Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-002614
Nombre del Inmueble
San Juan Bautista
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Antecedentes históricos
El poblado de Peribán que se trazó alrededor de este templo se ubica a 50 km. de Uruapan y a 83 de la Cd. de Zamora.
Este pueblo fue fundado por "un principal antiguo que se decía Pereche", el cual recibió para esto comisión "de Caltzontzin, Rey de Michoacán". Se le dio el nombre de Peribán que quiere decir "diablo", porque "en tiempo de su gentilidad se le apareció (a Pereche) el demonio en figura de una doncella", siendo sus fundadores "como quatrocientos indios". Todos hablaban la lengua purépecha y fueron incorporados a la Corona Española por soldados del capitán Cristóbal de Olid.
Se cuenta que antes de 1579 tenía "más gente de la que hay ahora" y que su vecindario está formado por "gente entendida". Entre el pueblo "y sus sujetos hay como mil doscientos indios tributarios", quienes siembran maíz, trigo, frijol, chile y toda clase de verduras; cultivando además, gran variedad de árboles frutales y moreras para el gusano de seda.
Peribán fue evangelizado por fray Juan de San Miguel el año de 1534, quedando agregado como "visita", a la doctrina de Tarecuato. Para 1546 ya era "doctrina" y tenía a su cargo los pueblos de San Francisco Peribán, Santiago, San Miguel Apenguene, Tocuro, Santa María, San Gabriel, San Rafael, San Pedro, Querétaro, Atapan, Corinduco y Apo.
El primer "encomendero" de Peribán fue don Antón Caycedo. Muerto éste heredó la encomienda doña Marina de Montes de Oca, su esposa y, finalmente, don Antonio de Luna Villalobos, quien casó con una hija de Caycedo y doña Marina. En 1546 se construyó el convento, dedicándose a San Francisco de Asís y ordinariamente lo habitaban dos sacerdotes religiosos de la Orden de los Hermanos Menores. Al erigirse Peribán en parroquia, siguió bajo el cuidado de los franciscanos, hasta que fue secularizada en el último tercio del siglo XVIII.
El patrono de la parroquia fue, desde el principio, San Juan Bautista y el año de 1583 un español llamado Diego Morales que daba "mal ejemplo con sus desórdenes y mal vivir", trató de asesinar "con una daga... a un religioso en la iglesia", causando "gran escándalo".
El informe de 1911 de Bienes Nacionalizados indica que la parroquia no fue intervenida y que el curato estaba dentro de sus linderos, consistente la extensión del predio en 2,666 m2. El informe del Jefe de Hacienda en 1897 dice que ocupa el templo y sus anexos 660 m2 y constaba de templo y casa cural con sacristía estando en poder del clero secular.
El claustro se intervino con la entrega del Jefe de Tenencia al de Hacienda el 20 de octubre de 1927. El acta manuscrita del Jefe de Tenencia del 2 de enero de 1928, el Sr. Rafael Cartagena, describe el inmueble: "...Una finca que se compone de cuatro piezas, tejadas de teja y tejamanil, en mal estado, y una cocina y un comedor en iguales condiciones. Un patio de la misma, un corral circundado de vardas de adove y un pequeño patio con una matas de bastagos en malas condiciones y como mueble no se hace aparezca nada porque no lo hay... no hay persona que intereze a rentar pieza alguna...".
El Jefe de Tenencia en 1928 pide el curato para ubicar las oficinas como son: "...juzgados y locales para escuelas públicas... y carcel...". El curato entró en un litigio de peticiones de áreas por parte de muchos interesados, al grado que en 1928 el conjunto ya se encontraba en mal estado, se describe como de "...adobe, piedra, teja, tejamanil y ladrillo..." la fachada "...sin ningún orden simplemente lisa...".
En 1936 el de Hacie nda informa: "...está en pesimas condiciones los anexos,... no tienen pisos las piesas, ni puertas algunas, ni engarres ni mucho menos blanqueos. Se encuentra en poder del cura de los Reyes, J. Jesús Pimentel, el fue que recibió...".
En los anexos se adaptaron escuelas oficiales ocupando la planta baja, arrendándose la huerta quedándose con el dinero la comunidad agraria.
La parroquia de San Juan Bautista fue fundada en el siglo XVI por la orden de San Francisco, atribuyéndose a fray Juan de San Miguel religioso que evangelizó la región, aunque el edificio que hoy vemos fue reconstruido en varias ocasiones adquiriendo por último el aspecto neogotizante propio de la primera mitad de nuestro siglo; ocupa el centro de una manzana que fue invadida por propiedades particulares y un Jardín de Niños Federal, así como un cancha de basquetbol.
El actual conjunto conserva una sección del atrio, la iglesia, el convento ubicado al sur de la nave y parte del huerto.
El atrio es una amplia extensión que sube hacia el conjunto conventual, absorviendo los desniveles mediante tramos cortos de anchas escalinatas, la vegetación es precaria y se reduce a unas cuantas plantas de ornato. En su parte central alineada a eje de la nave se ubica sobre una peana cuadrada la cruz atrial de doble travesaño con una corona en el crucero y una talla del cordón franciscano en el poste superior.
El edificio no es el que se construyó en el siglo XVI presenta severas modificaciones surgidas en los siglos XIX y XX, sobre todo en el anexo claustral que por muchos años estuvo abandonado.
