Ocuituco tenía diez estancias que en 1550 estaban repartidas en dos barrios, Tlalnepantla y Tlaltengo. En 1603 se ordenó que todos fueran congregados en la cabecera y Tlamimilulpa. La capilla que se conserva hasta nuestros días es de una nave, cubierta a dos aguas con lámina metálica. Su frontispicio es de superificie lisa, en la que se destaca su portada renacentista. Hacia el norte tiene la torre, compuesta de un alto basamento, y campanario de dos cuerpos rematados con chapitel y pináculos en las esquinas.