Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003202
Nombre del Inmueble
Señor Santiago
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
16 8804 7
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Antecedentes históricos
ANTECEDENTES:
Encontramos en las crónicas algunos antecedentes históricos sobre este inmueble y dadas sus características arquitectónicas consideramos que el edificio actual data de la época virreinal y fue remodelado en el siglo XIX. Según datos de algunos vecinos el poblado se originó a raiz de la construcción de una hacienda de producción agrícola y ganadera.
De las crónicas michoacanas hemos sacado alguna breve información, en el tramo correspòndiente a las "Doctrinas y Beneficios de clérigos" del Obispado de Michoacán en el siglo XVII, se nombra a Numarán como uno de los dos pueblos cuya cabecera es Pénjamo, el cronista dice al respecto: "...Le administran clérigos, y el cura que los administra tiene de salario doscientos y cuarenta pesos que paga su Magestad en su real caja..." Una nota al calce dice: "...los indios de los dos pueblos de este beneficio son tarascos...adminístraseles en tarasco..."
"El pueblo de Numarán tiene de cuenta (veinte y seis) treinta vecinos.
Hospitales...
...El Hospital de Numarán tiene quinientas ovejas, siembran media fanega de maiz..."
En el gran Michoacán dice refiriéndose a Pénjamo: "...tiene distante a Numarán, en donde se mantiene ministro tiene muchas haciendas y de extremo a extremo 20 leguas de administración. Pero como es pingüe mantiene repartidos vicarios..."
UBICACION:
Se llega a Numarán a través de la carretera que comunica con la autopista de occidente y la Piedad Cabadas. La iglesia que nos ocupa se ubica frente a la plaza del pueblo, de la que se aísla mediante un murete que soporta una balaustrada de barrotes de cantera de características neoclásicas que remata en dos pilastras de cantera.
DESCRIPCION:
El atrio es un espacio reducido que rodea la nave en dos de sus lados delimitándose como ya se dijo por una barda abalaustrada, se encuentra seis escalones arriba del nivel de la calle y carece en su totalidad de vegetación, supliendo esta por una plancha de placas de cemento. A un costado de la nave hace apenas unos años se ubicaba una finca de adobe que perteneció a la antigua construcción y que también tenía acceso por el atrio. Hace no más de tres años se destruyó para edificar en su lugar un salón con muros de tabique y losa de concreto armado.
La torre es nueva, se ubica en el costado izquierdo de la nave, consta de un basamento cuadrado hecho en piedra aparente que se integra al paramento de la fachada delimitándose con una cornisa sobre la cual emerge un cubo de ladrillo ciego con la carátula de un reloj al centro, se cubre con una losa de concreto plana sobre la que desplanta una cruz metálica.
En el lado opuesto vemos otro cuerpo que imita al anterior aunque de menor altura sobre el que hace apenas unos años según vemos en fotografías de archivo destacaba un tinaco y junto a él una almena en la esquina. Hoy esta última ya no existe pero era seguramente el vestigio original de cómo fueron ambos cuerpos antes de que uno de ellos se modificara para fungir como campanario; los dos tienen un vano en forma de flor en la parte baja y a él se alinea otro de mayores dimensiones con trazo apuntado de tendencia gotizante que desplanta de una moldura que hace las funciones de balcón y que al parecer según vemos por la cornisa que llega hasta las esquinas cortaba el elemento en dos cuerpos.
La torre original aún se conserva en el predio, aunque remetida y semioculta por las obras recientes ubicándose a un costado de la iglesia a la que se adhiere en una de las esquinas del anexo, su posición nos indica que corresponde a la primitiva construcción. Se trata de un elemento erigido en la epoca colonial, de planta cuadrada realizado con piedra aparente y mezcla caliza, el nivel de acceso es más bajo que el patio que le precede; se ingresa a ella a través de un vano enmarcado con canteras escuadradas y lisas cuyo dintel es horizontal. En el interior se observa una escalera de caracol con escalones de cantera que se unen al limón mediante caja y espiga y cuyos orígenes son indudablemente de tiempos del virreinato.
El cuerpo que corona el basamento es de planta cuadrada y abre vanos de medio punto en cada uno de sus costados, en él se ubica el campanario; remata con un cupulín abovedado hecho también con mampostería protegida por un entortado de cal.
La fachada es un paramento liso que se ensancha en ambos extremos complementándose con los elementos antes descritos, está recubierta de aplanado y pintada de color blanco que sirve de adecuado fondo a la portada de cantera que denuncia sus orígenes en el siglo XIX, está conformada por un arco de medio punto sobre impostas que encuadra el acceso construido este con dovelas de cuidada talla mostrando el intradós moldurado con medias cañas y clave resaltada, tiene decoración fitomorfa tallada encima de los riñones del arco; la puerta es de madera de regular calidad aunque de nueva factura.
El arco de acceso está flanqueado por columnas pareadas de capitel jónico desplantadas en un alto basamento de carácter neoclásico, los capiteles soportan el arquitrabe sobre cuya cornisa en saledizo se ubican otras columnas que continúan a eje de las inferiores, aunque más esbeltas, que a su vez cargan el entablamento que escuadra la ventana del coro. En esta última vemos un vitral con Santiago caballero, único indicio de la advocación del templo. Sirviendo de remate a las columnas se colocaron ánforas de cantera con siluetas de cráteras y remate de perillón que flanquean el ático central de diseño triangular con paños curvos que sirve de base a una cruz metálica.
