Lo que resta del edificio es un casco vacío, en medio de un predio delimitado por una barda de piedra, el patio exterior está en parte enlosado, quedando el resto con piso de tierra y escasa vegetación.
La fachada ha desaparecido, quedando los paramentos parcialmente demolidos, el del extremo norte es más elevado que el del lado sur, la huella de la imposta de un arco se observa a la altura de lo que debió ser el dintel; las jambas conservan unas cuantas piedras, y en el vano central se acumulan los restos de las tallas que componían el marco de acceso; a un costado se amontonan las piedras dispersas con la tierra suelta que formó parte del junteo y de la parte central de los muros. Una puerta entablerada con cancela se sostiene precariamente amenazando desplomarse en cualquier momento.
La nave se divide por el exterior en tres cuerpos mediante contrafuertes, que no se evidencían en el interior, que es de paño liso, los muros son de piedra con núcleo de adobe, el lateral del lado norte se encuentra colapsado casi en su totalidad, conservándose en los tramos aún en pie dos ventanas horizontales de esquinas redondeadas en cuarto de círculo; el contrafuerte central está casi destruido mostrando su núcleo de adobe en el cual han brotado plantas, así como en parte de la fachada. El interior está enjarrado en lodo y presenta un altar en el ábside de características neoclásicas, que a pesar del deterioro y el abandono reviste cierta dignidad. Este último es de dos cuerpos, desplantados de un basamento con ara en saledizo; en la única calle al centro se ubica un ciprés apoyado en cuatro columnillas jónicas que soportan un entablamento con cupulín de aristas resaltadas, lo flanquean dobles columnas de capitel corintio en cada lado en las que se apoya el entablamento con friso decorado con motivos vegetales, la cornisa se ornamenta con hojas de acanto; en el segundo cuerpo se conserva un nicho de medio punto con pilastras a sus lados junto a las que bajan molduras apoyadas en roleos. El frontón superior es de arco rebajado y decorado con motivos floridos. Está pintado de blanco y decorado en filos y ornamentos con oro de hoja de buena calidad.
La techumbre colapsó en el primer cuerpo de la nave rompiendo el poco mobiliario que aún se conservaba; la cubierta existe solo en el tramo central y en el correspondiente al presbiterio, consiste en un tendido de vigas sobre arrastres de madera con enladrillado y terrado superior. El piso es de loseta de cantera.
La sacristía se ubica al sur de la nave, a la altura del presbiterio, el acceso es un sencillo vano de piedra con arco escarzano. La habitación es rectangular, techada con losa de concreto, y comunica a un pequeño espacio adaptado a bautisterio, al que se ingresa por un pequeño arco de medio punto.
El piso es de cemento y los muros están aplanados y pintados de amarillo por el interior, y aparentes en el exterior.
Carece de imágenes de interés artístico o histórico.
