El templo y ex-convento agustino de Pátzcuaro llamado Sta. Catalina de Siena, es conocido hoy en día como Teatro Calzontzin y Biblioteca Gertrudis Bocanegra respectivamente. Según Toussaint "... se dice que fué fundado por Fray Alonso de la Vera Cruz en 1576 y que lo comenzó a edificar el primer prior Fray Francisco de Villafuerte, siendo provincial Fray Alonso y Obispo Fray Juan de Medina Rincón ..." Inicialmente fué todo de tierra y se construyó en un solar frente a la plaza mayor, en esta época contaba con un retablo de los mejores de la provincia, con techumbre de tijera y ornamentos nuevos en la sacristía. Estas mejoras se debieron al prior Fray Juan de San Vicente que junto con seis religiosos más, se ocupaban de administrar los pueblos que originalmente fueron de Franciscanos y que les fueron cedidos para su atención, a saber: Los barrios de San Agustín en Pátzcuaro, San Bernardino, San José Tzirimbo, Tzentzenguaro, Sta Ana Chapitiro, San Bartolomé, San José Huecorio, Janitzio y San Pedro y San Bartolomé Pareo.
Debido a que contaba con haciendas productoras, el convento se enriqueció y en 1670, el prior Fray José de Morales obtuvo el permiso para techar con bóveda así como autorización de agregar tres retablos: el de Sta Catalina, patrona del convento; el de San Agustín; y el de Sta Mónica. A pesar de contar con pocos recursos, se agregó una planta para ampliarlo. En 1761 medía 68 varas de frente y 40.5 de fondo, era de " ... adobe en altos y bajos, entresolado de madera y techo de tejamanil. En el primer nivel estaba la portería con arcos de cal y canto, la celda cural y su trascelda..." además de otros anexos complementarios, la torre de piedra de cal y canto.
No cuenta con atrio y la fachada al Sur se alinea perpendicular a la plaza siguiendo extrañamente la orientación Norte-Sur, poco común en este tipo de edificios. calle al frente haciendo esquina con el callejón del Títere. El claustro que se ubicaba al poniente ya no existe conservándose sólo unos muros y la arquería del frente que substituyó con ...tres grandes arcos del claustro la ... bella portería con tres arcos de ingreso de pleno sabor renacentista... a decir de D. Manuel Toussaint, el edificio colonial fue sacrificado para construir un teatro, el "Emperador Calzontzin ..." que fue hecho por el Arq. Alberto Le Duc y el Ing. H. Gómez.
La iglesia "...presenta una fachada típica de Pátzcuaro; su gran portada con arco de medio punto y sobre ella una ventana y un
nicho ...". Esta portada de piedra resalta sobre el liso paramento aplanado, el acceso con arco sobre jambas pilastradas en basas con guardamalletas se ornamenta por el extradós con doble canaladura, flanqueado por pilastras toscanas que soportan un entablamento donde se remarca el eje de las pilastras. En la cornisa se apoya un ático rematado con casetones y dos pináculos en los extremos, un plano saliente triangular de paramentos curvos sostiene el pretil moldurado del que surge la ventana también moldurada de marco decorado con canaladuras, que a su vez remata en una cornisa decorada con cuatro almenas planas de remate piramidal que se escalonan dos por lado flanqueando un nicho de venera que alberga la imagen de San Agustín. El frontón superior tiene dos etapas: la primera es una cornisa moldurada que parece ser el remate inicial de la fachada, rodea la torre y sube al centro en trazos mixtilíneos formando un triángulo hasta culminar en una venera y un círculo conteniendo el escudo Agus tino coronado por un triángulo y el sol en la cúspide. Sobre la moldura el paramento continúa en forma piramidal de cúspide curva y trunca de la que emergen dos pináculos y una cruz de piedra.
Al oriente está la torre de mampostería con un amplio basamento cuadrado reforzado por un contrafuerte y con una ventana circular de marco de piedra labrado, sobre él se encuentra el único cuerpo que al parecer no fue concluído, hecho en cantera de fina talla, cuadrado de esquinas ochavadas, los paramentos horadados por arcos mixtilíneos desplantados de una peana cónica, enmarcados por pares de columnas toscanas y haces de columnillas en saledizo, el tablero es moldurado a base de almohadillados en media caña, se cubre con madera en forma piramidal y teja con una cruz metálica en el vértice y una veleta en forma de gallo.
Al extremo opuesto de la fachada se levanta una torrecilla o torreón de planta cuadrada con vanos de arcos mixtilíneos que surgen de pilastras tableradas que rematan en un entablamento moldurado en las aristas que soporta una doble línea de cornisas molduradas, culmina en un cerramiento piramidal octagonal con una ventana elíptica en cada una de las caras.
La iglesia es de una sola nave de ábside rectangular construída con muros de mampostería reforzados con contrafuertes, están aplanados al interior y aparentes al exterior, los retablos que relata la crónica han desaparecido y en el ábside se conserva un mural de Juan OGorman fechado en 1941 y 1942, el resto de los muros carece de ornamentación; el piso es de solera de barro y la cubierta consiste en una bóveda falsa de madera con gruesas aristas, el tablado se apoya en cerchas que se desplazan sobre arcos fajones apoyados en ménsulas colocadas sobre los arranques de lo que fue el intradós de la bóveda, al exterior sobre la armadura de madera se cubre con teja.
El coro, trazado en arco escarzano se decora con molduras en lacerías con los símbolos de la orden: la mitra, el báculo, el corazón agustino y la rueda aspada, símbolo de Sta. Catalina. El coro se abre en U sobre bases piramidales de madera tallada y se protege con una barandilla de madera torneada, en él se conserva el acceso al claustro con una portada de piedra labrada de corte rectilíneo, cuyas jambas y dintel entablerado se enmarcan por un listel, remata en frontón curvo encuadrando dobles lises bajo una moldura de acantos roleados que cubren el corazón traspasado por flechas, símbolo de la orden. La puerta tiene derrame en capialzado en forma de venera y es de madera entablerada, al poniente se encuentra una portada que fue raspada y sobre ella una ventana con derrame al exterior, de silueta mixtilínea.
La sacristía está atrás del ábside, sobre sus ruinas se fincaron los baños, se ingresa a ella a través de un arco de medio punto.
Desde lo que es hoy el teatro se ven algunos muros originales del claustro en estado ruinoso, la nave presenta fuertes humedades y grietas en los muros al eliminarse los aplanados de cal y colocarse junta de cemento. Aunque es propiedad federal es administrado y usufructuado por el ayuntamiento.
D. Manuel Toussaint nos informa que en la sacristía se conservaban valiosas pinturas que fueron llevadas a San Juan de Dios.
