Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003695
Nombre del Inmueble
San Miguel Arcángel
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La iglesia dedicada a San Miguel Arcángel, que ahora (diciembre de 2005) ostenta la categoría de parroquia, forma parte de un extenso conjunto en el que se incluye un atrio de dimensiones muy generosas. Ese complejo se encuentra frente a la plaza principal de la localidad, de manera que el atrio, como fue casi habitual en una gran cantidad de localidades novohispanas, constituye una verdadera ampliación de los espacios y las perspectivas de la plaza y del centro del sitio.
El atrio ocupa todo el frente de la manzana que hace las veces de límite de la plaza, y la parroquia ocupa su parte central: la fachada de la iglesia, de hecho, forma el paramento oriente del atrio además de ser el remate de una circulación central que se inicia prácticamente en la plaza y termina en la puerta del templo. El conjunto, así, contiene elementos que fueron planeados para dialogar unos con otros.
La fachada principal del edificio, como las laterales y la posterior, está terminada en aplanados a base de cal y arena y ahora está también pintada en color amarillo, tono que contrasta un tanto con el blanco que se prefirió para las molduras, los marcos y en general los elementos que sobresalen del paño del muro. Esa fachada de acceso está compuesta por el cubo de la torre, el campanario propiamente dicho, la portada de acceso al recinto y el contrafuerte con que se resuelve la esquina suroeste del inmueble. En los tres elementos se repite el patrón de la pintura blanca en salientes de los varios diseños: el cubo lleva resaltados los trazos de dos pilastras en sus extremos, el resumen gráfico en que se constituye una interpretación de entablamento, y en general todos los elementos que simulan la estructura del campanario, es decir, los fustes aparentemente helicoidales de las columnas medias muestras que soportan los entablamentos que llegan a las esquinas, las molduras que forman el arquitrabe, el fondo del friso y desde luego las otras molduras que hacen las veces de cornisas. Ello ocurre en el único cuerpo del campanario así como en su remate, objeto que lleva un capulín asentado sobre un pequeño tambor de planta cuadrada con nichos en los ochavos que sustituyen a las esquinas.
La portada es una composición más clásica, cosa notable tratándose de una obra aparentemente anterior al cubo y a la torre: se trata de una composición a manera de alfiz en la que se aprecia un solo cuerpo que se extiende por dos niveles: el primero está organizado alrededor de la puerta, que va inscrita en un arco de medio punto; esta apertura va flanqueada por dos columnas medias muestras helicoidales -aunque con más vueltas que las de corte verdaderamente clásico- y luego, en los extremos, dos pilastras, una a cada lado. Los cuatro apoyos reciben la carga de un sencillo entablamento arriba del cual sólo continúan dos de los apoyos, unas nuevas pilastras adosadas, menos altas que las de abajo, en los ejes que ocupan las columnas en el primer cuerpo. Entre las pilastras se encuentra la ventana de coro, de trazo mixtilíneo sobre una primera idea en forma cuadrada. Dos macetones rematan los extremos, como otros dos roleos aparecen sobre el entablamento arriba de la ventana del coro. Un medallón y un nicho ocupado por una pequeña escultura del santo patrono se encuentran en el tímpano del muro del frontis, en cuyo vértice arrancan otros roleos que conducen el pretil hasta el nivel de las molduras que terminan el cubo de la torre, por un lado, y el contrafuerte de la esquina, por el otro.
Los colores amarillo y blanco que se utilizaron en los exteriores del templo también fueron empleados en el interior de la nave: con esa combinación fueron logrados algunos efectos que destacan la presencia de los elementos estructurales así como la mayor parte de las decoraciones.
La nave de feligresía es un área rectangular a la que completan, a cada lado a la altura de la cúpula, los brazos del crucero que integran la cruz que se trazó en planta. La primera parte de la nave está dividida estructuralmente en tres tramos después del coro; cada uno de ellos lleva una bóveda de arista que se apoya en los muros laterales y en los arcos que determinan los tramos. En el crucero se alza la cúpula, que es de planta octagonal y que lleva pechinas para distribuir sus cargas a los muros y a los arcos que la soportan. La bóveda del coro también es de arista, como las que cubren los brazos del crucero y el espacio del presbiterio.
En el interior de la nave también son de notar las aplicaciones en dorado que se observan en los capiteles de las pilastras adosadas y en los casetones que se agregaron a los arcos formeros en su intradós. El presbiterio está organizado en torno de un ciprés exento de origen plástico neoclásico que se encuentra en obra a principios de diciembre de 2005.
La cúpula lleva un tambor cuyo interior no se distingue del paño continuo y curvo que forma ese tipo de bóveda. En ese elemento va una pintura popular y reciente que representa al arcángel patrono de la parroquia en lucha con el demonio ante la mirada del Padre Eterno. Se trata de una aportación ciertamente discutible aunque de corte suficientemente didáctico para quienes han olvidado el papel que ha desempeñado San Miguel Arcángel en la salvación de los fieles.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Ejido Tocuila
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Lazaro Cardenas
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Diocesano
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005