La capilla del hospital, Iurixio, o casa de la Virgen, conocido también como Huatapera, forma parte de un conjunto religioso, junto con el templo del Señor Santiago Apóstol y desde tiempos de su fundación era la única construcción que tenía cierta composición urbana dentro de un caserío de trojes de madera y tejamanil, la crónica nos dice"...El caserío son chozas de madera dispuestas sin simetría y en solares sin frondosidad..."(8).
Ha sido hasta este siglo, cuando las calles se fueron creando, alineándose las casas de los vecinos dando por resultado una retícula de anchas vías que se origina a partir del atrio.
La actual plaza cívica fue en otros tiempos el atrio del conjunto religioso, al centro un montículo de piedra con tallas de ángeles sostiene restos de la cruz atrial y sirve como eje de trazo de la calle principal y remata frente al templo del Señor Santiago. El resto del predio está rodeado por una calle, dándole características de plaza, en uno de los extremos se construyó una pérgola o kiosco de mal gusto, así mismo lo que fúe la casa del pueblo o del común, fué destruida para construirse en su lugar la actual jefatura de tenencia, y a sus espaldas la gran pila de agua que abastece al pueblo, y que fué construída con la mampostería que un día constituyó la torre, sobre el terreno del templo.
En la parte posterior de la Iglesia se encuentra una plazuela o atrio del Iurixio, que conserva al centro el basamento de la cruz atrial, a un lado la Capilla de la Virgen y frente a ella, una construcción nueva que fué hecha para albergar religiosas y que substituye las antiguas trojes de que habla la crónica y que fueron inicialmente el antiguo hospital.
La capilla del hospital es de las pocas qu cuentan con su propio atrio, es de reducidas dimensiones, se encuentra en lo alto de una reducida escalinata en un montículo que de acuerdo a los indicios es artificial, posiblemente un basamento prehispánico, aunque no hemos encontrado huellas de vestigios prehispánicos.
La nave mide por , y el exterior no refleja la belleza que guarda en su interior, el acceso está precedido por un sobrio portal con columnas de madera que desplantan de basas de cantera, la techumbre se conforma de vigas con tejamanil. La fachada es plana, el paramento liso sobre se rompe por un acceso de cantera de medio punto de dovelas planas, sin ornato, en la parte central sobre él se encuentra una pequeña talla en cantera con la Virgen de la Inmaculada Concepción coloreada al temple, también vemos representaciones del sol y la luna propios de esta advocación y de la orden franciscana.
La Dirección General de Sitios y Monumentos asignó recursos para la restauración del templo, lo que permitió la restauración de los muros surcados de importantes grietas, que hoy ya fueron consolidadas. La nave de planta rectangular está fincada con un sistema constructivo propio de la región, consistente en piedra brasa asentada con barro (topure y charanda) chicloso de buena calidad, en tal proporción que más parece un muro ciclopeo.
Durante la restauración se descubrió en el muro del ábside por el exterior, un interesante texto, realizado en 2 canteras, una cuadrada y otra circular, donde alcanzamos a leer lo siguiente:
En el primero, que es una pieza rectangular dividida por una cruz tallada:
INRI
21DENEROD1751
ÑO
1653AÑO
En el segundo, consistente en un disco concéntrico tallado a distintos paños por el cual se encuentra al centro. una paloma estilizada, vemos: VAZ QUEZ
ENERO 25 DE 1915
GARCIA BERNARDO RUBIO DEL NAXIDO.....?
Una de ellas fecha algún evento importante de la capilla, ya que abarca 1653 a 21 de enero de 1751, o sea, un lapso de 108 años, o también pudiera ser la talla de alguna lápida mortuoria de algún personaje importante, ya que en la segunda, hay una clara referencia a la fecha de nacimiento de un individuo llamado Everardo Rubio, siendo muy interesante su ubicación y el que los vecinos no recuerden que significan.
Después de devolver el enlucido de barro de los paramentos exteriores y consolidarlos, se optó por dejar aparentes este interesante vestigio, los muros del interior están recubiertos con enlucidos de barro y conservan vestigios de decoración al falso fresco, que lamentablemente son muy escasos y representan el manto rojo del Calvario.
La puerta de acceso a la nave a base de tableros labrados es de excelente calidad, montada a base de molinete empibotada abre en dos hojas.
El interior de la nave conserva tres altares, a la derecha del acceso está el dedicado al calvario, presidido por la imagen en bulto de la Dolorosa flanqueado por dos columnas estípites que arrancaban de dos tallas en madera que representaban dos ollas de barro negro hoy desaparecidas que ocupaban el lugar de las elaboradas ánforas barrocas. El fondo policromado del altar nos muestra al centro la cruz del calvario al lado derecho San Juan Evangelista, imberbe, vestido de azul con manto rojo y al izquierdo por la Verónica, bellamente representada como una joven mujer rubia vestida de rojo con túnica dorada.
Es coincidente la idea en toda la iconografía tarasca de atribuir a la pecadora características físicas europeas, en contraste con Santa Martha a la que representan morena, de rasgos y vestimenta indígena, y a quién conceden tributos de "protectora del hogar", y a "ambas de la salud".
Este altar fue desmontado y vuelto a armar después de su consolidación.
El retablo principal preciosamente estofado conserva en el sitio central la imagen de la Inmaculada Concepción, vestida con una elegante túnica ornamentada con ramos de rosas que hace juego con los paneles de madera que permiten el acceso a la parte posterior del altar, las dos calles laterales a la imagen tienen dos nichos cada una, ocupados por: San Joaquín y Sta. Ana, así como San Nicolás Obispo y otra imagen no identificada, todos de espléndida talla. El nicho en que se ubica la Inmaculada tiene un interesante trabajo en plata y negro como decoración de fondo, ahí se guardan 2 angelitos de tosca talla que surcaban el artesón justo al sitio donde estuvo la granada.
El espléndido remate superior está presidido por el padre eterno que da su bendición a los fieles.
A ambos lados del retablo, 2 canceles de tablones ensamblados, policromados dan acceso a la parte posterior del mismo, uno de ellos tiene pintada a Sta. Catalina con la palma en la diestra y la corona del martirio, el otro nos muestra a Santiago Caballero montado en blanco corcel, en los recuadros inferiores un clérigo y un monaguillo respectivamente.
El tercer altar, se apoya sobre el muro es de estilo totalmente distinto a los otros dos y bastante más tardío, la única imagen que contiene es la de la Inmaculada Concepción procesional, aunque suponemos que ahí debió estar otra imagen.
Los tres retablos se complementan por el extraordinario coro, único en su género, consistente en una pequeña pieza de madera que se apoya en 2 columnas, se accede a él por una diminuta escalera embutida en un espacio delimitado por un lambrín de madera. La base del coro es una superficie alaveada, bulliforme con decoración al temple y oro de hoja.
La techumbre está construída con tijeras de madera que se apoyan sobre vigas de arrastre perimetrales ubicadas en la corona del muro, la cubierta es de láminas de asbesto acanaladas que descansan sobre fajillas de madera. Este material substituye al tradicional tejamanil, material imposible de colocar por estar prohibida su explotación en los bosques michoacanos.
El interior de la nave se separa de la cubierta por un artesón de batea completa, que considerando los ejemplos que cubren los Iurixos es más elaborado, y roco en iconografía, estructuralmente se forma de dos medias naranjas de gajos y un cañón dividido en tramos por cerchas de madera sobredorada.
DATOS ICONOGRAFICOS
Este artesón al igual que la mayoría de los ubicados en Iurixos contiene la temática de la letanía mariana y los atributos de la Virgen contenidos en el rosario, aparecen sobre este maravilloso cielo policromado.
En el ábside, ocupando el recuadro central la Inmaculada Concepción flota rodeada de un trono angelical en medio de querubines y ramos de rosas, a sus pies un mausoleo de corte románico indica que asciende después de haber sido velada.
Es la capilla, donde aún se vela a los muertos y se les "enrosa", o sea que se les cubre de flores al igual que a la Virgen en su trance mortuorio que de acuerdo a la doctrina no fue concluído, ya que ascendió "en cuerpo y alma".
Si bien la influencia de los que salen al vecino país del norte es grande y rompe la estructura religiosa que gira alrededor de la Inmaculada Concepción, todo en el pueblo nos recuerda a la vieja tradición de una Vírgen Lunar, madre del Sol "Dios". Todavía vemos el ornato femenino, enaguas sobrepuestas, mandiles bordados y lo más importante, aretes de plata en forma de media luna. Iconografía oculta a los ajenos a la antigua tradición.
Vírgen Lunar, rodeada de estrellas con los atributos de Reina del hogar y portadora de Salud. No la concebimos en los Iurixos sin la compañía de una Verónica, rubia y hermosa ni de Santa Martha, morena y discreta. La pecadora arrepentida de rasgos europeos, junto a la hogareña y virtuosa de rostro indígena.
Arquitectónicamente se trata de un cañón central con extremos semicirculares, lo que podríamos llamar artesón de batea. La sección sobre el presbiterio es a base de 3 recuadros rectangulares sobre saliendo el central que monta en la clave de la primera cercha, los laterales son irregulares y se dividen en tres piezas cada uno, de igual manera se resuelve la batea del coro. El cañón se conforma de 11 tramos apoyados en cerchas decoradas con oro de hoja. Los tablones colocados a hueso dan la curvatura igual que una superficie reglada.
En el ábside se representa al centro la Inmaculada Concepción, en vuelo sobre un catafalco de tipo neoclásico, está rodeada de un tronco de ángeles y algunos querubines, la izan sobre un banco de nubes, a su izquierda el arcángel Rafael y a su derecha, debió estar Gabriel, aunque está tan dañado que es irreconocible. La rodean en recuadros y medallones los símbolos marianos: el arca, la torre, la estrella, la rosa y el espejo.
Al centro en las dos primeras cerchas el sol y la luna franciscanos, la rosa como atributo y una santa no identificada Las cerchas 2 y 3 contienen a los evangelistas y al centro de la tercera lo que fué lagranada, hueco en el techo de forma circular , al que aún le queda una articulación que sostenía los gajos y al abrirse el hueco ascendía la Inmaculada (seguramente la procesional). Al perderse la tradición se tapó el hueco con una tabla con un resplandor al centro. En los extremos aparecen los evangelistas. Los tramos 4 y 5 representan patriarcas y profetas con textos al centro en latín que dicen: Regina Patriarcarum y Regina proferum, respectivamente. Los tramos que siguen tienen representada la secuencia apostólica. Al centro los textos siguiendo el siguiente orden: Regina apostoloru, Regina Martirum, Regina confesum, Regina Virginum, et macula non est in es; tota pulcra es amica mea.
La media naranja del coro nos muestra a San Miguel presidiendo el recuadro central flanqueado por Gabriel y Rafael y en los dos recuadros laterales 2 ángeles. Flanqueando la secuencia de tectos en la clave del intradós, del cañón, rostros de angelitos en medio de guirnaldas, sobre un cielo azul llenan el maravilloso cielo florido de la Inmaculada Concepción, lamentablemente muchas de las imágenes ya no existen, la humedad y pérdida de color no nos permite distinguirlas, haciendo imposible su restitución.
El siguiente texto fué elaborado por la Arq. G. Alvarez, en su levantamiento
contratado en 1997.
El término Nurio proviene de la lengua tarasca del nurite (cedronella mexicana) que es una variedad que se da en la región, forma parte del área evangelizadora por los franciscanos, durante el siglo XVI estaba sujeto a Zirosto que era la doctrina más extensa de la sierra dependiente de Uruapan.
Originalmente se ubicaba en una montaña en donde aún se encuentran vestigios de la primitiva fundación que fue abandonada debido a las reducciones que los frailes realizaron juntando a los indios para facilitar su evangelización; su reubicación provocó conflictos con los pueblos vecinos sobre todo por falta de agua. En 1631 tenía "... 52 vecinos y un viudo..." y estaba bajo el control y beneficio del clero secular, la doctrina se administraba en tarasco y contaba con hospital, que la crónica describe como "...con la misma disposición que [los] de Nahuatzín, mirado[s] con cuidado [son] de consideración como se ve en el buen estado de sus iglesias...."
El Iuritzio en 1789 contaba con una Cofradía dedicada a la Inmaculada Concepción "... con el mueble de once reses que pastean en tierras de la comunidad..." desde entonces ya dependían del curato de Paracho al cual pagaban "... entre el común, mayordomo, prioste y fiscal de misas, paños, etc. 372 pesos un real; le dan 11 y media fanegas de maíz; medio real de un bautismo; tres pesos de un entierro y cinco pesos tres reales de un casamiento..."
A fines del siglo XVIII se renovó la cubierta o artesón terminándose en 1803 como lo indica una viga tirante.
El atrio, es un espacio cuadrado que ocupa la parte posterior del templo parroquial al cual se llega por un andador al costado de la misma; dos muros de mampostería con una losa intermedia y techumbre de trabes de concreto recubierta de lámina constituye lo que conocemos como kambán-hatacua o torre campanario, ya que en ella se ubican las campanas; al centro del patio se encuentra un basamento cuadrado con una derruida cruz de madera, a espaldas de la parroquia está una pequeña troje en donde habita el Kéngi con su familia y frente a la capilla, del lado norte, se edificó en 1984 una construcción a dos niveles para alojar unas religiosas que ya abandonaron e l sitio, está delimitado hacia la calle posterior por una barda de mampostería baja controlada por una puerta de tablones; lo que fue el terreno de la huatápera está invadido por una escuela, algunos particulares y una cancha con la nueva Jefatura de Tenencia construida siguiendo el alineamiento de la parroquia sobre lo que fueron las casas reales, anexa a la cual se ubica una pila de piedra en la que se guarda el agua que abastece al poblado.
La capilla del hospital es lo único que resta del antiguo conjunto sede del gobierno indígena, es de reducidas dimensiones y se ingresa a ella después de subir una ancha escalinata que secciona el atrio vestibulando así la nave; no existe otra que conozcamos que cuente con pórtico como en éste caso; está soportado por cuatro pies derechos de madera sobre basas de cantera y zapatas también de madera.
La fachada es muy sencilla, plana, el paramento liso sólo se rompe por un acceso delimitado por un arco de medio punto de dovelas planas, sin ornato que descansa sobre impostas y jambas lisas; sobre el sitio de la clave se encuentra una pequeña talla de cantera policromada con la Virgen de la Inmaculada Concepción coloreada al temple; también vemos representaciones del sol y la luna propios de esta advocación y claros recordatorios de la presencia franciscana en el lugar.
La nave es de planta rectangular, rasa, de ábside plano delimitada por muros de piedra volcánica o de malpais junteada con barro colado a la manera de las construcciones ciclópeas, están acabados con un enjarre de lodo aparente por el exterior y pintado a la cal por el interior en donde también vemos restos de pintura al temple representando los mantos púrpura tipo cortinajes del Calvario. En el muro del ábside por el lado de afuera encontramos durante la restauración dos canteras talladas, una cuadrada y la otra circular que presentan distintas fechas como son: 1653, 1751 y 1915, que conmemoran seguramente una reconstrucción o bien la referencia a un personaje que vivió 108 años.
La puerta, al igual que el resto de la carpintería es de magnifica talla construida a base de tableros labrados y ensamblados, el sistema de soporte es a base de pivote con molinete y abre en dos hojas.
