La actual capilla substituye a la antigua del siglo XVII, hasta hace pocos años se conservaban algunas ruinas de muros de adobe y viejas tallas de cantera. Los vecinos consideraron más fácil hacer templo nuevo que restaurar el antiguo, y se muestran orgullosos del actual edificio.
En el interior se conserva la imagen que le dió renombre al lugar, se trata del Señor de las Maravillas, considerado uno de los Cristos más milagrosos de la cuenca lacustre, único vestigio del inmueble original.