Este solar al igual que los predios aledaños formaron parte de los anexos del convento; en estas áreas estaban instalados el huerto, el cementerio y la noria; sin embargo con el transcurso de los años se fueron desincorporando, hasta que en 1915 durante la gestión del Gral. Salvador Alvarado, Gobernador del Estado, fue abierta una calle que atravesó de lado a lado los patios del convento. Para ello fue necesario tapar el pozo que quedaba precisamente en esta zona.
La siguiente información fue tomada textualmente del Catálogo de Construcciones Religiosas del estado de Yucatán. Editado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Dirección General de Bienes Nacionales. Formada por la Comisión de Inventarios de la Cuarta Zona 1929 - 1933. Recopilado por Justino Fernández.
"SOLAR SIN NÚMERO.
HISTORIA. Este solar formó parte del antiguo convento de franciscanos de Izamal, del cual fue segregado al abrirse la calle 28, durante el gobierno del general Alvarado en Yucatán, por el año de 1915.
Detrás del convento existió muchos años una calle cerrada por la huerta, con entrada por la calle 31. El año de 1915, el Ayuntamiento de la ciudad, con autorización del gobierno preconstitucional de entonces, prolongó la calle hasta darle salida por la 33, tomando para ello parte de la huerta y otros terrenos que antes pertenecieron al cementerio de la parroquia, y que ya eran de propiedad particular.
Para hacer esto fue necesario tapar el pozo de la huerta, que precisamente quedaba en la prolongación de la calle, y como consecuencia de ella, quedó una faja de terreno separada por la nueva calle y, por consiguiente, formando un predio aparte, que es el que nos ocupa.
DESCRIPCIÓN. Esta faja de terreno o solar es de forma irregular, alargado en dirección de la nueva calle y con muy poco fondo, ocupando una superficie de 570.80 metros cuadrados. Al norte, sur y oriente, linda con propiedades particulares y al poniente con la calle 28 o nueva, cerrándolo por este lado, albarrada de piedras sueltas en parte derribada.
Sin uso, ni cuidado de ninguna clase, está siempre cubierto de yerbas y arbustos que, de seguir así, se convertirán en árboles.