La planta es de una sola nave con ábside plano, se divide en cuerpos mediante pilastras de altas basas, hechas en cantera de fuste liso y se unen mediante un entablamento de diseño dórico con triglifos y metopas floridas decorando el friso y una balaustrada en la parte superior que recorre todo el perímetro de la nave. En la fotografía de archivo con que se cuenta, vemos este último elemento extenderse hacia el muro testero en el cual se soporta a través de dos pares de columnas que flanquean el ciprés central; así mismo, sobre él se observa un segundo cuerpo con diseño neoclásico de pórtico compuesto de columnas pares y frontón triangular. El muro, al igual que el tramo de bóveda que protege el presbiterio, muestra decoración neoclásica que fue común en la arquitectura de fines de los siglos XVIII Y XIX originada por la influencia europeizante de la academia.
Actualmente, el edificio fue despojado del entablamento que se ubicaba en el ábside, así mismo fueron quitadas las columnas y el frontón que albergaba fue raspado así como el tramo de la bóveda (que aun conservaban se decoración) para pintarlos de blanco al igual que el resto de la nave. Observamos también en la parte alta de los arcos que se prolongan desde las pilastras que dividen la nave en cuerpos, algunos tensores colocados tan cerca de la clave que su función como elementos estructurales queda anulada.
A mitad de la nave se encuentra un acceso lateral con una puerta de madera entablerada que comunica a un patiecillo, a los anexos y a la torre antigua.
Sobre el cornisamiento perimetral se ubican las ventanas de vanos rectangulares y manguetería metálica que reflejan la luz sobre el rebaje apuntado de la bóveda que se abre siguiendo el arco de los tímpanos del muro formando lunetos. La techumbre es de cañón corrido y se corta en cuerpos con un luneto de cada lado mediante la prolongación de las pilastras que forjan arcos de medio punto con dovelas de cantera.
El piso que hace una década mostraba mosaico de cuadros de pasta en tonos naranja y amarillo fue substituido por mármol blanco; así mismo, en el altar mayor no vemos la imagen del apóstol Santiago, sino la del niño de Chiquimititío que se guarda en un reducido nicho de cristal y que seguramente procede de la antigua capilla del Santo Niño que se encontraba a unas cuadras del templo y que ya no existe.
A ambos costados de la nave en el cuerpo previo al presbiterio vemos dos vanos enmarcados con cantera que conducen a los anexos, mientras en el testero del ábside están dos puertas con jambas y entablamentos coronados por frontones truncos triangulares que comunican con la sacristía ubicada en la parte posterior del presbiterio.
Al pie de la nave sobre el acceso, un arco de tres puntos sustenta el coro, al que se ingresa através de la nueva torre, está delimitado por una balaustrada de cantera propia de las obras neoclásicas. Bajo el sotocoro se ubican dos vanos con arcos de medio punto, de clave resaltada e impostas con jambas lisas que comunican con el bautisterio (bajo la torre) y del lado opuesto con una capilla en desuso; ambos recintos conservan decoración en tapíz al temple sobre los muros y en la bóveda, (esta última de crucería) a la que se le pintron las nervaduras de color azul y en cada uno de los cuadrantes se insertaron racimos de lirios de bello diseño. Ambos espacios muestran deterioros y escurrimientos que dañan la decoración; consevan también el piso de mosaico de pasta cuyo diseño es congruente con el de las pinturas de los muros.
En el bautisterio se encuentra un lienzo con la representación del bautismo de Jesús en el Jordan al que no le atribuimos valor artístico, junto al mismo está la pila bautismal hecha de ónix. En el local opuesto del otro lado de la nave no se conserva el altar y se ocupa como bodega de objetos rotos y en desuso entre los que no encontramos ninguno de interés histórico o artístico.
La nave por el exterior tiene los muros aparentes, hechos con piedra y mezcla de tepetate calizo, está reforzada mediante contrafuerte que afianzan sus esquinas con canteras escuadradas y colocadas formando dentículos. En el exterior en el tramo comprendido entre la torre y los anexos se intersectó una obra nueva que rompe la armonía del conjunto en la pequeña calle que se conoce por el vecindario como "el callejón del templo", en la parte correspondiente a la sacristía se observa un arco amplio de medio punto que comunica con un espacio destechado y que el colapso del muro que delimitaba los anexos ha dejado expuesto
El anexo correspondiente al muro norte está fungiendo como oficina parroquial y en el paramento oriente se observa un vano tapiado que comunicaba a varios locales actualmente destechados.
Los anexos del lado sur muestran fuertes modificaciones, el primer cuerpo colindante con la sacristía se cubre con bóveda de arista lo que permite pensar que se trataba de la antesacristía; colinda con un área techada con losa de concreto y castillos con trabes como soporte, mientras que del lado poniente se ven huellas de un arco que dividía el espacio y cuyos muros colindantes se unen a la torre antigua.
La sacristía se ubica atrás del presbiterio al cual se comunica por los vanos que flanquean el altar, consiste en un salón rectangular, tiene dos ventanas que comunican a la parte posterios del predio y que le dan adecuada iluminación al interior. El piso es de mosaico corriente y el techo de vigas de fierro con enladrillado formando lo que se conoce como bóveda catalana.
En el interior vemos pocas imágenes de escaso interés, el altar principal conformado por un ciprés de cantera lo ocupa un mueble-nicho de madera que guarda la diminuta figura del Santo Niño de Chiquimitío; vemos también a la Inmaculada Concepción; y a San José con el niño, ambos en bulto, además de la escultura de Jesús y un lienzo de la Virgen de Guadalupe. No consideramos que revistan gran importancia artística o histórica, cuando mucho se remontan al siglo XIX.
.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Numarán
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar