Construido en madera, metal o mármol, se coloca sobre el altar y con puerta que cierre con llave, dorado por dentro o tapizado con seda blanca, y por fuera decorado, prestando atención a la calidad artística como al valor material. En el sagrario se guarda el sacramento. Los sagrarios se han realizado siguiendo diversas resoluciones y estilos y algunos hacen juego con el del Templo o el altar donde están colocados.