Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000675
Nombre del Inmueble
San Miguel
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La inspección ocular es el único documento que encontramos donde se describe ligeramente el edificio: "...Son indecentes sus casas curales, está arruinada la Iglesia y no existen ya las reales. El único templo es la capilla del Hospital con paredes de piedra y lodo, techo nuevo de tejamanil, ruín coro alto sin barandillas, entablado el piso y tres altares con sus retablos dorados, viejos e indecentes..."(12pag86)
Es curioso que en la actualidad solo se conserve la capilla del Hospital, hecho contrario a todo lo que sucede en casi todos los demás conjuntos religiosos de su época donde lo que ha substituido es la Iglesia. El actual conjunto es sumamente sencillo, está constituído por un atrio con la cruz atrial al centro, la Iglesia con una pequeña habitación que cumple funciones de sacristía y una construcción de una sola pieza donde vive el actual guardián del Templo, que deben ser los restos del antiguo Hospital.
En el muro del ábside se encuentra una pieza de cantera con la fecha 1762, que seguramente coincide con una etapa de reconstrucción de la nave, debido a que esta comunidad se localiza en una zona de alta intensidad sísmica, ha sufrido con toda seguridad frecuentes afectaciones producidos por los constantes movimientos de tierra. En la fachada puede observarse la fecha 1860 y el nombre de Marcelino Avila, quién debió realizar la última reconstrucción, ya que es notorio a simple vista el arco de acceso que las canteras labradas fueron pulidas y restilizadas, integrándose con cierto un proceso de anastilosis, aunque los elementos decorativos de la portada fueron colocados al usar encontrándose de ellas dispersos en distintos lugares como son: en el anexo del hospital una antigua piedra esa debió formar de algún original plateresca: según información de los vecinos dada a la Arq. Gloria Alvarez y al Ing. Francisco las capillas hospital michoacanas es de reducidas dimensiones, de planta rectangular delimitada por muros ciegos de mampostería careada con mezcla de lodo, el Trazo no es perfecto a escuadra, sino ligeramente desfazado. Se recubren al exterior por una ligera capa de cal; en el interior estuvieron conformándose con piedra bola pegada con barro, el centro del muro es de lodo, que no denota sillares de adobe, actualmente se recubren uno con mezcla terciada de cemento y otro con enjarre de cal y lodo.
La armadura, muy simple se forma de pares apoyados con elementos verticales al centro, sin interés artístico, está recubierta con lámina de asbesto que substituye a la de teja que a su vez fue colocada en un tiempo en lugar del tejamanil original. Este techo sirve de protección al plafon o artesón de madera, colocado este último en forma por demás ingeniosa, ya que se desplanta de una estructura de columnas de madera independiente de la del templo, usándose este solo como un apoyo adicional.
El altar sin valor artístico, se apoya sobre un murete que divide el espacio y que obstruye parcialmente el artesón; el piso sigue siendo de entablado de madera.
El atrio fué sensiblemente alterado por la apertura de la carretera que cruza el poblado reduciéndolo a su mínima expresión.
La cruz atrial se desplanta en el centro y es de cantera sobre una peana del mismo material. No se cuenta con torre campanario, por lo que las campanas fueron colocadas sobre un pequeño techado que enmarca el acceso al conjunto.
Lo que fué hospital se reduce a una habitación con muros de piedra bola pegada con lodo y techada a dos aguas con vigas y tej a.
Los recientes sismos azotaron con fuerza el área, saliendo los muros severamente dañados con colapsos parciales de los chapeos de piedra por el interior; fuertes grietas verticales se presentaron en los muros longitudinales quedando separados de los cabeceros.
La armadura coceó contra los muros provocando derrumbes en las cumbreras y multiples fisuras, así como el descuadramiento de las tijeras. El plafon presenta humedades debido a la fractura de las piezas de asbesto, combandose algunos de los tablones que lo conforman y dañandose en varias partes la policromía.
Se observa una intervención reciente que debe datar de 1910, fecha que se encuentra marcada en el artesón y que es de menor categoría que el trazo y colorido original; la polilla a su vez ha debilitado las piezas dañando gravemente algunas partes del tablado.
La iconografía del plafon representa una magnífica muestra de la decoración popular michoacana, con su propia interpretación y representación de la simbología religiosa. La habitación que fué parte del hospital sufrió colapsos parciales.
La interpretación de la iconografía representada en el plafon de Pomacuarán, estuvo al alcance de fieles y religiosos de la época en que fué creada, obviamente con un sentido didáctico hoy olvidado, tendríamos que regresar a tiempos donde la religión era más comprendida, para entender en todo su sentido lo que hoy vemos como un simple elemento decorativo o una aportación artística a la que no imputamos una mayor trascendencia que impactar la vista y no el espíritu religioso de los fieles para quienes fué concebida.
El plafon fué diseñado en forma de media batea, o sea cañón corrido que cierra en el altar con una media naranja.
Está dedicado a San Miguel Arcangel en su representación guerrera presidiéndo la parte central y más importante del artesón sus símbolos: el casco emplumado, la espada flamígera, el escudo y la cruz del estandarte, nos hablan de un San Miguel jefe de la milicia celestial.
El cañón del plafon se divide en 12 secciones por medio de canchas con cenefas de flores; en el sentido longitudinal se separa al centro en 2 partes por una serie de medallones de policromía.
A partir del acceso hacia el altar en la parte superior flanqueando los medallones, se encuentra una secuencia de cuadros con marcos simulados con escenas de 3 mujeres santas, posiblemente la virgen María y sus acompañantes.
Los segmentos laterales del plafon se subdividen a su vez en dos franjas; la del lado derecho del observador inicia su primera sección con 2 cuadros:
1o. Representa a un religioso, no puede identificarse por lo dañado de las piezas que lo conforman.
2o. Representa 2 músicos con instrumentos europeos como son el arpa y la trompeta acompañado de un ángel con un pandero.
La segunda etapa de divide en 3 partes, formando escenas de la vida de Jesús, curiosamente la secuencia es a la inversa, ya que debe de leerse desde el altar hacia la puerta y corresponde a:
1o. La anunciación, presidida por el arcangel Gabriel.
2o. El sueño premonitorio de María sobre el sufrimiento de Jesús.
3o. El nacimiento y la visita de los pastores.
La tercera etapa es de 2 representaciones:
1o. Jesús pastor a cargo de su rebaño.
2o. La salvación del mundo a través de la fé, la esperanza y la caridad con los símbolos del sacrificio de Jesús.
El siguiente tramo secciona materialmente el cañón en dos partes, aquí se representa a la derecha del espectador la batalla de San Miguel con Luzbel, grabado s en su escudo alcanzamos a leer el grado jerárquico del arcangel con la frase Quis ut deus ¿Quién sino Dios? tan propio de la teogonía medieval, a la izquierda el corazón de Jesús rodeado de espinas y la cruz. Al centro, el escudo con el monograma de María coronada representada por la luna y el de Jesús en similares condiciones por el sol.
El lado izquierdo se subdivide de la misma manera, pero representa los profetas del antiguo testamento, los dos primeros cuadros representan a:
1o. San Pedro con las llaves del reino frente a la puerta celeste.
2o. Un grupo de angeles tocando en un órgano de características neoclásicas
La segunda etapa son tres partes también presididas por un arcangel si se leen hacia la puerta:
1a. El arcangel Rafael que guió a Tobias representado con la lámpara y el pez frente al mar.
2a. Posiblemente San Jerónimo escribiendo los textos, (aunque ésta parte del plafon está borrada en gran parte), aparecen en la parte superior las trompetas celestes.
3a. Representación del sacrificio de Isaac.
La tercera etapa al igual que su correspondiente son de orden místico y representan:
1a. María con el niño tomando la ofrenda de los corazones inflamados.
2a. La mesa con la eucaristía y la alusión al Evangelio.
Esta parte del plafon nos indica que podía ser leído en varios sentidos, una especie de procesión dentro del templo.
La 2a. parte del plafon está decorada en ambos extremos con angeles que portan mantas dando las bienaventuranzas, y en el centro varios angelitos en alegre vuelo llevan flores y palmas hacia el altar.
Al centro como ya dijimos los símbolos del arcángel Miguel se flanquean de los corazones encendidos de amor de Jesús de María y José con sus monogramas presididos por la estrella celeste de Dios padre. La parte correspondiente a la media esfera se decora simplemente con dos incensarios y los símbolos de carcaj, la flecha y la torre de David. Nos da la impresión, de que el plafon está dividido en escenas del Nuevo Testamento del lado derecho y del antiguo del lado izquierdo del espectador si éste observa desde la puerta, ambos puntos de vista fueron igual de importantes y la liturgia se adapta a la simbología iconográfica, como ejemplos tenemos la imagen de San Pedro, que según por textos se ubica a la diestra de Dios, hecho que se confirma si se observa desde el altar; al igual que San Miguel que en su lucha derrota al demonio y lo sumerge en el averno que se ubica del lado siniestro (izquierdo) del altar.
Lo anterior nos indica que podía interpretarse de varias maneras, adaptándose la iconografía a las ceremonias de que se tratase, un sistema además de bello sumamente útil en su intención didáctica y sutil en su representación.
