En el lado derecho de la obra se encuentran José y la Virgen, ella lleva sus manos al pecho y viste una túnica rosa y un manto azul que le cubre la cabeza, mientras José que lleva túnica azul y manto café, sostiene en su mano izquierda la vara florida y la derecha la extiende sobre una mesa que está al centro, en la que un personaje del lado contrario está sentado ricamente ataviado. Se refiere a la escena en que por un edicto de Cesar Augusto, ordena el censo de todos los habitantes del Imperio. Cada persona debe censarse "en su propia ciudad". José y María se dirigen por lo tanto a la Ciudad de David, que se llama Belén de Judá", porque José es de linaje de David.