La fachada es un gran paño liso que se divide en tres mediante un ligero desfazamiento de los paños que se delimitan mediante la cornisa moldurada que conforma el remate mixtilíneo que le sirve de remate; en la calle central está una portada inserta en un medio punto, remarcado en el paramento, dicha portada conserva vestigios de diseño plateresco aunque fue severamente modificada. El arco de acceso desplanta sobre impostas apoyadas en pilastras tableradas con basamentos rectangulares de similar diseño, se flanquea por columnas medias muestra, toscanas de fuste liso que soportan una cornisa prolongándose formando columnillas rematadas con una antorcha. Al centro en el segundo cuerpo, se encuentra un vano de construcción reciente, también de medio punto que ilumina el coro y se flanquea a su vez por dos pilastras tableradas con ánforas antorchiformes en el remate.
En el extremo derecho de la fachada se encuentra una placa alusiva a la fundación del pueblo por fray Jacobo Daciano, el misionero franciscano, en la que se reconoce su admirable labor evangelizadora, fue colocada en 1975.
La torre se ubica en la esquina norponiente de la nave, que se orienta siguiendo los lineamientos propios del siglo XVI con el acceso hacia el poniente. Se conforma por un basamento cuadrado que corta su altura mediante cornisas y el decrecimiento de su volumen; a partir de la cornisa que delimita el frontón mixtilíneo de la fachada desplanta el primer cuerpo de diseño francamente ecléctico que denota sus orígenes recientes de planta cuadrada con vanos de medio punto en cada una de sus caras flanqueadas por columnillas corintias, sobre las que se apoya un entablamento del mismo orden con una cornisa dentada y que sirve de base a un frontón triangular.
El cuerpo superior inclina sus paños para adquirir una silueta piramidal, repite el esquema del cuerpo que le precede con vanos de medio p unto y columnas en ambos extremos del mismo, aunque los capiteles esta vez son toscanos; en cada una de las esquinas desplantan pináculos apuntados rematados con una esfera, que se repiten al centro como ornato del chapitel, sobre cuyo vértice desplanta una cruz metálica.
La nave es de planta de cruz estrechándose en el área del presbiterio en donde se ubica un altar de características neoclásicas que se abocina hacia el frente, consta de dos cuerpos y tres calles en el inferior y una en el superior en cuyo nicho central está la imagen en bulto de San Juan Bautista. Al frente emerge un ciprés de gajos apuntados que se apoya en la original mesa del ara, las calles del inferior se conforman mediante columnas de fuste liso con capitel jónico y entablamento con friso ornamentado con tallas vegetales; en la primer y segunda respectivamente se encuentran peanas con nichos de medio punto que albergan a la Inmaculada Concepción y a San José. El segundo nivel se ornamenta con triples columnas en las que se apoya un entablamento que a su vez sustenta el frontón redondeado y cupuliforme del remate que se ornamenta con ánforas de crátera colocadas a eje de las columnas.
El piso es de mosaico de pasta en cuadros blanco y amarillo y sube cuatro gradas hacia el presbiterio en el cual fue eliminada la barandilla del comulgatorio. Al pie de la nave se ubica el coro de concreto armado, soportado por tres arcos de medio punto divididos por pilastras ornamentales, el central es de mayor altura.
Los muros están aplanados y encalados por ambas caras, seccionan flanqueadas por pilastras planas que se prolongan hasta un entablamento que rodea el cuerpo de la nave cortándose a la altura del coro, sobre el mismo se ubican vanos de medio punto que iluminan de manera exitosa el recinto.
Las techumbre es además del altar lo más vistoso de la iglesia consiste en una viguería de holladero con entablado por la parte superior que desplanta sobre dobles canes esgrafiados en dorado con un pinjante también con acabado en oro cuyo diseño es de excelente calidad, no se observan vigas o estribos que les sirvan de soporte a lo largo de los muros; por el exterior, la cubierta es de varias aguas y se apoya sobre canes en saledizo, la estructura es de tijeras colocadas sobre el holladero cuyos largueros se unen con fajilla en cuya parte superior se colocó la teja.
Los anexos son propiamente el exconvento, su concepto arquitectónico es de espacios rectangulares que rodean un patio central, presenta vestigios de innumerables reconstrucciones en las cuales se modificó substancialmente su fisonomía exterior sobre todo por la hechura de vanos rectangulares ajenos al diseño conceptual del primitivo edificio. En el interior se conserva la portada de cantera con arco de medio punto, mientras los demás accesos son recientes, el pórtico perimetral es típico de la arquitectura michoacana y la remodelación que se le hizo respetó en parte las molduraciones y diseños de las originales zapatas sobre las que se apoyan vigas y a su vez el tapanco del corredor superior; las columnas son postes de trazo toscano y desplantan de basas con diseño de este orden sobre plintos de cantera. Los pisos son de mosaico exceptuando el patio central enlosado en el que el pozo ya no existe.
La cubierta de las crujías es de vigas con tablazón y armadura de madera con teja a dos aguas. Actualmente además de las funciones parroquiales alberga
Planta arquitectónica (original)
Cruz Latina
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Michoacán de Ocampo > Peribán > Peribán de Ramos (160680001)
Nombre de la vialidad o calle
Cuauhtémoc
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
60440
Otra localización
Peribán de Ramos
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar