo quedó oculto, convertido en cenizas, pero la iglesia logró sobrevivir gracias a sus gruesos muros de calicanto. En 1943 antes de la llegada de la lava solamente existía la torre del costado izquierdo, por lo que deducimos que el basamento que actualmente se ve fue colocado con posterioridad.
Entre las ruinas encontramos una piedra con la fecha A 1618, seguramente conmemorativa de alguna etapa de construcción. Por los antecedentes de archivo que tenemos sabemos que fue la iglesia más grande de la sierra, cuyo atrio medía 93 mts. por cada lado aunque suponemos que fue mermado durante la persecución, ya que en esta región pulularon los grupos cristeros en protesta por los abusos de los anticlericales.
La fachada puede ser descrita gracias a las fotografías de archivo publicadas en algunos libros, tal como la describe Basalenque es de orden neoclásico, de dos cuerpos y tres calles, están separadas por columnas que flanquean accesos con arcos abocinados de extradós moldurado, que se unen mediante un largo entablamento decorado con triglifos y metopas, se observan las claves resaltadas; el segundo cuerpo está visible, en él pueden verse en la primer y tercera calles los grandes nichos similares a los vanos inferiores, carentes de imágenes. La ventana del coro sobre el eje central es similar de gran tamaño, las columnas que separan las calles tienen capitel toscano que soporta el entablamento que corre a lo largo de la fachada uniéndola con los cuerpos de las torres que se colocan en los extremos de la misma. Sobre el cuerpo central destaca el frontón triangular de indudable concepción neoclásica.
Las torres son de base cuadrada y se ingresa a ellas a través de la nave, la del extremo derecho está inconclusa, y sólo se conserva el basamento cuadrado que le sirve de apoyo con sus dos vanos rectangulares y el desplante del primer cuerpo; la del extremo norte es de dos cuerpos rematados por un cupulín semiesférico en el que resaltan las nervaduras que dividen los gajos. El primero es cuadrado con vanos de medio punto sobre impostas en cada una de sus caras y columnas exentas en las esquinas que se ochavan ligeramente para darles espacio; el segundo es similar al anterior pero de menor tamaño y adorna las aristas del ent ablamento con ánforas neoclásicas.
La nave es de grandes dimensiones, fue rebasada por la lava que entró ahogando las tres naves y deteniéndose a la altura del presbiterio que se estrecha separándose del resto de la iglesia por lo que fue un arco triunfal hoy colapsado. En los muros interiores se conservan las huellas de las vigas que empotraban en ellos y múltiples restos de aplanados que cubrían los muros de piedra y cal de bien cortado sillarejo que nos muestra una pañería de piedra de buena factura.
La cubierta fue de dos aguas en la nave central con vanos a los costados colocados sobre el entablamento que servía de unión a los arcos que colocados sobre columnas corintias separaban las naves. Esta descripción se basa en las fotografías de archivo y en los comentarios de la Inspección Ocular en donde nos dice que a fines del XVIII estaba "el artesón empezado".
Actualmente es casi imposible realizar el levantamiento, por lo que realizamos una planta hipotética. Sobre la lava vemos emerger la torre, y después el cuerpo alto de la fachada que quedó cubierta hasta el nivel del coro, la espuma entró por un costado de la nave y rebasó la iglesia muchos metros más atrás del muro absidal, salvándose milagrosamente el altar a cuyo pie se detuvo.
Las casas parroquiales que ocupaban el primitivo claustro, el atrio, el Iuritzio y el pueblo mismo, desaparecieron bajo la gruesa capa pétrea, de "la iglesia magnífica" de que nos habla Lejarza, y "la mejor y más capaz de las cabeceras" como la define Rivera Cambas, sólo sobrevivió el frente de la nave y el presbiterio, en cuyo muro testero subsiste el altar de características neoclásicas en el cual seis columnas fracturadas, quemadas y con vestigios de estuco sostienen un grueso tablero con restos de una cornisa en saledizo sobre la que se soportan columnas con capiteles posiblemente corintios y fustes estriados, las cuales conservan restos de color. Cuatro de ellas enmarcan la calle central que debió contener sobre una peana de mampostería al Señor de los Milagros, hoy vemos una pequeña imagen con ofrendas de flores y veladoras con una cruz al centro.
Dos calles laterales con nichos de arco conopial y peanas quedan encuadrados por columnas exteriores que flanquean el cuerpo, faltando la del extremo derecho, el friso superior con tablero se remata en una cornisa volada de frontón triangular sobre la que cayeron los elementos del remate superior, los vestigios aún conservan estuco y restos de enlucidos, la vegetación parásita invade el arco de medio punto en que se inserta el altar y surge de las grietas del muro.
Planta arquitectónica (original)
Tres Naves
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Michoacán de Ocampo > Nuevo Parangaricutiro > Nuevo San Juan Parangaricutiro (160580001)
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
San Juan Parangaricutiro
Orden religiosa (original)
Sin Identificar