Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003701
Nombre del Inmueble
San Pablo Apóstol
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XIX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La iglesia que ahora es la parroquia de San Pablo Apóstol ocupa el predio más importante del barrio, frente a la plaza de la localidad. La mayor parte del terreno es el área sobre la que se extiende el atrio, espacio que alguna vez cumplió funciones de apoyo a la liturgia y que ahora, gracias a nuevos empeños de la mayordomía, se ha convertido en una zona de encuentro y de actos de proselitismo, como lo demuestra la nueva apariencia de la barda atrial al norte del espacio: allí se levantó un muro con pretensiones de portada, o de retablo, en el que la figura de San Pablo ocupa un lugar central entre los otros apóstoles y bajo un frontón totalmente fuera de proporciones.
La obra ha conservado los aplanados que cubren sus muros y los otros elementos de su estructura que fueron construidos con distintas variedades de piedra. En esa perspectiva cabe subrayar que, a pesar de todo, ésta es una iglesia de imagen unitaria en cada una de sus fachadas.
La fachada principal esta compuesta de manera tradicional y sencilla así sea con la utilización de algunos elementos que podrían considerarse tradicionales independientemente de la antigüedad de las propuestas de diseño: Esta obra incluye en su fachada de acceso una portada que va flanqueada por los cubos de sus dos torres de campanario. Los cubos son de las mismas dimensiones pero fueron acabados de maneras diferentes, pues mientras el del lado norte lleva dos vanos, uno cuadrado y otro circular, el del sur presenta el acceso a una capilla del tamaño de un oratorio y, más arriba, una ventana tradicional terminada con un arco de medio punto. Los campanarios son también muy parecidos pero no son iguales: ambos llevan dos cuerpos y remate, pero mientras el del lado norte presenta un marco resaltado para el primer cuerpo de campanas, el del sur lo ostenta vacío y con un cambio de paño y de acabado en las enjutas. Al tiempo que el segundo cuerpo de la torre norte está formado por vanos para la transmisión del sonido de las campanas, el del sur lo lleva ciego y con un reloj que procede de la última etapa de construcción de la iglesia. Los remates son sólo distintos en las zonas que se definieron para recibir la pintura de sus acabados.
La portada del inmueble parece proceder de la obligación moral de atribuir carácter a la construcción: se trata de una composición en dos cuerpos y remate que incluye la puerta de ingreso, en el inferior, y una minúscula ventana de coro, en el alto. El arco de acceso es de medio punto y va enmarcado por jambas y dovelas a las que se acabó con pintura, lo mismo que el entablamento del tipo más sencillo que resuelve la verticalidad de los dos pares de pilastras adosadas que cubren el ancho del edificio. En el segundo cuerpo continúan los apoyos y se resuelven, capiteles y nuevo entablamento de por medio, en un frontón de buena proporción que no lleva ningún motivo de decoración y que termina en una doble molduración lograda con los ladrillos del enrase del muro.
El interior de la nave, que es de planta rectangular, es ciertamente mucho más interesante: está dividido, también de un modo muy elemental, en cuatro tramos estructurales a los que determinan, también, pilastras adosadas de sección cuadrada que, en conjunto y a lo largo de los muros excepto el testero reciben un entablamento que también recorre todo el espacio. Sobre ese componente de aliento clásico se apoyan los arcos formeros, que son todos de medio punto. Las bóvedas son de arista, como de seguro descubrieron sus constructores que sería más fácil hacer para cubrir el recinto sin apelar a condiciones de estabilidad o de geometría que requerirían un trabajo más elaborado.
El fondo del espacio es el presbiterio, zona en la que se aplicaron volúmenes adicionales a las esquinas que se forman en las secciones de las bóvedas de arista. Allí está también un ciprés de aliento neoclásico que conserva, con vidrios, un Jesús en la Cruz de seguro más antiguo que el edificio. Una Virgen de los Dolores y desde luego San Pablo flanquean ese ciprés mediante esculturas colocadas sobre una mesa que contribuye a determinar el espacio del sagrario.
Las bóvedas son, como se indicó, soluciones constructivas relativamente sencillas si bien todas cumplen sus papeles en la estructura al parecer de la mejor manera posible. Es de notar, empero, que la decoración, incluso reciente, ha contribuido de manera determinante a dotar al espacio de culto de valores simbólicos muy interesantes pues en cada uno de los cuatro sectores de cada bóveda ha sido ejecutada una pintura que representa a cada uno de los apóstoles que acompañaron al Maestro hasta su crucifixión, ocasión que desde luego se recuerda en el ciprés del presbiterio.
Independientemente de su época de construcción, etapa que no concluye sino que se transforma en etapa de intervenciones, es de subrayar que el coro ha sido conservado con todo el vigor que tuvieron estos elementos en los templos hasta antes de las resoluciones del Concilio Vaticano II, que los dejaron sin uso.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Plaza del Barrio
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Diocesano
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005