A partir del último cuarto del siglo XVII, empezaron a proliferar los programas pictóricos sobre el colegio apostólico. En algunas series se agregó a las efigies de los discípulos los trozos del "Credo" que se atribuían a cada uno de ellos; en otros simplemente se les representó con algún símbolo que permitiera su identificación, mismo que podría ser el instrumento con que sufrieron el martirio, y en otras. las más raras sin duda, se hizo énfasis precisamente en el martirio que padecieron. De esta última modalidad es la serie que se conserva en el camarín detrás del altar mayor en el Santuario de Jesús Nazareno, en Atotonilco, Guanajuato. Se trata de lienzos de forma oval guarnecidos por bellos marcos calados. de madera tallada y dorada. El que ahora presentamos corresponde al martirio de San Simón, apóstol a quien tocó evÁngelizar en Persia y Egipto, y a quien se le condenó a morir aserrado. Por ello es que se ha representado al apóstol con los pies clavados y los brazos amarrados al suelo, en el momento en el que es aserrado por dos verdugos en cuyas expresiones cabe más la conmiseración que la crueldad. Sin mayores pretensiones artísticas. es un cuadro que habla directamente a la sensibilidad del espectador. Rogelio Ruiz Gomar.
Observaciones del bien mueble
El barniz está oxidado. El lienzo está perforado, rasgado y golpeado. La pintura está agrietada. El marco presenta faltanteS.
Materiales constitutivos
pigmentos al óleo, tela, madera, dorado
Técnica de manufactura
Pintura al óleo
Alto 1
1.5
Ancho 1
1
Profundidad 1
0
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