Este antiguo señorio existía antes de la fundación de lo que luego sería el corazón de la Meseta Tarasca, Paracho. Jesús Castillo Janácua nos dice que los tékechas, tarascos provenientes del lago de Chapala, en su peregrinaje por mejores tierras "... llegaron un día a comprensiones del señorio de Pomacuaran solicitando permiso para hacer un altar en son de paz, sólo para descansar y rehacer sus fuerzas, ofreciendo respeto y acatamiento al cacique del lugar..."
Pasado el tiempo los franciscanos que fincaban en Charapan "... buscaron un sitio... en comprensiones de Quinceo, Pomacuarán y Ahuiran..." por lo que les solicitaron cediera a los tékechas para fundar su pueblo. Accedieron a la propuesta y ahí se asentó Paracho.
Esta información nos dice que el señorio d e Pomacuaran ya existía desde antes de las congregaciones realizadas por los franciscanos y era de tales dimensiones que pudo ceder tierras a Paracho y después a Nurio para sus futuros asentamientos cristianos.
Es nombrado con frecuencia por Juan Infante su encomendero en las cartas que mandaba a su encargado exigiéndole el cobro de las ventas de su sementeras.
En el "Obispado de Michoacan en el siglo XVII" p. 99 se hace la descripción del beneficio de Aranza en el ramo correspondiente a Doctrinas y Beneficios de Clérigos, el texto dice: "...Este benefico es partido de indios y su admistración pertenece a los clérigos; tiene el cura que los administra doscientos y cincuenta pesos de salario que paga su Majestad en su Real Caja... en distancia de tres leguas tiene nueve pueblos... "el primero que nombra es San Miguel Pomacuarán y agrega "...tiene de cuenta noventa y un vecinos. Son cuarenta y siete...", al márgen dice "... Son estos indios tarascos y administranse en su lengua..."En el agregado al hospital informa..." En estos nueve pueblos hay nueve hospitales cada uno el suyo sin más rentas ni propio que los naturales dan y obran con sus manos en jarcia, en corambre, y de lo precedido curan sus enfermos y adornan sus iglesias ..." al márgen se anotó "... Estos hospitales tienen la misma disposición que los de Naguatzin; mirados con cuidado son de consideración, como se ve el buen estado de sus iglesias... asiste el beneficiado en todos los pueblos, en cada uno seis u ocho dias, con que en dos meses da la vuelta a todo un beneficio..."
En el "Obispado de Michoacan" nos informa desde el pueblo de San Pedro Paracho, el 2 de septiembre de 1754 en la respuesta "... a la Carta Cordillera...que este curato [de San Pedro Paracho] se compone de nueve pueblos..." Entre ellos nombra a San Miguel Pomaquarán y dice que "...éste dista de Pásquaro doce [leguas] y de México sesenta y cuatro..." referente al número de vecinos, de los 367 que conformaban la doctrina de Paracho, 111 pertenecían a Pomarcuarán "...Se halla con 111 indios, hombres y mujeres, de confesión y comunión..."
Aún hoy los vecinos nos muestran al otro lado de la barranca a un costado de la capilla el sitio donde se encontraba la primitiva fundación.
Del inicial conjunto religioso conformado por el templo y el hospital con su capilla, éste último es lo único que se conserva ya que la parroquia principal fue arrastrada por las huestes del bandido Inés Chávez quién también incendio el de Paracho por el simple hecho de haber resistido a sus constantes saqueos y abusos.
El área donde se ubica el templo principal se encuentra al otro lado de la calle donde se ubica la plaza principal.
La pequeña capilla del Iuritzio se encuentra colocada paralela a la calle que pasa a un costado y a distinto nivel, varios escalones más abajo, fue reconstruida según consta en las jambas de la portada en 1860 reutilizandose en gran parte las piedras originales que conformaban la primitiva fachada. Se rodea de un terreno libre de baja vegetación en el que vemos vestigios de tumbas de considerables antigüedad.
El atrio, que propiamente fue el camposanto separa la nave de la Huatápera dividida al centro por una base que soporta la cruz atrial desplantada sobre una peana esférica, cuando conocimos el sitio se trataba de un terreno casi plano cubierto de tierra ceniza con algún pasto, actualmente cuenta con un andador de piedra volcánica que comuica desde el acceso a una plazuela que rodea la cruz y se quiebra a escuadra hacia la nave en donde se extiende a lo largo de la fachada formándose un vestibulo empedrado. La portada atrial está compuesta por dos muretes aplanados con cemento y cubiertos por una techumbre a dos aguas formada por láminas acanaladas que protegen las campanas. Según los vecinos el piso de cemento tapa una piedra redonda de orige prehispánico que se encontraba en el sitio, (sin que se confirmara más su existencia), no obstante en uno de los muretes vemos algunas tallas de origen plateresco que provienen de la portada original.
