Atepec fue una comunidad zapoteca autónoma.
Analco (Tanatepec) fue uno de los tres sujetos de Atepec que sobrevivieron como pueblos en el siglo XVIII.
El templo de San Juan Evangelista que se conserva hasta nuestros días es de una nave, construida con gruesos muros de mampostería, y cubierta a dos aguas de madera y lámina. Tiene el presbiterio más angosto que el resto de la nave, cubierto con un chapitel de madera y teja. Se comunica con la sacristía por una puerta sobre el muro de la nave.
Cuenta con un rico acervo cultural en pintura y escultura que decora los retablos barrocos que aloja este templo.