Pieza que no es única pues hay otros 2 Confesionarios neoclásicos iguales que proceden de finales del siglo XIX. Son muebles trabajados con buena fortuna y, en cierta forma, representativos de un momento importante en la historia de la Catedral. Piezas bien conservadas en las que se advierten desgastes de barniz producidos por el uso. No requiere restauración