Al centro de la composición se puede ver a San Juan Nepomoceno suspendido y atado de pies y manos, por cuerdas, lleva el torso descubierto, y el hábito enrollado a la cintura, su cuerpo se ve de tres cuartos, y su rostro dirige la mirada hacia arriba. A los costados se pueden ver dos personajes que sostienen varias velas juntas y las flamas que éstas despiden queman los costados del torso a la altura de las axilas del Santo. El Rey Wenceslao a quién reprochara con valentía su impiedad, lo hizo encarcelar y con sus propias manos lo quemó con una antorcha intimándolo a mantener el silencio.
Observaciones del bien mueble
La obra presenta salpicaduras de pintura color blanco.