En el interior se encuentran tres altares de distintas épocas, uno de ellos dedicado al Calvario conserva la imagen de bulto de Nuestra Señora de los Dolores en pasta de caña albergada por un nicho soportado por columnas estípites y flanqueado por dos columnas ultrabarrocas a las cuales les faltan las basas que una vez conocimos y que consistían en medias muestras simulando ollas de barro negro y que hoy ya no existen. El cuerpo superior de corte mixtilíneo tiene una cruz al centro con un ángel en la cúspide del que emerge un espléndido manto de clara libertad barroca, flanqueando la cruz en medio de dos óvalos dorados están pintadas al temple "con la misma técnica del artesón" las imágenes de María Magdalena y San Juan Evangelista.
El altar principal es espléndido, formado por tres calles que se separan por columnas estípites, las dos laterales albergan nichos de dintel conopial que albergan las tallas de Santa Ana y San Joaquín así como a San Nicolás y otro santo que no identificamos. Al centro un bello nicho decorado en plata y oro con las rosas marianas, con angelitos en las esquinas y una gran corona al centro protege la excelente talla de la Inmaculada Concepción con su corona y aretes de media luna hechos de
plata. Una moldura ondulante sepa ra el imafronte del altar, presidido por un gran resplandor avenerado con el Padre Eterno en el vértice que se flanquea por los arcángeles Miguel y Gabriel pintados por el mismo artista que decoró la cubierta. A ambos lados del altar están dos tablazones a la manera de biombos decorados con rosas entrelazadas iguales al decorado del vestido estofado de la Virgen; en ellas están representadas Santa Catalina de Alejandría y un miembro del clero secular en uno de ellos y Santiago Apóstol y un clérigo en el otro.
El tercer altar apoyado en el muro oriente no es tan antiguo, pudiéramos considerarlo dentro de la etapa ecléctica, con cuatro ahusadas de basa toscana y capitel corintio cuya predela se decora con óvalos aperlados. Las columnas soportan un entablamento de finas tallas cornisa de perlería; las calles intercolumnas presentan rosetones neoclásicos y la central un nicho con su venera.
El coro está junto al acceso, es un extraordinario mueble apoyado en columnas de capitel anástilo profusamente labrado y fuste liso con basa de cantera, el cuerpo del mismo se ahusa a la manera de bulbo para descargar en una columna que fue suplida por un poste cuadrado de madera. Adosada a la pared se encuentra la escalera sumamente inclinada, encerrada en un cajón decorado con ramilletes de rosas y acceso con arco de medio punto. Se empotra a los muros con las vigas que soportan la tablazón del piso y el pasamanos del barandal ambos ornamentados con una moldura que semeja cortinillas; los barrotes son torneados y decorados con pintura al temple y oro de hoja. Una viga dentada sirve para subir a la parte interior entre el artesón y las tijeras de madera que forman una cubierta de par e hilera simplemente apoyada.
El piso es de losetas de barro y no existe diferencia entre la nave y el presbiterio, carece de mobiliario, exceptuando unas cuantas bancas y la tabla del enrosamiento.
No hay sacristía, a espaldas del altar se encuentra la cerería a la que se llega por dos pequeñas puertas ubicadas en las mamparas que flanquean el retablo principal.
La techumbre reviste gran importancia, el interior se cubre con un artesón de madera de doble venera, y cañón central, desplanta sobre cerchas que se apoyan en una estructura exenta cargada por columnas aisladas, está profusamente decorado con imágenes apostólicas de la letanía mariana representada mediante símbolos insertos en un mundo de guirnaldas enrosadas sobre fondo azul. Faltan varios tablones y la policromía al lado oriente está casi perdida debido a los chorreamientos a que estuvo expuesta antes de la restauración. La iconografía es una de las más ricas que conocemos en este tipo de edificios, está fechada en uno de los tirantes en los que alcanzamos a leer: " Año de 1803 se acavo de pintar este arteson adevosion y costo de Da. Ma. Petra y de su hijo Manuel Salbador siendo Cura deste Partido Diego Nicolas y Prioste Juan Miguel el maestro Carpintero José Chanaqua y el pintor Gregorio
Servantes".
En el interior de la nave se conservan las andas de Santa María Magdalena y de Santa Marta, ambas con sus esculturas de pasta de caña.