La torre no existe y ha sido suplida por el pórtico de acceso al atrio que cumple con esa función conocida por los purépechas como Kamban-hatacua.
La fachada es lisa, recientemente fue pintada de amarillo y rojo almagre cubriendo el color rojizo de la tierra charandosa que dejamos aparente cuando se restauró después de los sismos de 1985; la portada está hecha con cantera gris con claras evidencias de haber sido recolocada nuevamente y flanqueada por la fecha en que se remodeló durante el siglo XIX, esto es en 1860, no obstante cuando consolidamos los muros encontramos en el testero del ábside la fecha 1672; así mismo otra piedra esgrafiada dice "ENERO 13 DE 1890".
En la fachada vemos el arco de acceso de medio punto formado por grandes dovelas en forma de tableros o casetones con tallas de angelitos en la parte central; la clave fue recortada angustiando al ángel al que tuvieron que cortarle las alas para ajustar la dovela, sobre ella se colocó una flor de venera en medio de un falso alfiz formado por pedacería que sin embargo conserva los arranques platerescos del alfiz original; las jambas monolíticas fueron despojadas de la capa de enlucido que las protegía base de un raspado a cincel, aún vemos vestigios del estuco con que se recubrían, se enmarcaron por molduras formando un tablero y en la parte central un angelito remata orlas floridas de raro diseño y sujetan un elemento vegetal; porta un curioso casco que parece el cáliz de una flor, el capitel es de corte toscano y se ornamenta con flores aisladas. Sobre lo riñones del arco [...] vemos almenas sobre piedras recolocadas y recortadas que conservan aún tallas de angelitos.
El vano del coro es rectangular y al igual que el alfiz se forma de canteras de reutilización; en el inmafronte se colocó una flor y sobre ella una cruz de piedra; el muro remata en un frontón triangular que sigue la pendiente a dos aguas de la cubierta. La puerta es de madera entablerada con algunas tallas ya borradas por el tiempo.
La nave de pequeñas dimensiones como corresponde a una capilla de hospital conocida como Iuritzio, es de planta rectangular y ábside plano, los muros están construidos de piedra y lodo forrándose por el interior con un chapeo de pequeñas piedras de río que colapsaron durante el sismo de 1985 permitiendo ver el alma de los muros hecha a base de lodo; por ambas caras están recubiertos de enjarre de tierra y cal, aparentes por el exterior y pintados de blanco con almagre por el interior. El piso es de tablones de madera al centro bordeados por losas de piedra y cemento a lo largo del perímetro de los muros. Sobre estos elementos desplantan postes que soportan las soleras que cargan el artesón de media batea que cubre la nave, tirantes que pasan bajo
la solera amarran los muros largueros evitando así su colpaso.
La nave se divide en tres partes el área de los fieles a la que recientemente se le colocó mobiliario, cuando nosotr os la conocimos en 1982 no tenía bancas, el área del presbiterio, donde un altar neoclásico alberga la imagen de San Miguel luchando con el dragón, mientras Nuestra Señora de los Dolores, San José y la Inmaculada Concepción están colocadas en andas o en simples mesas de madera. El altar se recarga en un biombo de madera de corte mixtilíneo que separa el presbiterio de la cerería comunicandose mediante dos portezuelas similares a las de la capilla del cercano pueblo de Nurio. La cubierta interior que se protege por vigas de madera formando pares de tijera recubierto de fajillas y lámina de asbesto, consiste en lo que se conoce
como artesón. Está compuesto de tablas apoyadas sobre cerchas recubriendo el cuerpo de la nave con un medio cañón que se cierra con una media batea que cubre el presbiterio y se soporta por una solera perimetral que absorbe las esquinas con cuadrales a la manera de trompas o pechinas planas. La imaginería representa las bienaventuranzas y escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, así como una secuencia de escenas marianas y referencias litúrgicas, en la base de las cerchas vemos ánforas que nos recuerdan la decoración de Aranza y la de Cheranástico.
Los anexos son sólo una habitación de piedra y lodo con una puerta al frente y una peraltada cubierta de láminas de asbesto sobre madera con viguería a dos aguas. Frente a la capilla se encuentra una larga habitación que correspondía a la Huatápera que hoy vemos complementada con dos crujías adicionales.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Michoacán de Ocampo > Paracho > Pomacuarán (Pomocuarán) (160650007)
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro del poblado
Código Postal
60250
Otra localización
San Miguel Pomacuaran
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar