Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003674
Nombre del Inmueble
Santiago Apóstol
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
El antiguo convento de Ocuilan se extendió de inicio sobre un terreno particularmente extenso, tanto que sus terrenos del lado norte se construyeron dos iglesias de dimensiones considerables sin que se afectara el conjunto; tanto, en fin, que en la primera parte del atrio se dispuso un espacio para la práctica del fútbol al tiempo en que se construyeron varias casas, un mercado y una escuela.
La obra más antigua permanece en ruinas junto a lo que fue el convento, del que sobreviven unos cuantos salones que alojan la casa de la cultura municipal; también siguen en pie los cuatro muros que definían a la obra más moderna, pero, sobre todo, la iglesia del siglo XVIII está ahora -en noviembre de 2005- en plenas funciones y desde luego renovada.
La iglesia que ahora es la parroquia del Apóstol Santiago preside un conjunto que incluye casa cural y salones parroquiales. Su atrio, acaso la fracción más pequeña del espacio original, no sólo parece suficiente sino que puede considerarse hasta generoso toda vez que su fachada poniente colinda con una gradería que se construyó para dar asiento a los espectadores de los partidos de fútbol. El atrio, como varios otros espacios de su tipo en el Estado de México, cambió sus apariencias tradicionales por las de una plaza terminada con piezas de cemento. Ello parece ser una lástima pero puede ser comprendido cuando se celebran las fiestas patronales que congregan a una cantidad muy importante de visitantes.
La parroquia da pues sentido a una disposición de área de culto verdaderamente relevante. Como se anotó, es de planta rectangular y sus estructuras, construidas con la experiencia de los sismos, incluyen muros de dos metros y más de ancho, es decir, dos varas y media. En los paramentos laterales se observan tanto la piedra aparente como algunos refuerzos de concreto procedentes de 1994, cuando se terminaron los trabajos de la cubierta, una obra de concreto reforzado que reproduce las formas y los perfiles que se recuerdan como los originales de la techumbre de madera.
La fachada principal está compuesta por el cubo del campanario, elemento que es de un solo cuerpo y de proporciones y dimensiones de seguro influidas por las prevenciones que recomiendan los sismos, y por la portada propiamente dicha, objeto que debe haber determinado las formas y los perfiles de la nueva cubierta pues sigue siendo un paramento determinado por la estructura original del recinto.
En el cubo de la torre del campanario destacan una pequeña ventana que ilumina la escalera y las esquinas, sectores de la composición en la que se colocaron piezas de piedra sólo para recordar, y subrayar, que ése es el material principal de las estructuras. El campanario es recio y bajo, con lo que parece estar listo para enfrentar algún movimiento.
La portada es uno de los componentes históricos de la composición: prueba de ello dan sus sistemas compositivos y, sobre todo, los objetos de que consta: es de un solo cuerpo en el que la puerta de acceso, la ventana del coro y el nicho del remate se ordenan en un eje vertical que facilita la lectura del elemento. La puerta está inscrita en un arco de medio punto cuyas jambas y dovelas de cantera llevan sutiles trabajos de labrado. Si bien las jambas se prolongan hacia arriba hasta soportar el entablamento, la puerta va flanqueada por dos pares de pilastras adosadas -uno a cada lado- que parecen ser un resumen plástico, de gran interés, de las siluetas de columnas medias muestras del tipo helicoidal, o francamente de estípites, lo que contribuiría a subrayar que esta portada es una obra del siglo XVIII.
La ventana del coro es de trazo mixtilíneo y su marco también es de cantera rosa y va aparente. En la parte superior o tímpano del muro se encuentra, a modo de remate, un pequeño nicho que se ostenta vacío. Lo más interesante de la composición, a pesar de lo anterior, es la sucesión de objetos escultóricos que reproducen rostros y que se encuentran, uno sobre el entablamento de la puerta y dos más a ambos lados del nicho del remate el que, por cierto, lleva otra de estas piezas sólo que con una figura que reproduce el frente de un ave a punto de alzar el vuelo. Abajo del nicho, además, se extiende una moldura sencilla hecha a base de tabique cuya función es ciertamente imprecisa aunque sugerente: probablemente se trata de una aportación de los constructores indígenas que consagraron alguna forma de apego o de gratitud al santo patrono del templo.
Completa el diseño de la fachada un arco botarel de factura reciente que apuntala tanto la nave como el muro de la fachada; esa pieza de la estructura fue construida con recursos y materiales contemporáneos.
Hasta antes de noviembre de 2004 la nave del templo fue un recinto en el que destacaban la estructura de concreto que reproduce la imagen que debió tener el conjunto cuando su cubierta fue de madera; el arco triunfal que remata la nave de feligresía y, sobre todo, el espacioso presbiterio en el que se conservaba un ciprés de concreto -a modo más bien de una caja de retablo- que protegía la escultura que representa a Santiago.
Entre aquella fecha y julio de 2005 se construyó y se colocó un nuevo retablo en ese espacio: se trata de una propuesta contemporánea cuyo diseño procuró homenajear, con un lenguaje formal y plástico depurado, las manifestaciones religiosas que se expresaron en este tipo de objetos simbólicos.
El retablo está consagrado a Santiago Apóstol y, como sus antecesores históricos, propone y resume un mensaje de salvación a partir de la vida del apóstol que estuvo tan cerca de Jesús. Fue construido con maderas finas y se terminó en barnices y ceras transparentes, de manera que el material natural desempeñe un papel de sinceridad y relevancia. La obra tuvo lugar durante ocho meses y fue costeada por la comunidad que, de manera ejemplar y como un acto de agradecible generosidad, la hizo suya desde un primer momento pues buena parte de la mano de obra, en especial la que fue requerida para los movimientos y la colocación definitiva de la pieza, fue proporcionada por los propios pobladores de Ocuilan sin más requerimiento que las invitaciones correspondientes.
El retablo se extiende sobre un esquema de tríptico, de manera que en el centro van las escenas de la vida de Santiago alrededor de una cruz, símbolo cristiano por excelencia. Los tableros laterales sitúan a Santiago en el centro mismo de la población pues cada uno de los cuatro campos de diseño en dos tableros representa a un barrio: Santa María y Santa Mónica del lado norte y Santa Ana y San Sebastián en el costado sur, personajes todos relacionados con la vida y la obra de San Agustín según la interpretaron sus discípulos en la evangelización de Nueva España.
El nuevo retablo presta sus servicios y propone un argumento de vida a la población de Ocuilan desde el jueves 25 de julio de 2005.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Plaza principal
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro
Código Postal
52480
Otra localización
N/A
Tipo de uso del inmueble
Uso inicial del inmueble
Culto público
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005