Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003659
Nombre del Inmueble
San Pedro Apóstol
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
15 9882 6
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La capilla se halla frente a una explanada del mayor interés toda vez que parece abrirse a los panoramas del campo y no a las zonas urbanizadas del conjunto. La plaza, que en realidad es en parte atrio y en parte zona de encuentro para los habitantes de la localidad en su habitual tránsito desde y hacia sus centros de trabajo, ha sido ahora -octubre de 2005- transformada en un verdadero espacio de carácter religioso pues ya ha sido concluida la obra de una nueva iglesia, la parroquia de San Pedro Apóstol. La edificación recién terminada, que fue concebida y resuelta con propuestas y recursos del todo contemporáneos, se dispuso justo frente a la obra histórica si bien cada una se alza sobre ejes longitudinales diferentes.
La obra antigua de seguro presidió un atrio que más que delimitarla debió ser una referencia para la población, es decir, una expresión del conjunto comunitario que se extendía entre las habitaciones y frente a los campos de cultivo. Ahora, después de muchos años, de la expansión del nuevo tejido urbano y con la aparición de una construcción moderna en el mismo espacio, la capilla se muestra prácticamente como un edificio aislado y frente a una plaza sin carácter, sin rasgos compositivos definidos y con la única compañía de la fachada de una escuela y la timidez de una barda atrial reducida a su mínima expresión.
La capilla, como ya se dijo antes, es una pieza muy interesante de planta rectangular regular a la que integran muros de piedra y contrafuertes del mismo material. Es fácil distinguir la construcción original de la que ha trascendido pues al primer volumen se agregó, quizá en un momento cercano al siglo XIX, el complejo que forman un cubo y la torre del campanario del lado norte del edificio. Los muros de piedra son continuos por el interior y se muestran interrumpidos por contrafuertes en sus caras exteriores. Por dentro, además, van aplanados mientras han permanecido con su material aparente en las fachadas.
De esos paramentos el principal es la fachada que contiene el acceso al edificio: se trata de un muro que sigue fielmente los trazos de la planta y las exigencias de la estructura; va remetido respecto del paño del cubo de la torre y del otro paño, el del contrafuerte que determina las dimensiones de la esquina suroeste del templo: ello ha propiciado que los dos componentes laterales de la cubierta vuelen un tanto hacia el exterior y creen, de hecho, un área sombreada que relaciona, de la mejor manera, los varios elementos de la fachada.
El primero de ellos, de norte a sur, es el cubo que soporta la torre del campanario; ese apoyo, que es de piedra y va despojado de ornamentación y en el que sólo se abren dos pequeñísimos vanos para la iluminación de la escalera a la torre, se alza hasta el nivel alto del segundo cuerpo de la portada. Más arriba, desde luego, va la torre del campanario, elemento de dos cuerpos y un remate que revela una ingenua pero creativa influencia popular. El primer cuerpo es de planta cuadrangular y presenta dobles columnas que flanquean los vanos para las campanas; el segundo es de planta similar pero se ostenta girado 45 grados de manera que las columnas medias muestras aparecen al frente de la composición. El remate, por último, se apoya en un trazo circular que conduce a un cupulín que parece dividido en gallones, condición que sólo se buscó para subrayar la influencia barroca y popular del conjunto.
La torre del campanario presenta, ahora, una apariencia como la que muy probablemente tuvo en su primera época: muros aplanados y columnas medias muestras y molduras que resaltan gracias a la aplicación de pintura de varios colores y tonos que incluyen lo mismo marrones y amarillos que azules y amarillos. Es un hecho que las intervenciones de restauración que encabezan las autoridades regionales o los grupos populares son vigiladas por expertos y representantes de las instituciones federales encargadas de la salvaguarda de este patrimonio, pero no es menos cierto que las influencias populares, antiguas y contemporáneas, han atribuido al conjunto un aire de frescura que no riñe con las políticas de conservación.
La portada del templo es una composición organizada sobre un eje vertical que une la puerta de acceso con la ventana de coro y el vértice sobre el que se apoya la cumbrera de la cubierta. La puerta está inscrita en un arco de medio punto al que flanquean dos vigorosas pilastras que, a su vez, definen el entablamento además de continuar hacia arriba para dar espacio al segundo cuerpo, el que corresponde a la ventana de coro, pieza a la que acompañan otras dos pilastras, más pequeñas pero que también continúan hasta el entablamento superior. Esas cuatro pilastras, arriba, y los vanos mencionados, abajo y arriba, junto con las varias molduras que recrean la distribución de zonas en los entablamentos, crean un conjunto de volúmenes que, en suma, proporcionan al paño del edificio varias áreas de luz junto a zonas de sombra que contribuyen a apoyar el nicho que se abre en el tímpano del muro. En esa zona, en efecto, se encuentra un nicho en el que se recrearon las formas de una concha y dentro del cual fue colocada una pequeña escultura que evoca la figura del santo patrono de la iglesia: esa pieza está prácticamente a la sombra la mayor parte del día gracias a la protección que le proporciona el volado de las dos secciones de la cubierta.
La planta y los muros, por todo ello, producen un recinto unitario y claro al que sólo complementa un arco triunfal en la frontera entre la nave de feligresía y el presbiterio. La obra es de muy pequeñas dimensiones como de seguro lo recomendaron las longitudes de las vigas y las soluciones a base de tijeras que elevan el centro de la nave para resolver la cubierta en dos caídas, una hacia cada lado del templo. Como fue habitual en este tipo de obras, se dispuso el coro al pie de la nave aunque ese espacio desempeña un papel prácticamente simbólico.
El recinto está cubierto por vigas y, más arriba, por tijeras a manera de armaduras. Desde la nave, sin embargo, la apariencia de la techumbre es plana y lisa: ello se debe, desde luego, a la instalación de un plafón a modo de cielo raso que fue construido con madera a la que se pintó y decoró con varios motivos entre los que destacan algunas estrellas y temas de carácter geométrico. La ornamentación de ese plafón es, de hecho, la continuación de las soluciones de aliento neoclásico que han determinado la calidad plásticas del interior del recinto.
El origen probablemente barroco de la composición del interior del templo fue transformado en la medida en que se abandonaron las propuestas de aquella escuela y se adoptaron lineamientos identificados con la idea de modernidad que recorrió el país a principios y durante el siglo XIX. El primer impacto visual en el interior del espacio cubierto es el de un salón cuyos muros laterales alojan nichos y motivos decorativos a los que completan esculturas de origen popular y que, en conjunto, conducen al presbiterio, sector en el que domina un arreglo a manera de retablo al que integran tres cajas inscritas en marcos que rematan en frontones triangulares, las laterales, y en un frontón curvo, la central. El espacio de mayor jerarquía está ocupado por una escultura que representa a san Pedro Apóstol y las dos laterales por una pintura de Nuestra Señora de Guadalupe, del lado norte, y de la Virgen de San Juan de los Lagos, en el costado sur.
Como se mencionó, el acervo artístico de la capilla está formado, básicamente, por piezas de origen popular, pintura mural que lleva motivos geométricos y vegetales así como algunas imágenes. El arco triunfal, que sigue el trazo de medio punto, va decorado con pintura sobre las molduras y los otros elementos arquitectónicos que forman un puente con las influencias de origen neoclásico, como los sencillos capiteles de los que arrancan las impostas y el extradós del propio arco, un verdadero límite entre las enjutas del arco y el paramento del muro en el que se abre el arco.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Plaza principal
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro
Código Postal
50740
Otra localización
N/A
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005